El único momento del día en que Leeteuk podía sacar toda esa energía que la bestia utilizaba, era en la noche, cuando sometía a la chica y le hacía el amor mientras dormía. Esas mismas noches después de la relación sexual, Leeteuk ponía un regalo sobre el comedor para que al despertar, viera a la joven feliz. Le dio muchos detalles, rosas, ropa, joyas, discos etc. cosas que Leeteuk sabía con certeza que ella quería, la chica sospechaba, pero pensaba que era por ser trabajadora de él. Eso pensaba, hasta que un día, la chica se levantaba una mañana como cualquiera, sintió algo extraño en su cuerpo, pensó que le había bajado la regla, pero era muy pronto, rápidamente se quitó la sabana y miró entre sus piernas.
—¡Por dios!
La chica se cubrió la boca con las sabanas. Los restos de la esencia de alguien estaban en las sabanas y su entrepierna. Fue corriendo al espejo y miró su rostro, tenía chupetones muy marcados en el cuello, en el pecho y el pecho. Esa noche Leeteuk se había venido muchas veces dentro de ella, la lujuria estuvo al 100% que sin querer la dejo marcada. Ella al fin entendió todo, los sueños eróticos, las mañanas y los sueños húmedos… todos eran por culpa de Leeteuk.
“¿¿Ha estado en mi cama sin que me diera cuenta??”
Se fue corriendo de la mansión sin decirle a nadie. Llevaba algunas cosas indispensables para el colegio y su casa. Al llegar al colegio, estuvo muy distraída todo el día. Leeteuk despertaba en su habitación, salió de esta y fue a la de la chica, la noche anterior fue un poco descuidado. Al tocar la puerta nadie salió, entro y no la vio.
“Seguro se fue al colegio, espero que no haya notado el accidente que tuve anoche”
Esa noche, Leeteuk estaba muy agresivo, no sabía el por qué, pero la bestia en su interior estaba muy descontrolada, por consecuente, Leeteuk se desquitó con la chica que sometía cada noche. Las drogas eran muy malas y Johana no era la excepción. Mientras más consumas una droga, más eres adicto y las consecuencias no tardaban en aparecer.
El chico se fue a trabajar. Johana salió del colegio y fue directo a su casa, limpió, arregló la misma, se quedó mirando televisión hasta tarde.
Leeteuk salió de trabajar y fue a la mansión, pregunto por la chica y esta no había llegado.
“¿Habrá escapado?”
Pensó en los lugares que ella estaría, busco y busco en todos lados, en plazas comerciales, cines, restaurantes, en casa de sus amigas. Leeteuk ya conocía los lugares que la chica recurría. Ya entrada la noche llegó a la casa de Johana. Tocó la puerta varias veces y nadie salía, vio luz prendida en su habitación y entonces supo que ella no quería abrir, forzó la puerta silenciosamente, paso por la sala y subió las escaleras llegó al cuarto de Johana y entró, la vio dormida en un sillón con la TV encendida, sonrió y se sentó en el suelo a admirarla.
—Eres lo mejor que me ha pasado… siento haberme excedido anoche.
La chica frunció el ceño y comenzó a despertar, vio a Leeteuk y mordió su labio para evitar el llanto.
—Así que eras tú… todo este tiempo fuiste tú.
—Lo siento… desde que te vi me gustaste.
—Tú… me prometiste que no me obligarías a nada, además tenía novio.
La chica sollozaba.
—Perdóname…
—¿Por qué hiciste esto? Ni siquiera nos conocíamos…
—Lo siento, yo sé todo sobre ti, no nos acabamos de conocer.
—¿De qué hablas?
—Yo... te he estado vigilando desde que nos vimos en el bosque.
—¿Cómo es posible eso…? Leeteuk… déjame ir.
—No puedo.
—¿Por qué no? Puedes buscar a otra persona que te ayude en esto.
—No puede ayudarme nadie más, no puedo decirle a nadie mi secreto.
—¿Qué secreto?
—Aún no puedo decírtelo.
—¿De qué se trata todo esto? ¿Por qué yo? —interrogó, Johana se ponía de pie.
—No lo sé… eso quisiera saber.
—Vete de mi casa Leeteuk.
—No.
—¿Por qué me molestas a mí? Tenía una vida tranquila, tenía novio… no quiero trabajar para siempre en tú mansión y menos ser tomada por ti.
—No fue como te lo imaginas… además tú también querías.
—Eso es imposible.
—Claro que es posible, tu sola me desvestías y te montabas sobre mí —dijo sonriendo perversamente.
—¡Pervertido!
Furiosa, la chica le dio una bofetada en el rostro a Leeteuk, corrió a la puerta y salió de la habitación, se encerró en la habitación de su mamá. El chico se quedó inmóvil unos momentos procesando lo que la chica acababa de hacer. Jamás nadie le había pegado en el rostro. La chica fue al mueble del cuarto y agarró unos ahorros de su mamá en su joyero, ella los había puesto ahí para alguna emergencia, Johana quería ver a su mamá y que la protegiera, guardo esos ahorros en su bolsita, justo en ese momento Leeteuk comenzaba a tocar la puerta de manera frenética.
—¡Johana abre!
—¡Vete Leeteuk! ¡Vete de mi casa!
—¡Sal por favor, quiero disculparme!
—¡No te creo, vete!
Leeteuk estaba comenzando a molestarse, la chica no abría la puerta, escuchó un ruido dentro del cuarto y pensó.
“Va a escapar por la ventana”
Con una patada, Leeteuk abrió la puerta del cuarto, Johana se dio la vuelta asustada para ver el rostro enojado de Leeteuk y se apresuró a salir. Leeteuk llegó rápidamente a ella y la detuvo, la abrazó por la cintura y la recostó en la cama de su madre con violencia.
—¡Déjame!
La chica gritaba e intentaba zafarse de las garras del joven.
—Deja de moverte…
Leeteuk abrazaba a la chica sin soltarla.
—¿Qué? ¡Deja de bromear!
Johana pateaba el estómago de Leeteuk y le pegaba con sus manos. Leeteuk estaba controlando su ira, si no lo hacía la bestia ganaría esa batalla interna.
—¡Por favor! ¡Déjame!
—¡No lo haré!
Johana reunió toda su fuerza en su puño y le dio en el rostro a Leeteuk haciéndolo retroceder. Completamente en shock, el joven puso su mano en su mandíbula, al quitarla un poco de sangre salía de sus dientes, Johana miraba asustada al chico.
—No tienes idea de lo que acabas de hacer…
Leeteuk masculló. Johana miró la siguiente escena mientras pensaba. El cuerpo de Leeteuk creció, cambió de color y sus ojos ya no eran los mismos.
“Si fuera una película de terror estaría bien, pero era la vida real. La bestia que mi madre dice que describí y que veía en sueños, era la misma con la que me tope aquel domingo, las noticias de personas destrozadas y animales eran a causa de una bestia… Y ahora, este ser esta aquí, frente a mí… madre te amo”
La bestia miraba directamente a los ojos a la chica, esta temblaba y sudaba. La bestia gruño fuerte anunciando su despertar, los lobos escucharon aquello y corrieron a asistirlo. La bestia salió rompiendo la ventana del cuarto y brinco sobre un árbol, corrió hasta desaparecer de la vista de la chica. Esta, tras recuperarse del shock, cayó sobre sus rodillas y comenzó a llorar. Toda su vida tranquila se había destrozado, había una bestia tras de ella, una bestia asesina.
Después de luchar contra esos lobos y vencer a la mayoría, Leeteuk regresó a su forma humana, el chico miró que aún estaba rodeado de lobos y huyó subiéndose a un árbol. Estos lobos miraron al humano como comida y no como un oponente, comenzaron a intentar trepar el mismo fallando repetidas veces, hasta que un lobo a lo lejos los llamaba, anunciando que ya no era necesario luchar, estos se fueron dejando a Leeteuk solo con frío. En cuanto los lobos se fueron, el chico bajó y buscó refugio. Una manada de recuerdos vinieron a su mente, recuerdos en el que él era pequeño.
***Hola, les habla la autora. Espero les esté gustando la historia. Vengo a recomendarles mis nuevas obras XD "Mi esposo es un cambiaformas" y "La venganza de Emily" Seguro les gustará. Saludos a tod@s***
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Comments
Maria Fernanda Fernanda
lo dicho cuando lo descubriera todo se le iba por el caño 😡 bien merecido por abusador
2022-01-19
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