Subasta

        Johana y sus amigas bailaban y festejaban, G-Dragón estaba bebiendo con sus amigos y jugando tiro al blanco. Johana quería bailar con su novio.

        —Vamos a bailar G.

        —No quiero.

        —¿Por qué no?

        —Estoy jugando con Top y Daesung.

        La chica se retiró un poco molesta, se fue al tocador a maquillar. Min Hee la siguió.

        —¿Estás bien?

        —Si… G no quiere bailar conmigo.

        —Déjalos, los chicos prefieren su espacio.

        —Así es. A veces me deja olvidada.

        —Pero es un buen chico, no te ha engañado.

        —En cuanto termines sales ¿ok?

        —Sí.

        Min Hee pidió bebidas. Johana llegó y tomo la suya. Se estaba sintiendo aburrida y quiso irse, se despidió de sus amigas y de su novio y se fue. Min Hee fue con G-Dragón y le pego en el hombro.

        —Ey porque me pegas.

        —¿Por qué dejaste que se fuera sola?

        —Ella quiso irse…

        —Tú no pareces su novio, ve tras ella o le puede pasar algo, ya es muy tarde.

        —De acuerdo —suspiró y rodó los ojos.

        Johana caminaba en la calle solitaria. Tenía un minivestido, unas zapatillas y un abrigo, maquillaje discreto y el

cabello suelto el cual ya estaba un poco desarreglado. Suspiró y deseo ver a su mamá.

        —¿Qué te parece esa? —Heechul señaló—. Anda sola, pide a gritos que la secuestremos.

        —Esta guapa —Sungmin agregó.

        —Adelante —Kangin ordenó.

        Los tres hombres estacionaron su camioneta enfrente de la chica cerrándole el paso, esta retrocedió y corrió del lado contrario, Kangin, Sungmin y Heechul corrieron hacia ella y la atraparon. Kangin que era el más fuerte la cargo hasta la camioneta y la subieron.

        —¡Déjenme en paz!

        —No chulita vendrás con nosotros —Kangin amenazó

        —Tienes lindas piernas —Heechul señaló.

        El chico quiso tocárselas y ella se alejó.

        —¡Déjenme!

        Johana comenzó a patalear y dar golpes por todos lados.

        —¡Dróguenla!

        Kangin ordenó. Sungmin tomó la inyección mientras Heechul la sostenía, el chico le inyecto una dosis fuerte y

la chica cedió quedándose tranquila, pero despierta.

        —¿Mucho mejor? —Kangin preguntó.

        —Si —Sungmin suspiró.

        —No entiendo por qué ninguna quiere subir si somos guapos —Heechul preguntó.

        —Ni yo lo sé —Kangin encogió los hombros.

        La chica no estaba dormida, pero tampoco despierta, miraba hacia la ventana de la camioneta mientras pasaban zonas céntricas.

        —Hey mírenla, está reconociendo los lugares.

        —No reconoce nada Min, así son todas, luego ninguna recuerda nada.

        —Ah ya veo.

        —Eres nuevo Sungmin, ya irás aprendiendo —Heechul sonrió.

        —¿El otro grupo ya habrá llegado? —Kangin preguntó y miró por el retrovisor a sus compañeros.

        —Creo que si —Heechul respondió.

        —Siempre traen mujeres mejores que nosotros, no entiendo como le hacen —Kangin bufaba.

        —La que nosotros llevamos no esta nada mal —dijo Sungmin.

        —Así es. Es muy guapa —Heechul .

        Los hombres llegaron al casino, de un lado de este pasando por la puerta trasera, entraron a un salón. Era demasiado lujoso, los clientes presentes eran políticos, dueños de negocios, presidentes, gobernadores, narcotraficantes, gerentes de negocios, artistas etc. todos con mucho poder adquisitivo los cuales gozaban de saltarse la ley gracias a su dinero. Leeteuk, Donghae y Eunhyuk estaban en la zona más alta del lugar, para

separarse de los hombres feos y gordos, según ellos.

        La subasta estaba por empezar.

        —¡Bienvenidos todos, hoy empezaremos con una oferta!

        Dos hombres sacaron a una muchacha menudita, con cabello corto, delgada y vestida decentemente.

        —Tiene 18 años de edad, es estudiante de universidad y no tiene novio. Comenzaremos esta subasta con mil dólares.

        —¡Yo ofrezco 1500!

        —¡2000!

        —¡2300!

        —¡2400!

        —¡2600!

        —¡2900!

        —¡Yo ofrezco 3000!

        —¡3000 dólares, a la una… a las dos… vendida!

        La chica comenzó a llorar y los hombres se la llevaron.

        —Esto es extraño.

        —¿Por qué Leeteuk?

        —Pues las venden como piezas de artesanías.

        —Así es esto, debemos comprar una hoy —Eunhyuk respondió.

        —Así es o no nos dejarán entrar de nuevo —Donghae se quejó.

        —¿Qué?

        —Que tienes que llevarte a una Leeteuk para que puedas regresar —Donghae le respondió.

        —Pero si yo no quiero regresar, tengo mucho que hacer.

        —¿Qué cosas?

        —Pues…

        —No tienes nada que hacer a esta hora mentiroso.

        —Así es, solo llévate una hoy y listo, te prometimos que te dejaríamos en paz —Eunhyuk dictó.

        —Son unos malvados.

        —Lo que hagas con ella no nos importa —dijo Donghae sin alguna pisca de misericordia.

        Leeteuk pensaba que ellos eran unos cerdos, pero tenían que trabajar juntos. Varios minutos después. Regresaron con otra chica, una tras otra las fueron vendiendo hasta que sacaron a Johana. Leeteuk abrió los ojos de par en par.

        —¡Vaya esta noche será divertida, hemos encontrado a una extranjera y al parecer latina, dicen que ellas son

ardientes. ¡Comenzaremos con 5 mil dólares!

        Leeteuk se descontroló se puso de pie y dio vueltas en la zona VIP en la que estaban.

        —¿Estás bien?

        —Si Eunhyuk es solo que… me duele la cabeza.

        —Ya veo, toma agua.

        El chico asintió, pero se volvió a descontrolar cuando todos los clientes comenzaban a pelear por la chica.

        —¡Yo ofrezco 6 mil dólares!

        —¡6700!

        —¡7000!

        —¡7200!

        —¡7500!

        —¡7800!

        —¡7900!

        —¡8000!

        —¡9000!

        —¡10 000!

        Todos se quedaron callados de repente, Leeteuk miró a la persona que dio la cantidad más alta, era el jefe de los laboratorios farmacéuticos, su tío, hermano menor de su padre.

        —¡Bien, la cantidad más alta es del Sr. Kibum! ¿Nadie ofrece más?

        El Sr. Kibum sonrió. Leeteuk se imaginó a esa chica siendo tocada, manoseada y violada por su tío, su sádico y malvado tío. ¡Eso no podía estar pasando! No sabía que hacer, no tenía opción.

        —¡Bien como nadie ofrece más por esta latina, la daré por vendida!

        —¡30 000 dólares!

        Todos en la sala miraron impresionados a Leeteuk, Donghae y Eunhyuk lo miraron asombrados. De repente todos comenzaron a murmurar.

        —¿No que no querías?

        Leeteuk no le respondió a Eunhyuk.

        ¡La chica extranjera es vendida al nuevo invitado!

        Todos aplaudieron y se inclinaron con respeto ante el joven que ya estaba en medio de la sala.

        Un invitado lo miró.

        —Chico, llévate tu compra o alguien más te la quitará.

        —Si…

        Dos ayudantes llevaron a Johana para ser recibida por su comprador, Leeteuk recibió a Johana, miró los ojos

dilatados de la chica, estaba de pie con ayuda de los trabajadores. Delicadamente la cargó en sus brazos como a una princesa y se fue. Eunhyuk y Donghae lo siguieron con la mirada hasta que desapareció del lugar.

        —Míralo… dice que no quiere diversión, pero se lleva a la más guapa —Donghae bufó.

        —Nunca se sabe con este ratón de biblioteca.

        El tío Kibum sonrió. Leeteuk miraba a la chica que abría y cerraba sus ojos mirando al vacío. La acomodó en su automóvil y sonrió al ver como cerraba sus ojos para dormirse.

        “Es una suerte que ambos estuviéramos ahí… si te compraba otro estaría matando a media ciudad, que bueno que estabas en venta”

        G-dragón estaba caminando por todos lados sin encontrar a su novia, fue a su casa y estaba cerrado, regresó a la fiesta y miró por todos lados.

        —¡Min Hee!

        —¿Qué paso? ¿Ya está Johana en su casa?

        —¡No! ¡Y no esta por ningún lado!

        —¡Oh por Dios!

        —Llamaré a la policía…

        El muchacho fue corriendo a llamar por teléfono y desesperado le contó a la policía lo que sucedió, le dieron 24 horas para que la dieran por desaparecida.

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