Cumpleaños II

        Leeteuk se fue a su habitación a vestir, ella se quedó en su pieza sin saber qué ponerse. Escogió un vestido

casual floreado, las flores eran variadas de distintos colores, rosa, amarillo, rojo, verde y naranja, eligió unos zapatos blancos y un suéter del mismo color, se peinó y se colocó un moño naranja en su cola. Se puso maquillaje y salió a esperar a Leeteuk que para su sorpresa, ya lo esperaba abajo. Leeteuk al mirarla jadeó, jamás pensó que su droga fuera tan hermosa.

        —Te ves hermosa.

        —Gracias, tú te ves muy guapo.

        —No en serio… te ves hermosa.

        Ella sonrojó.

        —Me dan ganas de volver a subir a tu habitación.

        —No Leeteuk...

        —Es broma, sé que no aguantarías mi ritmo.

        —¿Tu ritmo?

        —Si, cuando lo hacía con mi exnovia, ella aguantaba mi ritmo.

        —¿Así? ¿Qué exnovia? ¿Hace cuanto fue? ¿Cómo era?

        Leeteuk la miró sin dar crédito a lo que sus oídos escuchaban. Johana parecía estarlo interrogando.

        —¿Acaso estás celosa de una exnovia que ya ni veo?

        Johana abrió los ojos de par en par.

        —¿Qué? ¡No! Yo no…

        Leeteuk sonrió con ternura y besó los labios de la chica que estaba roja de celos.

        —Ahora solo tengo ojos para ti, entiéndelo…

        —Bueno…

        Ambos fueron a un restaurante que Leeteuk solía recurrir cuando no podía ir hasta su casa a comer. Se encontraba en un edificio de 4 pisos en el centro de Seúl. La encargada reconoció a Leeteuk y lo saludó.

        —Buenas tardes Leeteuk… oh viene con su novia.

        Johana sonrojó. Leeteuk solo sonrió.

        —Una mesa para dos por favor, lejos del ruido y con vista a la ciudad.

        —¿Eh?  —exhaló, Johana miró extrañada a Leeteuk.

        —Entendido, por aquí por favor.

        Los tres atravesaron todo el restaurante, mientras más caminaban, más veía Johana que se alejaban de la

gente, hasta que llegaron a una parte privada, que solo tenían como 5 mesas para dos, los cuales 3 estaban ocupadas, el salón tenía paredes de todos lados y daba hacia la ciudad, tenía un cristal del tamaño de una casa en el que fácilmente podías ver todo el movimiento de Seúl, en medio de la pieza había un pianista que solo estaba concentrado en su trabajo. Johana estaba en signo de interrogación por la actitud de Leeteuk, dejó pasar eso y tomo asiento frente a él, mientras la mujer les dejaba el menú y se retiraba.

        —Leeteuk... todo está caro —dijo en tono chillón.

        —¿En serio? No lo noté.

        —Si es caro, no me alcanzará.

        —¿Cómo que no te alcanzará?

        —Es tu cumpleaños… yo debería pagar.

        Leeteuk sonrió, quitó la mano de Johana del menú y la besó.

        —Tú me pagarás esta noche durmiendo en mi cama.

        —¿Eh… Ehh?

        Johana no hacía más que sonrojarse con cada palabra que Leeteuk decía. La mesera interrumpió su conversación acercándose y preguntándoles si ya estaban decididos para ordenar, Leeteuk miró furioso a la mesera.

        —Cuando yo la llame, ahora retírese por favor.

        La mesera asintió y se disculpó. En cuanto se fue Johana miró a Leeteuk y este le devolvió la mirada.

        —¿Qué?

        —¿Por qué tratas así a los empleados?

        —¿Qué?

        —Cuando llegamos, fuiste un poco arrogante con la encargada.

        —En que momento… solo pedí una mesa privada.

        —Eso lo noté, ¿tienes idea de lo estresante que es que te ordenen así?

        —No, pero yo pago por todo, ellos reciben su sueldo así que tienen que soportar.

        —Leeteuk... entiendo eso pero…

        —Johana.

        —¿Qué…?

        —No te preocupes por ellos.

        —Mmm… pero y la mesera…

        —Ella se adelantó, no pueden apurarme a ordenar.

        —Mmm…

        —Oye… —llamó, Leeteuk miró a la chica directo a los ojos—. No me gusta que me interrumpan cuando estoy contigo.

        Ella sonrió y asintió sonrojada. Leeteuk debe estar muy estresado y lo único que quiere es ser bien atendido

¿Tendría que ver la bestia en su forma de ser? Cuando la comida llegó, Johana abrió la boca completamente.

        —¿Pasa algo Johana?

        —No… es que…

        Miraba la comida que le habían servido.

        —Es muy poco y es tan caro.

        —Mmm… tienes razón es poco, mejor vámonos a otro restaurante.

        Leeteuk estaba a punto de pararse y ella lo detuvo.

        —No… Leeteuk exageras, no es para tanto.

        —Pero si no estás contenta no sirve de nada.

        —¿Contenta? De eso no se trata Leeteuk... solo comamos, muero de hambre.

        —De acuerdo, si no te llenas me avisas y volvemos a pedir el menú.

        Johana aplaudió.

        —Vaya, al fin captaste, así se solucionan las cosas, aunque sigo diciendo que es caro.

        —Así son estos restaurantes. Estoy acostumbrado a comer solo aquí.

        Johana tragó saliva, no comprendía la soledad de Leeteuk, ya que ella siempre tuvo a su madre a su lado. Comenzaron a comer y Johana no evitó intentar pedirle un gran favor, que sabía que el chico se negaría.

        —Leeteuk…

        —Dime.

        —¿No podríamos llevar a mi mamá a vivir a la mansión?

        —Ya te dije que no.

        —Pero Leeteuk… hay espacio para otro más.

        —No se puede Johana.

        —¿Por qué eres así? Me entrego a ti por voluntad propia para que no te transformes…

        —Johana…

        Leeteuk se puso de pie y llevo delicadamente del brazo a la chica frente al cristal alejándose completamente

de las pocas mesas de ese piso.

        —Entiendo y te agradezco completamente por eso —explicó en voz baja, le besó ambas manos y continuó—. Pero, ¿qué pasaría si un día fallamos?, o nos peleamos, ¿qué pasaría si tu mamá se encuentra ahí en ese momento?

        —No pasaría nada, Leeteuk cuando te transformaste frente a mí, no me hiciste nada, solo te fuiste y peleaste con lobos.

        —Bueno, ahora sé que no puedo dañarte a ti. No me quiero arriesgar con tu madre.

        —Entiendo, yo solo decía.

        —No me perdonaría si lloras por ella por mi culpa. Es mejor que ella esté lejos de mí por las noches, es por eso que nadie vive en mi mansión ni duerme en ella, únicamente tú, y sigo sin entender por qué no te puedo asesinar… tú eres mi salvación.

        —Entiendo… lo siento Leeteuk.

        El joven suspiró abrazó a la chica y le susurró al oído.

        —Puede ir a visitarte todo el día, pero en la noche, dando las 9 tiene que irse.

        —¿De verdad?

        —Sí.

        —¡Gracias am…!

        Leeteuk se quedó estupefacto, la chica de sus sueños le iba a decir “amor”

        —Termina tu frase —pidió.

        —Ah este…

        Johana sonrojó, no supo que hacer y entonces cambió el tema.

        —Ahora comamos, ¿sí?

        Leeteuk suspiró y asintió. Iba demasiado rápido con ella, era normal que tuviera dudas sobre él. Regresaron a

la mesa, minutos después Johana comía el postre a gusto. El chico tenía que esperar más tiempo para que ella se adaptara a su vida. Hizo muy mal en tomarla por la fuerza sin su consentimiento, apartarla de su vida, de su novio y su casa, no era nadie para obligarla a nada.

        —Este pastel es delicioso, pero caro —Johana decía mientras se metía otro bocado.

        —Si, es mi favorito.

        Un hombre se acercaba a la mesa de ellos, Leeteuk sintió una presencia y miró.

        —Hola, hijo…

        —Tío Kibum… —Leeteuk saludó con molestia.

        —¿Tío? —Johana miró a ambos.

        —Vaya... así que trajiste tu compra a comer aquí —señaló.

        —¿Qué? —Johana miró al hombre.

        Leeteuk calmó su carácter y habló con tono arrogante.

        —Tío Kibum como está.

        —Bien hijo, vine a comer y gracias a dios que hay una mesa disponible.

        —¿Comerás aquí?

        —Si. Es una casualidad que vengas a este restaurante hoy, ya que es tu cumpleaños, te mande un presente a tu oficina, pero me dijeron que no trabajaste.

        —Gracias tío, lo recibiré después.

        Kibum miró a la chica que lo miraba de reojo mientras no dejaba de comer su pastel, miraba detenidamente al hombre, buscaba similitudes entre ambos, pero más no las veía.

        —¿Sucede algo?

        Kibum habló.

        —Oh, no nada, disculpe.

        La chica evitó la mirada.

        —Acabe, estuvo delicioso —ella opinó.

        —Me alegro —Leeteuk sonrió mientras bebía su última gota de vino.

        —Espero que podamos reunirnos un día hijo, ya no nos has visitado, tus primas preguntan mucho por ti.

        —Ya veré, cuando no tenga trabajo iré.

        —Pero hoy es perfecto.

        —Hoy no tío, pienso pasear.

        —Ya veo, con esta hermosa chica quien no cancelaría una gran reunión con posibles compradores.

        —¿Qué? —Johana interrogó—. ¿Tenías una reunión importante hoy?

        Leeteuk asintió.

        —Tío nos retiramos.

        Leeteuk no perdió tiempo y agarró a Johana. Kibum les impidió el paso.

        —Espero que me devuelvas esos 30 mil que utilizaste para comprar a esta chica, ya que ese dinero no te pertenece. Además de los impuestos por entrar al club.

        —Ya hablaremos de eso después, ahora hágase a un lado tío por favor.

        —Lo haré pero… —advirtió mirando a Johana—. Si no me pagas ya sé cómo cobrártelo.

        —Primero muerto.

        Leeteuk masculló, empujo a Kibum y se fue caminando con Johana.

        —¡No olvides que fuiste adoptado!

        Las parejas que estaban en la pieza escucharon y voltearon a mirar a los hombres. El chico furioso apretó su

mandíbula y apresuró el paso. Salieron hasta la entrada del restaurante, en donde Leeteuk pagaba con su tarjeta de crédito, las manos del chico temblaban del coraje, Johana se dio cuenta y las tomó entre sus manos.

        —Cálmate por favor Leeteuk.

        Leeteuk no dijo nada y solo la miró. Al llegar a su auto en el estacionamiento, Leeteuk comenzó a gruñir.

        —¿Leeteuk?

        —Maldito…—Leeteuk masculló.

        —¿Es tu tío cierto?

        —Si… pero soy adoptado… ya lo escuchaste de su boca.

        Leeteuk daba vueltas cerca de su auto, Johana se recargaba en el auto mientras lo miraba.

        —¿Qué pasa Leeteuk?

        —Nada…

        —¿Cómo que nada? Ese señor dijo que le debes dinero… ¿No es tuyo el dinero que gastas?

        —Si, pero ese día utilice un poco del fondo de la compañía, no cargo 30 mil dólares en mis bolsillos.

        —¿¿30 mil dólares?? —vociferó sin querer y se tapó la boca—. Con ese dinero podría comprarle una casa a mi mamá.

        Leeteuk la miró y regresó su vista al suelo.

        —Pero le pagarás cierto… —Johana preguntó.

        —Sí.

        —¿Entonces que te molesta?

        Leeteuk gruñó.

        —Mi tío… iba a comprarte antes que yo.

        —¿¿Tu tío??¿En serio?

        —Sí... si no fuera por este dinero ahora estarías siendo esclava de él.

        —Oh por dios.

        —Y veo que aún tiene sus ojos puestos en ti.

        Johana enmudeció.

        —No puedo imaginarte en sus brazos… Él es…

        Leeteuk mascullaba. Johana se puso de pie y lo miró a los ojos.

        —Jamás me tendrá en sus brazos… solo soy tuya.

        Johana inició el beso, Leeteuk se calmó por completo y se relajó. El chico completamente drogado con sus besos comenzó acariciar la espalda de ella bajando hacia sus nalgas.

        —Oye… espera, aún es de día.

        —Lo sé —dijo y le dio un beso de piquito a Johana—. ¿A dónde quieres ir?

        —¿A dónde? Eres el cumpleañero tú decide —aclaró y sonrió.

        Mientras Leeteuk pensaba a donde ir, Johana sonreía feliz de que Leeteuk se distrajera de su enojo. No podía

imaginarse si se transformaba ahí mismo.

        Llegando a la mansión, no había nadie, eran más de las 10. Leeteuk como siempre cargaba a la chica hasta la habitación, pero subió otro piso más.

        —¿A dónde vamos?

        Se detuvo en su habitación y bajó a la chica.

        —Espera.

        Leeteuk abrió la puerta y le dio paso a Johana, este al momento de encender la luz miró el rostro sorprendido de la chica. Ella caminó hasta en medio de la habitación y se dio una vuelta completa para ver la habitación de Leeteuk.

        —Cuando me dijiste que estabas obsesionado conmigo, pensé que lo decías de broma.

        Leeteuk sonrió.

        —Entonces ¿Cómo crees que he sobrevivido mientras no te tenía? ¿Cómo crees que sobrevivo mientras no duermes a mi lado?

        Johana lo miró aterrorizada.

        —No te asustes…

        —No lo hago es solo que…

        —¿Qué?

        —Parezco una estrella pop.

        —¿Una estrella pop?

        —Si, de esos ídolos que las chicas suelen poner en sus paredes y tapizar con las caras de ellos.

        Leeteuk sonrió. Miraba como la chica veía de cerca sus fotos tomadas de lejos. Leeteuk tenía su habitación con fotos grandes de ella sonriendo y mirando cosas sorprendida, comiendo helado y bailando.

        —¡Oye! Incluso hay una con Min Hee.

        —Si, tu mejor amiga.

        —¿También sabes eso?

        —Sí. También sé que fuiste a ver a tu mamá por tu abuelita… lo supe, pero no quise ir.

        Johana bajó la mirada.

        —Si… esta enferma mi abuela.

        Leeteuk camino hacia ella.

        —¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?

        —Nada Leeteuk… ella morirá pronto, no tiene cura, ya esta viejita.

        —Lo lamento.

        Leeteuk la abrazó.

        —No te preocupes, fue la edad, mi abuelita ya vivió su vida y crio bien a mi madre. Ella ya hizo su trabajo.

        Johana hablaba cerca del pecho de Leeteuk y este respiraba en su cabeza. Decidió cambiar la conversación.

        —Oye, ¿qué foto tome mejor?

        Leeteuk le enseñó cada foto.

        —¿Eh? Pues…, me gusta esa con Min Hee.

        —Me refiero a una en la que solo salgas tú.

        —Bueno… aquella en donde bailo.

        —Perfecto.

        —¿Por qué?

        —Pues…, ya que dormirás conmigo, ya no necesito tantas fotos. Mañana comenzaré a quitarlas.

        —Espera… yo no te he dicho que quiero dormir contigo.

        —Pero no te estoy preguntando —Leeteuk susurró—. Dormirás en mi cama cada día por el resto de tus días. Ya dije.

        Leeteuk selló la boca de la chica con un beso de lengua, la chica se quejó y gimió. Leeteuk inmediatamente se separó y le dio un beso rápido.

        —Ve a bañarte para que ya nos acostemos.

        La chica asintió. Leeteuk se duchaba con agua caliente, sentía el agua rozar su piel excitada por la noche,

anunciando que era hora de la acción. Al salir, vio como Johana entraba a la habitación con una pantaleta roja y una blusa de tirantes, cubriéndose los senos con un brazo.

        —¿Es en serio?

        —¿Qué?

        —En verdad quieres matarme.

        —¿Por qué? Estoy bien vestida.

        —Tapándote los senos así… haces que quiera verlos.

        —Eres un pervertido.

        —Pero soy tu pervertido.

        —Eres un ñoño.

        Ambos caminaron a la cama y se taparon con las sabanas. Johana miró a Leeteuk que cerraba sus ojos.

        —¿No vamos a hacerlo?

        —No… es que ahora estoy tranquilo, ya que estas junto a mí.

        —Me alegro, pero yo me sentía ansiosa.

        —Ya no me tientes o no dormiremos toda la noche. Descansa.

        Leeteuk beso a Johana en los labios y se acomodaron a dormir.

        Dos horas después, Leeteuk se despertó a tomar agua, bajó a la cocina totalmente a oscuras y encendió la luz. Leeteuk no daba crédito a lo que sus ojos daban, frente a él había un espécimen de lobo, sin piel, casi sin carne y sus costillas blancas cubiertas de sangre que goteaba en el suelo, se notaban. El joven dio pasos hacia atrás mientras el lobo avanzaba hacia él.

        —¿Q-qué diablos t-te paso?

        El lobo seguía avanzando.

        —¿¿Cómo entraste??

        Al correr hacia él, Leeteuk se agachó, el lobo parecía brincar sobre él y cuando el chico miró, el lobo ya no estaba. Busco y busco a la bestia y no la halló, inmediatamente subió a su habitación y solo miró a Johana durmiendo. Se regresó a buscar y jamás halló nada.

        “¿Fue un espíritu o algo?”

        Fue hacia la entrada de la mansión, la abrió con cuidado y al salir, vio una manada de lobos frente a su puerta, todos jadeaban y babeaban.

        —¿Qué buscan aquí? ¡Él no saldrá más! ¡Lárguense!

        Los lobos no obedecían.

        —¿Qué quieren? ¡¿Por qué me buscan?!

        Desde arriba se escuchó el ruido de la puerta, Leeteuk se asustó al mirar que el que parecía ser el líder de los lobos miraba hacia la ventana del cuarto de Leeteuk, en donde dormía Johana.

        —¿¿No la querrán a ella o si??

        Leeteuk subió corriendo a la habitación de Johana, suspiró tranquilo cuando la vio de lejos caminando por el

pasillo buscándolo.

        —¡Leeteuk!

        —¡Johana!

        La chica corrió hacia él.

        —¿Qué haces? Me desperté y no te vi.

        —Perdón es que no podía dormir.

        —Si es así, veamos una película mejor.

        —Tienes razón, espera en la habitación y subiré enseguida.

        Johana asintió y regresó al cuarto, Leeteuk no dejaba de mirarle el trasero, suspiró y volvió a salir. Leeteuk

salió y ya no vio a los lobos. Se regresó perplejo a la habitación, miró a su amante completamente dormida, sonrió y se acostó a su lado, miraba su rostro durmiente y tranquilo hasta que se perdió en su sueño.

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Comments

Yovanna Diaz

Yovanna Diaz

hay que susto 😭😭😭pero porque vio eso y porque los lobos estaban ahí🤔🤔

2022-06-10

1

Clara E.

Clara E.

Y eso que fue? 😳😳. Se me aceleró el corazón...

2022-06-09

1

Elizabeth Mendez Leon

Elizabeth Mendez Leon

huyyy hasta susto me dio

2022-01-27

3

Total
Capítulos
1 La bestia
2 Te encontré
3 Recuerdos
4 Subasta
5 No puedes irte
6 Descubriendo
7 Laboratorio subterráneo
8 Monstruo
9 Confrontación
10 Cumpleaños I
11 Cumpleaños II
12 ¿Celos?
13 Cobranza
14 Lección
15 Kyumin
16 Kyumin II
17 Más celos
18 ¿Familia?
19 México
20 Cita
21 Pasado de Sungmin
22 kyumin III
23 Pettyfer
24 Malas noticias
25 Alternativa
26 Reunión
27 Pasado de Pettyfer
28 Trato
29 Antídoto
30 El equipo de Pettyfer
31 Avances
32 Problemas
33 Nuevo residente
34 Bar gay
35 La razón de todo
36 Secuestro
37 Secuestro II
38 Bóveda
39 Fuego cruzado
40 Intercambio
41 YoonYul
42 Casi...
43 Jugar a atrapar
44 Fuente
45 Las cosas no siempre salen como uno quiere.
46 Decisión
47 Celos por un perro
48 Infiltrados
49 Todo sucede en un segundo
50 Mordida
51 Lobo
52 Pillos
53 Por un pelo
54 Los secuestradores
55 Perdido.
56 Planes macabros
57 Salvando a Onew
58 Monstruo II
59 Buscando la manera
60 La condición
61 Recordando el pasado
62 Despierta
63 Victoria
64 Vivo
65 Diario
66 Continuación de diario
67 Corazones rotos
68 Nuevo poder
69 Más tratos
70 Hablando con mamá
71 Cazadores
72 Sichul
73 Sichul II
74 Rodriguez
75 Descontrol
76 Avance
77 Cura
78 Bestia
79 La bestia II
80 Plan
81 La bestia III
82 ¿Amigos?
83 Promesa
84 En la boca del lobo
85 Infierno
86 Artillería pesada
87 Comida para bestias
88 En marcha
89 En marcha II
90 Escapando
91 No más vida eterna
92 Explosión
93 Muerte de Leeteuk
94 Terminando el trabajo
95 Sin ganas de vivir
96 ¿En dónde está?
97 ¿Y si le pasa algo? ¿Y si hace una locura?
98 Mi amor... mi bestia
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Celos por un perro
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Todo sucede en un segundo
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