Johana podía tolerar muchas cosas, perdonó todo lo que Leeteuk hizo mal porque lo amaba, pero no le gustaba su actitud. Sabía que era por la bestia, no tenía la culpa, pero a veces exageraba. Obviamente Leeteuk se dio cuenta de su estado de ánimo, mientras Shindong seguía trabajando y Johana ayudándolo, podía leer el rostro de su novia. No estaba contenta.
—¿Estás escuchando Leeteuk?
—Sí.
—No parece amigo… bueno es todo, será mejor que mañana continuemos.
Estaba agotado ya que desde temprano trabajó, Shindong ese día iría a beber algo por ahí a solas, no deseaba tener la compañía de los problemáticos amantes.
—Johana…
Ella lo miró, pero continuó guardando algunas cosas. Cuando Shindong se fue, Leeteuk la abrazó por detrás.
—Perdóname, no debo gritarte…
—Está bien.
—No, no está bien, la bestia no me controla a mí, yo debo controlarlo a él.
Debía ser todo lo sincero posible con ella, antes que se prestara a malas interpretaciones.
—Cuando escuché que te querías ir, mi cuerpo reaccionó mal, no puedo ni imaginarme mi vida sin ti.
Johana lo escuchaba, ya había dejado los recipientes sobre la mesa. No contestaba nada sobre lo que decía Leeteuk.
—Siento que la bestia saldrá si no estás aquí.
—Yo lo siento, no debí dar esa opción.
Ella se soltó y se dio vuelta.
—Te perdono
—Gracias cariño.
Se dieron un profundo y largo beso, terminando así, su conversación tranquilamente.
Pasaron unos días y finalmente llegó el día de la fiesta en la mansión de Leeteuk. La servidumbre arreglaba todo de modo elegante, los clientes eran de la alta sociedad y Leeteuk quería dar una buena impresión. Los dos amantes se arreglaban en su cuarto, Leeteuk bajó antes que ella para vigilar algunas cosas y esperar a los empleados del lugar. Ni siquiera su secretaria Krystal conocía la casa de su jefe, y quedo impresionada al llegar junto con su esposo.
—Vaya, es hermosa.
—Así es… ¿Cómo es que jamás me invitó?
—Debe ser porque no te quiere lo suficiente.
—Hay Minwoo. Mi jefe siempre fue reservado.
Leeteuk vio a su secretaria llegar y fue a saludarlos. Pronto llegaron más empleados y Kyu entre ellos. Ambos se fueron un poco lejos para platicar.
—¿Entonces que paso?
—Parece que dejaron de molestarte —Kyu respondió.
—Espero que sí, oye Kyu entonces, ¿estás bien?
—¿Eh?
—Sé que sigues distraído.
—Estoy bien Leeteuk.
—De acuerdo —Leeteuk contestó y suspiró.
De pronto, Kyu comenzó a buscar por todos lados.
—¿A quién buscas Kyu?
—A la nueva, pero no la he visto por ningún lado.
—¿La nueva? Ahh la que dices de almacén.
—Así es, me gustaría hablar con ella.
—Se ve que te gustó.
—Si, pero solo quisiera platicar, solo eso.
En la mente de kyu ya estaba Sungmin, pero aún quería ver a la chica de almacén.
—De acuerdo Kyu.
Leeteuk buscó a Sulli y le ordenó ir a ayudar a Johana, ya que se tardaba mucho en bajar. Sulli llegó y tocó la
puerta.
—Adelante.
Sulli entró y vio a Johana tratándose de poner un vestido, pero no podía subirse el cierre por la espalda. La chica sonrió y le ayudó.
—¿Bajarás sola?
—Sí, es que aún me falta retocarme el cabello.
—De cuerdo.
Sulli se fue y le dijo a Leeteuk que ya bajaba. Leeteuk suspiró y esperó, mientras en la sala los empleados bebían vino, los sirvientes les ofrecían mientras llegaban los clientes.
—¿Qué tanto hace que no baja?
—¿Quién Leeteuk?
—Ah, Kyu no te he contado, tengo novia.
—¿¿En serio?? ¿¿Tú??
Kyu gritó de una manera cómica, captando la atención de algunos empleados.
—Cállate —lo regañó y lo silenció tomando otro trago de vino.
—Espera… ¿Desde cuándo?
—Desde hace tiempo, no recuerdo. Nosotros ya vivimos juntos.
—Vaya, jamás lo creí de ti.
—¿Por qué? Soy hombre después de todo.
—Si eso lo sé bien… creí que eras virgen.
—Vas a morir Kyu.
—Discúlpame.
Kyu comenzó a reírse abiertamente mientras Leeteuk lo miraba molesto, segundos después la risa del chico
desapareció para abrir la boca completamente, Leeteuk estaba de espaldas y se dio la vuelta, sonrió satisfecho cuando Johana trataba de bajar sin caerse por las escaleras, se sostenía del pasamanos mostrando su delicada mano, mientras con la otra alzaba ligeramente su vestido para caminar. Leeteuk rápidamente fue a su encuentro y le pidió la mano.
—¿Me dejarías ayudarte?
—¿Por qué tan caballero?
—Pues oficialmente te presentaré como mi novia.
Ella asintió sonrojada. Terminó de bajar las escaleras tímidamente, ya que todos en el salón la miraban.
—Te presentaré a mis empleados.
Leeteuk camino hacia Kyu que no cerraba la boca.
—¿Por qué la miras así?
El tono de Leeteuk sonó celoso, pronto Kyu cambió su semblante.
—Discúlpame, me llamo Cho Kyuhyun, soy empleado de la empresa farmacéutica. Mucho gusto en conocerte.
Johana estaba también sorprendida, ya sabía que era su empleado, pero algo no le cuadraba, Kyu la miraba muy perplejo. Le respondió amablemente, Leeteuk no le gusto esa interacción que tuvo con su amigo y se la llevó a presentar a los demás empleados. Después siguió Krystal que ya la había visto y no le pareció sorpresivo que fuera la novia del jefe, ya que se había presentado a la empresa, los demás empleados los saludaron y ambos
se retiraron del resto hacia la entrada principal para recibir a los clientes que estaban llegando. Estos llegaron con un poco de gente, pero a Johana le sorprendió que fueran tantos clientes. Al invitarlos formalmente a entrar a su
mansión, los dos se quedaron solos de nuevo.
—Leeteuk, ¿todos ellos son clientes?
—Jejeje, no, solo dos.
—¿Y todas esas personas?
—Son secretarias, ayudantes, asistentes, etc.
—Ya entiendo.
Un cliente llamó a Leeteuk y le dio su visto bueno.
—Me gusta tú casa.
—Muchas gracias.
—Me muero por saber que puedes ofrecernos.
—Claro, les gustará.
Después de la cena y la proyección, todos se retiraron, los clientes cerraron un trato verbal con Leeteuk y
firmarían un contrato al día siguiente en la empresa farmacéutica de los Park.
—Buen trabajo, chicos y chicas, esperen su aumento mañana.
Todos los empleados de Leeteuk sonrieron y agradecieron, se fueron poco después de beber vino y platicar con los clientes. Al final, Johana, Leeteuk, Kyu y Shindong se quedaron solos. Johana se alejó con Shindong un rato mientras Leeteuk platicaba con Kyu.
—¿No hubo ningún chismoso?
—¿Cómo que chismoso?
—Alguno que quiera recorrer la casa.
—Al parecer no, de cualquier manera cerramos bien las salidas, ¿no es así?
—Sí, eres el maestro de los cerrojos Shin.
—Me halagas, tú eres la de las ideas y la que cambia el color de la sangre.
Johana enmudeció, lejos de enojarse comenzó a reír. Como si fuera un detector de celos, Leeteuk miró a su novia y a su mejor amigo pasarla bien juntos, puso su rostro serio y Kyu se dio cuenta.
—¿Leeteuk?
—¿Qué…?
—¿Pasa algo?
—No.
Como sabiendo de sus celos, cambió el tema, rato después la pareja se quedó sola y los empleados limpiaron todo antes de irse. Después de una rica ducha, Johana salió envuelta en una toalla, una para su cabello y otra para su cuerpo, Leeteuk leía un libro acostado en su cama.
—Que rica cena, que bien que todo salió como lo esperabas.
—Si —Leeteuk respondió cortante.
—¿Sabes que me gusto más? Conocer a tu gente, parecen ser buenas personas.
—Que bien...
Johana seguía hablando entusiasmada sin darse cuenta de como se sentía Leeteuk.
—Según Shindong y yo, no hubo chismosos o curiosos.
Leeteuk la miró con enojo.
—Que bueno que ideamos lo del cuadro, no sé que pasaría si Shindong no me hubiera ayudado a pensar… Shindong iba a…
Leeteuk no pudo más, se puso de pie y aventó el libro. Johana se asustó.
—¿Qué pasa Leeteuk?
Sin decir nada, se acercó a ella, quien se secaba el cabello con su toalla y como de costumbre, Leeteuk aprisionó sus labios besándolos salvajemente, chupó su lengua y recorrió cada centímetro de su boca.
—¡Mmmhhh!
No la dejaba respirar, ella sintió que en cualquier momento iba a desmayarse si no tomaba aire, reunió todas sus fuerzas y se alejó asustada al sentir los dientes de Leeteuk en sus labios.
—¡Me lastimaste!
—Que bien.
Leeteuk le quitó la toalla a la chica y la aventó a la cama.
—¿Qué te pasa?
—Lo odio.
—¿Qué?
—Lo odio en serio.
Sin decir nada más se montó sobre ella para hacerle el amor.
—¡Leeteuk, detente!
—Cállate.
Dio una estocada más fuerte y ella intentó salirse, pero Leeteuk era fuerte, sujetaba su cintura, tocaba sus
piernas y todo su cuerpo para drogarla con sus caricias. Hasta que ella cedió, era fácil, ya que se trataba de alguien como Leeteuk, su mirada era hechizante, su cuerpo era de encanto y su voz sensual la hacían querer venirse. Leeteuk continuó hasta llegar al orgasmo, dejó su líquido creador de vida dentro de ella y entonces la chica reaccionó.
—¿Te viniste dentro de nuevo?
—Sí —susurró.
—¡Pero…!
—¿Algún problema?
—¿¿Qué te pasa??
—A mí nada.
—¡Desde que se fueron todos de la fiesta estuviste raro y ahora haces esto!
Johana se alejó de Leeteuk y fue al baño, se lavó y salió enseguida.
—Estoy molesta contigo.
Sin decir nada más, tomó su almohada y camino a la puerta, la voz de Leeteuk la detuvo.
—¿A dónde crees que vas?
—A dormir a otro lado.
Leeteuk se incorporó.
—¿¿Con el permiso de quien te vas??
—¡Con el mío!
Johana cerró la puerta de un golpe, Leeteuk se quedó mirando la puerta, gruñendo y respirando pesadamente. Pensó en muchas cosas, ¿A dónde iría? ¿Con quién se vería? ¿Por qué se fue así como así? Odiaba el hecho de que ella se fue semidesnuda y que alguien pudiera verla. Pero estaba segura en su mansión, no podía salir tampoco, Johana no sabía que Leeteuk había puesto seguro a todas las puertas, ya que los lobos amenazaban con entrar. Tampoco pensaba salir, únicamente buscaba una habitación para poder dormir tranquila.
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Updated 98 Episodes
Comments
Clara E.
Esos Celos van a traer caos... 😣
2022-06-09
0
Maria Fernanda Fernanda
pero ese hombre es obsesivo compulsivo 🙊😱
2022-01-21
3