Johana asintió, se fue un poco cabizbaja con su regalito, tomó el ascensor y no vio quien estaba ahí hasta que
chocó.
—¡Hay!
—¡Perdóname no te vi! —exclamó Johana, miraba al joven frente a ella.
—No te preocupes, también iba dormido.
Ambos entraron al ascensor y lo pusieron a trabajar. El joven era muy alto, tipo nerd con mezcla de capitán de
baloncesto, con gafas las cuales se quitó de inmediato al ver a Johana, tenía una bata blanca, pantalón de mezclilla y zapatos blancos.
—¿A qué piso vas? —el joven preguntó.
—Al estacionamiento.
—¿En serio? Que suerte también yo.
—Vaya, que bien —respondió y sonrió.
—Así no haremos más viajes.
Iban a la mitad del viaje, cuando el silencio se hizo algo pesado, Johana no sabía que decir, pero el joven creyó que era lo mejor presentarse.
—Me llamo Cho Kyuhyun, soy supervisor de laboratorios.
—Mucho gusto, me llamo Park Johana, yo… trabajo en almacén.
—¿De verdad? Nunca te he visto por ahí.
—Bueno yo…
Johana se quedó pensando mientras miraba al nuevo conocido, no podía dar ningún dato de la mansión de Leeteuk, ya que era secreto el laboratorio subterráneo. Tampoco podía decirle que era su amante y que él la utilizaba para satisfacer sus deseos más oscuros.
—Soy nueva por eso.
—Ya veo, y eres Park, ¿no eres pariente del dueño?
—No…
Negó efusivamente, y como si la salvara la campana, comenzó a sonar su celular.
—Discúlpame un segundo… ¿Diga? ¿Mama? ¡Hola, mami!
Johana platicaba con su mamá, ya estaba regresando a su casa, mientras hablaba, Kyu no dejaba de mirarla.
—¿Entonces llegas en la noche? ¡Que bien! Te prepararé la cena. Te quiero mucho.
Al colgar suspiró, el elevador se detuvo y abrió la puerta en el estacionamiento.
—Bueno, mucho gusto Cho Kyuhyun, nos vemos.
Johana se dio la vuelta y se fue dejando a Kyu con la palabra en la boca. Al alejarse este susurró.
—Es linda.
Leeteuk bajó segundos después mirando a todos lados, vio a Johana junto a su automóvil con la cabeza abajo.
—¿Johana? ¿Qué sucede?
—Nada… ¿Nos vamos?
—Sí.
En el camino Leeteuk no dejaba de mirarla de reojo.
—Dime que paso Johana, ¿estás preocupada por algo?
—No es que… nada.
Leeteuk un poco enojado estaciono su auto enfrente de un bar. Bajó y sacó a Johana del auto.
—¿Qué hacemos aquí?
—Vamos a hablar.
La chica no dijo nada y obedeció. Tomaron asiento en un bar privado y silencioso.
—Johana, sé que te enojaste porque no te seguí besando… pero debes entender que es un lugar de trabajo y todos me conocen, es peligroso mostrar esas cosas en público.
—No Leeteuk. Está bien todo.
Leeteuk la miró y comenzó a rascarse la barbilla.
—Dime que es entonces… me da vueltas la cabeza, ya que no me dices.
—Leeteuk... mi mamá viene hoy.
—¿En serio? ¿Y no estás feliz?
—Claro que si, pero no sé qué decirle sobre que yo viva en la mansión.
—Pensé que ya le habías dicho.
—Si le dije, pero… no se Leeteuk, mejor me iré con mi mamá.
—No puedes.
—Leeteuk es que…
Leeteuk furioso se puso de pie y alzó la voz.
—¡Ya te dije que no te irás a ningún lado!
—¿Oye que te pasa? No me grites.
—Lo siento. Pero no puedo dejar que estés por ahí sin protección, tampoco yo… si no estoy contigo me vuelvo loco…
Leeteuk estaba asustado por los lobos y las criaturas mutantes que para él eran ilusiones. Johana miró a su amante ponerse desesperado.
—Leeteuk, ¿en serio me amas?
Leeteuk la miró a los ojos, tomo sus manos y las besó.
—Claro que te amo. La subasta fue el destino, yo te había conocido antes, es por ti que no soy un monstruo y todo es porque tengo ese amor por ti.
Johana mordió su labio, se sentía muy feliz ante el rostro suplicante de aquel guapo chico.
—Entonces… hablaré con mi mamá.
—Gracias.
—Estaría mejor si fuéramos como una pareja que lleva años juntos, así no se vería raro.
—Es verdad...
Ambos salieron del bar, Leeteuk había comido su almuerzo con tranquilidad y entraron al auto.
—Entonces te dejaré en casa de tu mamá para que le hagas su bienvenida —Leeteuk sonrió.
—Si, gracias. Y quiero pedirte una cosa, déjame dormir con mi mamá hasta que vea que está recuperada… mi abuelita murió y…
La chica estaba a punto de llorar, Leeteuk la miró y pensó que era mejor dejar de ser tan egoísta. Las necesidades de Johana eran más importantes que las suyas.
—Está bien amor.
—¿De verdad?
Johana miró a Leeteuk sin dar crédito a lo que sus oídos escucharon.
—Sí, entiendo como debe sentirse tu madre.
—Muchas gracias Leeteuk.
El auto se detuvo frente a la casa de Johana, la chica suspiró y tomó su mochila.
—Nos vemos mañana en el laboratorio de la mansión.
—Nos vemos, descansa.
Johana se acercó y le dio un beso, Leeteuk la agarró para no soltarla por un largo rato, mientras la besaba apasionadamente. Al alejarse jadeó.
—Mañana me darás mi buena dosis de antídoto cuando te vea —susurró.
—Así es… —dijo con timidez.
—Me llamas cualquier cosa, ¿ok?, descansa.
Johana se retiró el auto y entró a su casa, Leeteuk puso en marcha su automóvil hasta que vio entrar a Johana a su casa y encender las luces, esperó un rato y se fue. El joven estaba muy asustado por todo lo que pasaba a su alrededor, dejarla ahí significaba enfrentarse a sus demonios, sin un escudo tan valioso como su novia.
Johana suspiraba al estar de vuelta en su hogar, comenzó a limpiar y a cocinar, fue a la habitación de su mamá en donde la ventana estaba rota. Masculló para sí y pensó en un plan para arreglar las cosas. Comenzó a repararla poniéndole tablas e inventó una mentira para tapar la verdad. Esperó a su mamá hasta tarde, ambas platicaron de varios temas, Johana la consolaba por la perdida de su abuelita, comieron y durmieron juntas.
Leeteuk manejaba por una avenida, todo iba bien hasta que vio una camioneta cerca del bosque, gruñó y se detuvo. Se trataba de los matones de Kibum.
—¿Qué quieren? Ya les dije que le pagaré.
—Si, pero… que crees, el señor Kibum no quiere esperar, quiere su adelanto ya —gritó Kangin mientras se acercaba.
—Eso lo trataré directamente con mi tío, no con ustedes.
—Eso lo sabemos… pero —musitó Kangin y miró de arriba abajo a Leeteuk—. Él nos pidió que te diéramos una lección.
—¿Qué lección?
—Pues trata de que no puedes tomar dinero sin permiso.
Heechul, Sungmin y Kangin caminaban amenazadoramente hacia Leeteuk.
—Aléjense de mí.
Leeteuk intentó correr a su automóvil y Heechul lo detuvo, lo agarró de la camisa y lo aventó al suelo.
—Ja, ja, ja, no pesa nada, es tan delgado, justo como te gustan Kangin.
Leeteuk abrió los ojos horrorizado.
—¡Déjenme!
—Claro que te dejaremos, pero medio muerto —amenazó Kangin—. Adelante Heechul.
Heechul volteo a Leeteuk y se montó sobre él, comenzó a golpearle el rostro repetidas veces con sus dos manos. Leeteuk le dio un cabezazo y Heechul se puso de pie furioso, miró su rostro en un espejo y gruñó.
—¡Casi me dañas mi cara!
Leeteuk no respondió, se limpiaba una hilera de sangre que salía de su boca. Sungmin avanzó hacia el joven Park junto con Heechul para inmovilizarlo, Leeteuk se puso a la defensiva, Sungmin le mandó un golpe volado para que Leeteuk se distrajera y Heechul le aprisionó ambas manos detrás de su espalda.
—¡Suéltame!
—Niño… vamos a castigarte —masculló Kangin.
—Si, por maleducado —Heechul le susurraba.
Sungmin le guiñó el ojo a Leeteuk mientras se hacía para atrás dándole espacio a Kangin de acercarse. Kangin comenzó a golpear el estómago de Leeteuk, Sungmin le pateaba la parte baja de su espalda, Heechul lo sostenía y le daba paso a Sungmin de golpearlo. Al mirar a Leeteuk medio muerto, los tres lo dejaron en el suelo riéndose de él. Kangin se acercó al oído del pobre malherido.
—Esto te pasa por ser creído.
Kangin, le apretó las nalgas a Leeteuk haciendo que gimiera del dolor y se fue caminando hacia sus amigos sonriendo. Al segundo, una manada de 10 lobos salieron del fondo del bosque por detrás de Leeteuk quién estaba tendido en el suelo. Sungmin lo vio y no pudo hablar, le dio codazos a Heechul para que mirara y este gritó.
—¿Qué gritas Heechul?
Kangin también miró. Se quedó congelado ante la escena. El líder caminó hacia Leeteuk que estaba ante ellos.
—Se lo comerán… —Sungmin dijo con miedo y se puso a temblar como maraca.
—Corramos al auto Kangin ordenó.
Rápidamente, los tres corrieron a su auto y subieron, los lobos solo miraron como se iban, cuando vieron que estos estaban dentro de este, corrieron y se subieron al auto y les enseñaron los dientes para asustarlos, Heechul entró en pánico y comenzó a gritar más fuerte. Kangin en el volante aceleró e hizo que se cayeran los lobos de encima y entonces el auto desapareció en la oscuridad. Leeteuk gemía, se sentía mal. El lobo líder le gruño en el oído y este despertó furioso, miró a todos lados y se puso de pie, su enojo se convirtió en ira y en menos de un segundo se convirtió en la bestia, una bestia llena de ira y ganas de venganza. Miró hacia donde los mafiosos se habían ido y corrió hacia ellos, pero el lobo líder se lo impidió, le gruño enojado y comenzaron a pelear. La lucha entre la bestia y los lobos parecía una especie de pelea callejera, todos contra la bestia. Al final, la bestia seguía de pie contra 3 lobos, los demás estaban inconscientes, comenzaba a hacerse más tarde y los lobos se retiraron. Leeteuk se quedó solo ahí, no pensó en nada, ni en asesinar, ni en correr, ni en dormir, se quedó parado hasta el amanecer y volvió a su forma humana. Afortunadamente estaba cerca de su casa, por lo que no se preocupó del tránsito vehicular, ya que nadie iba a su casa solo porque sí.
—Diablos… deberé dejar ropa por todos lados.
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Updated 98 Episodes
Comments
Clara E.
Para mi que sus transformaciones tienen algo que ver con su "tío"... Hay una bestia y mucho misterio alrededor.
2022-06-09
1
Isabel Duran
😢
2022-05-15
1
Gaddiel Alexis Alvarez Flores
pobte
2022-02-28
1