¿Familia?

        Pasada la 1 am, Johana comenzó a gritar, estaba teniendo una pesadilla en donde Leeteuk era asesinado por ella.

        “¿Por qué yo? ¿Qué soy para él? ¿Por qué lo asesinaría? ¡Jamás lo haría!”

        Leeteuk llego corriendo y forzó a abrir la puerta, pero esta estaba sin seguro.

        —¿¿Qué pasa??

        Johana abrió sus ojos abruptamente al escuchar la voz de Leeteuk y se incorporó.

        —Nada… tuve una pesadilla.

        —Oh.

        Leeteuk se sentía mal, hiperventilo un par de veces y la miró.

        —Entonces buenas noches…

        —¡Espera!

        —¿Si?

        —Ven.

        Leeteuk tragó saliva, pero camino hacia ella.

        —Acuéstate conmigo.

        Ni tardo ni perezoso, el chico se acostó a su lado. Johana lo abrazó.

        —¿Estás bien?

        Johana asintió.

        —Quería decirte algo…

        —¿Qué es Leeteuk?

        —Perdóname…

        —¿Por obligarme a estar contigo?

        Leeteuk asintió.

        —Estás perdonado, pero para la próxima, si quieres hacerlo solo dime, sabes que te diré que sí.

        El chico la beso en la frente.

        —Gracias… y también perdóname por ser celoso.

        —¿Perdón?

        —Cuando platicabas con Shindong…

        —¿Hablas de la vez pasada en el puente?

        —No, de esta.

        —¿Esta?

        Johana se rascó la cabeza.

        —¿De cuál hablas?

        —Cuando nos quedamos solo 4, Kyu, Shindong, tú y yo…

        —¿Hablas en serio? No estábamos haciendo nada malo —Johana analizó—. ¿Es por eso que me obligaste?

        Leeteuk asintió de nuevo, pero con arrepentimiento.

        —Deberás que tú…

        —Johana te amo, y cada cosa que haces me altera o me calma.

        —¿Eso que quiere decir?

        —Que no hables con nadie más.

        —Eso es exagerado, Leeteuk te dejaré.

        —¿¿Qué??

        —Es broma, pero deja de prohibirme y ordenarme cosas, es bastante molesto.

        Leeteuk gruñó, Johana volvió su rostro para dormir.

        —Buenas noches.

        Leeteuk masculló.

        —Buenas noches.

        Al día siguiente, Johana despertó tarde y se fue rápidamente al colegio, Leeteuk despertó una hora después, sin ver a su amante en la cama, su rostro se entristeció. Fue a comprar flores y las puso en la habitación de ambos, como signo de arrepentimiento porque quería arreglar las cosas. Dejó un ramo de rosas en medio de la cama y pensó.

        “Arreglaré las cosas, dejaré de ser tan celoso y no te prohibiré nada”

        Más tarde se reunió con Shindong en la matriz de la empresa.

        —Leeteuk, ya he analizado la sangre transformada.

        —¿De verdad? ¿Qué pasa? ¡Dime!

        Shindong dudó un poco, desesperando a Leeteuk.

        —Dime Shindong.

        —Leeteuk, mira esto.

        —¿Qué es esto?

        —Es un análisis detallado de tu sangre y la de Johana.

        —¿Y?

        —Léelo.

        —De acuerdo.

        Leeteuk miró cada hoja, mientras más pasaba una página, su rostro se tensaba más.

        —S-Shindong… esto…

        —Sí...

        —Debe estar mal ¡Es imposible!

        —Lo siento Leeteuk.

        Leeteuk no había ido a trabajar, no iba a poder concentrarse en nada.

        “¿Familia? ¿Cómo pudo pasar?”

        Para sacarse de dudas eso, fue con la madre de Johana mientras esta estaba en el colegio.

        —¡Leeteuk que bonita sorpresa!

        —Buenos días.

        —Adelante, pasa.

        Tímidamente el chico tomo asiento en la sala de la casa de su novia, la Sra. Luna le sirvió té.

        —¿Cómo has estado?

        —Bien Sra. Gracias, ¿y usted?

        —Bien, en mi trabajo me dieron varios días para descansar.

        —Que bien, señora Luna. Quisiera preguntarle algo.

        —Si

        —Su familia y la del padre de Johana, ¿son originarios de otro país?

        —¿Originarios de otro país? Mucha gente nos ha preguntado mucho eso, pero la respuesta es la misma, somos de aquí.

        —¿Y sus ancestros?

        —Vaya… pues no tengo mucha información de ellos. ¿Por qué estás tan interesado en eso?

        —Solamente quisiera saber, después de todo Johana es mi novia y muy pronto mi prometida.

        El grito de la Sra. Luna y la taza de té que se le cayó al suelo asustó a Leeteuk.

        —¿¿Está bien??

        —Leeteuk, ¿piensas casarte con mi hija?

        —Si… claro si nos da su bendición.

        —¡Por supuesto que se las daré!

        La Sra. Luna abrazó a Leeteuk como su hijo.

        —¡Felicidades!

        Leeteuk sonreía sin saber que hacer, su mentira se fue bastante lejos… ahora debía decirle a Johana.

        —Por favor no le diga nada  Johana, debe ser sorpresa y necesitaré tiempo.

        —Claro hijo.

        Los dos platicaron sobre el futuro de la pareja, Leeteuk estaba de acuerdo, definitivamente iba a quedarse con Johana y a hacerla feliz, el matrimonio era buena idea y con eso aseguraría el futuro de ambos. Pero antes debía saber si en realidad ambos compartían células genéticas. Él y Shindong se hicieron hipótesis, si Johana era como un antídoto era claro que compartían sangre y por eso Leeteuk no se convertía en bestia, pero también podría ser lo opuesto, si Johana no resultaba ser de su familia… entonces la sangre de ella pudo haber sido alterada. El estudio que Shindong le dio, aseguraba esas dos cosas, no había otra alternativa más que asegurarse. Leeteuk deseaba que fuera la segunda, ya que no deseaba apartarse de Johana bajo ningún motivo.

        —Voy a salir un momento, puedes quedarte todo el tiempo que quieras.

        —Gracias.

        La Sra. Luna tuvo que irse a comprar la comida, ese día su hija iba a venir a su casa a pasar un rato. Leeteuk

aprovecho y subió a la que era la habitación de Johana, miró sus libros, libretas hasta su antiguo diario, la fecha en la que dejó de escribir fue desde antes de conocer a Leeteuk, ni siquiera escribió algo sobre la bestia. El chico

dejó el diario en su lugar, pensaba que leer sus pensamientos de esa manera no tenía chiste, era mejor conocerlos por ella. En el álbum de fotos de la familia, solo vio a la chica cuando era pequeña y el que era su padre, no le

vio ningún parecido a algún familiar de él, le tomó una foto con su celular y se lo envió a Shindong. Después fue a la pieza su madre y de nuevo, revisó sus papeles y otros documentos no encontrado nada. Suspiró tranquilo cuando vio que su relación solo era una suposición de Shindong. Pero una fotografía antigua de su madre, el cual estaba escondido a lo muy profundo de sus papeles, como si quisiera que nadie encontrara esa fotografía porque fuera valiosa, la Sra. Luna estaba con toda su familia, un padre, una madre y 5 hermanos varones y mayores.

Tampoco vio el parecido, pero creyó que uno de sus hermanos era similar a él pero era imposible. La familia de Leeteuk y la de Johana no parecían tener relación sanguínea. Respirando tranquilamente guardo los papeles como estaban y un pedazo de papel cayó al suelo, el chico miró y creyó que perdería el aliento.

        “Certificado de adopción, México D.F.”

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