A la mañana siguiente, Leeteuk se despertó tarde, al bajar no vio a la chica. Ese día no iba a trabajar porque
era su cumpleaños, así que se tomó el día, desayunó y se fue a recostar enfrente de la chimenea y leía el periódico. La prensa mencionaba que el “Oso de la carretera” no había asesinado personas últimamente, se preguntaban en donde estaba o donde vivía y porque asesinaba sin razón, cuando en las casas que entraba a asesinar, había comida, los osos siempre se van por la comida primero y después si tenían más hambre, lo cual era seguro, se comían al humano, pero esta criatura dejaba la comida intacta. Leeteuk sonreía, la prensa
ignoraba que él mismo asesinaba a las personas, pero ya tenía una cura, solo debía mantener a la chica con él, pase lo que pase.
Leeteuk hablaba por teléfono con Shindong.
—¿Has visto a Johana?
—¿Tu esclava sexual? Pervertido.
—¿Qué? Atrévete a decirlo otra vez.
—Esclava sexual…
—Tienes agallas para enfrentarte a mí, ya que eres mi mejor amigo.
—Ja, ja, ja…
Leeteuk sentía las enormes ganas de pegarle a su amigo. Cuando terminó de reírse, carraspeó y logró la atención deseada.
—Ya dime.
—Si estaba aquí ya se fue.
—¿Qué hacía ahí?
—Vino a ver unas cosas.
—Ya veo. ¿Leíste el periódico?
—Sí, eres famoso.
—Lo sé —expresó con una sonrisa.
—Leeteuk… ¿Qué pasará si a Johana le llega a suceder algo?
—¿A qué te refieres con que si le llega a pasar algo a Johana?
—Si llega a morir…
—¡Eso jamás pasará! ¡Yo la protegeré con mi propia vida… si ella muere prefiero morir también!
Johana estaba parada en el marco de la puerta, escuchando la conversación de Leeteuk, su corazón comenzó a latir con fuerza desordenando completamente sus sentidos. Leeteuk sintió una presencia y miró, ella estaba oculta. Shindong seguía en el teléfono.
—¿Leeteuk…?
—Lo siento, creí que había alguien aquí.
—Ok... entonces vas a proteger a tu damisela.
—Así es.
—Tienes enemigos Leeteuk… deberás tener los ojos muy abiertos —dijo suspirando y viendo su reloj—. Te dejo, iré a ver unos pendientes a la matriz de tu compañía, ya que alguien decidió faltar hoy.
—Ja, ja,ja, te agradezco mucho.
—No agradezcas, págame triple.
Leeteuk no dejaba de sonreír, Johana miraba escondida el rostro de Leeteuk, el chico al sonreír mostraba un hermoso hoyuelo, ella comenzó a sonrojarse, las noches de pasión que han pasado juntos comenzaban a invadir su corazón hasta sentir un poco de amor. Al momento en que Leeteuk colgó, Johana salió de su escondite.
—Oh… ¿Estabas espiándome?
La chica negó.
—¿Qué hacías con Shindong?
—Fui a ver pendientes nada más, me dijo su ubicación y conocí el otro laboratorio en donde trabaja.
—Ya veo.
—Leeteuk… Tengo tu regalo.
—¿En serio?
Leeteuk se acomodó en su asiento deseando ver que le había comprado.
—Si…
Johana tenía una gabardina café, subió sus manos hacia los botones y comenzó a desabrocharlos, Leeteuk miraba con intriga, uno a uno ella comenzaba a quitárselos y al terminar, dejó caer la gabardina. Leeteuk miró el cuerpo de la chica de arriba abajo y jadeó.
—¿Te pusiste la bata de dormir que te compre?
La chica estaba roja de vergüenza. Leeteuk se acercó y le acaricio el cabello cerca de su cara.
—Te ves hermosa…
Ella bajaba la cabeza por la pena de usar esa bata encantadora. Leeteuk le alzó el rostro delicadamente con su mano y la miró a los ojos.
—Es el mejor regalo de cumpleaños que he recibido.
—Espero que si porque me dio trabajo dártelo…
Leeteuk le beso los labios a la sonrojada y apenada chica.
—Lo sé.
El cumpleañero cargó a la chica como siempre, como una novia recién salida del altar, entró a su habitación y cerró la puerta con llave. Que se pusiera la linda bata que le compró, solo significaba una cosa: que lo aceptaba tal y como era, con todo y bestia. Ya no había necesidad de forzarla a esta relación.
—¿Por qué cierras?
—Es de día y hay empleados… no quiero que nos interrumpan.
—¿Por qué no les das el día libre?
Leeteuk miró a la chica sobre su cama.
—Eres muy atrevida.
—¿Por qué? Si dices que es tu cumpleaños pues… es mejor que no haya interrupciones.
Johana se levantó de la cama y se sentó en forma graciosa, doblo sus piernas para formar una W y se inclinaba ligeramente hacia adelante, Leeteuk babeaba, ya que la chica no tenía top. Rápidamente se acercó a la chica y se subió en la cama hincándose.
—No…
—¿No?
—No creo aguantar hasta llegar a ellos y esperar a que se vayan… si escuchan que escuchen.
—Pero…
—Solo cállate y compláceme, es mi cumpleaños y harás todo lo que yo diga.
—A la orden.
Ella conocía a la perfección los puntos dulces de Leeteuk, fue muy fácil hacerlo feliz. Pero solo fue algo rápido, Leeteuk tenía pensado hacer algo.
—¿Qué haces?
—Salgamos.
—¿Pero y…?
—Dejémoslo para la noche.
—Pensaba que lo hiciéramos ahora.
—¿En serio?
—Si…
Leeteuk se acercó a la chica.
—Prefiero que me calmes en las noches… ya sabes por qué.
—Lo sé, está bien, tienes razón —dijo y le regalo una tierna sonrisa.
Leeteuk volvió a abrazarla y sonrió.
—Hoy dormirás conmigo.
La chica sonrojó completamente. Jamás había dormido con un hombre. Después de hacerlo con su exnovio, cada quien se iba a su casa, ya que jamás tenían el permiso de sus padres de dormir en casa de otro, ni aunque mintieran diciendo que dormirían en casa de un amigo o amiga, jamás pensaron en eso.
Leeteuk jamás pensó que Johana le diera su cuerpo por su propia voluntad, creyó que desde que supo que ella lo calmaba, tenía que someterla… eso lo terminó de enloquecer.
—Pensándolo bien…
Él volvió a cargar a la chica en sus brazos.
—¿Qué…?
La recostó en la cama y le dio un beso para que no hablara.
—Te haré el amor hasta que me canse.
—Pero… ¿Y la salida?
—Será después.
El engreído y guapo chico Park, comenzaba a enamorar a Johana. Poco a poco ella estaba olvidando por completo a G-Dragón, hasta pensar en que jamás hubo nada con él… es más, ¿quién era G-dragón?
Leeteuk le quitó su ropa con la boca rompiéndola por completo, la pobre prenda de ropa ahora se redujo a un pedazo de tela.
—Oye… así ya no podre volver a usarla.
—¿La ibas a volver a usar? ¿Por mí?
Leeteuk la miró con ternura, ella escondió el rostro en su pecho y asintió.
—No te preocupes, te compraré otros más hermosos.
Tras finalizar su tarde romántica, ambos salieron de la ducha juntos, Leeteuk no dejaba de tocar a la chica por
más de 15 segundos.
—Leeteuk… por favor ya deja de tocarme…
—¿Eh? ¿Por qué?
—Es que acabamos de hacerlo.
—¿Y eso que?
El chico no parecía entender lo que ella trataba de decirle, después de terminar, ella sentía que le dolía el cuerpo. Al menos lo entendió.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 98 Episodes
Comments
Gaddiel Alexis Alvarez Flores
es muy muy caliente 🤩😃🤩
2022-02-28
0
Maria Fernanda Fernanda
bueno por lo menos ya entendió que es mejor consentido que abusivo
2022-01-19
3