—Déjame...
—Regresa aquí —Kyu demandaba.
—¡No soy gay!
El celular de Kyu salvo a Sungmin, él contestó a regañadientes.
—¿Diga? ¿Ahora? No puedo… —Kyu miró a Sungmin—. Estoy ocupado ahora.
Sungmin alzó una ceja, ¿qué tenía que ver él en esto?
—Bueno está bien iré enseguida. Diablos…
Kyu colgó y miró a Sungmin.
—Me voy, vete cuando termines de husmear en mis cosas.
Kyu cerró de un portazo asustando a Sungmin, se quedó parado en su sitio procesando lo que acababa de pasar. Kyuhyun subía enojado a su automóvil, pensando en lo que pudo haber pasado si no fuera interrumpido, el rostro hermoso y bello de Sungmin no dejaba de aparecer en su mente.
Leeteuk había llamado a algunas personas para la junta en su mansión, pero antes tenían que saber algunas cosas de él. Cuándo estuvieron todos ahí, el joven comenzó.
—Tomen asiento.
Mientras Leeteuk explicaba algunos datos de sus productos a sus empleados, Kyuhyun pensaba en Sungmin. No podía olvidar la dulzura que mostraba aquel rostro inocente y sensual a la vez. Recodaba con pasión aquella dulce y húmeda boca que sentía entre besos y caricias. Un impulso desesperado sintió el joven supervisor por volver a verlo. Sungmin le recordaba a un conejo asustado, ya que así como era de hermoso, era también escurridizo y nervioso.
—¿Estás escuchando Kyuhyun?
—¿Eh?
Leeteuk sacó de su mundo a Kyu.
—Kyu…
—Sí. Discúlpame.
Leeteuk continuó.
—Como saben, tengo una cena en mi mansión con los posibles clientes que están interesados en ayudarnos a expandir nuestras medicinas, si trabajamos duro para complacerlos, ellos se irán contentos.
Todos asintieron, algunos tomaban notas.
—Después de la cancelación y los sucesos que pasaron, vamos a dar nuestro mejor esfuerzo.
Todos estuvieron de acuerdo, Leeteuk les indico que después de la cena, habría una especie de exposición de los productos que tenían y de los beneficios a la humanidad, este no debía tardar más de 15 minutos para no aburrir a los clientes.
—Kyu serás el principal de enseñarles los beneficios de las medicinas.
—De acuerdo.
—Krystal harás la presentación junto con Amber.
Ambas asintieron.
—Bien, no me queda más que mencionarles que estos clientes son poderosos y si todo sale bien, todos
tendrán un aumento sustancial.
Todos comenzaron a aplaudir felices. Leeteuk sonreía y Kyu fue el único que seguía en su mundo, Leeteuk se dio cuenta del humor de su compañero, hablaría con él cuando estuvieran solos. Al salir todos de la sala de junta Leeteuk le pidió a Kyu que lo acompañara a la oficina.
—Discúlpame, ¿te saqué de un asunto importante?
—No, perdóname tú por contestarte así.
—¿Entonces que pasa?
—¿Cómo?
—Has estado bien distraído en la junta.
—No pasa nada Leeteuk.
—Dime, ¿no somos amigos?
—Claro que si pero…
—Ándale dime.
Kyu sintió vergüenza de decirle que le comenzaba a gustar un hombre, no es algo que se podía decir en esos días.
—No es nada en serio, es solo que tuve un sueño escalofriante que me asustó mucho.
—Ah de eso se trataba, puedes contarme lo que sea.
—Gracias Leeteuk.
Leeteuk salió de la oficina, estaba un poco preocupado por su amigo, sabía que mentía, pero no quiso abrumarlo con preguntas, seguro era algo vergonzoso o algo que no podía contarle a nadie, así que mejor esperará a que él tenga más confianza. Fue a su mansión directo al laboratorio subterráneo, no llego ni a la mitad cuando vio que Johana caminaba junto a Shindong por una fuente, platicaban muy a gusto y reían. Leeteuk sintió muchos celos y fue hacia los dos chicos, al llegar sujeto la mano de la chica y la beso. Shindong sintió un poco de vergüenza porque la miel se sentía en el aire.
—Hey chicos, no coman enfrente a los pobres.
Johana se alejaba tantito de Leeteuk y jadeo.
—Oye… espérate.
—¿Qué? ¿Por qué?
Leeteuk respondió con el ceño fruncido, Shindong supo entonces que era lo que pasaba y sonrió respondiéndole.
—Estábamos hablando de la junta que hiciste y ya se me fue el avión.
—¿En serio?
—Si —Shindong agregó—. Le dije que iba a ser aquí y que pensaríamos en como ocultar la puerta que conduce a este laboratorio.
—Sí, pensábamos en poner un cuadro enorme, pero sería muy notorio —Johana sonrió—. Siempre hay curiosos que van a querer recorrer tu casa, por eso es una buena idea ocultarlo.
—Entonces comenzamos a reírnos.
—Ah, entiendo —Leeteuk asintió.
Mientras esos dos continuaban dando ideas, Leeteuk no podía calmar sus celos. Shindong era su mejor amigo y confidente, pero seguía siendo un hombre, uno que estaba siempre a lado de su preciada joya.
—¿Vienes por mí? —preguntó y se acercó a Leeteuk, la chica desprendía un aura de coquetería que no solo era detectado por Leeteuk, incluso Shin pensaba que era linda.
—Si —dijo tímidamente, Leeteuk sonrojó y trató de no ser tan obvio.
—Bueno, vámonos.
—Espera, ¿puedes adelantarte?, quiero platicar un rato con tu novio —Shindong aprovechó y detuvo a Leeteuk.
Johana sonrojó al escuchar la palabra “novio”, asintió y se fue, Shindong comenzó a reírse en cuanto la chica
desapareció, todo esto era sumamente gracioso.
—¿De qué te ríes pig?
—¿Por qué me sigues llamando así? —Shindong chilló.
—Porque sí, es gracioso.
—Tonto pato.
—Dime para qué me necesitas.
Shin suspiró y negó.
—¿Qué?
Leeteuk preguntó desesperado.
—Por esos celos y mal genio no te deshaces de esa bestia Leeteuk.
—Lo sé, trato de no hacerlo pero no puedo…
—Pude notar como querías asesinarme por tan solo platicar a gusto con ella.
—Shin lo siento.
—No lo sientas, trata de controlarte, no voy a quitarte a la persona que más amas.
Leeteuk sonrió mirando a su mejor amigo.
—Vaya… —Shindong suspiró—. Sí que la amas demasiado.
—Así es, no te imaginas cuánto.
—Gracias a Dios ella apareció, si no, seguirías siendo como eres.
—¿Qué tratas de decir?
—A que cuando estabas en un problema y no podías salir de ese, te desquitabas con los demás.
—¿Yo hacia eso?
—Si, y lo peor es que no te dabas cuenta.
—Diablos…
Leeteuk se puso a pensar en todo lo malo que había hecho antes, como maltrataba a sus empleados sin darse cuenta, todo era debido a su mal humor no controlado y que era manejado por la bestia dentro de él que salía en las noches. Shindong caminó junto al chico que seguía hundido en sus pensamientos hacia la salida del subterráneo, Johana los esperaba en la sala mientras leía un manual de antídotos. Ambos despidieron a Shin en la puerta de la mansión y se quedaron solos al fin.
—Es de noche ya…
—Lo sé.
—¿Sabes que necesito?
Johana adivinando lo que Leeteuk quería, le enseño la palabra “Antídoto”, sonrió y asintió.
—¿Adivine?
—Claro que sí.
Ansiosamente, Leeteuk sujeto la nuca de la chica y devoro su boca. Ella gemía de dolor y placer al sentir la lengua de su amante recorriendo cada rincón de su boca y mordiendo su lengua. Probando y degustando de ella.
—Espera… —Johana jadeó.
—¿Qué?
—Me lastimaste.
—Eso es por darme celos.
—¿Ehhhh? ¿Qué celos?
—No tienes ni idea verdad.
La chica ponía cara de asterisco, no entendía nada de lo que pensaba Leeteuk.
—Oye… deberías explicarte un poquito.
—Claro que lo haré.
Cargó a la chica hasta su habitación como de costumbre y se prepararon para una noche romántica más.
Kyuhyun no podía conciliar el sueño, Sungmin no dejaba de aparecer bajo sus párpados.
“¿Qué diablos me pasa?”
Sabía la única forma de dejar de estar así, se vistió y salió. Parado frente al departamento de Sungmin, miraba la puerta, no sabía si tocar o no. De pronto, el elevador de ese piso sonó.
“Podría ser él”
Se escondió y miró, Sungmin salía solo del elevador, traía su cena.
“Es muy tarde para que cene”
Eran las 10 pm de la noche, pensó que el chico era de los que se dormían tarde. Vio como él se paraba frente a su puerta y sacaba su llave. Miraba y devoraba la imagen del tierno chico, tenía un cuerpo de encanto y un rostro hermoso. Pensaba que definitivamente no podía dejarlo ir y estaba decido a conquistarlo. Comenzó a caminar hacia él y en el momento en que estaba llegando, el celular de Sungmin comenzó a sonar, contestó mientras buscaba la llave.
—¿Si? ¿Heechul? ¿Qué, ahora? Pero ya estoy frente a mi casa. De acuerdo iré.
El chico colgó, bufó y entró a su casa para dejar su comida, abrió el frigobar y metió su cena. Suspiró y se dio la vuelta, Kyu estaba parado de nuevo en el marco, como acostumbraba esperar a las personas, Sungmin se puso nervioso al recordar su reciente encuentro sensual, tanto que comenzó a temblar, Kyu volvió a hacer lo mismo y le puso seguro a la puerta.
—¿Qué haces aquí?
Kyu no contestó comenzó a caminar hacia Sungmin, este retrocedía hacia la pared.
—¡No he hecho nada! ¡No entre a tu casa y no revise tus cosas!
—Lo sé.
—¡No hemos ido a molestar a Leeteuk!
—Lo sé.
—¿¡Pero que te pasa!? ¿Qué quieres?
Kyu llegó ante él y puso una mano en la pared cerrándole el paso.
—Te quiero a ti.
Sungmin lo miró con miedo, Kyu no bromeaba, lo había acorralado en su propio departamento.
—Voy a hacerte el amor Sungmin.
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Comments
Clara E.
Así o más claro? jaja. Kyu se va a comer el postre primero.
2022-06-09
0
Maria Fernanda Fernanda
tan fácil 🤪 voy a hacerte el amor 😚
2022-01-21
1
Carmen Murillo
Lo recordé esos nombres son muy parecidos a los de mi pareja es un cambia formas..... Claro la trama es diferente... Y me gusta gracias por tu trabajo aunque sea nombres repetidos...... Jajaja perdón no pude evitar mencionarlo
2021-07-05
2