Salí disparada la casa y Rodríguez me detuvo en la entrada.
—¿A dónde va a esta hora, señorita? Hace mucho frío y se puede resfriar — antes no me causaba miedo, pero saber que él también es parte de esto y es empleado de ese demonio, ahora sí me inquieta.
—Necesito que me lleves a la tienda. Mi madre me ha encargado algo y tengo cosas que comprar.
—¿Por qué no envió a Maribel?
¡Maldición, ahora va a sospechar!
—Porque son cosas de chicas que quiero comprar personalmente. ¿Hay algún problema con eso?
—No, señorita — abrió la puerta y subí al auto.
Lo vi sacar el teléfono y antes de que fuera a llamar, abrí la ventana.
—Date prisa que ya está cayendo la noche.
—Enseguida — guardó el teléfono en su bolsillo y suspiré aliviada.
Espero no le haya avisado a ese hombre o a mi madre. Le pedí que me trajera al centro comercial, es el lugar más amplio, donde podría perderme más fácil de vista. En una oportunidad que tenga, llamaré a Bianca y le pediré que me busque. Prefiero estar en cualquier parte, que en esa casa. Nos bajamos juntos y entré a la primera tienda de ropa que había. No tengo dinero, porque no puedo usar mis tarjetas, pero las góndolas y el grupo de ropa pueden servirme de ayuda.
—Vengo enseguida.
—Iré con usted.
—Quiero mi privacidad. ¿Acaso también piensas acompañarme a medirme la ropa? Es una falta de respeto.
—No es eso, señorita, pero tengo prohibido dejarla sola.
—Hay bastante gente ahí dentro. Además, no te estoy pidiendo que te vayas, solo que me esperes aquí.
—Con el debido respeto que usted se merece, me temo que deberé hablar con su mamá sobre esto.
—Llámala, mientras tanto, me adelantaré — entré a la tienda y simulé mirar la ropa, mientras él permanecía en la puerta marcando en el teléfono.
¡Maldita sea, no podré pasar mientras él se mantenga ahí! Me adentré a la tienda y hablé con la cajera.
—Señorita, ¿tendrá alguna puerta que cruce hacia la otra parte del centro comercial?
—No, señorita. La única que tenemos es la que comunica al almacén del centro.
—Eso me parece magnífico.
—Pero no puede pasar. Solo se permiten empleados.
—Mira, señorita, es que resulta que me están siguiendo y necesito salir de aquí sin ser vista. ¿Podría ayudarme, por favor?
—Puedo llamar a la policía.
—¿Y mientras llegan qué hago? Señorita, solo necesito que me deje pasar. Seré rápida y no le causaré problemas, se lo juro. Solo saldré y listo.
—¿Tiene idea de la apariencia de la persona?
—Sí. ¿Ve a ese hombre que tiene el celular en la mano ahí fuera? ¿Ese que está mirando hacia acá? Ese tipo me está siguiendo desde que entré aquí. Por favor, se lo suplico, ayúdeme y déjeme pasar.
—Vaya, yo me encargo de ayudarle.
Con su ayuda y distracción, logré cruzar a la puerta del almacén y seguí los rótulos, pasando por el lado de cuanta persona había que me llamaba la atención por correr y estar ahí. Abrí la última puerta que daba hacia el exterior y bajé por la rampa de la descarga de mercancía. Busqué mi teléfono y le marqué a Bianca, pero la llamada no salía. No lo entiendo, si dice que hay señal, ¿por qué no sale? Me alejé del centro comercial, en dirección al puente que hay en la avenida. Tengo que llamar a un Uber o detener un taxi para que me lleven a su casa, esperando que esté y pueda ayudarme a pagarle. Caminé por la acera, buscando la aplicación, cuando sentí un auto detenerse a mi lado en la carretera.
—¿Necesitas que te lleve a alguna parte, muñeca? — escuché la voz de Malik y fue como un balde de agua fría por encima.
¿Cómo demonios me ha encontrado tan rápido? No puede ser que tenga tan mala suerte. Es el colmo de todo lo que pasé para que este tipo me encuentre tan rápido. Correr hacia donde vine o cruzar la carretera, son las únicas opciones que tengo. La segunda es buena opción, así tendría que doblar en U en la siguiente luz. Intenté cruzar por la parte de atrás de su auto, pero dio reversa de golpe y del susto retrocedí, dándole varios golpes y patadas al auto.
—¿Pensabas atropellarme, pedazo de imbécil?
—Sube, no me hagas repetirlo o no dudaré en pasarte por encima. Me has hecho venir a buscarte con tu necedad, así que no me hagas enfadar más de lo que ya estoy.
Miré hacia el otro lado de la carretera y suspiré. No dudo que lo haga. Incluso si cruzo la carretera, hará hasta lo indecible para encontrarme. Provocarlo no creo que sea una buena opción. Será mejor rendirme por ahora. Subí a su auto sin protesta, mirando por la ventana y alerta a cualquier cosa.
—¿Cómo me encontraste tan rápido, maldito demonio?
—No hay lugar en la tierra donde puedas esconderte de mí, porque siempre voy a encontrarte.
—¿Quién demonios eres y qué es lo que quieres?
—Soy ese demonio que tanto mencionas. Algo me dice que la muñeca rebelde ha estado espiando conversaciones ajenas.
—Sí, lo escuché todo. ¿A dónde me llevas?
—A un lugar donde estemos completamente solos.
—Yo no quiero estar a solas contigo.
—Con haberlo decidido, es más que suficiente para mí.
—Quiero ir a la casa con mi mamá. Llévame a la casa.
—Acabas de huir de la casa, así que, si tan lejos quieres estar de ella, entonces voy a complacerte. Te llevaré a tu nuevo hogar, en donde serás la única dueña y señora.
—¿Qué demonios estás diciendo?
—Ya estás al tanto de que tu madre y yo no tenemos nada, entonces no hay que fingir más — su mano sujetó la mía y me solté—. De hoy en adelante, te convertirás en la Sra. Price.
—¿Estás demente? Primero muerta, antes de que eso suceda.
—Eso se puede arreglar, pero tendrá que ser cuando lleguemos a nuestro destino.
—Detén el maldito auto en este momento, Malik. Yo no voy a ninguna parte contigo y mucho menos me voy a convertir en la mujer tuya. Definitivamente tienes problemas y te hacen falta varios tornillos.
—En efecto, tengo muchos problemas y tú eres el principal de ellos — le dio a varios botones en el área del radio y soltó el volante.
—¿Qué crees que haces? Pon tu mano en el guía, vamos a tener un accidente — le pedí, viendo que el auto iba muy rápido y seguía sin tomar el control del guía.
—¿No dijiste que primero muerta? Creí que estabas preparada para eso, pero resulta que le tienes miedo a la muerte.
—No me hagas odiarte más y detén el auto, Malik — estaba sumamente asustada, no me gusta la velocidad, mientras que él parece disfrutarlo.
—¿Sabes cuál es el problema? — su mano se aferró a mi cabello, torciendo mi cuello hacia él—. Que me excita la forma en que me odias y solo deseo que lo sigas haciendo más y más, hasta que en tu mente solo mi nombre se quede grabado y en tu corazón no haya espacio para nadie más que para mí.
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Updated 75 Episodes
Comments
rubi salgado
Malik sabe lo que a se dale un buen castigo por malcriada
2024-12-03
0
soyja
Dios ... como que medio calor 🔥. . ir barbería Malik q
si quieres yo te puedo odiar
2024-10-12
1
mariposa 🦋
debes de tener algún rastreador!!!! 🤷
2024-01-11
3