PAPÁ...

—Esa mirada me gusta, al igual que el silencio que has hecho. Sigue estudiando— me dio la espalda y desapareció en instantes del pasillo.

Regresé a la habitación con Bianca y Jonathan, quienes estaban comiendo y decidí hacer lo mismo. Luego de comer, continuamos con el proyecto. Adelantamos algo, pero aún falta bastante para terminar. Decidimos dejarlo para el miércoles, ya que Jonathan tiene cosas que hacer mañana. Tan pronto los despaché en la puerta, ignoré la presencia de Malik y subí directamente a bañarme. Me intenté quedar debajo del agua por un largo rato, ya que me ayuda mucho a relajarme. De mañana en adelante haré todo lo contrario a lo que ese idiota diga. Quiera o no, terminará por largarse de aquí. Se le nota que esa es su debilidad, no le gusta que lo desobedezcan, así que eso haré. Va a arrepentirse por haberme provocado. Escuché un extraño sonido, algo que me sobresaltó instantáneamente y me obligó a correr la cortina.

—¿Quién anda ahí? — me asomé y es cuando vi a Odie acercarse a la bañera—. Hola, pequeño. ¿Así que has sido tú? Eres un pequeño travieso. No sabes el susto que me has pegado. Al menos ya te han subido.

En la tarde de hoy, he decidido no irme con Rodríguez después de clases, sino con mi amiga Bianca a dar una vuelta. Incluso apagué el teléfono. Hemos venido a comprar algunas cosas en el centro comercial. Estoy harta de seguir las estúpidas reglas de ese cretino. Ese tipo se cree que todos deben hacer lo que él diga, pues no, no es así. Caminamos por el pasillo, entrando a cada tienda que veíamos, aunque aún no conseguíamos nada que nos llamara la atención.

—¿Te sientes mejor?

—Te juro que estoy harta de ese tipo.

—A mí no me parece una mala persona. Tal vez hace todo esto porque te ve como una hija.

—¿Una hija? No te equivoques, ese tipo lo que quiere es fastidiarme la vida. No sabes lo arrogante, maldito e infeliz que es. Algún día le mostraré a todo el mundo su verdadera cara. Ahora que lo pienso, eso sería una grandísima idea.

—¿Qué estás planeando?

—Yo me entiendo.

Escogí varias prendas de ropa, pero cuando estaba en la caja, la mujer estaba teniendo problemas con la tarjeta.

—Pero ¿qué es lo que sucede, señora? Yo tengo balance.

—La está rechazando.

—Eso no es posible. Intente con esta — le entregué otra tarjeta, pero el error persistía.

Tras la vergüenza e incomodidad, encendí mi teléfono para llamar al banco y me dieron la mala noticia de que han paralizado todas mis cuentas.

—¡Esto tiene que ser obra de ese maldito! — le di un golpe a la pared y ambas se sobresaltaron.

—¿Qué sucede?

—Me ha congelado la cuenta. ¿Te das cuenta ahora de lo que es capaz?

—Probablemente el chófer le fue con el cuento de que no regresaste con él.

—¿Puedes pagarlo tú y te pago luego?

—Claro, no hay problema.

Salimos del centro comercial y nos detuvimos por el camino en una barra a tomarnos unos cuantos tragos. Todavía no puedo quitarme esta rabia por dentro, por lo que no he querido llegar a la casa. Ese infeliz solo sabe hacerme la vida de cuadros. Es un verdadero hijo de puta. Lo detesto con toda mi alma.

—No deberías tomar así, vas a embriagarte rápido.

—Despreocúpate, no soy tan débil. Ese hombre me sacará las canas antes de tiempo.

—Se nota. No has dejado de hablar sobre él en todo el camino. ¿Has pensado en qué harás cuando te toque enfrentarlo en la casa?

—No tengo que enfrentarlo. Soy una mujer adulta y puedo hacer y salir a dónde quiera. Además, él no es nadie para mí, no tengo que hacerle caso.

Tomé varios tragos seguidos, hasta sentir que mi cuerpo se había ido relajando. Aunque no puedo quitarme de la cabeza a ese hombre. Esto es una pesadilla.

—Ya para de tomar.

—Solo un trago más.

—No, ya estás que no puedes ni levantarte. Ahora tendré que darle la cara al demonio de tu padrastro.

—Debe estar pasándola mal, ¿cierto? Ya lo imagino con el ceño fruncido y disgustado al darse cuenta de que no se ha salido con la suya — reí, mientras Bianca me ayudaba a levantar.

Caminé tropezando casi con todo hacia la entrada del lugar y de la mano de Bianca.

—¿Quién eres? — escuché la pregunta de Bianca y traté de mirarla, ya que se oía como asustada, cuando sentí que me soltó y del empujón me hizo tropezar con alguien.

—Lo siento — traté de enderezarme, cuando sentí unos brazos rodear mi cuerpo.

Este perfume no es de Bianca. Tras ese pensamiento, levanté la mirada para saber de quién se trataba y es cuando lo veo. Maldición, me ha encontrado. Los murmullos de la gente a nuestro alrededor me hicieron intentar soltarme de su fuerte agarre, pero su mano se colocó por detrás mi cabeza, presionándome contra su pecho.

—Encárgate de esto— no parece que hablara conmigo—. La llevaré a la casa.

Caminé como pude con él, por la misma manera en que me agarraba, sin dejarme hacer nada más que no fuera caminar. Me ayudó a sentar en el asiento trasero y el chófer puso el auto en marcha. Estaba demasiado cerca y su perfume era agradable. Podría decir que lo único agradable de su persona.

—¿Te divertiste? — rompió el silencio.

—Sí — contesté con descaro.

—Espero estés preparada para tu castigo.

—¿Por qué no te callas?

Recosté la cabeza de la ventana, debido a la misma pesadez y debilidad, cuando sentí su agarre por detrás de mi cabeza y me hizo aterrizar contra su pecho nuevamente.

—El auto está en movimiento. Si dejas tu cabeza ahí, llegarás con moretones en la frente y luego dirán que te he maltratado.

—¿Y no es lo que haces?

—Jamás te he puesto un dedo encima, tampoco tengo el más mínimo interés.

—¿Por qué tu corazón está tan alborotado?

—Por el disgusto.

Por alguna razón, es cómodo y agradable estar aquí. La forma en que sus brazos me engullen se siente tan bien y me resulta tan familiar. El calor y olor que emana de él es relajante. Parece tanto a los brazos de mi…

—Papá…

—¡Detén el auto! — el tono molesto en que habló me asustó.

—¿Qué sucede, señor?

—¡Qué detengas el maldito auto!

Tan pronto el chófer se detuvo, él se bajó y luchaba por tratar de comprender lo que estaba sucediendo, pero la verdad es que me sentía muy mareada.

—Llévala a la casa y pídele a Maribel que le dé un baño. Acabo de recordar que debo hacer algo.

—Pero ¿se quedará en medio de la calle, señor? No puede estar solo.

—No cuestiones mis órdenes y llévatela— tiró la puerta bastante fuerte, sin haber tenido oportunidad de preguntar lo que sucedía.

Más populares

Comments

rubi salgado

rubi salgado

ella lo provoca mucho y es muy rebelde con él tal vez desde el principio el se acercó con la madre para estar con la hija

2024-12-03

0

Cori Shoes

Cori Shoes

Aquí todo el problema es que a ella le gusta su padrastro. En lo que he leído hasta ahora el hombre no ha hecho nada que demuestre que es el malo yo solo he leído que se preocupa por ella y ella es una grosera sin sentido común por muy mal que esté hombre sea uno siempre debe poner su propia integridad y seguridad por delante no por andar llevando la contraria sale a ponerse en peligro.

2024-01-13

2

Graciela Peralta

Graciela Peralta

que pasara ahora con ella y el tipo

2023-07-17

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play