ADVERTENCIA

No puedo entenderlo por más que lo trato. Solamente me confunde con su comportamiento. A veces me trata bien, otras veces me trata mal. Lo único cierto y seguro es que mientras lo mantenga de buenas, podré sacar muchas cosas de él.

MALIK

Me encontré con Ramírez en la entrada de la casa.

—Necesito que vigiles a mi señora. No permitas que se acerque al estudio y tampoco que salga de la casa. ¿Entendido?

—Sí, señor.

Regresé al estudio con la madre de Samantha y me senté en la silla del escritorio.

—¿Se quedó tranquila? — preguntó.

—¿Tranquila? ¿No es eso una ridícula pregunta? La forma en que la trataste no fue la indicada. Solo acabas de alimentar su curiosidad. No dudo que ya esté planeando la forma de escaparse o investigar más sobre el asunto.

—¿Qué querías que hiciera? Solo escuchar que menciona a ese monstruo, hace que pierda la cabeza.

—Esas emociones y actitudes solo empeoran la situación. Tienes que ponerte en su posición. Jamás le has hablado sobre esto y es un tema muy sensible para ella.

—Dime, ¿qué se supone que haga? No quiero causarle mal.

—Ella no recuerda nada, eso la hace un blanco fácil de manipular.

—¿Qué quieres decir?

—Mujer, la verdad siempre sale a la luz. Creíste que borrando esos malos recuerdos de su niñez ibas a hacerle un bien a ella, pero te equivocaste. Si hubieras dejado las cosas como estaban y le ayudabas en su recuperación con los especialistas, hubiera llegado un momento donde esas heridas iban a sanar, trataría de olvidar y si recordaba a ese animal ahora, sería con resentimiento y odio, no con cariño, como lo hace ella. El daño que puede ocasionarle esto ahora, probablemente sea irreparable y te verá como una enemiga. Es increíble cómo han pasado los años y ella guarda a ese animal como un santo en un pedestal de cristal, sin conocer la verdadera cara del demonio.

—Yo no quiero que recuerde.

—Eres egoísta. Tarde o temprano lo hará. Es contarle la verdad ahora y de tu boca, a que ese animal aparezca de la nada, la manipule, la ponga en tu contra y ella termine sufriendo y odiándote el doble. Todavía estás a tiempo de decirle todo. Incluso puedo contratar a los mejores especialistas para que la traten y te ayuden en el proceso. Es una decisión que deberás tomar, aunque no quieras.

—Tu padre hubiera podido hacer mucho más que tú. Con todas las pruebas que hay en su contra, estoy segura de que hubiera podido aumentar la sentencia de ese monstruo o darle pena de muerte. Ese infeliz no merece seguir respirando.

—Tal vez, pero nunca se sabrá. Ya ves que los muertos no pueden apelar un caso en el mundo de los vivos.

—¿Cómo puedes hablar de esa manera de tu padre? Gracias a Dios no está vivo para oír la forma en que te refieres a él.

—Aunque lo estuviera no haría la diferencia. ¿No te has dado cuenta de que hay alguien más detrás de este caso? Rechazaron la apelación, alguien con bastante influencia y poder está protegiéndolo. Se ha logrado ocultar muy bien, pero tan pronto ese depravado salga, voy a cobrarle todo lo que le hizo a mi hermanita y a mi mujer.

—¿Tu mujer? ¿Qué mujer? No me habías hablado de ninguna mujer, solo me habías hablado de tu hermanita.

—Hablo de tu hija— le confesé.

—¿Qué estás queriendo decir?

—Que quiero a tu hija como mi mujer. ¿Todavía no lo entiendes?

—Espero que esto sea una broma de muy mal gusto — se acercó y la seguí con la mirada.

—No, no lo es. De hecho, tengo planes de convertirla en mi esposa.

—¡Eso jamás lo permitiré! — agarró el cuello de mi camisa —. Mis intenciones siempre han sido protegerla y creí que las tuyas también lo eran. Nuestro trato fue claro desde el comienzo. Íbamos a ayudarnos mutuamente para hacerle pagar a ese fenómeno todo lo que hizo e ibas a convertirte en esa figura de padre que ella necesitaba para que dejara de sufrir. Si llegaba a saber que tenías tus ojos puestos en mi hija, que la veías como mujer, no te hubiera permitido mudarte a nuestra casa y estar cerca de ella. Mi hija merece un buen hombre a su lado, no alguien como tú, una bestia, un asesino, incapaz de sentir empatía por los demás. Tu padre era mi mejor amigo y si confíe en ti, obviamente fue por él. Pero eso, a que te quieras meter con mi hija, eso jamás. Ella tiene un alma pura y es muy inocente, para estar al lado de alguien que más oscura y envenenada no puede tener el alma. Eres igual o peor que eso que juraste destruir.

—Si hablaremos de daño, de transparencia, realidad y pureza, eres la menos indicada para estar a su lado. Tú también tienes el alma podrida y eres bastante egoísta, me atrevería a decir que eres mucho peor que yo, ¿sabes por qué? Porque si venimos al caso, tú también tienes en gran parte la culpa de lo que le pasó a tu hija y por eso no puedes vivir tranquila. Confías demasiado en las personas y ese es el error más grande que un ser humano pueda cometer. La dejaste sola en las manos de ese pedófilo asqueroso para que le desgraciara la vida y crees que haciéndole olvidar podrás vivir en paz y con la consciencia tranquila. Si fuera por mí, hace mucho tiempo te hubiera cortado la cabeza, pero sé que tomar una decisión como esa, sería hacerle daño a ella y por eso me contengo. Pero no retes tu suerte y mucho menos mi paciencia, porque te puedo asegurar que tengo muy poca. Debo admitir que en mis planes no estaban el enamorarme de ella, incluso estoy consciente de que no soy la mejor opción, pero estoy dispuesto a lo que sea por tenerla. No te estoy pidiendo que apruebes mi relación con ella, pues ella es adulta y es quien decide, pero solo te advierto que no interfieras en esto, porque no me responsabilizo de lo que te pase, suegrita.

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