Ya me he decidido
—De todas formas, sé que mi hermano tiene un ángel guardián para cuando yo me vaya a la facultad. No sé si su nieta le comentó lo que hizo uno de los primeros días en la clase de gimnasia cuando unos chicos molestaban a Benja —dijo sin dejar de mirarme.
—No sabía que te habías enterado —dije sorprendida.
Mi abuelo estaba atento a la historia de Máximo. Contó que yo casi me agarré a golpes con dos chicos que molestaban a Benja en la hora de atletismo.
—Puedo esperar eso y mucho más de mi nieta. Cuando considera que una situación es injusta no le importa saber que mide un metro cincuenta —dijo y me sonrió, pero yo enojada le señalé que media un metro cincuenta y cinco.
Todos reímos y seguimos conversando un rato más. Luego mi abuelo me mandó a comprar una gaseosa, pero le pidió a Máximo que se quedara con él para que lo ayudara a cocinar. Me fui preocupada, traté de volver rápido. Cuando volví ellos hablaban como si se conocieran de toda la vida. Por lo que preferí no meterme. Cenamos y luego de lavar los platos, Máximo se fue a casa de Laura para devolverle el auto a Juan.
—Abuelo, ¿Qué le dijiste? —pregunté, apenas cerró la puerta.
—No te entiendo Anita —dijo mi abuelo yendo a la cocina a juntar las cosas y tratando de evitar la conversación.
—Abuelo… Nunca pides ayuda para nada. Justo ahora a un desconocido le pides que te ayude con la parrilla —lo increpé.
—No es un desconocido si es un pretendiente de mi nieta —dijo y yo me puse completamente roja. Empecé a tartamudear sin poder decir algo que tenga un poco de lógica.
—Querida, soy viejo, pero todavía no estoy senil. Se nota que ese chico se encuentra desesperado por agradarme. Ahora la pregunta es otra —dijo y me hizo sentar en la cocina—. Eres hermosa y sé que no podía retrasar más el hecho de que los muchachos empezaran a pretenderte. Pero tiene diecinueve años y tú tienes quince. ¿Te parece una edad coherente?
—Abuelo, ¿cuántos años te llevas con mi abuela? —le pregunté sabiendo qué se refería con su cuestionamiento.
—Sabes que eran otras épocas. Además, yo trabajaba cuando empecé a pretender a tu abuela —dijo él en su defensa.
—Maxí también hace trabajos de medio tiempo, estudia y ayuda a su hermano —dije tratando de defenderlo.
—Bien. Lo que todavía no entiendo Anita, es por qué si lo defiendes tanto todavía no le diste una respuesta a su proposición de noviazgo —dijo mi abuelo y me volvió a dejar sin palabras.
—Que lo defienda no quiere decir…–dije, pero él me cortó.
—A mí no me mientas. Parece un buen chico, pero si no le diste un sí, seguramente tienes tus razones. Solo espero que pienses con la cabeza —dijo y vi el sermón que se venía así que le dije que tenía sueño.
Él siguió tratando de hablar del tema, por lo que tuve que responderle.
—Abuelo no voy a tener relaciones sexuales hasta los dieciocho años, ya lo hablamos y no necesitamos repetir la charla —dije y me levanté rápido de la silla.
Le di un beso en la mejilla y subí rápido las escaleras. Con el celular en la mano le empecé a mandar mensajes a Máximo.
{¿Estás loco? ¿Qué le dijiste a mi abuelo?} Hora: 22.34
Él me respondió al instante.
{Lo que se habla entre hombre no puede ser revelado. Por códigos. Ja ja} Hora: 22.34
Trataba de hacerse el gracioso así que le escribí.
{Maxí, por favor, no es gracioso.}Hora: 22.36
{Maxí contéstame}Hora: 22.40
Ante mi insistencia respondió
{Solo le dije que me gustas mucho y que vos decidiste darme una oportunidad en algún momento} Hora: 22.41
Su mensaje me aterró. Mi abuelo sabía perfectamente lo que pasaba entre nosotros. Le respondí un poco molesta. No quería que todos supieran lo que estaba pasándonos.
{¿Quieres que me prohíban salir eternamente? ¿Cómo le pudiste decir eso?}Hora: 22.42
Me escribió de vuelta y tuve miedo de mirar el teléfono, pero finalmente lo hice.
{Tu abuelo me pidió que por favor te cuidara. No le dije nada}Hora: 22.42
Me alegró saber que si bien mi abuelo sabía, no había sido porque él se lo dijera. Pero volví a preguntarle.
{¿Seguro que no le dijiste nada?}Hora: 22.44
Él me respondió cuando me estaba acostando.
{Hermosa, todo el mundo se da cuenta cuanto me gustas, no hace falta que lo diga}Hora: 22.46
Me gustaba que me dijera hermosa. Aunque fuera solo una expresión. Traté de explicarle que no entendía mucho de esto. Me invitó a salir, pero le pedí tiempo.
{¿Y en ese tiempo no te voy a poder hablar o verte?} Hora: 22.50
Me mostraba su impaciencia porque me decidiera. No sabía si aceptar, tenía miedo que afectara mi relación con los demás. Sobre todo, mis abuelos y sus amigos. Me di cuenta de que si las cosas no funcionaban entre nosotros, nosotros, iban a volver a hablarme como lo hacían con Cintia. Le pedí que nos viéramos el lunes a la salida de mi clase de violín para que pudiéramos hablar.
Máximo no me contestaba. No quería que se enojara, pero era todo demasiado rápido para mi gusto. Era la primera vez que iba a salir con alguien y no me sentía preparada, aunque me gustaba muchísimo. Le volví a escribir.
{¿Te enojaste?}Hora: 23
Pero otra vez no me contestó. ¿Qué tenía que hacer? Ahora no podía echarme atrás. Traté de no
pensar y apagué el teléfono para no tentarme de mandarle otro mensaje. Al prender el celular el domingo vi que tenía un montón de mensajes de Máximo, pero no los quise leer. Estaba un poco molesta y confundida. Me hacía sentir muy nerviosa, no podía reflexionar con claridad, estar cerca de él hacía que me desconociera. Como si nada importara, esa sensación me aterraba. Era como si dejara de ser yo.
Llamé a Mía y le conté. Ella estaba contenta y me llamó la atención. Según ella, no podía dejar esperando así a Máximo. Él también era muy ansioso como yo. Así que cuando colgué con ella primero le mandé un mensaje a Laura para saber cómo seguía del estómago y cuando me dijo que estaba bien le mandé un mensaje a Máximo diciéndole que no había leído sus mensajes, pero que ya me había decidido. En ese momento Laura me llamó y hablamos unos minutos sobre cómo se sentía. Cuando colgué me di cuenta de que tenía varias llamadas perdidas de Máximo. Y antes de que pudiera hacer nada me volvió a llamar.
—Hola —dije yo.
…
Autora: Osaku
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Comments
Anonymous
Hay no nadamas que no se deje manipular por max
2023-10-10
2
Marita Peña
AQUÍ EMPEZANDO A LEER ESTA NOVELA .ME A HECHO RECORDAR MI NIÑEZ CASI ADOLESCENCIA, EL PRIMER AMOR, LAS AMISTADES EN ESE TIEMPO. AUNQUE EN MI ADOLESCENCIA NO HABIA CELULAR 😅😅NO SOY DE ESCRIBIR ENTRE LOS CAPÍTULOS SOY MAS BIEN DE DAR LA PUNTUACIÓN CUANDO TERMINO DE LEERLA COMPLETA.
2023-06-01
1
Ala Mendoza 🖤
Los perfumes más caros y los venenos más potentes siempre vienen en envases pequeños 😒
(aquí ablando una chica pequeñas)
2023-04-16
2