Especial. Cartas de Lágrimas.

Yara se encerró en su habitación y apenas se lanzó sobre su cama rompió uno de los sobres, específicamente el de Nicolle, pues si había una persona por la que Yara se preocupaba más era ella.

"Querido Kao:

No se como le hiciste para que el rey Uriel te permitiera contactar conmigo, pero no puedo negar de que estoy feliz por eso. Últimamente los días han sido difíciles y adaptarme a un nuevo ambiente es complicado. Estoy segura de que entiendes ese sentimiento.

Espero que estés bien, siempre pienso en ti y en Alexander, de los tres él es el más imprudente, así que espero que sepa controlarse. Por su padre, por su reino, y por nosotros que somos prácticamente la única familia que le queda.

Esa es la razón por la que me mantengo fuerte, mi padre no ha mostrado ningún avance en cuanto a su recuperación y muchos susurran que no lo logrará. Yo conozco a mi padre, y sé que aunque logre despertar él querrá morir al saber que quedará lisiado.

Ni siquiera yo soy suficiente razón para que el quiera vivir, después de todo soy el recuerdo de como humillaron a su reino y a su familia; decepcionado de que sólo quedo yo como futuro de mi reino.

En fin, quedamos en espera de nuevas noticias. Por otro lado no me va mal aquí, el rey Enrico Candelario no es tan malo como pensaba, si es un poco cascarrabias pero tampoco puedo exigirle mucho, no soy una invitada.

¿Sabías que se casó tres veces? No sabía que eso era posible. Y tiene tres hijos de cada mujer, vive nada más con el tercero que es un varón al parecer muy enfermizo. Las mayores son niñas, las dos son criadas en un convento al cual también iré.

En el convento estaré al cuidado de la reina, ¿Raro, no? Pensé que los casados tenían que vivir juntos, aunque parece que para evitar otro divorcio Enrico prefiere tener a su esposa lejos.

Me dieron la opción de quedarme en el castillo de Enrico, pero decidí irme al convento para reflexionar un poco. Quiero estar sola en compañía Dios, y tal vez él me dé respuestas sobre que hacer con mi vida.

Te extraño mucho Kao, por favor cuídate y escríbeme lo antes posible.

Atte: Nicolle Girardot, princesa de Idalia."

La rubia suspiró con calma al terminar de leer la carta, se veía bastante convincente como para creer que nadie se había metido con Nicolle como temía.

Ahora era el turno de la carta de Alexander, y supo que era de él apenas vió su mala caligrafía.

"A Kao Altaluna:

Hola hermano, soy Alexander, no sé si esto de enviarte cartas sea en vano, que en realidad sean un engaño y nunca te lleguen, o una especie de estrategia de Uriel para monitorear algún tipo de complot que queramos armar. Sea como sea, no hay mucho que pueda decir.

Me está yendo de la mierda, empezando con que he visto a Rysto Terranova nada más una vez y fue mucho. Me mandó a un palacio en el norte donde hace un frío jodido, no hay ni una chimenea donde puedas calentarte y para colmo tengo que ir a la escuela.

Si, como escuchaste, al parecer la realeza de Kyrena es bastante miserable. Los herederos duermen sin almohadas y van a la escuela pública. A mi me toca ir con la insoportable de Oryanna Terranova, una de las hijas de ese miserable. Tal vez te espantes si te digo que he querido agarrarme a golpes con ella, pero estoy seguro de que si la conocieras me darías la razón.

Y ojalá eso fuera lo peor, pero no, todos en la escuela se burlan de mi o me insultan porque saben quien soy, saben quien es mi padre y todo lo que hizo. Sabes que no soy amante de la violencia, pero cada vez que salgo me siento desprotegido, como si alguien me saltará con un cuchillo en cualquier momento.

La comida ni hablar, nunca me gustó el pescado.

El único momento bueno es cuando nos visita Raysa, ¿La recuerdas? La chica que te noqueó durante el juicio, es totalmente diferente a Oryanna. Ella parece escucharme, y aprendo más con Raysa que en la estúpida escuela, es una pena que pase tan poco tiempo con nosotros.

Sé que eres inteligente Kao, y sé que no debería decirlo por aquí, pero nunca olvides lo que Uriel te hizo..."

Yara se detuvo a pensar con esa frase. No es como que haya olvidado la muerte de su padre y la caída de su reino, pero había olvidado que el responsable de todo ese sufrimiento había sido Uriel.

"...Muy pronto seremos libres, solo tenemos que esperar a cumplir la mayoría de edad para enseñarles nuestros enemigos con quien se metieron.

Podrán educarme para ser un hombre de paz, pero jamás harán que olvide a mi padre y los principios con los que me crió. Tu tampoco deberías hermano.

Es nuestro deber vengar a nuestros padres.

-Alexander Loretti."

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