Capítulo 13. Tratando con el Enemigo.

En la oscuridad de su mente se escuchó un repentino estruendo ensordecedor, perteneciente a las explosiones que provocaba cada bomba destrozando su hogar. El pequeño barco en el que estaba temblaba y se estremecía mientras veía a su hogar desmoronarse en medio de una lluvia escombros sobre los habitantes de su reino.

El humo y el polvo oscurecían el cielo como si estuviera viviendo en el mismísimo infierno. Su corazón latía con fuerza y la respiración comenzaba a fallarle a medida que más bombas caían a su alrededor. Cada explosión era como ser apuñalada por una fría daga en el corazón.

Lo peor fue cuando un líquido rojo empezó a escurrirse por sus manos, en eso observó el cuerpo de su padre, quemado y apuñalado, a sus pies. Se aferró a él con la esperanza de que al menos el caos de los bombardeos se detuviera, pero simplemente la desesperación no la hizo reaccionar al instante en que una bomba estuvo a punto de caer sobre ella...

Yara despertó sobresaltada por culpa de aquel espantoso sueño. Al darse cuenta de que estaba en la vida real, lo primero que hizo fue apoyarse en su herida ubicada en el abdomen, la cual ya no le dolía tanto afortunadamente.

Se encontraba en una especie de habitación sobre una cama relativamente cómoda. No obstante, se exaltó al ver que la habían cambiado de ropa, le habían puesto un tipo de camisón y le arrebataron las vendas que cubrían sus pechos, por lo que los tenía casi expuestos.

Yara divisó su alrededor para ver alguna amenaza, pero al parecer estaba sola. Lo único que encontró fue un trozo de papel encima de una mesa al lado de la cama.

"Querido Kao:

Debido a tu estupidez, casi mueres. Pero por suerte o desgracia, como lo quieras ver, la herida no fue tan grave, aunque si perdiste mucha sangre no es nada que una buena hidratación mejore.

Yo mismo limpié la herida y volví a suturarla, en verdad estaba como la mierda.

En fin, al lado verás unas pastillas; bébelas, son para el dolor. Sé que aguantas bien el dolor, pero no soy un monstruo, así que son para cuando se pase el efecto de la anestesia. También verás un recipiente blanco con sándwiches de jamón y queso; cómelos.

Si no quieres comerlos porque piensas que están envenenados, ese es tu puto problema, como dije no soy un monstruo.

Tuve que salir a atender unos asuntos, volveré al atardecer. Si te aburres no tienes más opción que esperarme, la mansión está vigilada de pies a cabeza por lo que escapar será una pérdida de tiempo.

Cuando regrese, hablaremos de tu situación.

Atte: Uriel Soltani."

Al leer el verso final aumentó su preocupación, el último ser en la tierra que quería que descubriera su secreto era Uriel Soltani, su mayor enemigo. Yara lanzó la nota y suspiro con tal de ahorrar un grito de pánico.

¿Él la había desnudado? ¿A dónde había ido? ¿Fue a informarle a todos que el heredero al trono de Platina en realidad era una mujer?

Si su padre se enterara sin duda la mataría. Le dio un vistazo a las pastillas en la mesa y por un momento pensó en tomarlas de un trago y morir antes de que ellos lo intentarán.

No, ella no era una cobarde, y mucho menos podía pensar en lo que pasaría si fallaba su suicidio y lograba sobrevivir, ¡Sería peor!

Intentaría escapar, con su último aliento se aferraría a la vida con tal de escapar de... ese lugar.

Por cierto, ¿Dónde estaba?

Cuando Yara se planteó esa pregunta su estómago se estremeció exigiendo comida, no podía escapar si se desmayaba por hambre esta vez, por lo que decidió confiar en la carta de Uriel y comerse el sándwich.

A pesar de ser un simple pan que cubría unas lonjas de jamón y queso era lo más sabroso que había probado en mucho tiempo, a su lado se encontraba una botella que pensó que era agua, pero al probarlo saboreó un delicioso jugo de naranja... ¿Qué clase de Rey trata así a sus prisioneros?

Aunque disfrutó de su comida, a la vez se sintió culpable. Su padre la hubiera regañado por recibir "limosna" de un enemigo, pero lo que más le dolía era que quizás sus amigos no recibían el mismo trato que ella.

Pero no descansaría hasta verlos de nuevo, cuando terminó de comer se levantó con un poco de dificultad. Apenas recuperó el equilibrio salió de la habitación cruzándose con un pasillo con decoración elegante.

Comenzó a caminar en medio de varias puertas y algunas pinturas, de repente a mitad de camino se encontró con un espejo, y su aspecto la dejó en shock: su largo cabello rubio y su busto sin ataduras la hacían parecer irreconocible.

Se espantó con la imagen, simplemente se tapó los ojos y siguió caminando en busca de una salida. Vió unas escaleras a la planta de abajo y con sigilo bajó con tal de no ser vista por nadie. Sin embargo, la mansión estaba vacía.

Yara se enfrentó a una cálida sala de estar siendo iluminada por la luz solar y muebles costosos, algo que llamó su atención fue una gran caja de madera con un vidrio grueso delante del sillón. Parecía un espejo, ¿Pero quién compraría un espejo tan oscuro?

La chica siguió caminando por la habitación, descubriendo cosas interesantes de las que desconocía su función. En ese momento divisó un cuadro curioso, al parecer era el antiguo rey de Sorin con sus hijos.

Retrato de Morgan Soltani, Rey de Sorin, junto a sus hijos: Uriel y Elisa.

Le dio gracia ver aquel cuadro, ¿Ese era Uriel? Se veía tan tierno con esos ojos llorosos, como si lo hubieran obligado a tomarse la foto. Yara no creía que ese niño era el Rey arrogante de ahora.

Mmm... ¿Así que ese era Morgan Soltani? El hombre al que su padre odiaba con toda su alma, pues la verdad reconocía que era un hombre atractivo. Tampoco sabía que Uriel tenía una hermana, sin duda eran idénticos, ¿Pero dónde estaría?

Mientras miraba a la hermana de Uriel, Yara notó algo sospechoso que sobresalía del león que sostenía. Por curiosidad la rubia intentó tomarlo...

—Además de preguntón, veo que también eres un entrometido.

Yara se sobresaltó al escuchar la voz masculina a sus espaldas. Uriel Soltani la miraba con una expresión enojada, que de pronto cambió a una sonrisa cínica.

—O debería decir... ¿Entrometida?

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***