Capítulo XIII. Pesadillas.

La princesa Cassandra cenaba con el principe Brahim, mientras le contaba que Sara, su doncella, había despertado y estaba bien. El médico la había revisado y aún tenía que descansar, pero estaba despierta y alerta.

- Que bien, mi princesa. Me alegra que tú doncella este bien. - le respondió el Principe con una sonrisa, y mirandola a los ojos, le pregunto,

- Y como te sientes, Princesa? -

Ella lo miró, se mordió el labio inferior como si quisiera llorar al recordar de forma breve todo lo que pasó en la mansión del Conde Almagro, pero luego respirando profundo, y con una sonrisa le respondió,

- Bien, Alteza. Los entrenamientos me sirvieron. Aun cuando me falta mucho por aprender, pude controlar mi magia lo suficiente para defenderme. - explicó bajando la mirada, tratando de evitar expresar sus sentimientos.

El Principe la miró, y colocando un dedo en su barbilla la hizo subir el rostro con delicadeza, observando una lágrima solitaria rodar por su mejilla.

- Si hubiera sabido lo que el Conde tenía planeado, no te hubiera dejado ir sola. - murmuró el Principe acariciando su mejilla.

- Usted tiene muchas obligaciones. No puede solo dejarlas por mi. Esa es una de mis razones para quierer entrenar mi cuerpo así como mi magia, y ser fuerte. Para que usted no se preocupe por mi. - aún cuando tenía otros planes en mente, pensó Cassandra.

- Siempre me preocuparé por tí, mi Princesa. - le aseguro el Principe Brahim con una sonrisa.

- Gracias, Alteza. -

Y Brahim la abrazo con ternura besando su frente.

Se había enterado por la doncella que la atendía, que mientras su doncella Sara se recuperaba, Cassandra se despertaba en medio de la noche con pesadillas, ya que ella se estaba quedando junto a ella en su recuperación. Era extraño ver a una noble cuidar a su doncella, pero para ella Sara era más que su doncella, era su amiga desde niñas.

Así que luego de la cena, Brahim le pregunto,

- Supongo vas a descansar conmigo está noche. -

Ella lo miro ante tal petición. Es cierto que tenía diez días alejada de la cama del principe, pero era debido a que quería cuidar personalmente a su amiga.

- Recuerda que debes descansar. Además ya Sara despertó, le diré a Laidy Rosa que esté al pendiente de ella. - le sugirió el Principe Brahim. Laidy Rosa era la señora a cargo del personal en el palacio del Principe, y era de la completa confianza de este, así como su asistente, Sir José.

Ella miro al Principe, y asintió con la cabeza.

Luego de cenar, se sentaron cerca del balcón y hablaron de algunas cosas sin importancia. Lo menos que deseaban era hablar de sus obligaciones en el palacio, a menos que fuera necesario. Y Cassandra no quería recordar lo sucedido en casa del Conde.

Y luego llegó la hora de retirarse a dormir. Ella fue la primera en ir a acomodarse, mientras que el salía y hablaba con su asistente, que lo esperaba afuera, que no lo molestará a menos que fuera una emergencia. Mientras lo miraba serío.

El hombre solo asintió para cumplir con las órdenes de su Alteza.

**********

A media noche Brahim se despertó debido a que Cassandra se movía mucho, estaba inquieta. El trato de llamarla, de despertarla pero no podía. Entonces solo la atrajo hacia sí, abrazándola, y sintió como la temperatura de su cuerpo subia. Su magia se estaba activando.

- Cassandra, estoy aquí. Te cuidare. Escucha mi voz. - le decía el Principe mientras la abrazaba contra su cuerpo. Solo entonces, ella comenzó a calmarse, respiro profundo. Y volvió a dormir profundo en sus brazos.

Brahim sintió como la temperatura corporal ajena volvía a la normalidad. La besó en la frente. Y la mantuvo cerca de su cuerpo, quedándose dormido también.

**********

Los siguientes días, Cassandra fue superando las pesadillas nocturnas. Aunque el Principe seguia despertando a media noche al sentir que ella estaba inquieta, y solo con sus palabras y abrazos, lograba calmarla, y que volviera a dormir. En realidad, Brahim no sabía exactamente que había pasado entre ella y el Conde, pero suponía que había algo más para que tuviera pesadillas.

Cassandra converso con Sara y la hizo prometer que no volvería a atentar contra su vida, y que entrenaría junto a ella todos los días para aprender a defenderse mejor.

La princesa logro, con apoyo del Principe, que su padre, el general Alexander, la dejará visitar a su madre. La duquesa Rebecca recibió a su hija con emoción. Le contó que su padre, el general Alexander, aún cuando no le había levantado el castigo, le había permitido salir de su habitación y movilizarse por la mansión del ducado, y que en su trato era más amable con ella. La Princesa le pidió a su madre que se cuidara mucho.

Cassandra le contó que su relación con el Principe heredero estaba cada día mejor. Que no se preocupara por ella. No le contó lo que había ocurrido con el Conde. Que la llamara si había alguna urgencia.

La princesa quedó satisfecha por saber que su madre estaba bien y con salud.

Al menos por ahora.

**********

El conde Almagro y los mercenarios, así como la gente que trabajo con él y estuvo de acuerdo en colaborar con su plan para secuestrar a la Princesa heredera, fueron enjuiciados por atacar a un miembro de la familia real, y fueron ejecutados en la horca en la plaza pública de la ciudad capital. Alli fueron leídos sus crímenes, comenzando por darle paso libre a los mercenarios hasta la ciudad capital, poniendo en peligro, no solo a los miembros de la familia real, sino al pueblo, al reino completo. Así como el hecho de haber secuestrado a Cassandra y a su doncella, y haber matado o herido a parte de la escolta de la Princesa. Entre otros delitos que le habían investigado como venta de mujeres como esclavas y otros negocios ilegales en el reino. Dejando en claro que investigarán a los clientes del Conde en estos negocios.

Con respecto al territorio del condado. La esposa e hijos del Conde Almagro, no sabian sobre lo que hacía este, así que el Rey Eduardo por recomendación del Principe heredero Brahim, según la investigación que había realizado, decidio dejarle el territorio del condado al heredero del Conde, hijo mayor de la Condesa. Cómo este apenas tenía 12 años de edad, entonces la Condesa podría manejarlo hasta que su hijo creciera y aprendiera a manejar el territorio.

Dandole oportunidad a su descendencia de demostrar que ellos no son como el Conde Almagro, y que ahora sí serían leales a la corona.

**********

Ya ha pasado dos mes de lo sucedido con el Conde, pero aún Cassandra tiene pesadillas. Sin embargo, no son tan seguidas como al inicio, pero son preocupantes.

Una noche el Principe no pudo llegar a dormir a su palacio, ya que debía verificar una situación en un pueblo a un día de distancia de la capital, por lo que tuvo que regresar al día siguiente al palacio. Encontrándose con que en sus aposentos había ocurrido un incendio.

No era grave. Solo fueron las cortinas y algunos muebles, pero temió que a Cassandra le hubiera ocurrido algo. Pero no, Sara se había acercado a la habitación de sus altezas para estar al pendiente de su señorita, y al darse cuenta de lo que sucedia, logro despertar a Cassandra, y está apago las llamas rápidamente con su magia.

Eso quería decir, que se estaban saliendo de control las pesadillas de la Princesa.

Brahim entro a sus aposentos y la encontró sentada en el balcón. Se sentó frente a ella. La miro. Vio una mirada triste en Cassandra.

- Qué sucede, Princesa? Por qué no quieres contarme lo que sucedió? Te puedo ayudar o buscar ayuda si es necesario. - le dijo Brahim temiendo que hubiera sucedido algo más durante el ataque que él no supiera. Hasta donde sabía, un sanador mágico había revisado a la Princesa y la había encontrado bien. Solo estaba débil por el uso de su magia y asustada, aún cuando trataba de estar tranquila.

- No sucede nada. Estoy bien. Las pesadillas desaparecerán. Estoy segura. ,- explico en voz baja. -

- Casi quemas nuestra habitación, Cassandra. - le dijo mirandola con seriedad. - Cuéntame que sucedió. O no sabré como ayudarte. Sabes que no siempre estaré aquí a tu lado, cómo sucedió anoche. Por favor, dime. - le suplico tomando sus manos, y mirando sus ojos.

Cassandra no le veía sentido a contar lo que pasó, ya que en realidad no fue nada. Pero el tenía razón, la próxima vez, podría no tener suerte y hacerse daño por accidente.

Ella suspiro. Bajo la cabeza y comenzó a contarle lo sucedido cuando despertó y vio al Conde sobre ella.

- Te aseguro que no logro nada. Pero me asusté mucho, logré reaccionar y apartarlo de mi. - dijo mientras recordaba lo sucedido y un estremecimiento recorría su cuerpo.

- Cuando lo capturaron, soñaba que escapaba y me encontraba en la habitación e intentaba lograr su objetivo, tomandome. - continuo mientras se levantaba y caminaba hasta el balcón y miraba el horizonte.

- Luego lo ejecutaron y las pesadillas se fueron alejando, pero a veces tengo una, y es peor. - dijo cerrando los ojos y abrazándose. - Ahora lo veo como un muerto viviente venir hacia mi, y yo lo quemo con mi magia, pero no es suficiente. Así que lo intento de nuevo, una y otra vez, hasta que tu voz me saca de la pesadilla. - explica mientras abre los ojos y lo mira acercandose a el, quedando muy cerca.

- Anoche no estabas para sacarme de esa pesadilla. - dijo Casandra mientras se le quebraba la voz. Brahim la atrajo hacia sí, y la abrazo y ella correspondió el abrazo.

- Te ayudaré a olvidar esas pesadillas, y estaré a tu lado para ayudarte. - le respondió Brahim, mientras la abrazaba y besaba su frente.

Así Brahim estuvo a su lado, ayudándola a olvidar sus pesadillas. El primer paso ya lo había dado, contarle al Principe, sobre lo ocurrido. Ahora Cassandra, se dejaría ayudar.

**********

Se acerca el cumpleaños número 17 de la Princesa Cassandra. El Principe Heredero Brahim junto a su madre la Reina Isabella y a la señora Rosa, estaban preparando una fiesta de cumpleaños.

El Principe quería que todo fuera perfecto ese día, así que el estaba participando en la planificación de la fiesta. Su madre, la Reina Isabella, estaba sorprendida que su hijo estuviera pendiente de la fiesta de su esposa, la Princesa.

Mientras tanto, los ministros en la corte, seguían sin querer aprobar la ley de protección a la mujer. Esos nobles perderían mucho si se aprobaba.

De un momento a otro, un Márquez dijo,

- Alteza, tenga en cuenta que aún no le da un heredero al reino. No podemos aprobar esa ley. Al menos aún no. - dijo el hombre. Sin embargo, podemos llegar a un acuerdo. - y procedió a explicarle lo que había acordado el consejo.

- Acepte a una concubina. Tenemos a una perfecta. Y cuando está, este en cinta entonces aprobaremos la ley. - dijo sonriente el Márquez.

- Claro, que la escogida es mayor de edad. No habrá problemas cuando se apruebe la ley. Así mismo, la joven tiene magia de fuego. Así que tendrá un descendiente fuerte y poderoso, si llega a funcionar la mezcla. - le explicó un Barón, sonriendo.

El Principe estaba indignado. No entendía porque debía dar un heredero cuando aún no era Rey. Miro a su padre, y este no dijo nada. Y para no entrar en discusión, el Principe dijo que lo pensaría.

**********

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Comments

Irene Salas

Irene Salas

Si pasa eso el duque papá de Cassandra se va a desquitar con la mamá de ella y no va poder evitarlo, pero como fue víctima de un atentado se atrasó su consumación del matrimonio 🤔

2025-03-21

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