Capitulo XI. Rescate.

El principe fue informado que la Princesa Cassandra salió con su doncella en un carruaje al pueblo cercano, era escoltada por cuatro caballeros, pero que aún no regresaba al palacio. Y ya estaba oscureciendo.

Ya habían enviado un grupo a revisar el camino y esperaban informes. El Príncipe apretaba sus manos en puño, y su rostro se torno lleno de ira.

Alteza, llegaron los caballeros encargados de revisar el camino por donde paso la Princesa en su carruaje - le aviso José.

Haganlos pasar, rápido. - ordeno un Brahim furioso por lo que estaba sucediendo.

Alteza - haciendo una reverencia - solo encontramos el carruaje, y el cuerpo del cochero. Se ve que hubo una batalla. Hay dos cuerpos quemados, suponemos que son dos bandidos. -

Y la Princesa Cassandra y su doncella? Y los caballeros que la escoltaban? -

No lo sabemos. Aún seguimos buscando, su Alteza. - concluyó el caballero haciendo una reverencia.

Llamen al General Alexander - ordeno molesto Brahim.

Se levantó, salió de su despacho, y se dirigió al despacho de su padre, el Rey Eduardo, seguido de cerca por su asistente, José.

Sin dejar que lo anunciarán, entro seguido del asistente de su padre, quien se disculpo por la intromisión. El Rey le hizo señas que estaba bien. Ya se había enterado de lo que había sucedido. Las puertas se cerraron dejando al Príncipe y al Rey, solos.

Padre, debes ayudarme a encontrar a la Princesa Cassandra. La secuestraron hoy a mediodía. -

El Rey lo observo, tranquilamente.

Estás seguro, que fue raptada? No será más bien que volvió a su casa porque no quiere estar contigo? -

Padre, no. Ella y yo nos llevamos bien. Algo paso. Por favor, ayúdeme a encontrarla. -

El Rey lo observo.

Ya enviaste a tu gente a buscar y no encontraron nada. Por qué crees que enviando a la mía será diferente? -

Brahim no podía creer lo que su padre estaba diciendo.

Tienes más recursos, por qué eres el Rey. Por eso te lo pido. -

Está bien. Los tienes pero solo un día. Y antes de usarlos, revisa que la Princesa Cassandra no esté en el ducado de su padre. Recuerda que allí está su madre. Y probablemente la esté visitando. Y tú haciendo una tormenta en un vaso de agua. -

El Principe miró a su padre. En algún momento penso ser igual a él, pero a veces se decepcionaba de algunas de sus decisiones.

Gracias, su Majestad. - El Príncipe Brahim hizo una reverencia y se retiró.

Afuera lo esperaba el General Alexander. Este lo siguió al salir.

Saludos a su Alteza Príncipe Brahim. -

Dejemos eso para después General. - llegaron al despacho del Principe. - Sabe algo de la Princesa Cassandra? - dijo un Brahim muy molesto.

El general lo miró intrigado.

Hasta donde sé, está con usted en su palacio. Mi hija hablo conmigo hace una semana, y de allí no la he visto y no he tenido comunicación con ella. -

El Principe miró al General. No confiaba en el. Desde que supo cómo trataba a la Duquesa y a Cassandra, ha desconfiado de él. Hasta le han llegado informes de que los negocios que tiene no son del todo legales, pero se ha cuidado bien de no dejar evidencias.

A la Princesa la secuestraron a mediodía. Hablé con mi padre, y ha dado su permiso para movilizar las tropas para buscarla. Entonces, le pido que movilice a su escuadrón y busquen por todo el territorio cercano al palacio, y vayan extendiendo el perímetro, revisando toda vivienda y poblado hasta encontrarla. - le explico un muy furioso Brahim.

Alteza, debo confirmar esto con el Rey... -

Es su hija, General. Hay necesidad de confirmar está orden? - replicó el Principe Brahim casi en un grito.

El general hizo una reverencia. No podía molestar al Príncipe. No le convenía.

Disculpe, Alteza. En seguida, comenzamos la búsqueda. - Y salió del despacho. Primero debía hablar con él Rey Eduardo.

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Mientras tanto, el principe Brahim había enviado a su gente a buscar a la princesa Cassandra. Lo de solicitar ayuda a su padre, solo fue como un refuerzo en caso de necesitarlo.

El llegó a dónde habían encontrado el carruaje, y vio a los dos hombres carbonizados. "Debió ser Cassandra que lo hizo. Pero por qué no se defendió del resto?" pensó Brahim. La único que se le ocurría era que la habían dormido. Era la única manera de que se la hubieran llevado. Y a Sara por qué se la llevarían? Y donde están los cuerpos de los caballeros, si fue que murieron mientras defendían el carruaje? Habían muchas interrogantes sobre lo que había sucedido.

Decidió avanzar a dónde estaba su escuadrón buscando. De repente, sintió un dolor de cabeza intenso como una aguja. Los caballeros alrededor de el al ver que caía de rodillas se acercaron.

Su Alteza. Que le sucede? - pregunto Gabriel, era el lider de uno de los escuadrones a su cargo, mientras lo ayudaban a levantarse del suelo.

No es nada. Vamos. Síganme rápido. - les ordenó al grupo que estaban con el.

El Principe sintió como si alguien hablara en su cabeza. Le indicaban un lugar a dónde ir. Pero la persona que hablaba sufría, y el estaba sintiendo ese sufrimiento. Era como si estuviera conectado a esa persona. Y seguía sintiendo el dolor pero ahora era leve, soportable.

Siguió cabalgando a todo lo que daba su caballo. Y el escuadrón detrás de el. Y fué cuando a la distancia vieron una explosión.

Rápido. La Princesa está en peligro. - grito Brahim mientras hacia que el caballo corriera más y más. Así como el resto de los caballeros que lo seguían.

Llegaron a una mansión, que ahora estaba en llamas. Había algunos cuerpos de bandidos alrededor. Así como algunos caballeros heridos. Pero Brahim observo que no eran caballeros de la zona. Por el escudo que llevaban en sus uniformes.

Se bajó del caballo adentrándose en la mansión en llamas, haciendo caso omiso a los gritos de advertencia de sus caballeros.

Comenzó a llamar a Cassandra. Y no supo por qué, pero bajo al sótano. Ahí con la luz de las vio a una mujer amarrada en una esquina acostada en una cama. parecía inconsciente. Pero no era Cassandra, era Sara, la doncella de la princesa. El la cargo y al subir un caballero lo llamaba. El principe le entrego a Sara, y seguidamente subió las escaleras. Entro en varios cuartos, sintiendo que las llamas estaban intensas pero estáticas, como si le permitieran avanzar en su búsqueda. Y al entrar en el último cuarto del pasillo, estaba Cassandra. Despierta, pero contenida por un campo de fuerza mágico. Aún así, tuve la suficiente fuerza para incendiar la mansión. Y también controlaba que el fuego nos avanzará rápido, ya que sabía que Brahim estaba buscandola dentro de la casa. Ella había puesto esos pensamientos en la mente del Principe, para que pudiera encontrarla más rápido.

Ahora tenían que romper la barrera que la atrapaba. Si matarán a la persona que puso la barrera, Cassandra podría salir del lugar.

Cassandra!!!! - llamo Brahim mirándola mientras intentaba sacarla de la barrera.

Busca al Conde Almagro. Hierelo o matalo para poder desactivar esta barrera. El me tiene encerrada dentro de esta barrera mágica. Rápido. No puedo contener más tiempo las llamas. - le pidió la Princesa tratando de sonar tranquila.

El Principe asintió y salió buscando al conde en cada habitación de la mansión lo más rápido que podía. Mientras los caballeros hacían lo mismo, ahora que sabían que las llamas las controlaba la Princesa.

Entonces, el Principe se Comenzó a desesperar y preguntó quién tenía la suficiente magia para romper una barrera mágica. Cassandra aún practicaba con su magia. Tal vez por eso no podía hacerlo por su cuenta. El no tenía suficiente magia para hacerlo. Sir Gabriel paso adelante para intentarlo, y luego de varios intentos dónde en el último, tanto Gabriel, con el Principe Brahim y la Princesa Cassandra unieron sus magias y quebraron la barrera mágica, lo que provocó una pequeña explosión. Brahim atrapó a Cassandra. Y entonces ambos rápidamente se levantaron, y Cassandra levantando las manos y haciendo un movimiento apagó las llamas de la mansión por completo.

La Princesa suspiro de alivio. Dentro de la barrera no podía apagar las llamas Pero si controlarlas. Ella no sabía eso, sino no hubiera incendiado la mansión. Pero todo salió bien.

Ella miró a Brahim y le sonrió. Para luego desmayarse. La magia que uso acabo con sus energías. El Principe cargo a la princesa y salió con ella de la mansión. Seguido de sir Gabriel.

Busquen al Conde Almagro. Debe estar cerca. Y revisen todo. Toda persona que esté viva dentro de los límites de esta mansión debe está en los calabozos del palacio. Mañana serán interrogados. -

Los caballeros y si escuadrón comenzaron a revisar acatando las órdenes del Principe heredero.

Al final no fue necesaria la ayuda del ejército del Rey.

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