Capitulo V. La historia del Duque Alexander y la Duquesa Rebecca.

Narrador:

Hace bastante tiempo, cuando el Duque Alexander era muy joven. el padre de este, el Duque Donovan Hedfort, cumplia misiones para proteger las fronteras del reino Rubi, bajo los servicios de su majestad, el Rey Kyran, abuelo del Principe Brahim. Aun este Rey gobernaba, y su hijo el Principe Eduardo se encontraba en el extranjero estudiando. Pero en pocos meses volveria a tomar el trono, debido a un atentado sufrido por su padre, y que adelantaria su ascenso como Rey.

Mientras tanto, el Duque Donovan, sabia que la familia real estaba en la busqueda de alguien con magia de fuego para realizar un matrimonio político con el Principe Eduardo. O un matrimonio obligado, si era necesario. Él mismo fue encomendado a buscar a alguna mujer con esas caracteristicas. La orden habia sido que no importaba si era de la plebe o de cualquier reino enemigo, si la chica no estaba dispuesta a cooperar, deberia ser traida a la fuerza. Aun cuando eso significara una guerra gratuita con un reino enemigo o amigo.

A pesar de haber buscado en varios reinos amigos, no se encontraba una joven que cumpliera con los requisitos que el Rey exigia para ser la futura Princesa heredera, futura esposa de su hijo. Hasta que en un Reino enemigo, el Duque Donovan, encontro a una joven quinceañera, que poseia magia de fuego muy poderosa. Era la Princesa de ese Reino, el Reino Fireland.

Inicialmente intento negociar para que dieran a la chica como prometida del principe a cambio de un tratado de paz, y un paso a través de ciertas partes del reino rubí, para comercializar de forma segura. Pero el Rey de Fireland se negó. Así que, el Duque Donovan trazo un plan para secuestrar a la princesa Rebecca. Sin embargo, esto no fue necesario, ya que la Princesa Rebecca se enamoro perdidamente del joven Duque Alexander, el cual acompañaba a su padre en ese momento como parte de su entrenamiento. El Duque Donovan uso eso para llevarse a la chica. Ella lo siguió por voluntad propia, pensando que se casaría con Alexander. Pero fue desheredada por sus padres debido a eso.

Al llegar al Reino Rubí cuál fue la sorpresa del Duque Donovan, que el Principe Eduardo llevo una chica de otro reino, un reino amigo, y la presento a sus padres como su prometida. Les pidió a los reyes que lo dejarán casarse con ella. Isabella aunque tenía magia de agua, tenía un rango bajo entre la nobleza de su reino. Su padre era apenas un Marqués. Pero era muy respetado.Y los miembros de su familia tenían magia del elemento agua muy poderosa. Así que el principe Eduardo pensó que lo dejarían casarse con ella.

Inicialmente el Rey Kyran le negó el permiso para casarse, y le dijo a su hijo que podía tenerla pero como concubina. Eduardo no lo acepto. Isabella sería su esposa, su Reina. Y afirmó que no tendría ninguna concubina luego de casarse con la ella.

Mientras tanto, el Duque Donovan tenía a la Princesa Rebecca, en su casa, bajo el engaño de que pronto irían al palacio para pedir el permiso para que se casara con su hijo, el joven duque Alexander. Rebecca estaba muy emocionada por eso. Estaba muy enamorada de Alexander, y quería casarse con él.

Fue entonces cuando Alexander se dió cuenta de que se había enamorado de Rebecca. Y que no podría dejarla ir de su lado. Así que en vista que no habían podido obligar a Eduardo a que aceptará a Rebecca como primera esposa, entonces el Duque Donovan decidió casarla con su hijo Alexander. Para mantener la magia de fuego en su familia y tener en sus manos una herramienta con la cual obtener más poder, ya fuera de la familia real, o de otras maneras.

Lamentablemente, el matrimonio no se dió en ese momento. Alexander se había metido con una joven, hija de otro ducado. Y se dieron cuenta que estaba embarazada. Está chica era la primera Duquesa, de nombre Ana. Alexander fue obligado a casarse con Ana. Rebecca fue enviada de vuelta a su Reino. Con la mala suerte de que no fue bien recibida. Y fue entonces cuando se fue a la pequeña cabaña dentro de los límites del Reino Rubí. Pensando estar un poco cerca de su amado.

Pasaron los años, Alexander no busco más a Rebecca. Por su desempeño en batalla, fue nombrado general del ejército Real. Y tomo el puesto de Duque, en lugar de su padre, fallecido en la guerra. Así mismo, Eduardo e Isabella ascendieron al trono. Y tenían un hijo, Brahim, que sería el futuro principe heredero. E igual que su padre, el Rey Kyran, Eduardo estaban en la búsqueda de una joven con magia de fuego, para casarla con su pequeño hijo llegado el momento. Y así traer la magia de nuevo a la familia real.

El ahora Duque Alexander sabía eso. lamentaba no haber podido casarse con Rebecca en su momento. Pero ahora que había reflexionado que su padre tenía razón en los planes que tenía de obtener más poder a través de un matrimonio de ese tipo. Fue en busca de Rebecca a su Reino. Sin saber que encontraría. La tomaría como concubina. No lo hizo en aquel momento porque ni su padre, no el duque, padre de Ana, lo dejaron. Su plan era tener con ella, Rebecca, una hija, que tuviera magia de fuego, para casarla con él principe. Estaba seguro que el Rey Eduardo, siendo su amigo de infancia, aceptaría firmar un compromiso matrimonial para que sus hijos se casarán, con él.

Su hijo mayor Ciro, no tenía magia alguna, aún cuando era su orgullo. El se haría cargo del Ducado Heddfort llegado el momento.

Al buscar a Rebecca, no la encontró. Paso algún tiempo antes de saber que siempre estuvo cerca del palacio del ducado. En la zona fronteriza con el Reino Fireland.

Está vez, le dijo que la seguía queriendo, cosa que no era mentira. Pero como tenía esposa, ella sería la primera y unica concubina. Que aceptará casarse con él bajo esos términos.

Ana estaba embarazada en ese momento. Y era un embarazo bastante avanzado y con muchas complicaciones. Al enterarse de lo que se proponía su esposo, se desespero. Sabía que él no la quería, pero pensó que le tenía el suficiente cariño para solo tenerla a ella en su vida. Y si eso no fuera poco, ella no había dado su permiso, cómo dice la ley, para que él tuviera concubinas.

Ana le reclamo a su esposo. Y fue tanto su disgusto e indignación, y la forma tan ruda como Alexander le hablo y la trato, que se le adelanto el parto. Y lamentablemente, tanto la bebé como su madre, murieron producto de complicaciones.

A Alexander no le dolió la perdida de su primera esposa. Más bien, ahora tenía el camino libre para casarse con Rebecca y que la hija que tuviera con ella, fuera hija legítima, de esa manera tenía mayor probabilidad de ser aceptada como prometida del principe, por el Rey.

Para ese entonces, el principe Brahim tenía ocho años.

El Duque Alexander se casó con la princesa Rebecca, de nuevo bajo engaños. Aún cuando si la quería, ella era un medio para conseguir un fin. Rebecca aún amaba a Alexander, y aún cuando tardo un poco, lo acepto pensando que él era sincero. Antes había aceptado ser su concubina. Ahora lo aceptaba mucho más.

Dos meses después de Alexander casarse con Rebecca y consumar el matrimonio, la joven Duquesa, lo escucho hablar con su asistente sobre su plan.

Consistía en tener una hija con poder de fuego. Para eso se había casado con Rebecca. No quería varones, ya que el tenía un heredero de su Duquesa anterior. Comprometería a la niña con el futuro principe heredero, hijo del Rey Eduardo y la Reina Isabella. Así tendría mayor poder, y más libertad para realizar sus negocios. Se volvería intocable.

Rebecca se impacto con el plan de su esposo, "entonces quería decir que no la amaba?" pensó ella. "Era tan cruel para llevarla con engaños a un matrimonio solo para concebir una hija con magia? Y si no podía darle una niña? Si nacia un niño?" volvió a pensar Rebecca con angustia. Así que pensó irse del ducado. Por su bien y el de su futuro hijo o hija.

Cuando quiso irse del ducado y volver al Reino de su familia, ya veria como saldria adelante, Alexander se dió cuenta, logro retenerla, y le mando a poner un hechizo para que estuviera atada a él, y tuviera que cumplir sus órdenes cómo una esclava. Así cumpliría con su deber para con él, aún cuando no quisiera.

Cuando Rebecca se enteró de los planes de su esposo, sospechaba estar embarazada. Pero no era así. Con el hechizo, ya no podía tomar el té anticonceptivo por más que quisiera, ya que él Duque se lo había prohibido, y se veía forzada a tener relaciones con Alexander aún cuando no quería.

Solo daba gracias de que él nunca fue rudo con ella. Siempre la trato con cariño en esos momentos de intimidad. Y eso hizo que Rebecca aceptará su destino. Hasta que un día se descubrió que estaba embarazada.

Al principio lloro, lloro mucho. Luego solo rezaba para que su bebé fuera niña. No sabía que haría el Duque si nacia un varón.

Afortunadamente, o tal vez no, nació una niña de piel almendrada, ojos grises, y cabello oscuro y rizado. Con sus cachetes muy rellenitos, a la cual su madre llamo Cassandra. Cuando el Duque se enteró del nacimiento y de que la Duquesa le había puesto nombre sin su permiso, fue un escándalo en palacio.

Sin embargo, tuvo que aceptarlo porque para ese momento el estaba solucionando unos problemas en las fronteras del reino. Pero ahí fue el primer ultimátum que le dió a la Duquesa. Si algo llegará a pasarle a la niña, ella tendría toda la culpa, y recibiría un castigo.

Al año de haber nacido Cassandra, el Duque Alexander busco una persona para que la examinará y determinara si la niña tenía magia. Amenazo a su esposa, que si no tenía magia, tendrían que irse del ducado, y ellos volverían a intentar tener una hija con magia de fuego.

Sin embargo, no fue necesario. La niña demostró tener magia de fuego. Cosa que le fue ocultado a todo el mundo, y que el Duque usó para comprometer a su hija recién nacida con el principe Brahim.

Desde ese momento, el Duque se alejo un poco de la cama de su esposa. Le permitió tomar los tés anticonceptivos, ya que no quería más hijos. Y mantuvo estrecha vigilancia bajo todo el ducado. Tanto su hija, como su esposa, eran dos elementos valiosos para su futuro en el Reino. Y debía protegerlas a toda costa.

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