André la sujetaba de una mano mientras subían por las escaleras para llegar a su habitación, ella no dejaba de mirar su ancha espalda, sentía que su cara estaba demasiado sonrojada ante la situación con su esposo.
—¡Llegamos! —dijo con calma.
— Sí.
— Entremos, te darás un baño tú primero mientras reviso algunas cosas.
— si, esposo.
— Dime, André, basta de esposo. Las personas pensarán que no te considero una igual.
— Eso sería una mentira — dijo casi gritando.
— Está bien. Adelántate mientras iré a ver a mis caballeros.
Dalia se despojó de su capa y del resto de su vestido. Este era tan sencillo que podía quitárselo por sí misma; el baño estaba a su gusto. Se metió en la tina llena de agua tibia; los productos que usaba estaban cerca de una pequeña mesita a su alcance. Se lavó cada parte de su cuerpo, incluido su larga cabellera.
Seco su cuerpo y al salir casi se resbala al ver a su esposo quitándose sus pantalones.
André corrió hacia ella para evitar que cayera.
— Debes tener más cuidado, el piso sigue mojado.
— Es que verte me asusto.
— Lo siento, a veces olvido que estoy casado. ¿Estás bien?
— Sí, puedes soltarme, debo secarme el cabello o tendré un resfriado.
— ¿Puedo ayudarte con eso?
— ¿Estás seguro?
— Por supuesto, es un deber como esposo.
Él la hizo sentar a la orilla de la cama y tomó la larga tela para secarle el cabello, fue delicado, se tomó el tiempo. Dalia seguía recitando en su cabeza aquel poema que le regaló su tío abuelo; estaba tan nerviosa a pesar de no ser la primera vez que la veía casi desnuda.
— ¡Termine!
— Muchas gracias— susurro.
— Es mi turno, puedes dormir primero, la cama es bien amplia, por la mañana iremos a conocer los alrededores.
— Eso me encantaría. Este lugar es una joya creada por mi abuela.
— Por eso pensé que te gustaría mucho venir aquí. Lady Sara trajo tu ropa, está en la silla.
— Muchas gracias.
Revisó las prendas y casi grita al ver las batas de dormir, eran de una tela tan transparente que fácilmente podría ver a través de ellas. Ninguna cubría lo suficiente.
—voy a matarte por la mañana, Sara. No tengo de otra.
Se puso una de las batas que descubría sus hombros, además de ser transparente a pesar del bordado. Rápidamente, se metió bajo las sábanas para evitar que su esposo la viera con esa prenda tan vulgar.
Intento conciliar el sueño, pero los nervios la tenían alerta. Pasaría tres días al lado de su esposo. Se arropó de pies a cabeza cuando escuchó sus pasos. Él, en cambio, miraba el bulto esperando que esa pequeña cara se asomara y viera su virilidad. Tenía tantas ganas de descargar su energía, pues su nuevo estatus como emperador le había limitado las visitas de sus damas de cama. Así que ahora debía saciarse con su inexperta esposa y de paso cumplir con el deseo de su madre.
Con actitud descarada, movió las sabanas, se acostó a su lado completamente desnudo, se acercó a Dalia y la abrazó bajo las sabanas que la cubrían, haciendo que esta temblara como animal en peligro.
— ¿Tienes frío?— le susurró.
Ella no respondió, solo trató de que él la soltará.
— No hagas eso, te lastimarás, Dalia. Muéstrame tu cara, sé que estás despierta.
— Esposo, es muy tarde. Eso solo lo debemos hacer en nuestro hogar.
— Ja, ja, ja, ¿quién te contó esa mentira?
— Lo leí.
— Date vuelta, esposa. Es tiempo de crear un heredero, así que déjame poseerte.
Como si fuera una orden, Dalia se giró y su rostro palideció al ver que él estaba como los dioses lo trajeron al mundo. Él quitó las sabanas viendo la prenda transparente que cubría las curvas de su emperatriz. Cómo un animal en celo se abalanzó sobre ella besando y tocando cada parte de su cuerpo, Dalia ya no pensaba, su cuerpo tenía vida propia y su mente estaba embriagada del deseo.
Su esposo la devoró hasta que ella perdió el conocimiento. André se encargó de limpiar el sudor de su cuerpo y la sostuvo entre sus brazos para poder dormir el resto de la madrugada.
— Creo que me pasé un poco — dijo en voz baja.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 81 Episodes
Comments
Yulienb🌹
ay por favor ésa gente si tenía tabúes con las relaciones íntimas de la pareja, pobres mujeres les metían tantas mentiras que no les permitía disfrutar del sexo
2025-02-03
1
Rocio Raymundo
le dió como cajón
2025-01-12
0
Vicky Ortega
q bruto
2024-11-11
0