7. Daoming

Otra semana de clases comenzaba, lo que significaba más largas horas fingiendo entusiasmo mientras por dentro luchaba contra la depresión. Pensé que cuando llegara a la universidad podría olvidar fácilmente a Jian, mi primer amor. Pero el dolor persistía, opacando cada momento.

Cuando conocí a mi primo Yu, por un momento creí haber encontrado al fin una distracción de mi pena. Era tan guapo y carismático. Por primera vez en mucho tiempo, mi corazón se aceleró en presencia de alguien. Pero el cruel destino lo había puesto fuera de mi alcance, al ser de mi propia familia.

Así que busqué consuelo en aventuras ocasionales con compañeros y desconocidos, intentando llenar el vacío afectivo que había quedado desde mi rompimiento. Pero los besos y caricias furtivas no lograban borrar el recuerdo de Jian.

Mientras caminaba por el campus, rostros y nombres se difuminaban en mi mente. Al final, todos eran sustitutos inferiores de la única persona que en verdad deseaba.

Suspiré con melancolía, dirigiéndome a clases. Otra semana de aparentar alegría comenzaba, cuando por dentro lo único que ansiaba era noche tras noche llorar en silencio.

Pensé que podría divertirme esa tarde, Chen, con quien había tenido algunos encuentros casuales, me informó que no podríamos vernos esa tarde debido a sus actividades en el club de atletismo.

—¿Crees que pueda unirme yo también al club?— le pregunté impulsivamente.

Chen se escuchó sorprendido por mi sugerencia, pero respondió: —Claro, mientras llegues a tiempo para el reclutamiento de nuevos miembros hoy.

Quizás esa fuera la distracción que necesitaba de la monotonía de las clases y las aventuras sin sentido. Algo para ocupar mi mente y cuerpo, un nuevo reto.

—Suena bien, ahí estaré sin falta.— Le confirmé con renovado ánimo.

—Excelente. Te veo en la cancha luego.

Cortamos la llamada y me quedé pensativo. Mantenerme ocupado era mejor que consumirme en la miseria.

Mientras me apresuraba hacia la cancha de atletismo, recibí un mensaje de Yu preguntándome si quería que me pasara a buscar para irnos juntos a casa. Le respondí rápidamente que hoy probaría para entrar al equipo de atletismo.

Llegué sin aliento, aún con mis pantalones de mezclilla y la camisa empapada en sudor. Los aspirantes nuevos ya estaban allí, estirando y haciendo ejercicios de calentamiento.

Chen se acercó y me urgió:

—¡Rápido, ve a los vestidores a ponerte ropa deportiva, en cualquier momento comenzaremos a correr!

—Pero... no tengo un uniforme apropiado,— repliqué incómodo.

En eso, uno de los chicos mayores se me acercó y me lanzó un conjunto deportivo.

—Pruébate esto, debe quedarte para la prueba.

Le agradecí avergonzado y me apresuré a cambiarme, lleno de determinación. Estaba sucio y agotado, pero me negaba a rendirme ahora que había llegado hasta aquí.

Me observé en el espejo con las prendas prestadas. El pantalón corto dejaba mis piernas al descubierto. Me sentí extrañamente vulnerable, pero también emocionado por la libertad de movimiento.

Cuando el entrenador llegó, rápidamente nos dispuso en fila y dio la orden de comenzar a correr. Encendió su cronómetro y nos observó, calculador mientras completábamos vueltas alrededor de la cancha.

Corrí como si estuviera de vuelta en los campos de mi pueblo natal, con el viento acariciando mi piel. Por un momento me olvidé de todo y me dediqué solo a sentir el bombeo de mi corazón y el ritmo de mis pasos sobre la pista.

Mis pulmones ardían y las piernas comenzaban a fallarme, pero seguí adelante con obstinación. Los demás aspirantes iban cayendo uno a uno, incapaces de mantener el paso. Pero yo estaba decidido a resistir hasta el final.

Cuando el entrenador dio por terminada la prueba, me detuve jadeando pero sonriendo triunfal. Lo había logrado, superando mis expectativas. Chen me levantó el pulgar en señal de aprobación. Sentí que por fin había encontrado un lugar al cual pertenecer.

Chen se me acercó, colocó su mano sobre mi hombro, y me dijo entusiasmado:

—Vaya Daoming, sí que eres bueno corriendo. Superaste a casi todos los nuevos.

—Gracias,— respondí jadeando aún pero satisfecho. Los demás aspirantes estaban tirados en el suelo o vomitando, mientras que yo me mantenía en pie.

En eso, divisé a Yu en las gradas platicando muy de cerca con otro chico. Sentí una punzada de celos ante esa visión, aunque no estaba seguro por qué. Yu no era nada mío después de todo.

Cuando nuestras miradas se cruzaron, instintivamente aparté el brazo de Chen que descansaba sobre mis hombros. No quería que Yu pensara que había algo entre nosotros. Aunque técnicamente sí habíamos tenido encuentros ocasionales.

Chen me miró confundido por mi arrebato, pero no dijo nada. Yo mantuve los ojos fijos en el suelo, esperando que Yu no hubiera notado mi incomodidad. No entendía por qué de repente me importaba tanto ocultar mis aventuras de él, como si le debiera alguna explicación.

Pero los crecientes celos en mi interior me indicaban que mis sentimientos hacia mi primo iban más allá de nuestro parentesco. Debía tener cuidado para no cometer una locura que arruinara nuestra relación para siempre.

—Oye, ya que estamos libres, ¿qué tal si vamos a algún sitio privado a divertirnos y descargar toda esta adrenalina?— Insistió Chen en mi oido, a pesar de mi renuencia.

Negué con la cabeza, buscando una excusa. —Lo siento, tengo que devolverle el uniforme a su dueño y ya me comprometí a volver temprano a casa.

Chen se encogió de hombros, claramente decepcionado. —Está bien, será en otra ocasión.

El entrenador nos reunió una vez más para informarnos:

—Las prácticas del equipo son los martes y jueves por la tarde. Bienvenidos los nuevos integrantes, los veo la semana que viene.

Me despedí de Chen educadamente y fui a cambiarme. La carrera había sido una experiencia liberadora, pero sentía que debía poner límites a lo que sea que tuviera con Chen. Debía de pensar que lo había seguido al club por una relación que no existía.

Con una mirada furtiva hacia donde Yu platicaba, me dirigí a los vestidores. Estos crecientes sentimientos prohibidos amenazaban con descontrolarse. Pero debía mantenerlos en secreto, o arriesgarme a destruir mi relación con alguien que convivía todos los días.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***