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Tan pronto como salió por la puerta del hospital el viento golpeó su rostro, y Matt sonrió con satisfacción. Era la mañana del martes, y sentía que por fin volvía a la vida después de la catástrofe.
—Vamos a casa —dijo Miriam, dándole un par de palmadas en el hombro.
El chico asintió y caminaron hacia el auto. Sin embargo, el previo optimismo disminuyó en un segundo, cuando a la mente de Matt vinieron sus planes para el domingo pasado…sobre Nora, y Kaleb.
No es que antes no hubiera recordado el tema, pero con el celo no había tenido tiempo para lamentarse por ello.
“Kaleb y Oriel… ¿ya se conocieron?”, no pudo evitar preguntarse.
Miró de reojo a su madre, y consideró si era prudente preguntarle si la tía Nora y su esposo seguían con vida.
“No luciría tan sonriente si algo le hubiera pasado a su amiga de la infancia… ¿cierto?”, se cuestionó.
Afortunadamente, antes de llegar al auto se encontraron con el villano. Al omega no le entusiasmaba verlo apenas salía del hospital, pero considerando la situación general no parecía una mala coincidencia.
—¡Daryl! —saludó su madre con una enorme sonrisa mientras lo abrazaba. Matt, a un lado, observó con cuidado el rostro del alfa, pero no descubrió ningún signo de pérdida. Hasta donde llegaban sus dotes de detective, pudo deducir que ninguna persona había muerto en los últimos días.
—Tía Miriam —replicó Daryl, devolviendo el abrazo.
Nadie podría adivinar que su aura encantadora resultaba ser falsa, aunque el omega lo sabía. Se trataba de alguna especie de sabiduría cósmica —tal vez—, pero estaba seguro de que para el villano nadie era relevante, salvo sus padres y Oriel. Por lo que la sonrisa que le estaba devolviendo a su madre no podía ser más falsa, y el abrazo más insulso.
—¿Qué haces aquí? ¿Estás enfermo? —preguntó Miriam preocupándose de inmediato, y ajena a los lamentables pensamientos de su hijo.
—Para nada tía, mi madre me pidió recoger unas cosas cerca de aquí. Y, también recordé que Matt sería dado de alta hoy, por lo que vine a saludar.
Daryl lucía igual a un caballero perfecto, solo le faltaba el corcel blanco para mejorar la escena, pero el omega tan solo sintió un escalofrío desagradable recorrer su columna al escuchar esas palabras. Realmente sentía que ser visto por los penetrantes ojos verdes del villano, era igual a ser asechado por una bestia peligrosa.
Aunque su madre, desde luego, fue conquistada por las mentiras, y sonrió en complicidad.
—Oh, que dulce de tu parte. Tuviste suerte, estábamos por ir a casa ahora mismo. Unos minutos más tarde, y no nos habrías encontrado.
—Supongo que es cierto —sonrió Daryl. —Por cierto, mi madre me dio un mensaje para Matt.
—¿Yo?
—Ella espera que esa cena que ya aplazamos por varias semanas, se pueda llevar a cabo durante estos días. Siempre que dispongas de un poco de tiempo, y claro, que la tía Miriam lo permita, avísame y te recogeré.
El pelinegro no esperaba que la conversación girara en esa dirección, por lo que se sintió un poco aturdido. ¡Era evidente que aquella cena ya era un tema viejo! ¿Por qué salía a relucir justo ahora?
“¿Qué está mal con este villano?”, gritó en su mente. “¿No debería estar pegado todo el tiempo a Oriel, ahora que la tía Nora no ha muerto todavía, y la farmacéutica no ocupa su tiempo?”
—Yo… —Matt estaba a punto de negarse, pero por el rabillo del ojo alcanzó a ver como el rostro de su madre se iluminaba. Ya sabía lo que estaba pensando la mujer.
No quiso darle esa desilusión luego del embrollo de los días anteriores, por lo que aún en contra de su voluntad, se obligó a sonreír. —Desde luego, le escribiré a la tía Nora cuándo sea conveniente. Procuraré que sea pronto.
“Ese pronto, sin duda, tardará mínimo un mes”, replicó en su mente.
—No hay necesidad de avisarle a mi madre, si quién te recogerá seré yo —dijo Daryl sin dejar de sonreír tampoco. —En ese caso, ¿por qué no me das tu número? —preguntó, y Matt sintió que había caído en una trampa.
Frente a su madre no podía negarse rudamente, por lo que apretó los dientes y exprimió una sonrisa ácida. Sin otra opción, dictó su número.
—Claro… es XXX-XXX-XXXX… —No tardó en escuchar el tono de llamada de su celular…y supo que ya no había vuelta atrás.
Se lamentó por dentro, y esperó que su rostro no demostrara nada. Pero en ese momento, él juró que vio a Daryl reprimir una sonrisa real.
“Usar la presencia de mi madre para manipularme así…sin duda, ya está en camino a ser un villano, aún si sus padres siguen vivos”, fue la conclusión de un indignado Matt.
Luego de eso, no quedó más que despedirse, y el omega y su madre subieron al auto.
—No sabía que se hubieran vuelto tan cercanos —dijo Miriam, mientras salía del estacionamiento. —Sabes que él puede ser un chico muy distante, y me sorprendió que recordara ese tema. ¿No lo habían aplazado varias semanas? Nora y yo estábamos resignándonos a que no estaban interesados.
—Ni yo sabía que fuéramos cercanos… —susurró con mal humor.
—¿Qué dijiste?
—Todo fue durante la fiesta del sábado —dijo, aclarando la voz. —Pero mamá…
—¿Qué sucede?
Matt vio a su madre tras el volante, y aunque no rechazó directamente a Daryl antes, eso no significaba que estuviera dispuesto a mantener dicha farsa. Se dijo que ser honesto de manera sutil con la mujer, era la mejor opción para evitarse problemas futuros, como un compromiso con el villano a sus dieciocho años.
—Yo… —empezó. Y luego se quedó en un rotundo silencio por casi veinte minutos, porque de pronto no sabía como decir esas palabras. No quería decepcionar a su madre.
Y en todo ese tiempo, Miriam no lo apresuró. Tan solo le dio una sonrisa gentil y siguió manejando.
Aunque no se dijeron palabras, Matt comprendió. No lo estaba ignorando, sino esperando a que decidiera cuando hablar.
Su corazón se sintió cálido. “Esto es lo que se siente tener una madre…”, se dijo.
—A mí no me interesa el hijo de la tía Nora —musitó poco antes de llegar a casa. —Solo acepté esa reunión porque ella estará presente. Y sé lo mucho que las emociona que sus hijos se casen…pero Daryl no me agrada en ese aspecto. —“Ni en ningún otro”, terminó en su mente.
Miriam lo escuchó y se quedó en silencio por unos cuantos segundos. Entró al garage de la casa y estacionó el auto. Al final, cuando ya no hubo más distracciones ella suspiró.
—Lo sé. Tampoco desearía que te fuerces a estar con alguien que no quieres. Además, aún eres joven para decidir con quién pasar el resto de tu vida, tienes dieciséis años. Solo es una ilusión que mantengo junto a Nora, aunque ya sospechamos que nuestras esperanzas son vanas. Max y Mabel prefieren a las chicas. Y tú…eres mi dulce bebé. ¡No quiero entregarte a nadie por ahora!
Las últimas palabras le hicieron sonrojar, y tosió para ocultar su vergüenza. —¡Mamá!
Ella rió abiertamente, y aún en la incomodidad del auto lo abrazó. —Mamá no quiere que te fuerces a estar con nadie. Siempre que te enamores, yo te apoyaré. Solo ignóranos a Nora y a mí, y no te sientas presionado para aceptar esa salida. Si te sientes incómodo, dímelo y le diré a Nora que no habrá reunión.
Matt no esperaba que las cosas fueran tan bien, y tuvo que reprimir la emoción.
—Gracias mamá… —dijo, enterrando el rostro en el hombro de la mujer.
La esencia de la vainilla lo envolvió, y él se sintió arropado y protegido. No sabía lo cómodo que podía llegar a ser el sentirse respaldado por un pariente cercano hasta ahora. Y una vez más agradeció renacer como el pequeño extra Matt.
Aunque ver al villano podía considerarse como mala suerte, él decidió quedarse con lo bueno de ese encuentro.
Ahora sabía que la tía Nora y su esposo seguían con vida por alguna razón. Y había aclarado el tema con su madre, para evitar malos entendidos en el futuro.
Sería mentira decir que no le puso ansioso el hecho de que el destino de los padres del villano fuera tan distinto del trabajo original, pero si lo pensaba con la cabeza fría era el mejor escenario para él.
Con ellos a salvo, toda la trama colapsaba por sí sola, pues los problemas de Daryl iniciaban con la ausencia de sus padres; si ellos estaban bien, entonces el villano no tendría que alejarse de Oriel, ni buscar maneras de retener la lealtad de sus padres —Miriam y Marcus— en la farmacéutica. Por lo que sus motivos para proponerle matrimonio también se anulaban.
Ante esta verdad, Matt sonrió de oreja a oreja.
“La tía Nora no ha sufrido ningún accidente…ella está bien…Todo estará bien”, pensó con optimismo. “Ya habrá tiempo para averiguar el por qué de todos estos cambios.”
*
El día siguiente vino casi como un sueño.
Matt se despertó a tiempo, el día era soleado; y él no dejó de sonreír ni cuando llegó a la escuela.
El omega se sentía ligero y libre. Era la alegría que le proporcionaba el saber que la trama había colapsado, pese a que él no había intervenido.
Aún si las miradas de sus compañeros no dejaban de seguirlo, la sonrisa en sus labios no se desvaneció.
Aunque había que decir que se sintió un poco decepcionado luego de no encontrarse con cierto alfa…sin embargo, con prudencia lanzó el tema al fondo de su mente, y se dirigió al edificio de omega.
Al entrar al salón sabía que Henry no estaría a su lado, pues el castaño seguía siendo monitoreado en el hospital. Desde luego que la mordida de Max había ayudado a su amigo, y el peor escenario no había sucedido. No obstante, los médicos querían estudiar su caso por unos cuantos días más. Así que no lo vería hasta el próximo lunes —pues las visitas estaban prohibidas—. Claro que aún podían hablar por mensaje, y sabían que el otro estaba bien, por lo que la preocupación había disminuido un poco.
Llegó hasta su lugar, y se sentó en la silla con tranquilidad. Aunque por las miradas siguiendo sus movimientos, se dio cuenta de que las noticias del fin de semana pudieron haberse diseminado en la escuela.
No le quedó más que suspirar por sí mismo, y concentrarse en lo suyo.
Al llegar la profesora de álgebra, los estudiantes guardaron silencio. El resto de la hora no hubo mención de Henry o él, por lo que dejó ir esa presión.
“Será un buen día”, concluyó. Y así continuaron las siguientes clases hasta llegar al receso.
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Madelein 😍
para mí Daryl recuerda todo y ahora lo quiere para el
2024-11-24
11
Madelein 😍
ahora no se obsesiona con Uriel sino con el
2024-11-24
3
Madelein 😍
niegate por dios habla que estrés que te quedes callado
2024-11-24
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