Capítulo 12

...

En ese momento, Matt le dio un último vistazo a Kaleb. —¿Te quedarás mucho tiempo en la fiesta? —Se atrevió a preguntar.

—¿De otra manera?

—Es así… —El omega suspiró de nuevo y comenzó a caminar hacia el pasillo. Cada paso era pesado y hacía que su pecho se sintiera oprimido. Al final, hizo lo mejor que pudo para mantener la cabeza en alto.

“Mañana buscaré a la tía Nora. Necesito procurar que esté bien…al menos, podría salvar algo si esta noche es el inicio de la trama…”

—¿Te vas? —El joven alfa preguntó desde atrás, había una urgencia de la que ninguno era consciente.

—Sí, debo buscar a Henry ahora mismo.

Con sentimientos confusos y pensamientos hechos un lío, el menor se alejó en ese pasillo. No se dio cuenta de que parecía estar huyendo de cierto albino.

Agitó la cabeza de un lado a otro para concentrarse.

“Se derrumbe la trama o no, debo evitar que Henry siga aquí.”

Caminó hasta el fondo del pasillo, y se encontró con un doble camino. Sin pensarlo demasiado eligió el de la derecha.

Con precaución y una nueva determinación, miró dentro de cada habitación del lado derecho. Para su sorpresa, solo encontró parejas…mezclándose.

Él no era un chiquillo que no sabía nada del mundo; no obstante, sus mejillas no pudieron evitar sonrojarse ante semejante panorama. Ni que decir de los gritos…era demasiado vergonzoso.

—¿Todos son tan promiscuos en la universidad? —Se preguntó con seriedad mientras se palmeaba el rostro. —¿Qué clase de fiesta es esta?

Cerró la quinta puerta, y negó con la cabeza. No había señal de Henry en ninguna.

Solo quedaba una habitación más del lado derecho.

—Bien. Si no está aquí, iré al otro lado —suspiró con nerviosismo. Por alguna razón, no tenía un buen presentimiento. Temía por la seguridad del castaño.

Fue así que luego de no ver a quién buscaba, se dirigió al ala izquierda. El proceso fue el mismo, y las escenas similares a las anteriores. Al final, solo quedaba una última habitación sin explorar en el segundo piso.

“Si no es aquí…deberé buscar a Max…”

Se acercó a la puerta, y la abrió luego de tocar suavemente.

La habitación estaba en penumbra, pero similar al resto, solo descubrió a una pareja a punto de enredarse en la cama. Salvo que en esta ocasión el olor del caramelo se estrelló en su cara, y lo hizo tambalear.

Eran las feromonas de un omega. La esencia era dulce aunque estaba demasiado concentrada.

—¡Lo lamento! —gritó y se apresuró a cerrar la puerta. Sin embargo, esta vez se vio obligado a detenerse un segundo, pues alguien llamó su nombre.

—¿Matt? —El tono de voz de esta persona era incrédulo, e incluso algo molesto. Él se sorprendió al ser reconocido, y no pudo evitar dar un segundo vistazo.

Su vista ya estaba acostumbrada a la oscuridad, por lo que no le costó enfocar la mirada. Sin embargo, al ver a una de las dos personas en la cama…su boca casi cae al suelo.

Se trataba de un alfa. Su cabello era negro; y sus ojos verdes, iguales a los de la madre. Su ropa estaba desordenada, producto de la otra persona en la cama. En resumen, era un hombre de buena apariencia, pero una parte de él no pudo evitar pensar: “Kaleb es mucho más guapo.” Había un dejo de rebeldía en esas cinco palabras.

—Daryl… —dijo con una profunda alienación que nació de la nada.

¡Era el villano! ¡El jodid0 villano! Y eso no era todo, pues dicho villano estaba encima de alguien. Y la persona debajo se quejaba débilmente.

Por suerte, ambos aún vestían toda su ropa. De otro modo, la escena habría sido más vergonzosa para él.

“Oh, por dios. ¿Hizo un movimiento contra Oriel?”, se preguntó con curiosidad. Intentó asomarse discretamente, pero la segunda persona tenía el rostro cubierto con la ropa debido a que no dejaba de moverse.

El omega sintió sus mejillas sonrojarse sutilmente por encontrarse con algo así. De todas las escenas que había imaginado, ninguna era como esta. O bueno…no involucraban a esta bandera de muerte con patas llamada Daryl.

—¿Oriel? —susurró.

—¿Qué? —El rostro del villano se deformó en una mueca de descontento. —Él tenía un compromiso, no está aquí.

—Oh… —“¿Eso significa qué no vendrá?”

Matt recordó el inicio de la novela dónde solo se mencionaba que Oriel era invitado a la fiesta por un amigo, y luego cómo veía a Kaleb y había un chispazo entre los dos. Lo que había hecho antes nunca se mencionó, por lo que seguía en el mismo lugar de ignorancia.

“Vaya…a pesar de mantener un amor no correspondido por el bottom, aún tiene la energía para enredarse con otros. Creí que mantendría una actitud puritana en este aspecto”, se dijo el omega con decepción, dejando vagar su mente un poco. “¿O tal vez sólo es un reemplazo pasajero? Tsk, ya no se puede confiar en los hombres.”

En medio de su análisis, Matt no se percató de que los ojos fríos y calculadores del alfa estaban mirando en su dirección, casi perforándolo. Pero aunque no se dio cuenta en primera instancia, su instinto básico de supervivencia sí que presintió el peligro.

Cruzó miradas con el alfa, y un escalofrío desagradable recorrió su cuerpo. Sintió que estaba frente a una bestia rabiosa.

Por un segundo, quiso desaparecer de ese lugar y jamás volver a encontrarse con él. Era como si de un segundo a otro, cada célula de su cuerpo rechazara la idea de estar en la presencia del otro.

“Tal vez es el instinto del pequeño extra”, meditó. “Temo por mi vida solo con estar a su lado.”

—¿Por qué estás aquí? —preguntó Daryl. —¿Tus padres saben lo que haces ahora?

—¿Ah? —“¿Qué sucede con esa pregunta y actitud espinosa?” 

—Mira niño, he permitido que mantengas fantasías conmigo durante algún tiempo, solo para contener a mi madre —dijo el villano con una voz pausada, mientras salía de la cama. El hombre era alto y se acercaba paso a paso a él. Cosa que puso ansioso a Matt. No quería que Daryl se le acercara. Era como si el rechazo en su cuerpo fuera instintivo.

Sin ser totalmente consciente de ello, retrocedió un paso por cada dos que avanzaba el otro.

“¿Qué sucede con este tipo para comportarse así? ¿No solía fingir ser un caballero distante en cualquier lugar que llegaba, y con todos los que trataba?”

—Pero no quiero que te confundas, y comiences a darme problemas. Por eso lo diré ahora, no me interesas —dijo, sin olvidarse de hacer hincapié en las últimas tres palabras.

—¿Ah? —El pelinegro no sabía de donde provenía la animosidad del alfa. Él no había hecho nada aún.

—No me interesas —repitió el villano. Su mirada no podía ser más desagradable, parecía sentir lástima por él.

Matt no soportó esto, y la indignación colmó cada parte de su alma. Alzó el rostro y encaró de frente al hombre.

—¿Quién mi3rda está interesado en ti? —preguntó. —¿Por qué de pronto sale tanta mi3rda de tu boca? ¿Ah?

La pequeña ardilla infló el pecho y esponjó la cola.

—¿Qué? —Esa no era la respuesta que Daryl esperaba, y se detuvo a darle un segundo vistazo. —Claramente, estás aquí para vigilarme. Crees que el cariño que mi madre siente por ti, me obliga a corresponderte.

—Deberías detenerte ahora mismo. No me interesas —declaró Matt con firmeza. —¡Jamás me podrías interesar en ningún aspecto! ¡Mucho menos el romántico!

“Solo un idiota se enamoraría de ti.”

—¿Ahora dirás que no estás aquí por mí? ¿Para impedir qué me acerque a alguien?

—¡Ni siquiera sabía que estabas en esta j0dida fiesta! —gritó. —¿Para qué querría vigilar a alguien que ni siquiera me gusta? ¿Qué ganaría con eso? ¡Por mí puedes acostarte con quien quieras!

Matt pensó que una escena similar se había desarrollado cuando conoció a Kaleb. Salvo que en aquella ocasión no sintió ni la mitad de su rechazo y furia actuales. Y aunque sabía que esta vez también se trataba de un malentendido, no quería aclarar las cosas para que su imagen se limpiara, sino que tan solo quería declarar la división entre ambos.

—¡Estoy aquí buscando a mi amigo! ¡Mi amigo!

—Pff, ¿no podías buscar un pretexto más ridículo?

Ante una persona que no quería escuchar la verdad, Matt no podía hacer nada, y sinceramente tampoco deseaba hacer nada. Se encogió de hombros, y dejó de discutir.

—A la mi3rda con esto.

Se dio media vuelta, dispuesto a irse, pero antes de girar por completo, le dio un vistazo a la persona que seguía en la cama,  quien seguía retorciéndose un poco. Tal parecía que el olor del caramelo se debía a que ese omega estaba entrando en celo. De ahí que el olor fuera tan empalagoso.

“Debo irme”, se recordó. Aún le fallaban un par de cosas en cuanto al género secundario —tales como usar siempre los parches sobre la glándula cada que salía de casa—, pero sabía una cosa: un omega podía ser incitado a entrar en celo, cuando estaba expuesto a otro omega en celo.

Por lo general, un omega entraba en celo a partir de los dieciocho años, pero nunca estaba de más prevenir. Él no quería tener un accidente en ese lugar. Bastante mala suerte era haberse encontrado con el villano.

No obstante, aún no salía cuando alguien volvió a llamar su nombre débilmente.

—Mati… —La voz era tan baja, que casi no logra escucharla. Pero lo hizo, y se congeló. Un escalofrío recorrió por completo al omega. Y luego tuvo un estallido de furia.

Sin medir las consecuencias de enfrentarse a un alfa, se internó en la habitación por completo.

—¡Eres un HDP! —explotó, y no se olvidó de propinarle un golpe al villano en el mentón. No era algo que Daryl esperara, por lo que estaba desprevenido.

Retrocedió un paso y se cubrió la zona lastimada. —¿Qué mi3rda pasa contigo? —gritó.

—¡Eso te pregunto yo! ¡Ese chico es menor! ¿Qué planeabas hacer? —recriminó.

Matt miró hacia la cama…ya podía reconocer esa mata de cabello castaña. Una angustia inundó su pecho.

Por concentrarse en Daryl, casi deja a su amigo a merced de semejante villano.

...

Dato medio innecesario:

El detalle de que entre dos omega se incitaran el celo, me recordó a las mujeres cuando viven juntas y sus periodos se sincronizan jaja es algo similar pero en ABO

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