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El pelinegro soltó un largo suspiro, intentando controlar su nerviosismo. Y solo después de hacer la suficiente construcción psicológica, encaró al joven alfa.
—En realidad, sí pareces la clase de chico que rompe todas las reglas que pueden romperse… —dijo con un toque de burla, a pesar de que por dentro estaba temblando. Aún así, rezó para que su voz no reflejara nada de esto.
—He de admitir que tienes un poco de razón, Matt —sonrió el alfa, acomodándose los lentes en el puente de la nariz.
—Lo sé. —Acordó, mientras que por dentro se decía: “¿Por qué debe llamar mi nombre en cada bendita frase?”
—Pero, Matt…
—¿Sí?
—¿Cuánto tiempo planeas seguir encima de mí? —preguntó el mayor con una media sonrisa. —Aunque sea un caballero, debo decirte que sigo siendo un alfa. Y un omega sentado sobre mí…
Ante esta insinuación, las mejillas de Matt se sonrojaron. O sería más atinado decir que sintió su rostro arder. Lo único que pudo agradecer fue que la poca iluminación del segundo piso no dejara ver esa clase de detalles, que solo lo pondrían en un mayor ridículo.
—¡Lo lamento! —exclamó, y se levantó con torpeza. Tropezó una vez, por cierto.
Para cuando estuvo a cinco pasos de distancia, ni siquiera se atrevió a mirar directamente al chico. Y lo peor, sentía su cuerpo entero quemarse. En especial, aquellos lugares en los que había tenido contacto directo con Kaleb. La razón no la sabía, y no quería ahondar en el tema.
Tenía el presentimiento de que era un rumbo peligroso.
“¡Vamos! No puedes ponerte nervioso por un simple accidente”, se recriminó. Sin embargo, seguía tan avergonzado como antes, y su corazón no ralentizaba su ritmo.
—No hay problema —respondió Kaleb, alzando el rostro para verlo.
Con la nueva distancia, la mente de Matt se despejó y pudo tranquilizarse al fin. Entonces, se dio cuenta de la situación que tenía enfrente.
“El mundo es un pañuelo…en una fiesta universitaria vine a encontrarme con el protagonista de la novela, aún siendo solo un pequeño extra…”, ante su pensamiento ingenuo, se vio obligado a detenerse. Se dio cuenta del problema.
—Kaleb, ¿quién te invitó a esta fiesta? —indagó, con la premonición de que una tormenta se acercaba.
—¿Acaso tú recibiste invitación? —Matt no necesitó más confirmación que esa. Era evidente que el alfa se había “colado” a una fiesta universitaria.
Tal vez no había sido apuñalado en la escuela, pero el joven alfa aún había asistido a una fiesta el fin de semana. Tal como si se tratase de la trama aferrándose a suceder.
El omega se sintió conflictuado al darse cuenta de este punto… “¡casi todos los datos coinciden con el inicio de la novela!”
Ante el pensamiento de que evitar que Kaleb fuera apuñalado no había servido de mucho —…o quizás de nada—, sintió un puro y llano miedo por su futuro.
No quería perder la felicidad actual por culpa de un villano que lo lanzaba frente a sus enemigos. No quería abandonar a su nueva familia. No quería ser solo un pequeño extra, cuya presencia era casi ridícula para la trama.
En medio de la música que de pronto se había vuelto ensordecedora, de la atmósfera turbia, y de esa oscuridad que parecía querer tragárselo de un segundo a otro…el pánico inundó su pequeño ser. Sin percatarse en qué momento, su respiración comenzó a acelerarse.
“¿Acaso la historia no se puede modificar?”
Matt vio al albino sentado en el suelo. El chico seguía sosteniendo el vaso de refresco en su mano, totalmente ajeno al suceso que estaba por cambiar su vida y la de otros a su alrededor; y lo más desesperante fue que dicho suceso se acercaba con una rapidez abrumadora.
El omega temía que de un instante a otro, Oriel apareciera de la nada, encontrándose al fin con Kaleb. Y así, la historia “Dulce, dulce omega” diera inicio.
“¿Debería alejar a Kaleb de este lugar ahora mismo? ¿Esconderlo, secuestrarlo?”
Su miedo le impedía ver la locura de sus pensamientos, pues era casi improbable que pudiera derribar al alfa, como para raptarlo por unas cuantas horas.
“¿Es imposible que la trama colapse?”, se atormentó con la pregunta, y comenzó a hiperventilar.
Y aún en medio de su ataque de pánico, un pensamiento surgió desde lo profundo de su mente: “¿para este punto, no deberían estar los padres del villano en el hospital, con sus vidas pendiendo de un hilo?”
Su tiempo total en su nuevo mundo era de poco más de un mes. Y si era sincero, en todo este tiempo, él no había sido proactivo al momento de buscar a la tía Nora. Por lo que aunque hubiera querido evitar su muerte, no habría podido. No obstante, la mujer y su esposo seguían vivos.
“Ellos terminaban en el hospital días antes del inicio de la novela, ¿no es así?”, se preguntó con un torbellino de emociones. Tampoco le ayudaba el hecho de que no recordaba muy bien las cosas que involucraran o estuvieran relacionadas con el villano. “¿Ellos, están vivos justo ahora? ¿El accidente debería ocurrir hoy? ¿Ahora mismo?”
Un sudor frío recorrió su cuerpo, y lo hizo temblar. Sentía que la previa felicidad que había disfrutado, estaba ahora a kilómetros de distancia. Y sobre todo, que lo había vuelto negligente y descuidado.
Sí, había decidido ser proactivo y destruir la trama…pero la verdad era que se cegó con la comodidad que su familia le otorgaba, y no había hecho gran cosa, más que volverse medianamente cercano al protagonista, luego de ayudarlo.
—No… ¿qué hice? Mejor dicho, ¿qué no hice? —balbuceó, sintiendo que las lágrimas estaban por escapar de sus ojos. Fue cuando un par de frías manos tocaron sus mejillas. La baja temperatura y la esencia del sándalo lo tomaron desprevenido, y se vio obligado a salir de sus pensamientos desastrosos.
Al alzar el rostro, se encontró muy de cerca con el albino, que lo miraba con el ceño fruncido. Sus mejillas se tiñeron de rojo debido a la cercanía, y retrocedió con rapidez.
—¿Qué haces?
—¿Estás bien? —preguntó Kaleb, acortando de nuevo la distancia que lo separaba de Matt. La diferencia de altura entre los dos era demasiado evidente, y el omega se vio obligado a levantar más el rostro para verlo a los ojos.
—Kaleb…creo que lo arruiné… —respondió en un estupor.
Sin saber muy bien qué hacer a continuación, el omega desvió la mirada, porque de pronto eso parecía más seguro.
Entonces, sin una mejor idea, se asomó por el balcón y buscó. ¿A quién? Al protagonista bottom de la novela, Oriel.
Encontrarlo en la fiesta sería la confirmación de sus sospechas. Pero si no lo veía, ¿quién podía afirmar que Kaleb no asistiría a otra fiesta al día siguiente? Si fuera así, entonces él tendría un día para perseguir a la tía Nora, aún si fuera un inconveniente; e intentar salvar su vida y la de su esposo. ¿Y por qué no? Arrastrar a Kaleb a su lado todo el día si fuera necesario, para impedir que conociera a Oriel, y se enamoraran a primera vista.
Sabía que sus acciones no eran altruistas, tan solo quería salvaguardar su propia felicidad desde todos los ángulos posibles.
—¿Qué arruinaste? —preguntó el alfa, confundido por su semblante asustado. Sin embargo, Matt no respondió. En su lugar, el chico miró hacia abajo, de un lado hacia el otro entre todas esas personas, intentando encontrar un rostro conocido. Incluso, había olvidado su motivo principal para haber asistido a dicha fiesta.
Para su mala suerte, había demasiados rostros allá abajo, y le fue imposible reconocer a alguien.
“¿No es esta fiesta en dónde inicia la novela?”
Había que decir que Matt se sentía un poco incómodo con sus intentos de evitar que el protagonista conociera a su verdadero amor, así como en salvar a dos personas por un fuerte sentido de auto conservación, pero no quería que la trama iniciara para que a medio camino él muriera, y perder así a la familia que había obtenido.
Se dijo a sí mismo que era por esa razón que su corazón no dejaba de acelerar su ritmo, y de sentirse apretujado. El omega ya ni siquiera sabía en qué debía concentrarse. Su mente era un caos.
—¿Qué haces tú aquí, por cierto? —preguntó Kaleb, intentado llamar su atención. Matt ya comenzaba a preocuparlo.
—Oh, estaba buscando a Henry —respondió en automático, y por fin recordó su motivo para llegar a la fiesta. Su conciencia se sintió culpable. Él había asistido con la intención de ayudar a su amigo, pero en cuanto las cosas se pusieron difíciles para él, se olvidó del castaño por completo. —¡Es cierto! Debería estar buscando a Henry ahora mismo. ¿Lo has visto?
El alfa cambió su peso de un pie a otro, y dejó que su espalda descansara en la pared. Lucía algo cansado. —No lo creo…espera, si lo vi. Hace aproximadamente unas dos horas. Estaba con un grupo de chicos. Se veía contento. Luego ya no lo vi.
Matt vio al albino, y suspiró.
“Será lo que tenga que ser”, se dijo con pesar. Parecía estar despidiéndose de algo, aunque él no se percató de ello. “Por ahora, solo puedo ayudar a Henry… Y por otro lado, si es el inicio de la novela o no…”, el omega no supo de qué manera concluir ese pensamiento.
"No importa. De una u otra manera, no dejaré que ningún villano me utilice de escudo", fue su conclusión en medio del caos.
...
Nota importantísima de Neimlez:
Queridxs seres de luz...queridxs lectorxs... la autora de esta novela...osea yo...debo decirles algo...
La cagué... simple y llanamente la cagué... 😓😓😓
Miren, mientras acomodaba la línea temporal de la trama me di cuenta de que me equivoqué. En el capítulo 2 escribí que Matt ya había llegado para cuando el original salvó a Daryl en el río, pero siendo así mis tiempos no cuadran.
Total, para no hacer el cuento más largo del necesario, me vi obligada a modificar un poco esos párrafos.
Si quieren volver a leer el capítulo 2 se los agradecería, pero si no tienen ganas, aquí les hago un resumen de los cambios:
-Los padres de Daryl no murieron instantáneamente, pasaron varias semanas en el hospital, en coma pues.
-Cuando fue el viaje, sus padres seguían en el hospital.
-Nuestro Matt llegó justo en ese momento del viaje y fue él quien salvó a Daryl. Esto por dos cosas: era su amado personaje, y era una misión de 86.
-El siguiente cambio lógico y significativo de la trama sería que con ayuda de 86, Matt logró curar a los padres de Daryl (no daré más detalles de esto, pues se explicará más adelante)
Y eso es todo. NO hay otros cambios, más que en esos párrafos.
Realmente pido una disculpa por este enorme error. Me da mucha vergüenza con ustedes... ¡DE VERDAD LO SIENTO! 😢
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Updated 106 Episodes
Comments
Cupida San-soshi UwU
No pasa nada autora, siempre hay pequeños errores y tú ya lo solucionaste 😎
2024-12-09
1
Carolina Jiménez
pero Matt olvidas algo!!!!
2024-12-05
7
@ndreina
Niño, no es por apurarse ni nada, pero si no buscas a Henry ¡YA! me va a dar algo.
2024-11-02
7