...Megan Jones ...
Sigo perdida en mis pensamientos, cuando veo llegar en su auto a Mathias Brown, el chico de mis sueños, estoy tan absorta mirándolo que ni cuenta me he dado que detuve mi paso, hasta que Sam me saca de mi burbuja de enamoramiento.
- ¡Meg!, aquí estás, llevaba rato buscandote, ¿Cómo te preparas para éste nuevo año? - dice Sam abrazada a mi con mucha emoción. Sam es mi única y mejor amiga, desde que llegué a estudiar aquí, ella ha estado a mi lado. Su familia también es adinerada, como la de la mayoría de los que estudian aquí, pero ambas tenemos algo en común, somos unas nerds empedernidos, por eso ella no encaja en los grupos sociales de los que tienen su mismo estatus. Es una jovencita muy adorable, con un espíritu humilde y alegre, a pesar de todo el dinero que cuentan sus padres.
- ¡Sam!, que gusto verte, yo apenas llegué, estaba por entrar - le respondo contenta de verla, dando un último vistazo hacia donde está Mathias, gesto que ella nota de inmediato.
- Uuuuuh... ¿sigue gustandote Mathy?, ¿Por qué no se lo dices de una vez?, quien quita y éste sea tu año de suerte - dice Sam picandome con su codo.
- ¡Bah!, no digas tonterías, él no se fijaría en mi estando rodeado de tantas chicas lindas y de su misma posición social - le digo tratando de ocultar mi desánimo retomando mi paso para entrar a la prepa.
- ¿Por qué no? - insiste Sam - tu misma me dijiste que una vez fueron amigos, tal vez ahora puedan ser algo más.
Lo que dice Sam es cierto, Mathias y yo fuimos muy buenos amigos hace años cuando estudiábamos la primaria, nuestra amistad empezó un día en el que otros chicos lo estaban golpeando y yo acudí en su defensa, desde entonces hacíamos las tareas juntos, pasamos el receso juntos, jugábamos, comíamos y hacíamos todo juntos. Él se apoyaba en mi, y yo lo defendía de aquellos que intentaban molestarlo.
Mathias era un niño regordete, por lo que sufría bullying de otros niños, sin embargo, eso no fué impedimento para que él se aduñara de mi corazón desde tan corta edad, yo adoraba pasar tiempo con el, disfrutar de su trato tan dulce y tímido, sus mejillas casi siempre estaban sonrojadas, su cabello rubio brillante como el sol y sus ojitos verdes soñadores... recordarlo siempre me hace suspirar.
Lamentablemente un día se marchó lejos, su papá concretó un jugoso negocio fuera de la ciudad, por lo que tuvieron que mudarse y no lo volví a ver por varios años, hasta que por fin regresó y coincidimos nuevamente en la prepa. Cuando supe de su regreso, mi corazón dió un vuelco de emoción, y más cuando me enteré que estudiaríamos de nuevo en la misma escuela, volveríamos a compartir como antes, retomar nuestra amistad, y hacer todo juntos como antes, pero nada sucedió como lo había imaginado.
A su regreso, Mathias ya no era el niño regordete y tímido que partió años atrás, ahora era un joven rubio apuesto, delgado y musculoso, su timidez la dejó atrás, ahora era extrovertido y muy sociable, rodeado de amigos, y muy admirado por las chicas. Se había convertido en un excelente deportista, el capitán del equipo de fútbol, y su familia había ganado mucho más estatus social del que tenían antes, pues gracias a ese negocio que hizo su padre, habían triplicado su fortuna y se habían vuelto una de las familias más adinaradas de la ciudad.
Cuando supe todo eso, me alegré mucho por él, siempre pensé que se merecía eso y mucho más, pero mi corazón entristeció cuando intenté acercarme a él y ni siquiera me reconoció, ese fué un golpe muy fuerte a mi corazón, lloré por varias noches seguidas por haber perdido a mi mejor amigo y al amor de mi vida, aunque él nunca supo de mis sentimientos. Los días fueron pasando y me fuí acostumbrado a verlo con otras amistades, siempre lejos de mi, fué ahí donde entendí que él no era para mí, sin embargo, mi amor por él permacía intacto.
- Eso era antes, Sam, ahora él tiene otro tipo de amistades, gente más sofisticada y divertida que nosotras. Pero mejor olvidemos ésto, cuéntame, ¿ya averiguaste cuando se conformará el grupo que participará en el decatlón académico?, éste año también tenemos que inscribirnos. - le digo emocionada con lo último, ya ansio comenzar con las actividades extracurriculares, pero en ese momento noto un gesto de tristeza en su rostro.
- Meg, tengo que contarte algo - me dice cabizbaja, lo que empieza a preocuparme - éste año no podré inscribirme contigo, mi mamá recibió una oferta de trabajo en Canadá y papá también quiere hacer algunos negocios allá, así que nos mudaremos la próxima semana, terminaré mis estudios allá, sólo vine porque quería pasar éstos últimos días contigo.
- ¿Qué?, ¿Se irán tan lejos?, eso quiere decir que... me quedaré sola otra vez, ¿Por qué cuando hago buenos amigos la vida me los quita y se los lleva lejos? - digo con el nudo en la garganta tratando de no llorar antes de abrazarla con fuerza.
Ésta es la peor noticia que pude haber recibido, cuando me desperté ésta mañana, creí que este nuevo inicio sería mejor que los anteriores, pero me equivoqué, si con ésto me tropiezo el primer día de escuela, ¿Que me esperará en los siguientes?.
Luego de conversar un poco más con Sam, las dos nos tranquilizamos y decidimos disfrutar éstos últimos días que nos quedan juntas. La campana de la escuela suena dando aviso a que debemos entrar a nuestras aulas y eso hacemos, pasamos toda la mañana juntas entre clases y presentaciones con los nuevos profesores, durante el receso comimos juntas en el cafetín como siempre, ella tomó mi libreta y me escribió un lindo mensaje en una de las últimas hoja para que me quedara el recuerdo de nuestra amistad, aunque prometimos que siempre nos mantendríamos en contacto por la redes sociales y me escribiría a diario por el WhatsApp para contarnos nuestro día a día.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 50 Episodes
Comments