—¿De qué estás hablando? ¿A quién mataste? —pregunta Mark, sorprendido y preocupado por el tono de voz de su amigo. Al otro lado de la línea solo se escucha la respiración de Chris y eso lo inquieta aún más. —¡Christopher! —grita para que su amigo reaccione y funciona.
—Acabo de golpear a una mujer con el auto y… —Chris siente que le falta el aire y no sabe de dónde sacarlo. Pero intenta concentrarse y continúa hablando —El golpe fue muy fuerte. Estoy seguro de que nadie puede sobrevivir a algo así.
—Llama a una ambulancia. No la toques y cuando sepas a qué hospital la van a llevar, llámame y te veo allí. —dice Mark y luego cuelga.
Chris sigue paso a paso las indicaciones de su amigo. Se baja del auto, camina hacia la mujer y al ver el hueso de su pierna evidentemente roto y un charco de sangre bajo su cabeza, siente un gran escalofrío, los bellos de su piel se erizan y su estómago amenaza con devolver lo último que comió en avión.
La ambulancia llega en tres minutos. Los paramédicos revisan a la chica inconsciente y le informan a Chris que aún está viva. Él siente como si en esos pocos minutos hubiera estado en el infierno y con esa sola frase “está viva” su alma fuera salvada por un ser superior en el que nunca había creído, pero que ahora era su único consuelo. Suspira aliviado y mientras la levantan a ella para llevarla al hospital más cercano, él recoge su maleta rota y su bolso, los sube a su auto y llama nuevamente a Mark.
Christopher conduce hacia el hospital lo más rápido que puede. Al llegar a la recepción pregunta por la víctima del accidente cerca del aeropuerto y la enfermera le indica que se encuentra en cirugía.
Sentir que pierde el control es algo que lo frustra y le provoca gran ansiedad. Camina de un lado a otro sin poder pensar en nada más que en aquella mujer. Mark por fin llega y encuentra a su amigo en un estado lamentable, le pide que se siente y le da una botella de agua con un par de calmantes para que se tranquilice un poco. Cuando su respiración adquiere un ritmo normal, Mark comienza a interrogarlo.
—¿Cómo está?
—Viva… o por lo menos eso espero.
—Maldita sea Chris, ¿cómo pudiste ser tan idiota?
—Ella apareció de la nada, yo… —intenta justificarse, pero sabe que es inútil porque sea como sea, ella es la que está en un quirófano y no él.
—Tú tuviste la culpa. —Chris voltea a ver a Mark desconcertado, porque no entiende lo que dice.
—¿Qué?
—¿De verdad ni siquiera te diste cuenta? Fui al lugar del accidente y la policía estaba allí. Me mostraron los videos de la cámara de seguridad. Amigo, te pasaste una luz roja cuando ni siquiera estabas concentrado en el camino. Ruega porque esa mujer no muera, de lo contrario vas a estar realmente jodido.
Chris se pierde en sus pensamientos e intenta recordar los minutos antes del accidente: “¿Una luz roja? Yo no… no vi ningún semáforo, pero he recorrido el mismo camino del aeropuerto a mi casa miles de veces y sí… el error fue mío y sé que no solo las cámaras de seguridad lo grabaron. En la escena había muchos testigos, personas que pueden testificar y arruinarme la vida por completo.”
—¿Y si despierta? —pregunta manteniendo un poco la esperanza de que no todo está perdido. —Igual vas a estar jodido… pero no tanto. Podemos hablar con ella y llegar a un acuerdo. ¿Llamaste a su familia o a alguien que la conozca?
—No. Por lo que pude ver en su bolso, es extranjera. Lo único que sé es que su pasaporte es colombiano y su nombre es Isabela Zuloaga, su teléfono quedó completamente destruido, así que no me puedo poner en contacto con nadie.
—Dios... Esto cada vez se pone peor. —exclama Mark para sí mismo y trata de pensar en cómo van a tratar este problema antes de que la prensa se entere y se vaya todo al carajo.
En ese momento sale un médico y ambos hombres corren hacia él para interrogarlo.
—Tiene una pierna y una costilla rotas. La cirugía salió bien y con terapia se recuperará completamente. Por otro lado, el golpe en su cabeza nos preocupa, pero no podemos hacer un diagnóstico hasta que no despierte y sepamos qué secuelas quedaron.
—¿Podemos verla? —pregunta Mark.
—Todavía está inconsciente. Pero pueden pasar si así lo desean.
Ambos van a la habitación de Isabela y cuando Chris la ve conectada a varios aparatos, con la cabeza vendada y con la pierna enyesada, un sentimiento que jamás había tenido invade todo su cuerpo hasta hacerlo estremecer.
“Culpa. Eso que sientes se llama culpa.”
Él, que es la persona más estricta consigo mismo y con los demás, se dejó llevar por algo tan primitivo como la ira y rompió una norma tan básica como es no pasar una luz roja.
Lo que sucedió es algo que no puede creer, ¿cómo es posible que un error que cometió por primera vez en la vida termine en un desastre como ese?
—Bueno. Por lo menos respira. —dice Mark tratando de animarlo y fracasando en el intento.
—¿Qué voy a hacer? ¿Cómo voy a lidiar con esto, con Liam, con mi padre y con la empresa, mientras soluciono lo de mi esposa?
—Tranquilo. Yo te voy a ayudar. Lo único que tienes que hacer es escucharme y no tomar decisiones sin antes consultarlo conmigo. Sabemos lo impulsivo que eres y ahora no podemos generar más problemas.
Chris entiende a lo que su amigo se refiere.
Mark tiene la habilidad de encontrar el camino más amable para conseguir lo que él necesita. Eso le ha ahorrado varios millones de dólares, y muchos golpes en la cara. Por eso es su abogado personal y una de las personas en las que más confía.
—Okey, voy a hacer lo que me digas, solo porque ahora mismo no logro tener ni un solo pensamiento coherente.
—Muy bien. Por lo pronto esperemos que la bella durmiente despierte y averigüemos con qué clase de persona debemos lidiar.
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Updated 52 Episodes
Comments
Luz
Pobre chica 😔, pero también entiendo la frialdad de nuestro prota
2023-10-27
2
Silvia Jaime
fotos ilustrativas por favor 🙏
2023-10-09
1
Elide Rubio
ay si ella es tranquila
2023-10-03
0