Bailando Con Demonios
A los 10 años perdí a mi madre, el juez dicto que era mejor que sea criada por mi abuela, ya que es la única familiar que tengo. Pero, como ella siempre dijo, soy una maldita carga, siempre me lo planteo, a los 15 años, deje de asistir al colegio en donde me mando por simple rebeldía, intente fumar, el alcohol era igual, creo que la rebeldía no va conmigo.
En cuanto a mi padre, no hay nada interesante. Nunca lo conocí.
Mi abuela se sintió amenazada cuando le dije que me iría de la casa al cumplir los 18 años, pero como ella sigue siendo mi tutora legal, tengo que esperar hasta los 21 años. Pero que tortura.
Ahora tengo el problema que ella mi inscribió en un instituto llamado, Eastwood Hihg en donde van chicos de un nivel económico muy alto, y aquí en donde entra mi pregunta ¿De dónde saco el dinero para pagar la colegiatura? Cuando llego la carta que fui aceptada, es en donde comenzó mi pesadilla.
Yo soy, McKenna Williams de 17 años, viviendo una vida lo suficientemente aburrida como para decir que es interesante.
Por alguna razón, mi mamá me mandaba a clases de defensa personal, esa por la razón que sea siempre estaba en un estado de paranoia, podía sentir que todas las noches entraba en mi habitación para verme dormir, pero al final, buscaba cosas debajo de mi cama, les quito las puertas a mi armario y del baño, no teníamos espejos. Capas que tenía una razón.
Jamás me hablo de mi padre, como toda madre siempre prefiere esconder el pasado y para proteger a sus hijos, pero como soy muy curiosa le preguntaba a todo.
En la cama, observo el atuendo tendido en una percha y la otra parte sobre la silla que se encuentra al lado del armario. Resulta agradable, el uniforme consistía en una camisa blanca, pollera tableada negra, corbata de color gris oscuro, chaleco gris claro, zapatos negros y medias, y un saco pueden ser de tonalidad negra, blanco o gris. No obstante, considero que existen colores más hermosos que estos. En fin.
—¡Mk! Llegarás tarde. — Grita, desde abajo.
—¡Ya voy! - Dije terminando de acomodarme el uniforme.
Cuando termine, baje las escaleras esperando encontrar a una mujer enfadada y molesta, pero en vez de eso ella se encontraba haciéndome para que desayunara y por alguna extraña razón, su sonrisa es igual a la de mi madre.
Me siento en frente y me quedó callada, esperando sus quejas.
—¿Abuela? - Interrogó.
—McKenna quiero decirte algo antes de que te vayas. — Habló dejando el cigarrillo en el cenicero. — Tu madre, como última voluntad, quería que tu educación fuera una de las mejores y me vi obligada a inscribirte en el mismo instituto en el que ella asistía. —
—Ok, ¿Y cómo se llama el instituto? - Interrogue. Ella se levantó buscando unos papeles.
—Es el Instituto Eastwood, y temo decirte que es de tiempo completo. — De la silla de al lado, levantó mi mochila y la dejo sobre la mesa. — Estos son tus útiles. —
—¿Espera qué? Abuela, tengo una trabajo que tengo que mantener. — Observó las hojas y me las entrego. — ¿Para qué es esto? –
—Eres becada, entonces puedes salir para ir a tu trabajo y después volver… el director me dijo que los que trabajan pueden salir, ya que tiene que presentar un comprobante que avale que realmente trabajan. — Me levanto de golpe para abrazarla.
—Gracias. — Me separo. — Bueno, será mejor que me vaya. —
—No me avergüences. — Enciende otro cigarrillo. — Por favor ten cuidado. — Susurra.
No cruzamos más palabras que esas, ella no expresa sentimiento alguno, es por eso que es difícil mantener una conversación, aunque a veces me pregunto si es ella el problema.
Cuando salgo de su casa, miro hacia mi izquierda encontrándome con Jennifer, mi amiga desde los 10 años, pero es algo extrovertida no entiendo cómo sigue siendo mi amiga. Su mamá es amiga de mi abuela, pero los chismes no cesan, ahí Jennifer tiene novio, pero su madre no lo sabe y mi abuela aún no se lo ha dicho.
—Me enteré de qué iras al Eastwood de antemano, te doy la bienvenida. — Se aleja del chico y se acerca a mi.
—Gracias Fer, pero no creo que eso ayude… — Del bolsillo de mi campera saco mi celular. — Tenemos que entrar a las 08:00, por favor podrías apurarte. —
—Tranquila, Mk te preocupas demasiado. — Reclama, fastidiosa. — Ven mírame. ¿Qué es lo que te preocupa? –
No llegue a responderle, capas que no estoy del todo concentrada, estoy más pendiente en pensar de más sobre el Instituto en el cual mi abuela me inscribió, creí al comienzo que era un instituto solo para mujeres, pero visto y considerando que Jennifer y su novio están vestidos de con el mismo uniforme. Cambie mi pensamiento. Sonrió mientras caminamos.
Me detengo en los segundos en el que un auto de color blanco frena de golpe entre de nosotras, no pude evitar girarme para proteger a Jennifer de ese casi accidente. De la puerta del copiloto baja un chico moreno, de aproximadamente 1,83 con rastas, parece mayor, pero no tanto, es lindo con el uniforme del instituto, el chico para hablar con Jennifer.
Ahora que lo veo mejor, tiene un arito en la ceja derecha y otro en su nariz se podria decir que es todo un modelo, pero su cara de Don Juan lo delata.
La mirada de alguien más, me hace sentir incómoda y miro en dirección al piloto, aunque solo se le pueda ver por debajo de la barbilla, con el mismo saco que nosotros, en definitiva vamos los 5 al mismo instituto. Es impresionante que Jennifer, esté coqueteando con ese chico sabiendo que tiene novio.
—Jennifer, tenemos que irnos. — Le agarro de la mano, para jalarla hacia mí.
—Sí, bueno… tenemos que irnos, nos vemos en el insti. — Camina hacia atrás. — Soy Jennifer. —
—Soy Kao. — Vuelve al auto.
Cuando veo que estamos lo suficientemente alejadas del auto. La suelto bruscamente, poniéndola enfrente de mí.
—¿En qué estabas pensando? – Ella se acomoda la ropa. — Jennifer, tienes novio. —
—¿Pero él no lo sabe o sí? – Vuelve a acomodarse la mochila en su hombro. — Solo fue un simple coqueteo. —
—Es impresionante en la zorra que te has convertido. — Su expresión cambio. — No me veas así solo porque Max te engaño, no significa que hagas lo mismo. —
—Tú no puedes opinar, ni siquiera tienes novio. — Se detiene al escuchar el autobús. — Ahora vamos. —
Abordamos el autobús, tomamos asiento miro hacia la ventana en todo el camino, no cruzamos palabra, ella mantuvo su vista en el celular hablar con Max, su novio. Irónico. Vuelvo mi vista a la calle y de nuevo aquel auto de hace unos minutos apareció, pero esta vez tengo la ventanilla del conductor a mi favor, pero no su rostro.
Su manera de evadir la vista, es tan predecible que es gracioso su brazo apoyado sobre el borde de la puerta, mientras que con la palma de su mano sostiene su cabeza. Maldición.
Pasaron algunos minutos y llegamos a la calle principal que nos lleva al Instituto. Jennifer se adelantó, ya que vio a Max, esperándola al lado de su auto - ¿Por qué no fue con él? – Sigo caminando, hasta encontrarme con la entrada del Instituto y el hombre que sería el portero. Sigo caminando hasta chocar contra alguien, este me sostiene del brazo para que no caiga al suelo.
—Lo siento. — Hablo con voz suave.
—Mierda. — Maldije, y vuelvo a incorporarme. — Gracias. —
—Soy Chase Taylor, ¿Eres nueva verdad? – Colocó sus manos dentro de sus bolsillos. — Bienvenida al instituto Eastwood. —
—Genial. — Me queje molesta. — No, lo siento, soy McKenna, pero puedes decirme Mk. —
—Un gusto Mk, ven te llevaré, te daré un pequeño recorrido por el Instituto. — Nuestras miradas se encuentran en segundos entre cortados. — Bueno, el Instituto se fundó en 1980 por el Director Morel Flicher pero… —
No término de hablar que otro chico castaño, claro de la nada, lo gira con brusquedad para estamparle uno de sus puños en su cara, tirándolo al suelo, quede en shock ante la escena, este chico se sube encima de él para continuar golpeándolo, pero en ese momento aquel chico llamado Kao apareció y saco al castaño, pero no funciono.
Me acerco para ayudar a Chase, pero siento que este me empuja chocando contra las piernas de alguien, levanto la mirada observándolos a ambos, pero los ojos de Chase se abrieron de par en par al igual que el castaño.
—¡Victor! Vamos amigo, no hagas esto el primer día. - Se vuelve a acerca para separarlos. — Basta, Victor vendrá la Director. —
—Quítate. — Aparte al moreno.
Me posicioné, respire hondo y en un solo movimiento, lanzo una petada hacia sus costillas quitándole el aire y así poder quitárselo de encima. Pero para mi desgracia la directora, llego en ese preciso momento y me vio cuando lo golpee.
No solo me metí en problemas, mi abuela se enterará y será mi fin. Y mucho peor ahora en castaño me mira con odio. Hoy no es mi día.
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Updated 41 Episodes
Comments
mimar silva
buen inicio
2024-08-09
2