CAPÍTULO 19

Henry, asustado ppr la mirada que le colocaba Freya, frunció preocupado. Pensaba que la herida había sido tan grave que le había dejado un daño en los ojos.

—¿Qué ocurre?—preguntó.

—Uno de sus ojos...color... cambió—dicho eso le extendió un pequeño espejo de mano.

—Yo lo veo normal...tal vez solo irritado por mi caída—dijo intentando calmarla.

Aquello, en vez de tranquilizarla, la preocupó más. Claramente uno de sus ojos cambio de color, por lo que si solo ella lo veía, eso significaba que se estaba volviendo loca.

—Si...—respondió tratando de hablar de otro tema—su abuela y yo hemos estado preocupadas, ha estado casi una semana durmiendo.

Aquello si que fue una verdadera sorpresa para Henry, el jamás pensó que su desmayo lo dejaría en estado comatoso durante una semana. Un sentimiento de confusión comenzó a azotar su corazón.

—Es normal...—explicó—lo siento Freya, justo el día en que me desmayé, quería comprarte una rosa mágica.

—¿Comprarme?—cuestionó.

—Son buenas para las embarazadas, purifican el aire y ayudan con el desarrollo del embarazo—dijo observando el vientre redondo de Freya—¿Puedo tocar al bebé?

Sonrojada, Freya asintió y dejó que el doctor comenzara a acariciar el vientre de ella, haciendo que el bebé comenzara a moverse con su tacto. Aquello lo consoló, ya que se sentía mal por no haber conseguido aquella rosa que se agotaba rápido, después de haber reunido dinero por tanto tiempo.

—Si el bebé se vuelve príncipe heredero, ¿Se irán ambos de mi lado?—preguntó con miedo—aun ni he podido cortejarla de la manera correcta.

—Depende de lo que haga Ignis, pero no quiero que mi bebé esté lejos de usted—respondió con una sonrisa—evitaré que eso pase, tiene mi palabra.

—¿Y tú?—preguntó—¿También estarás cerca mío?

Preguntó con tristeza, su estatus de plebeyo lo acomplejaba, pensaba que no estaba a la altura de su querida Freya. Algo irónico, siendo que ella pensaba que por su fealdad, no merecía estar con ningún hombre, ni siquiera con Henry.

—Cuando cumplí mis doce años, que me vino el primer periodo—empezó a confesar—mi prima comenzó a prostituirme. Usando un anillo mágico que cambiaba mi apariencia por la de ella, los hombres, pensando que estaban con la bella Katherine, en realidad me forzaban a mí.

Fue así que comenzó a contarle como por años, a cambio de favores, usaba a importantes hombres de la iglesia, nobleza y política, quiénes a cambio exigían que esta pasara la noche con ellos.

—Debido a que el papa le regaló un caliz con agua bendita, siempre que pasaba eso, me regresaba la virginidad—continuó casi al borde del llanto—ahora que lo pienso, días antes de haber dormido con el príncipe Ignis, algo raro pasó.

Asi fue como comenzó a contar como, después de que un boticario la abusara, este le dio una extraña pócima a Katherine.

—¿Sería esa pócima la que hizo que tu y....—cuestionó temblando Henry.

—No sé que pasó, pero intuyo que algo le salió mal a Katherine—explicó con la cabeza baja—sospecho que haya intentado matar al príncipe con un veneno y que algo le haya salido mal.

Esa era la sospecha de ella, que el boticario o alguien haya cambiado la pócima. Siendo que su prima la odiaba a más no poder, le hacía imposible pensar que ella hubiera querido que se embarazara del príncipe. Tal vez su plan original era el culparla de la muerte de este, pero algo salió mal en el camino.

—Soy horrenda, sir Henry—explicó levantándose para observar la calle, oculta tras la cortina de la ventana—fui abusada, y rechazada por quizá el hombre más importante del reino después del rey. Realmente no tengo ningún valor, lo único bueno que tengo es mi hijo. Entiendo sus sentimientos, solo piense bien si realmente quiere estar con alguien como yo.

Se fue de inmediato, sin dejar que el hablara. Le dolía aquello, de verdad sentía una predilección hacia Henry que, aun los sentimientos moribundos hacía Ignis, no podía apagar. Con Henry sentía que tal vez, solo por una vez, de verdad era merecedora de algo bonito.

No obstante, no quería condenarlo a una vida con una mujer como ella, creyéndose un monstruo todos los días de su vida, sin poder tan siquiera salir a hacer un picnic sin tener que ocultar el rostro.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***