CAPÍTULO 13

Henry, extasiado por lo que estaba viendo, siguió descendiendo hasta su busto, abriendo por completo la parte de arriba de la batola de su paciente.

—Tan grandes y rosados—dijo mordiendo sus labios—haré que la leche salga.

Dicho eso no le dió tiempo a ella de responder, mientras estaba devorando con su boca uno de los lados y con su mano estimulando el otro.

“No puedo ocupar el espacio del primer hombre...pero haré lo posible para ser el último en tu vida”, pensó mientras estimulaba el busto derecho y lo saboreaba.

Extasiada, abrió más las piernas, mientras se tapaba su cara con sus dos manos. Aquello era visto en sueños por el principe Ignis, quien había dejado todo listo para la mañana volver por la madre de su hijo.

—Freya—dijo su nombre entre sueños mientras lloraba, su corazón le dolía.

Mientras tanto, Freya, como podía debido a su vientre abultado, se retorcía ante las emociones que estaba sintiendo.

—Tengo que estimularla más—dijo viéndola—¿Me permite besarla?

—¿Por qué?—preguntó aun con sus manos ocultando parte de su rostro—es usted extraño, ¿Por qué no le doy asco?

—Porque me gusta y quiero que sea mi mujer—respondió pellizcando la parte rosa de uno de los bustos—quiero que su hijo sea mío y quiero que acepte mi cortejo. Por favor, permítame cortejarla.

Dicho eso, atrapó con fuerza sus labios, dejando sin la posibilidad de protestar a la mujer que había cautivado su corazón. Al principio fue suave, pequeños toques en sus labios, pero luego lo profundizó mas.

A tal punto que provocó que ella abriera intentando buscar oxígeno, aprovechando el para profundizar aun más. Así mismo, mientras la mordía y saboreaba, bajó la mano hasta su otro busto, provocando al fin que estimulara ambos.

La antigua princesa terminó por llegar al punto más alto, cuando el pellizco al tiempo ambos bustos, provocando que su intimidad se humedeciera y palpitara debido al goce que sintió.

Aquello fue la oportunidad para que el comenzara a extraer con más facilidad su leche, y así probarla.

—Deliciosa—dijo saboreando el resto de leche en sus labios.

—¡Henry!—habló mientras lo limpiaba—¿No sabe raro?

—Al contrario, es la leche más deliciosa y dulce que he probado—sonrió—¿Puedo probar más?

Sonrojada, le dio un ligero golpe en el hombro, al tiempo de que la vela se terminaba de consumir, quedando a oscuras por completo.

Viendo aquello, el médico estaba por levantarse para buscar otra vela, pero se detuvo al sentir que una mano atrapaba la de el.

Era su paciente, que tímida, estaba temblando. Preocupado por haber sido un poco brusco, la abrazó esperando que se calmara, mientras besaba su cabello. Al fin de cuentas era una dama, no estaba acostumbrada a esos toques.

—El padre de mi hijo me maltrataba, en realidad sigue vivo—confesó a medias— el amaba a mi prima, pero nuestro matrimonio fue acordado por nuestras familias, por lo que estaba obligado a estar conmigo. Nunca nos casamos pero el...

—¿Se aprovechó de tí?—preguntó con una mirada sombria.

—No sé si aprovecharse es la palabra, siendo que ambos estuvimos drogados pero la única vez que estuve con el me dejó embarazada —respondió tocando su vientre—pero le dio asco estar con un monstruo como yo, así que se encargó de decirme muy bien sus sentimientos por mí.

—¿Lo amas?—preguntó oliendo su cabello.

—El odio y el dolor superan el amor que le tuve—respondió con sinceridad—pero aunque lo siguiera amando, mi cuerpo tiembla de miedo al pensar solo en el. Como pude, logré escapar y con unos ahorros conseguí una nueva vida...Henry, ¿Seguro quieres estar con alguien como yo?

El médico, quién tenía los ojos rojos, al igual que Ignis, quién seguía observando la escena aun después de despierto, apretó su abrazo para calmar las lágrimas de la futura madre.

En tanto que el corazón de Ignis se estremecía, sintiendo el dolor que una vez provocó a aquella mujer, a causa de su absurdo enamoramiento por Katherine.

“Estás muriendo, pero solo ahora te estás dando cuenta de la dimensión del daño que hiciste...¿Qué eres capaz de hacer para remediar el mal que hiciste?”

Las palabras del dios guardián resonaron en su interior, antes de volver a quedarse dormido a causa de su debilidad. Sintiendo que algo más le ocultaba la futura madre, se olvidó por encender una nueva vela y colocándose detrás de la pastelera, se acostó con ella en sus brazos, entre sus piernas.

Mientras acariciaba su cabello y lo olía, de modo que se calmara por el dulce tacto de sus manos, tocó de manera inconsciente su vientre, provocando que el bebé comenzara a patear.

Aquello provocó que la antigua princesa abriera un poco sus ojos, estando somnolienta debido al tacto de su médico. Era la primera vez que el bebé reaccionaba a alguien ajeno que a ella.

Desde que Henry había comenzado a atender su embarazo, su bebé nunca se había movido; no obstante, en aquella fría y oscura noche, parecía que se sentía a gusto con el tacto del hombre.

—¿Cuántos años tiene, lady Tía?—preguntó.

—19—contestó.

—Sabe, soy mayor que usted casi 10 años—dijo riéndose un poco—crecí en un barrio humilde, pude subsistir de niño gracias a la pensión por fallecimiento de mi padre, que fue un teniente. Cuando tuve la edad suficiente, logré una beca con subsidio de mantenimiento en la academia real, y con mis prácticas he podido hacerme cargo de mi abuela.

—¿Por qué?—preguntó confusa sobre su historia.

—Soy un hombre torpe por naturaleza, lo que tengo de torpe lo tengo de inteligente, ninguna mujer, por más que sea un futuro médico, me quiere—dijo—de hecho, si demoré tantos años sin graduarme aun es porque fue enviado a tratar heridos en la guerra, así que menos tuve la oportunidad de pensar en formalizarme.

—Debió ser duro—respondió.

—Si, pero logré también conseguir muchos pacientes, por lo que ya no necesito el subsidio de mantenimiento aunque por ley tenga derecho hasta recibirme—respondió besando el lado del ojo que no estaba—para muchas mujeres el casarse con un hombre rico y joven es el ideal, así como para los hombres una mujer hermosa es su sueño. Aunque no lo crea, usted y yo nos encontramos en situaciones similares, por lo que me gustaría preguntarle, ¿Aceptaría a este médico torpe, viejo, y humilde en su corazón?

Sin dejar que ella respondiera, la abrazó y se quedó dormido con su nariz escondida en su cuello, mientras ambos estaban bajo el calor de una manta.

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Comments

Natty Suleika Salvatierra Clavijo

Natty Suleika Salvatierra Clavijo

Me tiene con el corazón acerlerado

2024-04-29

0

🌹𝑵𝒐𝒓𝒂 𝑲𝒊𝒕𝒔𝒖𝒏𝒆🦊

🌹𝑵𝒐𝒓𝒂 𝑲𝒊𝒕𝒔𝒖𝒏𝒆🦊

No jodas con lo de estimularla más, la prota esta que se nos va para el otro mundo de tanta estimulación.

2023-12-31

4

Lina Maria Casas Pastrana

Lina Maria Casas Pastrana

Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón

2023-09-12

2

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