CAPÍTULO 14

La pastelera llevó su mano a donde la tenía el médico, mientras sentía como su hijo seguía dando más patadas. Estaba muy pensativa, no solo por lo que el médico le había dicho, sino por todo lo que había pasado.

Mientras tanto, Katherine, aprovechando la oscuridad de la tormenta, aventó a su espejo encantado un poco de sangre de gallina que de inmediato se evaporó.

Había observado con enojo también todo lo ocurrido, aunque no había visto la conexión del príncipe Ignis con el médico, que le permitía a dl también ver lo que estaba ocurriendo.

—¡Mata a la pastelera!—ordenó.

En su espejo podía ver a un vagabundo adicto al opio, que se estaba refugiando de la tormenta bajo un saco, en un callejón cercano a la pastelera.

—¡Saca al bebé de su vientre y tráemelo!—terminó de hablar.

De inmediato el hombre comenzó a convulsionar, mientras sus ojos estaban verdes, al igual que los de ella. Su piel comenzó a oscurecerse y a transformarse.

Mientras, una sombra oscura se posó detrás de Katherine, y le habló mientras observaba la obra de arte de la mujer.

—Recuerda que quiero al bebé vivo, su sangre es mejor fresca—dijo en un susurro antes de desaparecer.

Llena de pánico, ya que no había sentido aquella presencia, dio un pequeño brinco del susto. Le tenía miedo a ese demonio, por eso debía hacer todo lo posible y cumplir con su deseo, o de lo contrario pagaría con ella todos los favores que le hizo.

La mañana llegó, pero el cielo seguía oscuro, aunque la tormenta dio un pequeño descanso. El principe, en contra de los deseos de su padre, aun con lluvia, subió al carruaje e indicó que fue llevado a la indicación que les había pasado.

Decir que estaba mal era poco, en realidad estaba muerto en vida. Su piel, blanca como la nieve, y sus labios grises, solo eran una prueba del cáncer que absorbió de su padre y que cada vez lo estaba llevando a la muerte.

Fue en ese momento que, después de media hora, pudo llegar a las nueve de la mañana a la pastelería que se encontraba la madre de su hijo.

Suspiró con fuerza, colocándose la capa en su cabeza para cubrirse de la lluvia. Encontrarla fue lo más sencillo hasta el momento, convencerla sin usar la fuerza era ya otra cosa.

Al momento de salir casi se cae, si no fuera por uno de sus soldados que le prestó su hombro.

—¿Cómo te llamas?—preguntó.

—Elías, mi príncipe—dijo.

—Elías, ¿Sabes cómo hablar al corazón de una mujer que está ya con otro hombre?—preguntó de nuevo.

—¿Perdón?—preguntó confuso.

Ignis movió su cabeza de un lado a otro, en señal de negación. No quería involucrar a más nadie en ese tema. Dejando que el soldado lo ayudara a llegar a la puerta, dejó que el capitán del escuadrón que lo protegía tocara.

—¡Abran la puerta ante la visita del principe Ignis!—dijo el mayor de los soldados.

Freya, quien estaba en la cocina de la pastelería, mientras cocinaba con el médico y su abuela, dejó caer el pote de azúcar y empezó a temblar.

“¿Cómo? ¿Cómo me encontró?”, se preguntó.

Henry, al ver lo helada que estaba la mujer que le gustaba, le pidió a su abuela cuidarla mientras el abría la puerta.

Los tres, al ver que en efecto se encontraban ante la presencia del principe Ignis, se inclinaron en una reverencia. No obstante, Freya se quedó un poco atrás, mientras la anciana intentaba sostenerla.

La mujer embarazada estaba temblando tanto, y se encontraba tan pálida, que la anciana tenía un muy mal presentimiento.

—Al fin te encuentro, Freya—dijo Ignis quitándose la parte superior de su capa.

Enseguida, tanto Henry como su abuela fruncieron el ceño, no entendían por qué el príncipe se refería a Lady Aristia por el nombre de su desaparecida prometida.

—Debes volver conmigo—dijo tosiendo, ocultando la sangre en un pañuelo.

—¡Me niego!—gritó—¡No volveré contigo!

Asustada, comenzó a tirarle cosas al principe, siendo a punto de ser atacada por los soldados, si no fuera porque Henry se puso enfrente de ellos.

—¡No toque a mi mujer!—gritó enojado.

—¡Ella es la prometida del príncipe Ignis, la princesa Luna Freya de Ymmitos!—respondió el capitán—¡Tenemos la orden de traerla de regreso! Por su estado le aconsejamos que no haga esto más...

Se detuvo al sentir la mano pálida del príncipe en su hombro, provocando que ordenara a sus compañeros que bajaran sus espadas.

Si quería traerla de la forma menos agresiva, debían no ser tan rudos; no obstante, el principio sabía que ese mismo día debía traer de regreso al palacio real, a la mujer cuyo vientre albergaba su hijo.

—¿Podemos hablar a solas, Freya?—preguntó.

—¡¿Para qué me golpees de nuevo?!—dijo—¡¿Para que me humilles más?! ¡¿Cuánto más de infeliz debo ser para que enaltezcas más a la mujer que de verdad amas?!

Frunció el ceño, ya que al saber el verdadero rostro de Katherine, le dio mucho dolor de cabeza; no obstante, al intentar responderle a la princesa, comenzó a toser tanto que llenó el piso con su sangre.

—Entonces lo que vi ese día no fue un sueño—dijo Henry en un susurro—de verdad...de verdad usted absorbió el cáncer del rey.

Ignis solo lo miró, mientras un soldado lo sostenía, mientras Freya intentaba asimilar las palabras de su médico.

—Estoy muriendo, Freya—dijo—no tengo ni siquiera la energía vital para hacer que mi magia provoque fuego para una chimenea... he venido acá en paz, por favor, hablemos.

Freya, asustada aún podía la presencia del hombre que la maltrató tanto, se acercó a las espaldas de Henry para poder hablarle.

—Henry, perdón—dijo—todo lo que te he dicho es verdad, pero no pude decirte mi verdadera identidad. Sé que no estás en la obligación de quedarte conmigo, pero tengo miedo de que él me golpee y el bebé...

—Entiendo, tranquila—respondió entrelazando sus manos—príncipe, hablará con ella en presencia de su VERDADERO PROMETIDO.

Aquello revelación dejó sorprendidos a todos, incluyendo a su abuela y al propio príncipe. No obstante, en su situación, no podía pelear, así que solo asintió.

Si bien ni siquiera aún eran prometidos, pero por la mujer que le gustaba, así como su paciente, intentaría intervenir para protegerla.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***