Carol 1

⚠️ Advertencia:

Aquí inicia el punto de vista del personaje "Carol"

Este capítulo tiene: Relato de escenas de violencia sexual, física, psicológica, abuso de sustancias, que podrían herir su sensibilidad. Se recomiendan dejar de leer si crees que esto puede herir tus sentimientos.

Solo para mayores de 21 años ⚠️

Mi nombre es Carol, soy acompañante de citas y esta es mi historia. Quiero agradecerles a todas por darme esta oportunidad de desahogarme.

Desde muy pequeña recuerdo que mí padre tuvo mucho dinero y pocas ganas de cuidarme y educarme. Mí madre murió cuando yo tenía 5 años por una sobredosis que se provocó ella misma con inyecciones. Algunos años después, mí padre conoció a otra mujer, cuando yo era adolescente, y al quedar ella embarazada su interés por mí empezó a ser nulo del todo.

Él nunca había estado presente, por eso decidí que no le iba a dar importancia a su indiferencia. En el colegio me iba muy mal, no estudiaba y tenía problemas con todos los profesores. Mí única motivación para ir era mí amiga Sofía, con quien empecé a compartir el interés por los chicos más grandes.

Cuando conocí a Sofía, yo tenía 17 años y ella uno menos. Pero yo ya había tenido relaciones sexuales desde hacía dos años. Tristemente, me inició un tío lejano al que nunca volví a ver, abusó de mí, por supuesto, pero no lo pude procesar bien hasta muchos años después. Y a diferencia de otras jóvenes, yo no hice una represión ni me traumaticé. Más bien, todo lo contrario . . .

Al principio salía con chicos de 18, 19, 21 años y luego con hombres más grandes, casados, divorciados, empresarios, profesores, abogados. Nunca se me hubiera ocurrido cobrar dinero por eso, después de todo yo solo buscaba sexo y diversión. Aunque sí me gustaba recibir regalos.

Cuando empecé a visitar a Sofía en su casa, quedé perdidamente enamorada de su hermanastro Joel. Me encantaba verlo, era muy tranquilo y atlético. Sus brazos, los labios, incluso sus manos me parecían muy apetecibles. Un par de veces pude recostarme a su lado en la noche y pude comprobar que todo en él era grande. Tocarlo fue la gloria, aunque estuve cerca de que se despertara en más de una ocasión. Yo sabía que Joel nunca había estado con mujeres y eso me atraía.

Con Sofía empezamos a acosarlo, por diversión. Mi amiga lo deseaba incluso más que yo. Tanto que una vez me pidió que la tocara, mientras ella miraba una foto de él sin ropa. Yo la había conseguido después de esconderme de escabullirme en la habitación de su hermanastro. Joel siempre fue muy distraído y nunca se dio cuenta de que yo también lo había espiado más de una vez, mientras él se cambiaba de ropa.

En esos momentos yo ya consumía, luego empecé a aspirar polvo blanco y otras sustancias con las cuales buscaba llenar el enorme vacío que sentía en mí interior. Pero, todo se complicó luego de que se hiciera viral un vídeo donde yo aparecía haciendo un oral con la boca a un chico de mi colegio. Papá estaba furioso:

— Eres una zorra y una adicta, como lo era tu madre. Una campesina que tuvo la suerte de cruzarse conmigo en su camino — me gritó con odio y repulsión

Sus palabras siempre habían sido crueles cuando yo cometía errores. Y esa vez, por el tono de su voz, yo sabía que iba a ser un antes y un después.

— Incluso yo sería mejor madre de lo que eres tú como padre. Solo te interesa hacer dinero, eres un cerdo machista y un hipócrita — le respondí desafiante

Me abofeteó, con tal fuerza que mi cara quedó completamente roja. Ya me habían golpeado algunas veces cuando había tenido relaciones con tipos duros, pero nada comparado con ese golpe de mi propio padre. Terminé en el piso, mientras lloraba desconsolada. Y aún así, ese hombre al que le había dicho papá desde muy pequeña, no tuvo piedad conmigo.

— Mañana cumples 18 años, eres un desastre, has repetido dos veces tu curso, consumes, tienes relaciones con cualquiera y ahora también eres famosa por ser una prostituta o algo parecido. No te quiero ver más. Las sirvientas van a preparar tus bolsos, yo te daré bastante dinero para unos meses y te irás— sentenció sin una sola muestra de humanidad

— ¡Eres un monstruo, nunca has sido mí padre, solo un maldito CEO que piensa en sí mismo! — fue todo lo que pude decirle, con todo el dolor del mundo en el alma. Su nueva pareja le había dicho que yo era una mala influencia y que sería perjudicial para mi futura hermana Gretel.

Por fortuna para mí, la madre y el padrastro de Sofía también solían estar ausentes, así que su casa fue mi refugio durante un tiempo. Solo que en ocasiones debía irme, desaparecer al menos por un par de días o descubrirían que me habían echado de casa y no quería que nadie tuviera lástima por mi persona.

Uno de los sujetos con los que salía en ese entonces era muy generoso con sus "ayudas" económicas. Lo había conocido en un bar erótico, era un inversor aburrido llamado Oscar, de 40 años y que tenía pareja. Una mujer también de su edad de nombre Cleopatra. La pobre cornuda había administrado burdeles desde joven hasta que conoció en Japón un negocio muy lucrativo. Lo diferente es que se ofrecía no solo sexo, sino una experiencia diferente, más personal, algo que vendían como único por adaptarse a los gustos de sus clientes.

Oscar solo me pagaba por estar con él, pero a ese dinero lo llamaba "recompensas" por ser su amante. También le gustaba verme con poca ropa, enseñando mis curvas, por su departamento y que yo estuviera presente en sus muchas partidas de póker con sus amigos también ricos. Generalmente, yo lo esperaba en su jacuzzi, mientas fumaba o aspiraba dosis de polvo blanco que el mismo Oscar me conseguía. Siempre se aprovechó de mi dependencia.

Y así fue que un día, mientras yo estaba sentada en una de sus piernas, viendo cómo jugaban póker, drogada como casi siempre, me hizo una propuesta poco beneficiosa para mí.

— Conejita, escúchame bien : ¿Te gustaría ser acompañante de citas? Me he involucrado en el negocio de Cleopatra, he invertido mucho capital allí y se que ella está buscando jóvenes con diferentes perfiles

— Pero, ¿son prostitutas o no? Pensé que yo era tu amante. Y que no querías compartirme con nadie más

— Eres mí amante sí, pero yo decidiría con quién sales y que es lo que puedes hacer o no. Cleopatra está saturada, necesita delegar responsabilidades. Y yo le pedí que me deje manejar las rutinas y citas de las nuevas acompañantes. Yo voy a tener mucho poder en su negocio Conejita tonta

— Entonces ¿podría ser acompañante y solo tener citas? Porque no quiero estar con nadie más que tú, ya me he acostumbrado a no tener relaciones con desconocidos

— Habíamos quedado en que yo iba a decidir sobre cada aspecto de tu vida Carol, tú no tienes la capacidad de tomar buenas decisiones.

— Sí pero...

— No terminé de hablar conejita. Creo que es hora de que empieces a generar dinero para pagar tus vicios ¿O creías que todo lo que consumes aquí iba a ser gratis? Todo que compro para ti es ilegal y por lo tanto costoso— me respondió mientras me hacía un gesto para que yo me ponga de pie.

En el fondo yo sabía que su propuesta no era opcional. No obstante, mí dependencia a todo lo que él me daba era total. Sobre todo a las sustancias. Además yo ya había sufrido muchos abusos así que era perfecta para que me manipulara aún mas. Lo que nunca esperé fue lo que sucedió luego.

— Bien, asumo que tu silencio es un sí, fue lo primero que mencionó. Él es Fernando, como bien sabes — me dijo señalando a uno de sus amigos que usualmente jugaba a las cartas y uno de los que más me observaba en cada partida— Quiero que hoy hagas todo lo que te pide ¿Te queda claro? Ahora ve y lo esperas en nuestra habitación.

Me levanté e hice lo que me ordenó, estaba muy mareada de la última dosis, estaba sucia, tenía frío y hambre. Y aún así obedecí sin cuestionarlo.

En ese momento, por un instante, me di cuenta que yo me había transformado en su objeto, en su juguete sexual al cual podía prestar a sus amigos. Había sido un proceso muy gradual y no me percaté hasta muy tarde. Me prometí a mí misma que iba a salir de ese pozo en el cuál me encontraba. Aunque las posibilidades estaban todas en mí contra a juzgar por mí dependencia a la cocaína y mí falta de amigos o familia a quienes yo les importara realmente.

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