Joel 2

⚠️ Advertencia:

Este capítulo tiene: Relato de escenas de violencia psicológica y abuso de sustancias, que podrían herir su sensibilidad. Se recomiendan dejar de leer si crees que esto puede herir tus sentimientos. Solo para mayores de 21 años ⚠️

Yo siempre había sido visto por todo mí entorno como un "bicho" raro. Era bastante tímido, reservado, no me gustaba salir ni tenía muchos amigos. Nunca tuve novia, sí había besado a una prima cuando era niño y en la secundaria a una joven llamada Soledad. De hecho, ella siempre me había parecido muy hermosa pero nunca me había animado a hablarle.

— ¡Vamos a la fiesta de Soledad, van a ir todos amigo! — me dijo Lucas un Sábado por la noche, casi cerca de fin de año.

— Pero... no me invitó ¿Cómo voy a aparecer así de la nada?

— No seas tonto amigo, ¿no ves que a ella le gustas? Así que mejor ponte tu mejor ropa y vamos o ¿Te vas a quedar encerrado un Sábado en la noche? Tienes 17 años, no 37 —.

Ante tanta insistencia, decidí decir que sí. Sofía intentó colarse con nosotros, pero obviamente Orfelia se lo impidió. Al llegar a la fiesta, vimos que había hierba y alcohol por doquier. Sin embargo, lo que más me dio curiosidad fue un juego en el cuál, a través de una botella, se elegía a una chica y un chico para que se encerraran en alguna de las 4 habitaciones que tenía la casa.

— Ya que viniste, vamos a jugar un juego sexual, a ver si se te quita lo virgen — me dijo Malena, una de las tantas amigas imbéciles de Soledad— por supuesto, yo no quería saber nada. Pero, lo consideré cuando, al girar la botella, fue Soledad quien salió elegida para ir a la habitación conmigo.

Hubo un grito generalizado de festejo y burla, Soledad también se veía incómoda, pero se sintió obligada a cumplir con el juego. Casi todos nuestros compañeros del colegio habían perdido la virginidad en alguna de esas fiestas a las que yo nunca iba. Y era común o estaba de moda que los padres dejarán a los jóvenes divertirse a solas, al menos por algunas horas hasta llegar la 1 o 2 de la madrugada.

— Hola, ¿cómo estás? — me dijo con una voz cálida cuando nos encerraron en la habitación, que a juzgar por la enorme cama debía ser de sus padres.

Mientras me miraba a los ojos, tenía puesta una falda muy corta y una blusa blanca preciosa. Su cabello, dorado y fino, llegaba hasta su cintura. Ella estaba con frío y me daba unas ganas enormes de abrazarla.

— Hola Sole, feliz cumpleaños. Estoy bien, aunque la verdad no esperaba hablar contigo aquí, encerrados — le respondí muy nervioso. De fondo, se escuchaba como los demás gritaban "sexo", "sexo", "sexo" mientras nos golpeaban la puerta con sus manos

— Ah, no te preocupes por ellos, son unos estúpidos. Mis amigas también, hoy se han comportado como unas niñas inmaduras Han insistido en que cumpla con el juego. Y es que yo también soy virgen. ¿Tú lo eres no? Es decir, es lo que dicen todos de ti. . .

La franqueza sobre su virginidad y la pregunta de Soledad me dejaron desconcertado. Al parecer ella era muy directa y en ese momento me di cuenta de que debía haberle hablado antes. Al final, tomé valor y le dije lo que ya había escuchado por casi todo el colegio.

— Si, lo soy. Y si bien quiero tener mí primera vez, me es difícil estar con alguien si no tengo una conexión sentimental antes. Se que suena tonto, pero realmente no puedo. Y que me presionen tanto tampoco ayuda demasiado, también he tenido experiencias, muy traumáticas.

— Oh, yo pienso exactamente lo mismo, no creo que sea una buena idea forzar esto. De hecho, quisiera que la primera vez fuera especial. Y no con un montón de bobos escuchando del otro lado o golpeando la puerta. Y eso incluye a mis amigas ja, ja — me respondió más relajada. — Que pena que te hayan lastimado, se nota que eres muy sensible Joel —.

Ella era realmente agradable. Parecía que la conocía desde hacía años. Su sonrisa era muy dulce y sus ojos me transmitían una paz muy grande. Por fortuna, ella sabía dónde sus padres guardaban la llave de la habitación. Al cerrar la puerta, pudimos relajarnos los dos.

Empezamos a hablar y no sé cuánto tiempo transcurrió, pero luego de acercarnos cada vez más, nos besamos apasionadamente, sus labios eran muy húmedos y agradables. También nos abrazamos por varios minutos y nos quedamos viéndonos a los ojos en silencio.

Una hora y media después tuvimos que salir de la habitación, ya que sus padres habían regresado y al parecer no habían autorizado la fiesta de cumpleaños. En realidad, todo había sido obra de sus amigas, Soledad tampoco sabía de la fiesta al principio, ya que era una "sorpresa". Y una vez iniciada y con todos allí en su casa, no tuvo el valor para echarlos.

— Nos vemos mañana en el colegio, quiero seguir conociéndote Joel — me dijo al despedirme, mientras me tomaba de la mano ante la mirada sorprendida de todos a nuestro alrededor. No volvieron a molestarme luego de eso.

La esperé sentado en clase y en los recreos, una semana, dos. . . ella nunca regresó. Soledad tenía asma y había tenido una recaída. Casualmente había tomado mucho frío durante su cumpleaños en su casa, sus vías respiratorias se inflamaron demasiado y comenzaron a producir en exceso una sustancia tóxica llamada histamina. Pude ir a despedirme de ella en el hospital, un día antes de que falleciera.

Así, solo tres semanas luego de cumplir sus 18 años, Soledad se fue del mundo, sin conocer el amor verdadero, ni nada que se le parezca.

Tres años después. . .

Lucas y yo veíamos un catálogo con chicas de diferentes edades. Una de ellas, me recordó a Soledad, ya que también tenía un lunar justo sobre el labio superior de la boca. Estábamos sentados en un enorme sillón en una habitación pequeña y con un escritorio, antes nos había recibido una joven recepcionista con el cabello color rojo fantasía. El sitio estaba muy limpio y parecía que recién se habían mudado, incluso había gente aún ordenando muebles e ingresando con cajas.

— Perdón el desorden, estamos acomodando todo aquí, antes teníamos una oficina mucho más pequeña en el centro de Ciudad Portuaria — nos dijo una mujer alta y rubia luego de ingresar y saludarnos alegremente

— Oh, no se preocupe. Es comprensible que hayan buscado un sitio más grande, se han hecho muy populares — le respondió Lucas

— Si, nos ha ido bien. Oh, que modales los míos. Mí nombre es Cleopatra, espero que estén a gusto y quisiera saber si han elegido a alguna de las jóvenes. Recuerden que también se pueden contratar por internet. Y si no se deciden por nadie, tengo algunas sugerencias — nos dijo con una mirada cómplice que me pareció muy desubicada— También, como habrán visto, hay algunos jóvenes varones de diferentes edades. Son todos muy profesionales.

— Aún no hemos elegido a ninguna acompañante. Y se muy bien que los jóvenes son excelentes, soy cliente frecuente, pero nunca había conocido ninguna oficina física — respondió mí amigo, ante mí sorpresa, ¿No era que los había conocido la semana pasada? Lucas siempre había sido así, un poco mentiroso y muy charlatán.

Yo en cambio, estaba muy incómodo, la mujer me veía muy directamente. Y el catálogo con esas jóvenes me parecía grotesco. Algunas estaban con poca ropa, otras vestidas normales. Algunas sólo tenían el nombre y una descripción. Me pareció lamentable el servicio que el sitio ofrecía.

— Oh un cliente frecuente, perfecto. Aunque, intuyo que está vez vienen por su amigo... ¿de nombre? — preguntó curiosa Cleopatra

— Soy Joel, la verdad yo no quería venir, no me siento del todo cómodo y me desagrada la idea de pagar por sexo — le respondí con honestidad brutal, ante la mirada de reprobación de Lucas

— Me gusta esa sinceridad Joel. Por fortuna aquí en "latidos únicos" tenemos "acompañantes" para todos los gustos. Si quieres solo salir para relajarte, si quieres una cita, ir a cenar con alguien, si te gusta la dominación, la sumisión, los masajes, o simplemente hablar con alguien agradable, en todo esos casos estás en el sitio indicado — me dijo mientras me daba un formulario de dos hojas.

Lo completé solo para que Lucas me dejara en paz. Al salir yo no quería ni ver a los "clientes" que esperaban en el salón de entrada sentados, me avergonzaba mucho haber ido hasta allí. Casi en la puerta de entrada, nos cruzamos con una joven morocha, con grandes ojeras y muy ligera de ropa. Ella me resultó muy familiar y al darme vuelta para comprobarlo me di cuenta de que era Carol, la desaparecida amiga de Sofía.

— Sí, yo también la reconocí. Ya la había visto en los catálogos de internet, pero nunca se lo dije a tu hermanastra — me susurró Lucas al ver mí sorpresa.

La mirada de Carol estaba completamente pérdida, tanto que ni siquiera nos había visto pasar a su lado. Su andar era pesado y luego la vimos ingresar a la oficina de Cleopatra junto con otro hombre, mientras este cerraba la puerta. Carol bajó la mirada dócilmente antes de sentarse en una de las sillas.

Me dio la impresión de que la joven estaba muy demacrada y cambiada; no se parecía en nada a la joven que me solía espiar y acosar junto con mí hermanastra. De todos modos, no me alegré por su desgracia.

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Comments

Yasmin Pena Nava

Yasmin Pena Nava

Carol anda cm las sonámbulas

2024-05-02

0

Betty Saavedra Alvarado

Betty Saavedra Alvarado

Yoel no quieres tener sexo Lucas te llevo a Latidos Únicos te sientes humillado por la mirada de Cleopatra al salir vez a Carol trabaja en la agencia

2023-09-11

5

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