NO Seré Su Héroe
La vida de la gente siempre es cómoda o al menos, lo intenta. Beber un café en la mañana, trabajar en las tardes, tener hijos, cuidarlos y abrazar una familia.
Pero ese no es mi caso.
Para la basura como yo, somos una plaga en la sociedad, una mancha en los mapas que debe ser limpiado y un estorbo a la vista, una existencia que muchos ignoran pero que sigue presente en el día a día, así es, yo no nací en una familia "cómoda".
Nací un jueves del año 90, en la noche, de una mujer prostituta que simplemente no tenía manera de alimentarse más que del dinero de sucios lobos. Pero no la juzgo, porque prefirió abrazarme en lugar de echarme a la basura y conforme crecí, me di cuenta de lo difícil que era para ella criarme sola. Sin un hogar estable y buscando comidas en las calles, yo fui capaz de adaptarme a este sucio mundo con la mirada de todos sobre mí con lástima y pena. Cuando tenía 10 años, robaba pan de las tiendas con el temor de que otro policía me golpeara, pero era muy ágil y conocía las calles como la palma de mi mano, así que era sencillo meterse bajo una alcantarilla junto a un hospital para que me dejaran tranquilo.
Sé lo que piensas y si, también guardaba la mitad del pan a mi madre.
Pero también me di cuenta de que mi madre ya no era la misma mujer joven, sus manos se llenaron de manchas, su rostro se llenaba de arrugas y su cabello se volvía blanco, así que su apariencia hizo que fuera más difícil de trabajar. Esto hizo que me planteara seriamente en trabajar a los 15 años pero como nunca fui a la escuela, mis opciones eran escasas.
— No lo hagas, dejame a mi traer dinero.
— Oh Patrick..
Ella me sonreía con pequeños hoyuelos mientras me hacía una seña hacia su regazo, y por supuesto, yo me inclinaba y colocaba mi cabeza mientras ella me acariciaba el cabello con ternura, incluso si sus manos se veían frágiles, su tacto siempre fue con cariño. Para una mujer que trabajó en la calle, nunca le faltó amor.
—Déjame trabajar, por favor. —Volví a suplicar. — No tienes que seguir yendo al burdel, conocí a un chico que vendía ..
— Patrick..
Fui silenciado por su tono de voz.
— ¿Si?
— No quiero que hagas nada ilegal. Si me estoy esforzando es porque quiero que estudies, aunque todavía me cueste un poco juntar el dinero.
Mi madre recibía poco al día, incluso con monedas, le tomará otros 20 años más para pagarme un año de escuela. El simple hecho de pensarlo, me hacía sentir muy frustrado, yo ni siquiera quería estudiar, quería dinero suficiente para comprarle medicina, a ella le tiemblan las manos y su espalda empeora, así que simplemente asentí con la cabeza, pero crucé los dedos en mi espalda.
— Si, madre.
No lo cumplí, por desgracia.
Para cuando tenía 20 años, ya todos en las calles me conocían por vender mi famosa harina y el precio de varios adictos me hizo ganar algo de dinero. Sé que estaba mal, pero yo olvidaba tan rápido la culpa cuando pude comprarle a mi madre unas pastillas del dolor, aunque ella me preguntaba de donde yo sacaba el dinero, tuve que respirar profundo y sonreír: Lo encontré en la basura.
El tiempo pasó, y con el dinero que yo juntaba, pude comprarle medicina y algo de comida. Pero el aspecto de mi madre empeoraba y yo sabía que el medicamento no serviría para siempre, así que me puse una meta de reunir lo suficiente para llevarla con un doctor. Estuve así durante unos 10 años más, pero lo que no sabía, es que meterte en el mundo de la gente peligrosa, puede traerte peligrosos problemas.
— ¿Patrick? ¿A dónde vas?
Yo arrugué una hoja que tenía en mi mano y rápidamente la oculté en mi bolsillo para sonreírle a mi madre.
— Iré a comprar más medicamentos, creo que se acabaron los que te aliviaban el dolor de espalda.
— Si, ya no me queda mucho. Si vas a la tienda, cómprame un helado, hace mucho que no suelo comerlo.
Yo sonreí, sabía muy bien que a ella le gustaban los dulces.
— Claro, ya regreso.
Salí por la puerta de madera rota y luego yo caminé por las calles abandonadas. La nota que me dejaron en la entrada me hizo preocupar, la persona que se encargaba de darme el producto me ha dicho que ya no me necesita. Todo normal, hasta que leí la palabra "cuídate" como si fuera una advertencia y no una despedida. Decidí no preocuparme por eso e ir a la tienda a comprar helado.
Pero cuando regresé a casa..
— Ma...
Había un charco de sangre en el suelo, yo solté el helado mientras mi respiración estaba entrecortada, no lo podía creer. El cuerpo inerte de mi madre yacía sobre la sangre, yo me quedé en silencio por un momento tratando de pensar que era una broma, una pésima y horrible broma. Tome la mano de mi madre e intenté despertarla.
— Mamá, despierta, te traje tu helado..
Pero ella no se movía.
No había más que un silencio eterno, las lágrimas caían por mis mejillas mientras mi respiración se volvía más agitada.
— Mamá..
Solo en ese momento que ella había partido de este mundo, es que me di cuenta que ella había muerto. Grité, sostuve su cuerpo en mis brazos como si me hubieran arrancado una parte de mi alma. Estuve llorando algunos minutos, rezando a los cielos que alguien me ayudara pero cuando la puerta de mi casa se abrió, yo me giré, era la policía.
— Por favor, ayuden..
Ni siquiera pude pronunciar algo porque los policías me tumbaron al suelo con fuerza. Les pregunté que estaban haciendo y ellos solo se comunicaban entre ellos para llamar refuerzos.
Hubo un momento en que mi rostro estaba contra el suelo y yo no podía hablar.
— Pobre.. mató a su madre.
¿Qué? ¡No! YO NO LO HICE.
Fue lo que pensé en ese momento, había un enorme malentendido y ahora los policías me estaban acusando a mí de matar a mi propia madre. Intenté hablar, pero todo fue en vano, por meterme con personas equivocadas, terminé llevando a mi madre a la muerte.
Traté de ser sincero pero incluso el abogado que estaba a mi cargo negó con la cabeza.
— Solo acepta el homicidio, no hay mucho que defender.
Yo me abalancé a él con las manos esposadas. Los policías rápidamente me detuvieron.
— Eres un maldito, se supone que debes trabajar para mi y aclarar mi inocencia.
Él se arregló la ropa mientras se limpiaba los lentes, los policías seguían sosteniéndome con fuerza.
— Bueno, a nadie le va a importar si tú acabas en la cárcel o no, la gente que vive en las calles no son más que plagas para el gobierno. Solo ve a la cárcel y admite tu crimen, por cierto, te dejaré mi factura con mi asistente.
Solo ahí es que todo se volvía claro para mi.
Dinero, dinero y más dinero.
Toda mi infancia observé como mi madre se rompía la espalda trabajando por dinero, incluso cuando ella enfermó, necesitaba dinero y ahora si yo quiero demostrar mi inocencia mediante un abogado, solo lo conseguiré con dinero.
Levanté la mirada hacia la ventana para mirar al cielo, este mundo era cruel para la gente que vive en la calle y sin ningún derecho, no podemos conseguir nada si no es con dinero, incluso si queremos ser tratados como humanos, se necesita dinero. En ese momento una enorme ira comenzó a formarse en mi pecho.
Enojo, ira, furia..
Un mundo corrupto, un mundo asqueroso, un mundo cruel que yo comencé a odiar.
Antes del juicio, observé como un hombre en traje le entregaba un maletín al juez, por supuesto, ahora soborno. Ni siquiera hablé cuando el juez me dictó pena de muerte, una ley que no se aplicaba desde hace 30 años. Y solo la aplican cuando hay dinero de por medio. Yo comencé a reír, este mundo realmente me odiaba, tanto yo como el.
Cuando los doctores levantaron la inyección letal frente a mí, uno de los policías se acercó a mi camilla.
— Sus últimas palabras.
Si iba a morir siendo inocente, al menos quería desahogarme, decir todas las palabras que estaban enterradas en mi corazón.
Ante la mirada de varios espectadores detrás de un vidrio, yo tomé un fuerte respiro.
— Odio este mundo corrupto y sucio donde los dioses solo se sientan a observar —Yo solté una larga y profunda risa— ¡Si vuelvo a renacer, me aseguraré de matar a todos yo mismo!.
Mi voz fue cortada cuando la inyección entró a mi piel y una sensación de ardor empezó. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y sentí como mi cerebro poco a poco se dormía, mi visión se volvía borrosa, mi mente dejó de pensar, ya no podía mover mi cuerpo.
¿Así se siente morir?.
Mi visión se oscureció.
Mi cabeza cayó hacia atrás.
Y finalmente había muerto.
Lo que no esperaba, es que cuando abrí los ojos frente a mí, había un niño sonriéndome.
No, un ente.
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Comments
Cinthia constanzo
muy real, mi papa tuvo un accidente hace como 9 años, lo choco un auto y le rompio el brazo, la persona que lo choco lo denuncio segun por cruzar mal, cuando en las camaras se vio que mi papá tenia el paso, y cuando llegamos al hospital publico no nos querian atender mi papá se desangrabra, y nadie hacia nada hasta que mi mamá hablo con un medico cirujano y este nos puso precio, la vida de mi papá por plata, mi mamá acepto, pero hasta que no tuvieron la plata iban a dejar a mi padre morir, el mundo no es justo y el dinero soluciona casi todas las injusticias
2023-11-28
4
Jenifer 🤓💫
Me encanta, primer capítulo y quede alucinada 👏👏👏👏😁
2023-10-04
1
Ale Rojero
Muy buen capítulo de inicio.
2023-09-03
4