Capítulo 3: En dirección a la ciudad capital

Yo apreté los dientes con fuerza y llevé la mano sobre mi cabeza. Las lágrimas bajaban por mis mejillas con enojo.

Todo parecía una broma, una broma cruel.

— Maldito.. Seraff..

Esto no es mera coincidencia, seguramente ese Dios me esté poniendo a prueba.

¿Quiere que mate a la mujer frente a su hija?.

Ese maldito no dudó en destruir el alma de Luminor porque no cumplía con sus órdenes y estoy seguro que se desharía de mi si yo no lo hago. Y el nombre que seguía ardiendo en mi mano era una prueba de ello. La niña me veía con ojos llorosos, probablemente yo me veía así cuando mi madre murió.

Me estoy convirtiendo en una basura.

El enojo pronto se volvió en una risa, encontrando todo esto divertido. Por un Dios que se sentaba a observar esto con entretenimiento. Luego de rechinar los dientes una vez más, supe que no tenía opción, yo no me iba a convertir en un héroe después de todo, además, ese idiota dijo que son demonios haciéndose pasar por humanos. Así que, antes de empezar, me incliné y arranqué un trozo de tela de mi camisa.

Oculté los ojos de la niña que seguía llorando pero sorprendentemente se quedó quieta.

Luego, levanté mi espada y con un movimiento rápido, atravesé el corazón de la mujer con la espada. No iba a cumplir el capricho de ese niño con respecto a arrancar corazones. Al menos no con ella.

La sangre fluía por el suelo y la niña se quedó en silencio. Yo guardé mi espada mientras yo cerraba los ojos y el nombre marcado en mi mano, desapareció cuando cumplí con mi objetivo. Finalmente me alejé para continuar con mi camino pero el sonido de unos caballos acercándose hizo que yo girara la mirada hacia atrás.

Los tipos que habían ocasionado todo este caos se acercaron, al ver que había dos personas aún vivas.

El líder, que montaba un caballo negro con alas, se acercó junto a otros más para observarme. Tenía una barba pronunciada y su ballesta la dejó sobre su hombro. Comenzó a reírse, junto a los demás.

¿Ladrones? No estoy seguro, pero tenían un caballo exclusivamente con bolsas y objetos bañados en oro. Deben estar acostumbrados a asaltar pequeños pueblos para robar. Yo levanté la mirada para verlos fijamente.

— Oye, tienes cara de ser un noble con dinero, entregame todo lo que tengas de valor.

¿Yo? ¿Noble?

¿Es por la cara?.

— No tengo nada de valor. —Respondí, luego observé a mi alrededor donde las casas seguían incendiándose— Además ya tomaste las cosas de valor de este pueblo, sólo vete de aquí.

Los demás ladrones comenzaron a reírse en voz baja, supongo que deben pensar que soy ingenuo y tonto por no acceder a sus demandas. De todas formas no tengo nada de valor, solo una espada que robé en un campamento por ahí en el bosque. Así que es inútil que intenten amenazarme con algo tan estúpido. Suficiente tengo con las amenazas de Seraff.

El líder me observó un momento y luego bajó la mirada a la niña pequeña que en ese momento se quitó la tela que yo cubrí sus ojos.

— ¿Y si me llevo a la niña?

— Haz lo que quieras.

Yo me giré sobre mis talones para irme de ahí, los asuntos de los demás no deberían ser mi problema, simplemente tengo que concentrarme en mis objetivos si no quiero sufrir por la eternidad.

— Veo que no te preocupa. Excelente, muchachos, quitenle la ropa a la niña, hoy nos vamos a divertir.

Me detuve.

En fracción de segundos, me giré rápidamente hasta el líder con el brazo levantado. Nadie se dió cuenta de la impresionante velocidad de la que fui capaz, ni siquiera yo, así que todos se quedaron paralizados cuando yo atravesé el brazo en el corazón del líder. La sangre fluía como cascada al suelo, cayendo cerca de las pezuñas del caballo. Cuando yo quité mi brazo de su cuerpo, aquel tipo cayó al suelo en un fuerte estruendo, la sangre goteaba por mi brazo mientras mi mirada se acentuaba con frialdad.

¿Viste eso, Seraff?

Seré yo quién decida a quién le arranco el corazón.

— Ese tipo esta loco, vámonos.

— ¡Vamos, vamos!

Los demás, asustados por lo que acababa de hacer, tomaron las riendas de sus caballos y comenzaron a irse con pavor, incluso el caballo del líder siguió a los demás, cuando todo se había calmado, yo me incliné sobre una rodilla para poner una mano sobre mi boca, volví a vomitar sangre.

Nuevamente no controlé la fuerza de mi maaná.

Necesito dirigirme a un pueblo para al menos leer un libro de magia básica, si sigo así, estaré escupiendo sangre cada vez que peleo con alguien. Mientras yo me inundaba en pensamientos sobre lo siguiente que yo debería hacer, la pequeña niña se acercó y me entregó la tela que yo le coloqué hace unos momentos.

— Estoy bien.

La niña intentó hablar pero no había más que sonidos extraños en su voz, sin embargo, ella mantuvo una sonrisa, como si estuviera acostumbrada. Sonidos que de alguna manera me hicieron recordar algo.

Y como olas chocando en el mar, un pensamiento atravesó mi cabeza y yo levanté mis manos.

— "¿Estas bien?". —Yo gesticulé con las manos.

Ella levantó los dedos para responder que sí.

Parece que Luminor sabe lenguaje de señas, eso es conveniente en este tipo de situaciones. Eso significa que cuando yo cubrí sus ojos no escuchó que yo apuñalé a su madre, debió pensar que fueron los ladrones de hace un momento.

Sin más yo me levanté y la pequeña niña comenzó a seguirme.

— Supongo que no se puede evitar..

..

.

Al día siguiente, yo avancé fuera del bosque para dirigirme a alguna ciudad cercana. La buena noticia es que ese cerdo del líder traía una bolsa de monedas de oro atada a su cintura, así que yo la guardé conmigo, también tomé algunos objetos como su ballesta que la dejé colgada en mi espalda. No estaba en mis planes matarlo pero resultó mejor de lo que esperaba. Mientras yo movía la bolsa de oro en mis manos, la niña me seguía con una sonrisa, parecía más que feliz a mi lado. Tampoco tenía intención de llevarme a alguien pero esta niña está sola. No sabía que en este mundo también existía la gente enferma.

En el camino, la niña movió sus manos letra por letra para explicarme su nombre, se llamaba Emma y tenía 5 años. Para ser pequeña sabía comunicarse muy bien, debe ser más inteligente de lo que pensé.

Luego, me detuve cuando escuché un rugido extrañó, incliné la mirada hacia abajo solo para ver cómo Emma me sonreía con pena. Entendí perfectamente que debía tener hambre, así que yo observé a mi alrededor antes de acercarme a un árbol. No puedo usar mi magia ya que temo quemar el árbol, así que comencé a escalarlo para tomar unas cuantas manzanas. Una vez que yo regresé al suelo, le entregué las manzanas a Emma.

Me alegra saber que este no es mi mundo, allá no hay árboles a la vista donde tomar manzanas con facilidad.

Aquí puedo escalar un árbol y comer una manzana con libertad.

Cuando yo le entregué las manzanas a Emma, yo seguí avanzando hasta una enorme ciudad. Incluso no muy lejos había un castillo, supongo que este mundo también cuenta con aristócratas, no es extraño que esos ladrones me hayan confundido con un noble.

En la entrada había guardias con armaduras, todo parecía ser sacado de un libro de ficción. La gente caminaba por el mercado, la gente vendía comida, algunos guerreros incluso se anotaban en gremios de aventureros. Parece que este mundo no dejaba de asombrarme, sin embargo, me percaté que la gente a mi alrededor parecía preocupada por una noticia que aparecía en los periódicos, murmuraban entre ellos con asombro y otros con temor.

— ¿Escuchaste? Dicen que la lágrima de Dios despertó pero que incendió el Santuario.

— Si, dicen que el héroe de la profecía se volvió cruel.

— ¿Que sucederá con nosotros?.

Estaba claro que YO era la lágrima de Dios y YO era el actual Luminor del que todos hablaban. Es mejor que piensen que sea un villano, todavía necesito asesinar a otros demonios y no puedo darle explicaciones a nadie. Mientras más rápido termine, ¿más rápido me dejará Seraff en paz?.

¿Que sucederá una vez que mate a todos los demonios? ¿Regresaré a mi mundo? ¿Me quedaré aquí? O.. ¿Mi destino estará sellado en el infierno?.

Una vez que avancé a una enorme estructura, las letras extrañas en la entrada de oro me hizo dar cuenta que ya había llegado.

Biblioteca

Entré sin problema, nadie custodiaba la entrada ni mucho menos me solicitaron algo, parece que cualquier ser puede venir aquí. Y a pesar de todo, me impresionó ver que no sólo humanos estaban aquí, habían seres mágicos, hombres con cabezas de lobo, pequeñas hadas con diminutos libros, incluso una sirena leyendo a través de un tanque de agua.

Cielos..

Más allá de impresionarme, decidí buscar algún libro acerca de magia, incluso decidí buscar uno sencillo o algo que dijera "magia para burros". Como un ser que no pertenece aquí, debo aprender todo para poder controlar mi magia, sé que soy capaz de hacer mucho más en este cuerpo, simplemente debo liberarme del límite.

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