Capítulo 11: El papel de héroe está disponible

No sé cómo lo hice.

Pero finalmente salí del bosque, es mucho más grande de lo que aparenta y ciertas aéreas pueden llegar a confundir. Creo que voy a necesitar leer un mapa del continente ya que solo leí uno global. Cuando avancé algunas horas más, llegué a una ciudad.

En la entrada, estaba escrito el nombre de Hrameda.

Si no mal recuerdo, Rizz tiene tres grandes ciudades: Galia, la ciudad capital, Naqus, la ciudad de los magos y Hrameda, la ciudad costera. Eso significa que estoy cerca del océano.

Me pregunto si aquí podré encontrar alguna manera de buscar a Victoria y Emma.

Me encogí de hombros y comencé a adentrarme a la ciudad. No he sentido nada en mi mano izquierda, es decir, que no hay señales de demonios desde el bosque hasta aquí. Las personas caminaban de un lado a otro, vendiendo mariscos y otros, puliendo armas con materiales sacados de corales con apariencia de diamantes. Parece que la gente aprovecha los materiales del océano para fabricar armas.

Parece una ciudad común como cualquier otra.

— ¡Tu!.

Reconocí una voz.

Me giré solo para ver cómo Victoria corría hacia mí con mirada molesta, como si estuviera enojada. Sin embargo y aunque yo no me moví, extendió sus brazos para abrazarme.

— Tonto, grandísimo tonto.

— ¿Yo?. —Respondí.

— Si, tú, idiota. Cada vez que te enfrentas con esas criaturas extrañas siempre terminas herido, ¿Acaso te gusta el peligro?.

No tengo opción.

Pero no dije nada y me quedé en silencio.

— La gente nos está mirando. —Hablé cuando las personas pasaban a nuestro alrededor y nos observaban de manera extraña. Victoria no tardó en soltarme.

— P-perdon ...

Incliné la mirada para ver cómo Emma aparecía con una pequeña flor en su mano y me la entregó.

Sin dudar, dejé la flor en uno de los bolsillos de mi camisa, luego le hice gestos a Emma con las manos.

— "Te dije que regresaría"

Y ella respondió:

— "Gracias"

Miré a mi alrededor por un momento, no sé porqué sentí la mirada de alguien. Luego dirigí mi mirada a Victoria.

— Vamos, entremos aquí.

Avancé al primer establecimiento que estaba cerca de nosotros y para ser honesto, no era el que tenía en mente.

Las jarras de cerveza chocaban con gritos de risa y diversión. La gente pedía comía y varias personas parecían estar borrachas, creo que por el lugar y el tipo de clientela, esto era algún tipo de bar de mala muerte. Pero era mejor estar aquí, lejos de la mirada de personas que nos estén acechando.

Yo me quedé cruzado de brazos mientras estábamos sentados en una esquina del bar. Mientras tanto, Emma y Victoria estaban tomando sopa y un poco de pan, me alegraba conservar algunas monedas de oro de aquel ladrón. La moneda de oro es la más valiosa en este mundo, la de oro cuesta mil monedas de plata y una moneda de plata cuesta cien de bronce.

Me quedé pensativo por un momento hasta que Victoria habló.

— Este lugar... huele a sudor y sangre, para serte sincera.

— ¿Te incomoda?.

— No, estoy acostumbrada, me refería a Emma, no creo que este lugar sea el adecuado para una niña.

Emma no dejaba de comer una sonrisa, parecía ajena a este ambiente.

— Estará bien, si alguien la toca, le arrancaré la cabeza. —Respondí.

— Eso... es agradable escuchar.

Victoria asintió con la cabeza, un poco sorprendida por la franqueza de mis palabras.

— No te preocupes.

— ¿Eh?. —Victoria volvió a mirarme.

— Lo mismo va para ti.

Volví a cruzar los brazos mientras yo cerraba los ojos.

Si lo pensaba bien, estos lugares tiene sus pro y sus contra. Puede ser peligroso para un novato pero los murmullos de la gente puede ser de gran ayuda. Así que traté de escuchar todo lo que estaba a mi alrededor. Había miembros de un gremio que habían logrado matar a un troll y estaban festejando, otros hablaban acerca de que las misiones se estaban volviendo complicadas para los que viajaban solos y finalmente...

Vaya, parece que el continente de Asgard le ha puesto precio a mi cabeza.

Según los rumores, la gente de Asgard, donde habitan los seres faericos, temen de mí luego de todo lo que yo hice aquí en Rizz. Algunos creen que soy una divinidad falsa porque desperté cuando el mundo está en paz, en resumen, soy una plaga que no quieren que llegue a su continente.

¿Debería ir allá?.

Claro que lo haré.

Pero por ahora, desconozco el número de demonios de cada continente, si tan sólo... lo que sea que Seraff puso en mi mano pudiera ayudarme.

Un momento.

No sé porqué me dio curiosidad de usar dos dedos de mi mano derecha sobre el dorso de mi mano izquierda. Bueno, ¿Qué es esto?.

¿Google Maps tatuado en mi mano?.

Se podía ver una especie de mapa en el dorso de mi mano izquierda cuando yo movía ambos dedos, como si fuera algún tipo de zoom. Yo suspiré molesto, creo que si Seraff hubiera explicado esto desde un inicio, todo habrá sido más fácil pero ese niño del demonio no lo dice porque le gusta verme sufrir.

Maldita sea, no sé cómo lo haré, pero no pienso ser su títere por siempre.

Quizá mi estado de ánimo empeoró con el simple hecho de recordar a Seraff porque cuando miré de reojo con el ceño fruncido hacia una de las mesas centrales del bar, me percaté que ahí seguía la mirada insistente de alguien. Cuando cruzamos miradas, se levantó de la mesa con un cuchillo y comenzó a correr hacia mí.

No era una persona fuerte.

Solo lo tomé de la muñeca de manera rápida y con un poco de fuerza, soltó el cuchillo.

Para este momento, las risas se habían apagado para observar lo que estaba sucediendo. Cuando me levanté, la persona frente a mi era más pequeño de lo que parecía y tenía orejas puntiagudas. Era un elfo.

Con una mirada de enojo, apartó el agarre de mi mano y salió corriendo del bar.

Todas las personas dentro del bar tenían la mirada extrañada de lo que había sucedido, supongo que ese tipo era quién nos estaba acechando hace un momento.

Y pronto, la puerta del bar se abrió de repente.

— ¡Auxilio! ¡Por favor!.

Una mujer en ropas sucias apareció en la entrada y todos volteamos a verla. Algunos aventureros no tardaron en rodearla y preguntarle lo que estaba sucediendo, ella simplemente estaba agitada con lágrimas en los ojos y solo dijo que la siguieran. Mientras algunos estaban dispuestos a ayudarla, otros continuaron bebiendo alcohol.

Y yo ... también avancé.

Porque un ligero picor comenzó a aparecer en mi mano izquierda.

Una vez en las calles, había muchas personas en un lugar específico y en medio del mercado, un minotauro estaba sosteniendo a una mujer y apuntando su cuchillo en su garganta.

— Es mi hermana, por favor, salvenla.

La mujer indicó que su hermana estaba en peligro cuando ese minotauro la sostenía con fuerza, la gente que lo rodeaba no sabía que hacer y yo avancé entre la multitud para escuchar mejor sus palabras.

— ¡¿Dónde está?! ¡Algunos dicen que está aquí!. —El Minotauro gritó y apretó el cuchillo en el cuello de la mujer.

Hubo varios gritos de pánico.

La gente estaba preocupada, aquellos que no estaban dedicados a la pelea veían con horror y miedo mientras que los aventureros no sabían cómo ayudar. Escuché por rumores que los minotauros viven en Asgard y ahí, los faericos, son de naturaleza hostil. No sería sorpresa que le dé un ataque de ira en este momento y la termine asesinando en frente de todos.

Estuve inmóvil tratando de observar la situación, hasta que finalmente apareció el nombre en el dorso de mi mano.

Un aventurero que estaba en el bar se acercó para hablar.

— ¡¿De qué estás hablando?!. —Gritó.— ¿A qué te refieres?

— ¡Luminor!. —El Minotauro volvió a gritar.— Ese bastardo está en esta ciudad, traiganlo y soltaré a la mujer.

Ah vaya.

La multitud murmuraba en voz baja y por el rostro de algunos, muchos sabían quien era yo. Miraron a su alrededor por unos segundos hasta que todos comenzaron a observarme, parece que este cabello blanco realmente no pasa desapercibido en ningún sitio. Sin más, yo comencé a avanzar.

— ¿Es él?.

— Dicen que mató a algunos guerreros cuando se enfrentó a una criatura de grado legendario.

— También lo escuché, el falso héroe.

Yo seguí avanzando con la mirada de todos en mí, el minotauro soltó una profunda risa como si hubiera encontrado el tesoro más jugoso de toda su vida. Pero yo no estaba interesado en sus peticiones.

— Finalmente, ¡¡Cortaré tu cabeza y me quedaré con la recompensa!!. —El minotauro se reía con diversión.

Pero yo seguí avanzando.

Y esto hizo asustarlo.

— O-Oye, detente.. —El minotauro amenazó con cortarle el cuello a la mujer que seguía sosteniendo con fuerza.

Mi paso era firme, no importaba todas las miradas que estaban sobre nosotros en este momento, tengo una misión en este mundo por la cual no puedo desobedecer. Y en medio de todo un silencio aterrador, los gritos comenzaron resonar.

La sangre caía por el suelo.

Charcos y charcos de sangre caían a modo de cascada, yo me limpié el rostro cuando tomé el corazón en mis dedos y lo destruí con fuerza. La marca en mi mano había desaparecido, significa que destruí al demonio sin percances.

— ¡¡Hermana!!

La mujer de hace un momento corrió para ver cómo el cuerpo de su hermana caía al suelo sobre el charco de sangre.

El minotauro me observó con pánico en sus ojos cuando yo levanté la mirada hacia él.

— Eres... un monstruo.

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