Capítulo 18: Una pista para la liberación

— Jexter.. ¿Qué le hiciste a Jexter?

Martis preguntó a través de la canica, pude notar el asombro en su voz.

— No he hecho nada, todavía.

Yo bajé la mirada hacia Jexter que parecía estar preocupado. De cualquier manera, yo seguí hablando con la canica en mi oído.

— Estoy aburrido, quizá le corte la lengua o una oreja en lo que paso el tiempo en este lugar. A menos que me digas donde está el Castillo y me digas que pasó con Emma, así podría tener la mente ocupada en algo.

— Tu..

Martis comenzó a quejarse, y luego, Jexter comenzó a gritar, lo suficientemente alto para que Martis pudiera escuchar a través de la canica.

— ¡No le digas!

— Silencio. —Bajé la mano para tapar su boca ruidosa y volví a dirigir mi voz a Martis.— ¿No era eso que querias? ¿Usar a Emma para llevarme al Castillo?. Lo conseguiste pero depende de ti cuanta sangre quieres que yo deje en el camino.

— Yo ... lo siento.

La voz de Martis parecía agotada, no sólo eso, lo primero que dijo era que estaba encerrado, ¿Por qué estaría encerrado un elfo en el Castillo donde vive? ¿Habrá sucedido algo?.

— Continúa.. —Repetí.

— Le dije a Emma que no iba a lastimarla pero me encerraron con ella, luego, algunos elfos se la llevaron y no sé dónde está. Temo que la usen en algún experimento pero no puedo salir de aquí, así que.. por favor, ven, salva a Emma.

Fruncí el ceño.

Ahora me preocupa más que Emma no esté con Martis, sabía que él no la lastimaría pero nada era seguro con el resto de elfos. Terminé suspirando del cansancio, todo se estaba complicando más de lo que pensé y solo vine a matar a esos monstruos de Seraff.

— Dime donde está el Castillo y como se entra allí.

En ese momento, Martis comenzó a explicarme sobre el Castillo. El enorme monumento estába entre algunos prados, pasando por unos cuatro volcanes al Sur. Era invisible y esa invisibilidad solo podía romperse por dentro, así que en el suelo, algunas flores negras indicaban el camino hacia las puertas donde los elfos podían entrar y la llave que siempre llevaban colgando en sus cuellos. Una vez que terminó de explicarme todo lo necesario, colgó y la 2da canica tardó 28 segundos en regresar a mi.

Esta canica viajó al Sur en 28 segundos, definitivamente me la voy a quedar.

Guardé las dos canicas en mi bolsillo y luego le arranqué a Jexter la llave que estaba atada en su cuello, una llave extraña que tenía forma de pirámide. Él parecía enojado pero en su estado, no tenía suficiente voz para seguir quejándose.

A mi alrededor, las hadas solo seguían celebrando entre ellas la paz que parecían buscar por décadas, así que cuando yo atravesé algunos árboles para buscar a Elena, la encontré sentará en el suelo con algunas pequeñas hadas en su mano, incluida Sandy. Estaba llorando.

— Hijas mias, esta vez no las volveré a perder nunca más.

La escena realmente era frágil para intervenir. Elena ya no podía soportar ver cómo las hadas eran cazadas para ser asesinadas, creo que podrá estar tranquila por ahora. Así que en silencio, me di la vuelta y me alejé para no molestar. Una vez que seguí caminando entre los árboles y las luces que emitían las hadas por el aire, Victoria corrió hacia mi con una corona de flores.

— ¡Luminor! Mira lo que me enseñaron las hadas.

Victoria no dejaba de sonreír con la corona de flores en su mano, supongo que las hadas aprendieron a perderle el miedo a una humana, es un gran avance, supongo.

— Tengo que marcharme de aquí Victoria, iré al Castillo así que necesito que te quedes aquí en caso de que ya haya algunos elfos en camino.

— ¿Eh? Pero pensé que el canal de agua evitaría que los elfos llegaran aquí.

— Yo también pero no sabemos si ellos guardan algún dispositivo para aguantar la respiración.

Ciertamente las canicas me parecían impresionantes, esa inteligencia de los elfos ya habrá hecho que creen sus propias branquias. Será mejor no tentar a la suerte. Tomé la corona de flores de Victoria y la dejé en su cabeza.

— Chasquea los dedos dos veces para liberar el agua.

Con aquello, yo comencé a avanzar hacia adelante, el mapa en mi mano es suficiente para decirme donde estaba el Sur. Mientras yo seguía pensando, sentí que Victoria me tomó de la mano y luego, yo me giré a ella.

— ¿?

— Sobre lo de hace un momento, las órdenes que estas haciendo ..

Ah, se refiere cuando dije que yo estaba siguiendo las órdenes de Seraff. Bueno, él nunca me dijo que eso lo mantuviera en secreto, así que creo que no he roto alguna regla o algo por el estilo.

— Es cierto.

— Creo..

Victoria parecía estar buscando las palabras correctas, de hecho, parece que siempre tiene cuidado con lo que dice.

— No importa si asesinas personas buenas o malas. Si lo haces porque un Dios te está obligando, entonces lo entiendo y si alguna vez tienes miedo, no temas pedir ayuda.

Ayuda...

Ojalá fuera así de sencillo.

No conozco a nadie con el poder suficiente para enfrentarse a un Dios, ni aquí ni en la tierra, es un ser que es intocable.

De pronto, una idea se cruzó por mi mente, el portal sellado. Martis dijo que había un portal sellado en el Castillo que solo podía abrirse con el lenguaje ancestral de los dragones. Debe haber algo ahí, estoy seguro, algo que deba tener con conexión con Seraff.

¿Y si encuentro algún punto débil?

Levanté la mirada hacia Victoria que seguía viéndome de manera preocupada.

— Confía en mi. —Dije

Es lo único que puedo pedirle a Victoria, si quiero salir de estas cadenas de Seraff, solo debo buscar un punto débil, incluso un Dios de su tamaño debe tener alguna debilidad. Además, no tengo ninguna intención de ser torturado, ni mucho menos ser enviado al infierno cuando él ya no me necesite. Luego, Victoria me sonrió.

— ¡Siempre!

Con esto, me despedí de ella y liberé el agua del canal con los chasquidos para luego impulsarme hacia arriba con un poco de magia de viento bajo mis pies. Una vez que sali del agujero, miré a mi alrededor, no sentí la presencia de nadie ni de los elfos, así que todo era seguro por ahora. Una vez que el agujero volvió a llenarse de agua, yo seguí con mi camino.

Al Sur.

No podía perder tiempo, así que necesitaba hacer uso de la magia del viento, comencé a flotar en dirección al sur, los árboles pasaban de manera rápida a mi alrededor, dejando a la vista un paisaje que solo tardaba minutos en desaparecer por la velocidad, incluso tuve la oportunidad de ver algunas criaturas de lejos. Había una enorme hydra durmiendo bajo un árbol, también a algunos duendes cargando madera, así como unos enormes unicornios galopando con sus cuernos brillantes, de color arcoíris.

Me hubiera gustado tomar todo esto como vacaciones.

Pero no estoy en posición de pensar en eso por ahora, si todo sale bien, me gustaría tomar algunos años para explorar este mundo en su totalidad.

Cuando los volcanes aparecieron en mi campo de visión, supe que no faltaba mucho. Los volcanes eran gigantes y mientras algunos eran sofocantes incluso a una lejana distancia, otros emitían un aire helado.

Por desgracia..

Paff

Caí al suelo de manera repentina.

No, choqué con un muro invisible. Coloqué la mano en mi nariz mientras me ponía de pie y unas gotas de sangre cayeron al suelo. Viajé a una velocidad tan rápida como de un auto hasta chocarme con una pared, si este cuerpo no fuera resistente, probablemente me hubiera convertido en papilla. Pero admito que el dolor en mi nariz era intenso.

— Huh.. te detesto, Seraff.

Como desearía poder usar magia de sanación.

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