Sarah había tomado unos de retazos de tela para confeccionarse un par de vestidos. Su abuela se había molestado por la iniciativa que ella había tomado sin consultarle.
-El viaje se acerca y no cuento con unos vestidos apropiados. Si voy con estos vestidos viejos llamaré demasiado la atención. Debo mezclarme entre la gente para pasar desapercibida. Además, con ropas tan desgastadas no creo que sea bien recibida en una tienda prestigiosa .-dijo Sarah con calma.
Aunque Adele estaba molesta por la osadía de Sarah no podía cuestionar lo que planteaba. Sus vestidos no parecían los de una modista sino más bien los de una mendiga.
-No deberías pensar demasiado en tu aspecto. El mundo que te espera afuera es hostil y cruel. Querrás regresar corriendo a casa-dijo Adele con amargura.
-Usted tiene razón. Haré este viaje solo por obligación. Usted aceptó el encargo y debe cumplirle a los clientes-dijo Sarah para luego poner la vista de nuevo en la costura.
Adele estaba furiosa y quería reprenderla pero Sarah tenía una expresión tan impasible y apartó la vista de ella tan rápido que prefirió callar. En ese momento fue interrumpida, alguien había llegado. Era Anne, una jovencita que trabajaría con Adele hasta que Sarah regresara de su viaje. Anne era de origen humilde y estaba muy nerviosa. Adele necesitaba a una modista excelente como Sarah y no a una chiquilla que ni siquiera sabía ensartar una aguja. Pero tener trabajando para ella a una modista tan brillante como Sarah le saldría demasiado caro, en cambio a esta joven le pagaría una miseria.
Sarah comenzó a entrenar a Anne, con paciencia y amabilidad. No pudo evitar sentir compasión por ella. Sabía muy bien que trabajar con su abuela no le resultaría nada fácil. Por aquellos días crearon una especie de camaradería y fue agradable para Sarah tener compañía y conversar. Adele no veía con buenos ojos que las jóvenes se acercaran demasiado pues creía que Anne podría ser una mala influencia para Sarah.
Más de una vez les llamó la atención por estar charlando y riendo mientras trabajaban. Ellas se mantenían en silencio por un rato pero luego volvían a charlar.
Adele estaba frustrada, no le gustaba para nada la situación actual pero pensaba que solo sería algo temporal. Una vez que Sarah regresara no habría necesidad de tener a esa joven en su tienda. Sarah se encargaría de todo como siempre.
Una tarde Adele Balzac sintió un fuerte dolor en las rodillas. Por orgullo no quiso decirle nada a Sarah sobre todo porque estaba la aprendiz con ella.
-Ya vuelvo-dijo Adele mientras se dirigía hacia la casa.
-No sé como la soportas-le dijo Anne en voz baja a Sarah.
-Es mi abuela-dijo Sarah también en voz baja.
-Sí, pero es mala. Es muy mala contigo...-dijo Anne.
- ¿Por qué lo dices?
-Sabes coser muy bien y ella gana buen dinero con tu trabajo pero tus vestidos son más feos que los de una mendiga...Es una tacaña y además...-dijo Anne mirando hacia los lados.
-¿Además, qué?-preguntó Sarah con curiosidad.
-Mi madre dice que ella misma le cuenta a la gente que tú estás loca, que nunca podrás casarte y tener una vida normal-dijo Anne bajando más la voz
Una sensación desagradable se instaló en el pecho de Sarah. Ya sospechaba esto pero confirmarlo la hizo sentir bastante mal. Ahora podía comprender con claridad porque la mayoría de la gente la evitaba y porque sus pretendientes se habían alejado de ella.
-¿No lo sabías? Todo el mundo repite lo que ella dice de ti...Pero mi mamá no cree que estés loca...ella piensa que es tu abuela la que está loca. Pero mi mamá dice que su opinión no importa porque es pobre y las señoras ricas de la iglesia creen en tu abuela...-dijo Anne con cara de decepción.
-Mejor sigue trabajando. Debes centrarte en mejorar pronto tus habilidades-dijo Sarah para cambiar el tema.
Mientras tanto Adele se aplicaba ungüento en sus rodillas. El dolor era intenso. Le hubiese gustado recostarse un rato pero no quería dejar solas a Anne y Sarah durante mucho rato, así que soportando el dolor volvió a la tienda.
Encontró a las jóvenes en silencio. Sin embargo, seguía sintiendo desconfianza y decidió que dejaran de trabajar.
-Basta por hoy. Puedes irte a tu casa-dijo Adele señalando a Anne.
Anne la miró sorprendida pues todavía no era la hora de cerrar la tienda.
-¿Acaso eres sorda? Te dije que te fueras-dijo Adele exasperada.
Anne recogió rápidamente los materiales de costura y se marchó.
-Cierra la tienda y luego preparame un té-le dijo Adele a Sarah.
Sarah obedeció como siempre. El tiempo pasó y llegó el día del viaje. Sarah había preparado su maleta y se había puesto uno de los vestidos que había confeccionado. Llevaba el dinero exacto para el viaje y para comprar las telas. Se sintió extraña al verse en el espejo. El vestido era sencillo pero era femenino y moderno. Parecía una mujer distinta.
-Ya lo sabes.Tienes que regresar de inmediato. El mundo es cruel con los ingenuos-dijo Adele como modo de despedida.
Sarah asintió y subió al carruaje. En él había ya cuatro viajeros. Iban un poco apretujados pero no importaba. Sarah estaba maravillada con la experiencia de viajar. Los otros viajeros no eran muy conversadores pero el solo hecho de estar en un carruaje en movimiento le parecía irreal.
Después de varias horas de viaje tuvieron una primera parada durante la noche y se acomodaron en una posada sencilla. A Sarah le sirvieron una ligera cena y luego le asignaron una habitación.
No podía creer que se encontraba lejos de su casa y que dormiría por primera vez en otra cama distinta a su vieja cama. Aunque todo era sencillo para ella la experiencia era todo un lujo. Al día siguiente partieron temprano para continuar su viaje. Ya no habría más paradas.
Cuando estaban muy cerca de llegar a su destino el carruaje fue interceptado por una pandilla. Eran cinco hombres. Les robaron todo y dos de los hombres al ver a Sarah comenzaron a murmurar entre sí. Ella era la viajera más joven y también la más bonita. Le pusieron un cuchillo en el cuello y la obligaron a avanzar mientras los otros tres hombres se quedaron aterrorizando a los otros viajeros.
Sarah estaba nerviosa pero sabía como reprimir sus emociones. Anochecía y Sarah no podía divisar bien el camino. Más de una vez tropezó y se lastimó pero tenía que seguir avanzando.
Finalmente, se detuvieron y uno de los hombres comenzó a tocarla por encima de la ropa. Sarah recordó las palabras de su abuela. Sabía muy bien lo que los hombres querían hacerle, desesperada intentó huir pero uno de ellos la golpeó con fuerza.
Sarah perdió el conocimiento y cuando despertó le dolía todo el cuerpo. La habían golpeado, su vestido estaba roto y sangraba entre sus piernas. Sarah supo que la habían violado pero no podía recordar el brutal hecho pues estaba inconsciente cuando sucedió.
Hacía mucho frío y se sentía débil. Se acurrucó junto a un árbol y cerró los ojos. Pensó que iba a morir de hipotermia. En ese momento escuchó un ruido y creyó ver la silueta de un hombre alto y fuerte. Pensó que habían vuelto para seguir haciendole daño pero al parecer se trataba de otra persona...
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Updated 112 Episodes
Comments
Anonymous aless
jean garret
2024-03-27
1
Lorena Larios
pobre sarah
2024-01-10
0
Gladys Elizabeht Amaro Rojas
Que pena lo de sara no merecia esto
2023-08-17
2