Pasaron algunos años y Jean se había convertido en un hombre fuerte, tenía un cuerpo atlético y era alto. Su expresión era feroz y sus grandes ojos verdes tenían siempre una brillo malicioso. La cicatriz en su mejilla realmente le daba un toque temible a su aspecto. Y sí, era un hombre de temer. Lo que había ocurrido con Virginie le había afectado profundamente. Se sintió despreciado y humillado, se llenó de odio y de resentimiento. Odiaba a los ricos, a los que trabajaban "honradamente", a los que se creían superiores por tener estudios... Él pensaba que Virginie era una mujer muy presuntuosa y cruel. Eso le había dicho su madre y él creía ciegamente en ella.
Una tarde Jean se encontró con su hermana Lily, que estaba embarazada. Ella se había casado con un humilde zapatero y Adolphe vivía con ellos, también había aprendido el oficio de zapatero. Vivían de forma honrada pero eran muy pobres.
Jean al ver a Lily sintió mucho rabia. Recordó lo que su madre le había dicho.Ella había abandonado a su madre y además de eso había puesto a sus hermanos menores en contra de ella.
-Ya veo que abandonar a mi madre no te trajo nada bueno. Pareces una mendiga-dijo Jean de forma despectiva mirando a Lily con desprecio.
-Prefiero estar mil veces aquí y parecer una mendiga como dices que estar al lado de ella-dijo Lily con la cabeza en alta
-La dejaste sola,pero a mi madre no le hace falta nada, vive mucho mejor que tú yo me encargo de eso- dijo Jean con orgullo.
-Ya veo que sigues estando tan ciego...-dijo Lily avanzando para alejarse de Jean.
-¿A qué te refieres con eso?¡Habla!- dijo Jean irritado.
-Todavía no puedes ver quien es realmente Angeline Moureau ¿Acaso sabes que Phillipe murió ahogado y que ella ni siquiera fue a su sepelio? ¿Acaso sabes que Gustave murió el año pasado en una riña en la taberna donde trabajaba y que a ella no le importó en absoluto? ¿Acaso sabes que Mathieu desapareció? ¿Acaso sabes que tuve que hacerme cargo de Adolphe? ¿ Acaso sabes la verdadera razón por la cual me fui de la casa?-gritó Lily
Jean se quedó confundido. No sabía que su hermano menor había muerto. Estuvo ausente por varios meses y la gente olvidó pronto la muerte del pequeño. Era solo otro niño pobre que perecía. Y su madre solo le había dicho que Lily se había llevado a todos sus hermanos menores. Tampoco sabía nada acerca de la muerte de Gustave. A Jean le extrañó que su madre no le hubiese comentado nada acerca de la muerte de sus hermanos. Sin embargo, no podía permitir que Lily calumniara a su madre.
-Tú abandonaste la casa por gusto, porque querías vivir en la calle-gritó Jean.
-Abandoné la casa porque Angeline quería que me prostituyera para comprarle pasteles...Quería que mis hermanos le llevaran dinero y comida, querían que robaran como tú ¡No sabes nada sobre Angeline Moureau!-gritó Lily entre lágrimas.
-¡Eso es una mentira! No te voy a permitir que hables mal de ella-dijo Jean furioso.
Jean quería golpear a Lily pero en ese momento Adolphe apareció.
-¡No te atrevas a tocarla!-dijo Adolphe plantándose frente a Jean.
-Ya veo que están de acuerdo. Eres la misma escoria que ella-gritó Jean.
-Gracias a Lily estoy vivo. Si hubiese seguido viviendo en esa casa no sé que hubiese sido de mí. Algún día sabrás la verdad sobre ella pero será demasiado tarde para ti. Ella te llevará a la perdición-dijo Adolphe tomando del brazo a su hermana que lloraba desconsoladamente.
Jean se quedó inmóvil. Pudo haber dominado a Adolphe fácilmente. Sin embargo, no lo hizo. Los dejó ir y una sensación amarga se apoderó de él.
Al llegar a casa no pudo evitar preguntarle a su madre sobre Phillipe y sobre Gustave.
-Como te dije antes, todos se comportaron como unos ingratos conmigo. Lily se los llevó y Gustave la apoyó. No saben lo que uno sufre en la pobreza...Creo que ellos querían que muriera de hambre ¿ Pero eso no va a pasarme nunca verdad?-dijo Angeline
-Nunca va a pasar, madre-dijo Jean pensativo.
Angeline estaba complacida. Obviamente, supo de la muerte de Phillipe y luego de la de Gustave pero fingiría no saber nada. Después de todo ella diría que solo es una mujer pobre y sola, aislada del mundo. Jean creería en ella, siempre creería en ella.
Jean estuvo pensando en lo que Lily le habia dicho. No podía sacarse de la cabeza sus palabras ni las de Adolphe. Comenzó a sentirse incómodo en esa casa. Comenzó a sentirse incómodo con su madre. Aunque se negaba a creer lo que Lily había dicho tenía una sensación muy desagradable. Hizo algunas averiguaciones por su cuenta y supo que Phillipe había muerto ahogado mientras trataba de pescar algo. Gustave había muerto en una riña, la taberna donde trabajaba era una de las peores y era adicto al juego y a la bebida. Lily al parecer llevaba una vida honrada junto a su esposo y su hermano Adolphe y nadie había vuelto a saber algo de Mathieu. Las sensaciones desagradables en Jean aumentaron, corroborar lo que Lily le había dicho lo hizo sentir nauseas. Ya no quería estar ni un segundo más en esa casa que le recordaba a sus hermanos.
Al cabo de un tiempo Jean compró una casa grande y descuidada en los Arrabales. Allí se reunía su pandilla, bebían y hacían fiestas sin parar. Jean quería llenar con vicios toda su carencia de afecto real. Y quería olvidar: quería olvidar a Virginie, a Lily,a sus hermanos y a los terribles recuerdos de su infancia. Siguió dándole dinero a su madre puntualmente pero no quería estar cerca de ella durante mucho rato.
En más de una ocasión Angeline Moureau fue a la casa de Jean para decirle que le faltaba algo en la despensa. Jean le daba dinero pero le pidió que no lo buscara en su casa. A Angeline no le importaba en absoluto no ver a Jean, lo más importante para ella era el dinero que recibía de él y como seguía recibiéndolo estaba muy complacida.
Jean siguió con su vida de excesos y una noche cuando caminaba por la calle con los bolsillos llenos tropezó con una mujer. Él estaba pasado de tragos pero vio que era una rubia bonita y demasiado maquillada. Claramente, pensó que era una prostituta pero él no la había visto antes.
-Quiero pasar el rato ¿Vienes conmigo?-le dijo Jean a la rubia.
-¿Por quién me tomas?- dijo ella indignada
-Tengo dinero de sobra, puedo recompensarte bien-dijo Jean mostrándole una bolsa rebosante de monedas.
La rubia miró las monedas con codicia.
-¿ A dónde vamos? -dijo la rubia cambiando de parecer.
-A mi casa-dijo Jean pensando que mientras tuviese dinero podría tener cualquier cosa en este mundo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 112 Episodes
Comments
Lorena Larios
pobre jean con esa madre que le toco
2024-01-10
1
Gladys Elizabeht Amaro Rojas
ojala y ya no ayude a esa vieja loca de su madre
2023-08-13
2