Capítulo 18

Armin

Tenía una rabia contenida, ¿cómo se atrevía a hablarle de esa forma? Debía respetar a sus mayores, la forma en que la había tratado había sido una mierda, no podía hacer eso. En todo el camino pensaba en como me había tratado mal, ¿de verdad creía que yo no era esa clase de padre? Quiero ver a mis hijos triunfar, quiero verlos lograr todo.

Está muy joven para hacer tremenda logística, está muy joven para empezar desde ya, no puedo permitir que haga parte de ese mundo, además que mi tío lo verá como enemigo, porque sabe que tiene el talento para ser dueño de todo, habrá disputas.

No quiero que ya sea observado por todos, no quiero que su vida sea tan pública, ahora imagínate poner en primera plana "Niño genio de la línea de banco y aerolínea" Se volverán locos, se volverán tan locos queriendo manipularlo.

—Maldita sea —También me estaba sintiendo mal, no sabía como protegerlo.

Recordaba las palabras de Leda "No se trata de proteger, se trata de enseñarle a ir contra el mundo" Debía cuidarlo, como cualquier papá, pero también debía darle la motivación para que siguiera adelante.

Cerré los ojos para volverme a concentrar en el trabajo, pasé todo el día pensando en todo lo que había pasado en la mañana, mi madre dijo que estaba organizando la situación, pero se notaba la tensión que tuvo Conrad y Leda. También me comento lo que dijeron los niños, los gemelos adoraban a mi novia, se notaba el cariño que ella tenía con ellos, no podía decir que era mala persona, que merecía el trato que le había dado mi hijo mayor; al contrario, ella se había comportado de una forma muy madura, sin decir que era su mamá, marcando la línea.

Cuando la noche llega, me retiro para ir al apartamento, había conseguido la sede para trabajar desde aquí, tanto para las aerolíneas como el banco, ahora estaba hablando con algunos presidentes y demás entidades para poner una sucursal del banco aquí.

Tenía muchas reuniones próximas, en la noche llegarían algunos doctores para revisar a Leda, quería saber si ese viaje no le había causado nada anormal; lo que si me comenta ella es que comió las cosas que antes no le gustaban, pero esta vez le dio tanto antojo que no se negó a nada, incluso su madre se burló de ella un poco.

Al llegar al apartamento lo primero que vi fue a Leda organizando algunas verduras que se habían dado, estaba viendo una serie mientras lo hacía, los niños estaban en la sala jugando con sus carros, mi madre estaba hablando por celular, por la forma en que hablaba, supongo yo era del trabajo.

—Esta en su habitación —Me dice Leda para darme un beso —Solo sale a comer, sigue enojado —Ella sigue haciendo lo suyo con las verdaderas y las va poniendo en los envases para luego meterlo en la nevera.

—¿Estás bien?

—Sí —Asiente, pero estaba seria, me recordaba a cuando se enojó conmigo.

—¿segura?

—No —Dice ella para dejar el cuchillo y mirarme —No buscó ser una madre para ellos, porque ciertamente no lo soy, no soy la mujer que los dio a luz, no lo soy y no buscó serlo, sin embargo, me duele que ni como amiga pueda funcionar, ¿me hago entender? —Sus ojos se llenan de lágrimas —. Me pueden ver como una amiga que les dirá que están haciendo mal, que los van a apoyar en todo.

—Lo entiendo —La abrazo y la consuelo.

—Papá —Los niños llegan corriendo hacia nosotros —Conrad se siente mal porque sabe que hizo mal a Eda —Habla Braun combinando un poco el alemán con el español.

—Lo entiendo —Le doy un beso en la cabeza y luego al otro, para finalizar en mi novia e ir a la habitación de mi hijo mayor, toco dos veces, me deja pasar fácilmente.

Nos sentamos en la cama, sin hablar y decir nada. La habitación la había decorado tal cual le gusta a él, con algunas cosas de videojuegos, otras de los superhéroes.

—Papá —Es el primero en hablar —No sé qué estoy sintiendo —Me dice Conrad con lágrimas en los ojos, me acerco para darle un abrazo, Leda me había explicado que llorar no era de alguien débil y debía validar las emociones de mi hijo.

—¿Por qué? ¿Qué sucede? —Le pregunto cuando se calma un poco.

—Me siento confundido, ¿querer a Leda es malo? Siento que engaño a mamá, siento que no debería hacerlo —Me dice mirando sus manos —Andrea me gusta, pero es la hermana de tu novia, ¿eso es normal?

—Querer a Leda no es malo, tu madre estaría feliz con tener una persona como ella cuidando a su pequeño hijo, ¿no crees? —Acaricio su cabeza —No es raro, son tus sentimientos, te gusta de una forma especial y no es malo, al contrario, deberías animarte para ver si las cosas se darán.

—Papá, ¿de verdad puedo querer a Leda y a Andrea?

—Sí, porque lo haces de forma diferente, a Leda la ves como una figura materna, porque ella está contigo y te cuida —Le digo repasando la información —Andrea, es la chica que te gusta, es la persona que quieres un futuro con ella.

—¿podré hacerlo?

—No lo sé, hijo —Le respondo con sinceridad.

—¿Entonces qué hago?

—Vivir, tienes 12 años, casi 12 —Le digo riendo —Eres joven, mucho más joven que yo, puedes equivocarte y puedes remediar tus errores, cuando llegas a mi edad, no puedo hacerlo tan seguido y puede constar miles de vidas.

—¿Por eso no quieres que haga ese proyecto?

—Me encanta esa idea que tienes, me encanta la forma en que te estás viendo en el futuro, pero debes tener paciencia —Pienso en las opciones que había sacado en el día —¿Por qué no me presentas el proyecto? Te diré lo básico que debe tener y veremos si de verdad se puede implementar.

—¿Lo llevaré yo solo?

—Si quieres mi apoyo, te lo daré —Me mira y asiente.

—Si quiero.

—Muy bien —Le doy un beso en la frente y le doy un fuerte abrazo —No era broma lo que te dije en la mañana, Leda merece una disculpa sincera por lo que has dicho.

—Lo sé, pero no sé como hacerlo —Le doy una leve palmada a su cabeza.

—Tú puedes —Me levanto para salir de la habitación.

—Lo siento por todo lo que te dije —Habla antes de que yo salga, me volteo para verlo y le doy una sonrisa.

—Lo entiendo.

Esa misma noche todos nos sentamos en la mesa, mi madre ya sabía de que iba a hablar, yo había tomado una decisión, pero quería saber la opinión de mis hijos.

—Niños, ¿ustedes quieren volver a Alemania? —Es la primera pregunta que hago, los gemelos se miran entre ellos.

—No, es aburrido —Responden al mismo tiempo.

—No sé, me gusta aquí —Esta vez es Conrad, suspiro.

—¿les gustaría vivir aquí? Iríamos de vacaciones a Alemania o algún país que quieran visitar, pero estudiarán aquí, van a hacer amigos y así, ¿no les molesta?

—¡Amigos! —Los gemelos alzan los brazos emocionados —Sí, sí —Asiente felices.

—¿Si podemos quedarnos? Tu trabajo... —Habla Leda.

—Ya negociamos, yo seré la directora de todo eso, quien tomará la decisión final es él, pero yo puedo ayudarle y supervisar todo lo que sucede.

—¿No es mucho? —Pregunta Leda preocupada —Le puede pasar algo o tal vez se sienta más cansada.

—Me agrada estar ocupada —Mi madre le da una sonrisa y mi novia se calma, miro a Conrad.

—¿Vamos a estar en un nuevo colegio? —Conrad no tenía buenas memorias de sus antiguos colegios, siempre querían hacerlo sentir mal, tal vez aquí sería un ambiente diferente —¿Puedo ir al de Andrea? —Miro a Leda y ella asiente.

—Sí, tenemos que organizar unos papeles para que inicien, aunque estarán a mitad de año, pero son inteligente.

—Nuevos uniformes —Braun mira a Brant, le estaba hablando en alemán —¿Podemos ir con Conrad?

—Creo que sí, si no hacemos un berrinche —Dice Brant y ambos quedan con eso, no puedo evitar reír por las cosas que pasaban en la cabeza de mis hijos.

—Los tres van a ir al colegio de Andrea, para que no sientan mal —Miro a los gemelos que giran hacia otra parte —Voy a organizar todo eso, Leda irá a hablar al colegio, ¿es un trato?

Con eso queda organizado para gestionar la educación de ellos aquí, ya para ir a dormir puedo notar que Leda está claramente enojada conmigo.

—¿Por qué no me dijiste la decisión que tomaste?

—Creí que estarías feliz.

—Lo estoy, pero tengo miedo que no sean educados como debería ser.

—Europa no es tan genial como supones, mi reina —Le digo mientras me acuesto, ella ya estaba acostado, nos estábamos mirando mientras discutíamos.

—Es mucho mejor, estoy segura.

—No, es más bien algo xenofóbico, no saben mucho de geografía y consideran que por la belleza han logrado muchas cosas —Acaricio su cabello, su ceño estaba fruncido —Mi reina, te veía emocionada con tu familia, veía las fotos cuando salías con tu familia y mis hijos, como lo trataron en todo el viaje.

Los gemelos no quisieron algo de las comidas y le hicieron algo aparte porque no podían obligarlos a comer, Conrad se enojó porque se calló y el primo de Leda se rio y lo ayudo a levantar, mientras lo hizo se cayó también y ambos se rieron. Lo hizo para que mi hijo no se sintiera mal, pude ver como todos trataban con normalidad a mi familia, incluso mi madre se integró en todo eso.

No podía permitir que mis hijos se alejarán de ese ambiente tan cálido, porque si querían salir en la familia para heredar el imperio que les iba a dar, sería algo doloroso ver la diferencia, quería prepararlos poco a poco.

—Bien, me da miedo que te arrepientas en el futuro.

—Además, no sabes mi idioma, no podrías irte a vivir con nosotros sin sentirte diferente —Le digo para besarla, acariciando su vientre.

Ya los doctores confirmaron que estaba bien, debía tomar más vitamina y hierro, porque no era uno, eran dos personitas que estaban en el interior. Me enamoré de escuchar los latidos de mis hijos, ver la expresión de Leda llena de emoción, pude ver que no me equivoque en escogerla, pude recordar a mi difunta esposa.

Ella era única, mucho más tímida que Leda, siempre trato de no llamar la atención, pero destacaba porque era hermosa e inteligente, cuando termino su carrera estaba embarazada de Conrad, no pudo ejercerla para criar bien a nuestro hijo, también tardo en recuperarse físicamente.

Nunca las comparo, porque cada una tiene algo diferente, una más tranquila y la otra no le tiene miedo a casi nada, no puedo decir que no extraño a mi esposa, no puedo decir que me gustaría saber qué hubiera pasado, pero soy consciente que ya no pasará.

Leda me gusta, puedo decir que estoy enamorado, incluso cedí más, pero no quiero tratar mal a difunta esposa, ¿cómo voy a hacer eso? No puedo hacerlo, es la mujer de la cual me enamoré.

—Amor —Siento la mano de Leda en mi mejilla —¿Estás bien?

—Sí —Le digo con una sonrisa, para darle otro beso, la cosa va subiendo poco a poco de tono, terminamos ambos totalmente como llegamos al mundo y ella jadeando.

—¿Por qué siempre terminamos de esta forma? —Gime mientras cierra los ojos cuando llego hasta el final de su entrada.

—Es una excelente pregunta —le digo jadeando mientras no dejo de hacerlo, podía ver las expresiones de ella, con esto llegaba a mi conclusión, amaba a mi esposa, pero amaba más a Leda, amaba la forma en que cuidaba a mis hijos, la forma en que me cuidaba y me decía las cosas sin miedo a nada.  También como cocinaba y había aprendido hacerlo, porque ella no tenía ni idea de como hacerlo, pero siempre daba lo mejor para darnos lo mejor.

Iba a dar todo por mi familia, absolutamente todo, con esa decisión en mente, no dejo de hacerla mía hasta unas tres rondas más.

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