Capítulo 8

Armin

Cuando mi madre me informo el problema tuve hacer un viaje de emergencia a Alemania, bastante estresante a decir verdad.

—¿De verdad esta bien que vengas sin decirle a ella la razón?

—Sí, no quiero estresarla mucho, tiene exámenes en esta temporada —Mi madre me mira por la cámara y luego niega con la cabeza.

—Me sorprende que mi hijo tan frío esté mostrando tanto sentimientos.

—Por algunas personas vale la pena hacerlo.

Luego de una breve charla personal, nos concentramos en el trabajo. Con una situación que había pasado entre dos países se había visto afectado una de los aviones de las aerolíneas de Europa, teníamos que reponer eso rápidamente y hacer un comunicado que los pasajeros se encontraban bien.

El accidente no había sido tan grave, pero se habían quedado encerrado en un país desconocido, las azafatas, los pilotos y los pasajeros. Tendría que ir a negociar con el presidente para que dejará que el avión fuera a su destino y pudiera devolverse con los pasajeros que desean volver al país donde se comenzó.

Le copie a Leda apenas aterrice e iba en el carro, primero tendría que hablar con el presidente de Alemania para que el me ayudará con el otro país. Casi no tenía tiempo de responderle, y eso fue casi una semana, pero siempre estaba pendiente de los mensajes que ella me daba cada día de como fue su rutina. Algunas veces podía responder con un pequeño descanso que hacia, otros estaban tan agotado y tan ocupado que incluso las tres horas libres las utilizaba para dormir.

La primera cita con el presidente fue para darle asilo a mis empleados y los pasajeros que no podían pagar su hospedaje, había sido agotador esa conversación porque se negaba a todo, ya que él tenía razón. Sin poder evitarlo, tuve que arriesgarme y darle un negocio, que ayudaría un poco a su economía.

—No entiendo como pudiste ayudar a ese hombre.

—Negocios son negocios, no puedo ayudar a ninguno de los dos, la verdad es que le ofrecí el mismo trato al otro país.

—¿Por qué?

—No quiero problemas en un futuro, si de verdad quiero que funcione, necesito buenos aliados, estoy expandiendo la aerolínea por el mundo, cuando terminé Europa quise ir a América, la verdad es que América del Norte fue la más sencilla, pero centro y sur fueron más difíciles.

—Lo sé, tuviste que dedicar más tiempo del que tenías estipulado.

La conversación fue sobre trabajo, luego los niños llegaron para saludarme luego de un día de colegio donde según ellos había sido muy cansado.

—¿Qué les enseñaron hoy de nuevo? —Pregunte a los gemelos mientras lo sentaba en mi regazo.

—Las partes del cuerpo, cabeza, hombro —Mientras decía las partes las iba tocando, Brant y Braun demasiados concentrados. Mientras que Conrad se sentaba a mi lado.

—¿Y tu que hiciste?

—Me enseñaron algo de algebra, no sé si me puede ir bien, son muchos números.

—Tengo una persona que es buena con eso, podemos pedirle ayuda.

—¿Papá tiene amigos? —Pregunta Braun con le ceño fruncido mientras se cruzaba de brazos.

—Claro que papá tiene amigos, ¿por qué no los tendría, papá? —Me mira Brant confundido.

—Él solo hace trabajo y trabajo.

—Es una amiga —Responde mi madre desde atrás —Una muy querida, niños.

—¿Mujer?

—Sí, se llama Leda —Les respondo, los gemelos me miran con el ceño fruncido, y los escucho murmuran el nombre de ella, tratando de decirlo correctamente.

—Papá, ¿cuándo la vamos a conocer? —pregunta Conrad —¿Es tu novia?

—¡¿Novia?! —Los niños se empiezan a mover en mi regazo —¡Papá tiene novia! —No dejaban de hablar al mismo tiempo.

—¿Les molestaría que lo fuera?

—A mi no —Conrad niega con la cabeza, Conrad había sido el único que heredo mis ojos, al contrario de los gemelos que tenían ojos marrones, su cabello casi rubio los hacia resaltar.

—¿Sería nuestra mamá?

—No necesariamente, eso es decisión de ustedes. Porque su mamá los ama mucho aunque esté en el cielo —Respondo, mientras acaricio la cabeza de los gemelos, y luego la cabeza del mayor de mis hijos.

—¿Cuándo la vamos a poder conocer? —Pregunta Conrad nuevamente.

—Papá, ¿es la misma de las vídeo... vídeo? —Brant hace un puchero al no poder decir bien la palabra.

—Sí, es ella.

—¡Oh! —Conrad abre sus ojos sorprendidos —¿Entonces podemos visitarla?

—Pero tienen que ir al colegio, no puedo simplemente llevarlos.

—¿No puedes esperar las vacaciones? No están muy lejos papá.

—Bueno... No sería mala idea —Ladeo mi cabeza pensando bien la situación, la verdad es que casi en mes y medio podría ir con ella.

—Sí, papá —Los gemelos se bajan de mi regazo y empiezan a saltar emocionados —Vamos a conocer una nueva mamá, una nueva mamá —Mi madre suelta una carcajada al verlos festejar de ese modo.

Hoy podría hacer una videollamada con Leda, luego de un buen tiempo. Al principio pedí disculpas, y la traté lo más bonito del mundo.

—¿Hoy fuiste donde tus padres? —Pregunto un poco preocupado.

—Sí, fue sencillo, pero agotador mentalmente —Ella suspira mueva la cámara del celular para acostarse boca arriba y tener ese ángulo —Fue la primera ve que pude decir las cosas sin miedo de quedar sin casa, mi hermana la quiero y la aprecio un montón, no quiero que cometa los errores que yo cometí.

—No es tu deber evitar eso, debes dejar que ella tenga sus propias experiencias.

—Lo sé, pero se vuelve difícil. ¿Tu hijo también es así? —Se me había olvidado que Conrad tenía la misma edad que su hermana.

—Bueno, él es más callado e ignora muchas cosas —Reflexiono un poco sobre Conrad.

—¿No lo conoces casi?

—Se podría decir...

—No te preocupes, es lo normal —Me sonríe dándome ánimos por la situación.

—¿Seré mejor padre?

—Te aseguro que sí, tienes que jugar con ellos, pasar tiempo de calidad.

—Ellos quieren ir a tu país, ya tienen el pasaporte, entonces... Voy a esperar su temporada de vacaciones —Por un momento siento ella como se apaga por la noticia —No es mucho tiempo, si soluciono todo esto, podremos hablar todos los días por videollamada —Ella suspira pero asiente sin dejar una sonrisa.

—Mientras tu pene se mantenga intacto y tu también, estaré feliz.

—Eres la única para mi, no te preocupes —Ella ríe y me manda un beso —Me encantas como no tienes idea.

—Lo sé, y adoras mi cuerpo, ¿no?

—Es hecho por los mismo dioses.

Luego de contarle un poco de la situación y mis objetivos, ella decirme como había sido la universidad, los exámenes y los días con sus amigos, se fueron casi tres horas entre risas.

Tuvimos que colgar porque aquí ya era muy tarde, y ella tenía que madrugar mañana.

Los días fueron pasando y por fin logré lo que quería, el avión se había retirado de ese país y los que quisieron pudieron irse en él, había sido una difícil decisión entre cobrar el pasaje o dar ese vuelo gratis. Al final, pensé en la ventaja que nos daría para los medios y utilice todo eso.

En medio de conferencias de como estaba la Aerolínea en Europa, pude dedicar tiempo a mis hijos, con eso descubrí la pasión del fútbol para Conrad, y no podía negar que jugaba genial.

—Debería meterlo a unas clases, ¿no? —Le pregunto a mi madre mientras lo veo jugar por un evento del colegio.

—Podría ser buena idea —Asiento ante la idea.

Los gemelos eran tan pequeños que solo sabían, comer, ir al baño y quejarse de hacer mucha tarea que era colorear. Me causaba ternura eso, podía imaginar a Leda con nosotros en unos meses, mostrarle toda la ciudad de Berlín, mientras me acompañaba a llevar a los niños. Sería maravilloso.

—Papá, ¿me puedes ayudar con esto? —Conrad llego una noche con un cuaderno en mano —No entiendo nada de esto.

No sabía como explicarle que yo tampoco sabía del álgebra, recorrí a mi última opción, Leda.

—Amor, ¿qué pasó? —Me contesto de inmediato, hoy no tenía nada de clases, por eso supe que respondería rápido.

—Conrad me esta pidiendo ayuda para algo de matemáticas —Ella suelta una risa, para asentir.

—¿me puede entender español?

—Yo entiendo —Interviene él de forma tímida.

—Entonces, venga te ayudo.

Pude ver como Leda tenía paciencia para explicarle, cuando no entiendan del todo la palabra, ella escribía al chat en inglés para que pudiera seguir de forma correcta.

—¡Muchas gracias! —Corrió mi hijo feliz con el cuaderno en brazos.

—Gracias —Le dije con una sonrisa, ella me la devolvió.

—Saber que ayudo con todo lo que pueda y más por tus hijos —Suspiro por lo linda que puede ser conmigo.

—Me estas enamorando.

—Esa es la idea —Guiña un ojo y no puedo evitar reír.

—¿Estás ocupada?

—No, ya limpie la casa, me iba a poner a ver alguna serie.

—¿no vas a estudiar?

—Ayer hice todos los trabajos.

—¿no saldrás?

—No tengo ganas, pedí comida para ver una serie.

—¿No quieres que la veamos juntos?

—¿Por videollamada? —Pregunta ella confundida.

—Sí, ¿te molesta?

—¡No! —Veo su rostro lleno de emoción, había sacado un poco de tiempo libre —¿no estás ocupado?

—Debo sacar tiempo para ti también, no te puedo dejar sola las 24 horas —Ella se sonroja.

—Yo quiero intentar hacer algo...

—¿Qué tienes en mente?

—¿Has escuchado sobre las videollamadas donde uno se toca y eso? —Ya sabía para donde se estaba dirigiendo la conversación.

—¿Lo quieres hacer?

—No me niego si es contigo.

Así es como me tengo que ir a mi habitación y poner seguro, para que nadie me interrumpa, mientras notifico a mi madre que estaré ocupada.

—No quiero saber tus cochinadas —Me dijo ella con un ademán de su mano.

—Listo, ya estoy preparada —Me dice ella, su rostro estaba rojo.

Se empieza a desnudar en frente de la cámara, se empieza a poner dura.

Ella muestra sus pechos mientras pellizca sus botones, y se muerde el labio inferior, luego se pone en la cama y pone el ángulo de cámara para que pueda ver su entrada, mientras juega alrededor de su entraba, estaba mojada. Empiezo a mover mi mano en mi amigo, sin dejar de ver como ella se masturba.

Primero lo hace de forma vertical con su punto, para luego dejar caer su espalda sobre la cama, y algo rosado se mueve rápido para meterse en su entrada, ¿qué fue eso? Segundos después pude ver que era un vibrador, escuchaba sus gemidos, sin dejar el movimiento de su mano derecha en ese punto.

Fueron segundos para ver como ella no dejaba de gemir mi nombre, y yo no había dejado de mover mi mano, gemí el nombre de ella mientras me venía y vi como sus piernas temblaron y se dejo caer.

—Tengo la mujer más maravillosa de este mundo.

Así fue pasando una semana más, en la cuarta semana, casi comenzando la quinta, pude notar como Leda se empezó a poner más extraña, casi siempre se distraía en medio de una llamada.

—¿Sucede algo? —Pregunte en una videollamada, ella me miro y sonrió, pero esa sonrisa no llego a sus ojos —Leda, ¿por qué no puedes decirme?

—No me quiero ilusionar.

—¿Qué significa eso? ¿Tienes a otro? —Ella reacciona ante la segunda preguntas negando varias veces.

—¡Claro que no! No te cambiaría por nada.

—¿Entonces? ¿Que está pasando, mi reina? —El apodo lo dije en alemán.

—Necesito asegurarme antes de decirte, porque no sé si será algo positivo o negativo para nuestra relación.

—Mientras no te haga daño, no será nada malo.

—Te amo —Sentí un escalofrío en mi columna al escucharla decir eso —Ha sido difícil tenerte lejos, siempre me habían dicho que las relaciones a distancia no funcionaban, pero contigo... Me he dado cuenta que todo eso de "No funcionar" Funciona, te doy las gracias por darme momento tan maravillosos —Apoyo mi rostro en mi mano unos segundos.

—No sabes como te amo, te aseguro que voy a darte todo, porque lo mereces.

Fueron más y más semanas de este modo, los niños ya estaban haciendo casi nada en el colegio y guardería, ¿debía quedarme o esperar un poco más?

—¿Qué te paso? —Me preocupe al verla pálida y en la cama cuando se suponía que debía estar en una salida con los amigos.

—No he podido comer bien.

—¿Qué sucedió? ¿tienes algo? —Sus ojos se llenan de lágrimas.

—¡Es tu culpa!

—¿Qué hice mal? ¿Dije algo que no debía?

—¡No! Es tu culpa por ser tan sexy, que no espere para tener sexo contigo ese día y ahora estoy embarazada —Mi cerebro tardo en asimilar esa información.

—¿Estás qué?

—¡embarazada!

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