Leda
No estaba segura de este sentimiento que me estaba generando este hombre, las citas habían sido tan perfectas que me hacían dudas de todo esto, me hacía sentir más ansiedad que nunca en mi vida, ¿debía seguir en esto?
Sus ojos eran la única manera que me hacían perder por completo, queriendo decirle a todo que sí, no estaba mal, sumado a la sonrisa me hacia temblar por ser tan lindo.
La primera cita me llevo a un restaurante donde pude pedir lo que quería, y los precios eran totalmente ridículos, supongo que era la forma de coquetear conmigo, ese permiso había sido fácil gracias a la universidad y mis amigos, que no me apoyaban del todo por seguir hablando con ese hombre.
La segunda cita fue más casual, un lugar que le dije que era muy bueno en la ciudad, pero no tuve la oportunidad de ir. El permiso fue algo que tuve planear demasiado bien porque de verdad quería ir, me gasto tanto ese día, y siempre de forma respetuosa, que me hizo temblar de las ganas de querer que me tocará más, ¿era por lo urgida? ¿Tal vez por las locas hormonas? No estaba segura, pero de verdad deseaba que me tocará un poco más.
En la tercera salida me volvió a sacar a comer, y mi debilidad era la comida que simplemente seguí a todo lo que pedía, sin miedo a nada, eran tan divertido salir con él, siempre que me emocionaba por algo y parecía una niña pequeña, me miraba de una forma que no estaba de como describir.
Recordaba las palabras de mi madre "Nadie te va a querer con ese carácter" "Eres demasiado inmadura, deberías madurar antes de tener pareja" Cada recuerdo de ese tipo de palabras me hacía sentir mal, demasiado mal, ¿era cierto lo que ella me decía? ¿Tal vez me iba a quedar sola toda la vida?
—¿Qué estás pensando? —Me dice él mientras me toca mi mejilla derecha con delicadeza, se había dado cuenta en la primera cita que era una persona que sobrepensaba demasiado todo, siempre que podía trataba de calmar mis palabras tanto con palabras como con hechos.
—Nada importante —Sonrió para calmarlo un poco, él me invita a un helado para calmarme.
En la última cita, había sido la mejor de todas, me habían llevado a jugar en un centro comercial, no dejaba de sonreírme al verme jugar. Había descubierto su edad cuando me mostro su documento de identidad, tenía 30 años, por lo poco que me había dicho me dijo que tenía tres hijos, los dos menores gemelos, Brant y Braun que tenían cuatro años, el mayor, Conrad con 10 años. Al principio me ocasiono incomodidad ese tipo de información, ¿por qué tenía un hijo tan grande?, aún más, ¿dónde estaba la mamá?
—Murió al dar a luz a los gemelos.
—¿La extrañas? —Fue la primera vez que vi su expresión tan fría, sus ojos se vieron de forma distante, pero luego me sonrío, aunque no llego a sus bellos ojos.
—No, ya pasó hace un buen tiempo —Asiento mientras lo observo, incluso sus guardaespaldas lo miraron de reojo.
Ese día en la noche llegué muy feliz a mi casa, estaba un poco cansada, le avise que había llegado a casa y me metí a darme una ducha. Había sido un buen día, me había gustado mucho el día de hoy. Salí en pijama de la ducha, cuando lo hice vi a mi mamá con mi celular, sentí el dolor de estómago más horrible del mundo, quería vomitar por el miedo que viera que estaba hablando con Armin.
—¿Quién es Armin? —Sentí la presión bajar.
—Un amigo —Fue lo primero que alcancé a decir antes de recibir un golpe en la cara de parte de mi mamá, que me hizo girar mi cabeza con brusquedad, me agarro la zona mientras siento un ardor.
—¿Estás segura? —Me quedo callada, y recibo un golpe en el brazo, luego otro, no paro hasta que me miro con rabia en sus ojos —Eres una puta, ¿cualquiera puede calentar ese oído? ¿Vas a correr al primero que trate bien? ¿Eres tan fácil? —Siento una punzada en mi estómago por las palabras tan feas que esta diciendo.
—¿Qué sucede? —Mi padre había llegado, y mi hermana observaba de lejos toda la situación.
—Tu hija es una puta, cualquiera que le hable bonito ella irá corriendo para acostarse con ellos.
—No me he acostado con nadie —Otro golpe en mi mejilla, pero esta vez no toco la zona que se sentía caliente.
—¡Y mentirosa! ¿Por qué no me dices que tenías a alguien?
—¿Tu mamá tiene razón? —Iba a responder con toda la sinceridad, sin embargo mi madre me interrumpe.
—¡No la ves! Ella cambio en todo, se empezó arreglar más —No digo nada, ¿para que responder si se iban hacer una película en su cabeza?
—Leda, responde la pregunta.
—No me acosté con él —Mire a mis padres, sentía tanta rabia por la forma en que me estaba tratando.
—¡Eres una mentirosa! —Otro golpe en mi mejilla, ¿cuántos habían sido? Retrocedo con cuidado, no quería más golpes, ya me dolían lo suficiente. Se fija en las conversaciones, cuando levanta su mirada llena de ira, y nuevamente me empieza a golpear sin parar, trato de cubrirme un poco, pero no evita los golpes —¿Cómo sales con él? ¿Solo por plata? ¿te estas vendiendo a un extranjero? ¡Eres un puta! —Un puño en mi brazo me hizo gemir de dolor, y retrocedí adolorida —Estoy decepcionada de ti.
¿Estaba decepcionada de mi? Tenía buenas notas, incluso estaba mejorando el doble para conseguir graduarme con un buen promedio, yo había cumplido todos sus caprichos, yo estaba haciendo toda una mierda por ellos.
—Bien —Agarro el celular con fuerza, y voy hacia la salida, seguía en pijama, pero me importaba una mierda, cerré la puerta con fuerza y salí corriendo para que no me agarraran, salí del edificio para esconderme mientras esperaba a Armin.
Tenía miedo que algo me pasará, pero la adrenalina en mi cabeza no me dejaba pensar las consecuencias. Me consoló de una bonita forma, acariciando mis mejillas y dándome palabras que me hicieran sentir orgullosa.
¿Por qué estaba mal que quisiera algo con él? ¿por qué estaba mal que quisiera que me tocará más y más? Me gustaba, me gustaba su forma de ser, me gustaba su mirada, me gustaba sobre todo la forma en que me trataba.
—A la mierda —Murmura luego de pensarlo unos segundos, lo miro totalmente decidida y agarro su mano para ponerla en mi muslo —¿No me puedes tocar un poco más? —La cara de él fue un total poema, la manera tan descarada que le dije que deseaba ser tocada creo que nunca la iba a olvidar.
Uno de sus guardaespaldas se gira decir algo en alemán, suponía yo que habíamos llegado porque él me ayudo a bajar con delicadeza, me dio un beso en la frente.
—Ahorita vamos hablar de eso —Asiento un poco tímida, me estaba sintiendo ansiosa, porque no me estaba arrepintiendo, tenía más ganas.
Fue la primera vez que conocí donde estaba Armin, un pethouse que me hizo confirmar la plata que el hombre podía poseer, mire todo por encima, era gigante, incluso tenía un segundo piso, simplemente pensé "El dinero es maravilloso"
—Es grande —Escucho su leve risa y me giro para verlo, su mano izquierda estaba dentro de su bolsillo, tenía unos pantalones negros y la camisa manga larga gris, con la corbata y el chaleco de tweed del mismo color que los pantalones.
No podía negar que era un hombre guapo en muchos sentidos, se escucho unos toques en la puerta, fue abrir mientras me decía que me fuera a sentar en la sala, había descubierto que los colores no eran el fuerte de este hombre, no tenía nada relacionado con colores cálidos.
—Te voy a poner crema en las mejillas —Asiento, se me había olvidado por unos segundos esos golpes que tenía, ya había llorado lo suficiente.
—Gracias —Dije, el se puso a mi lado y empezó a esparcir la crema en mis mejillas.
Unos segundos después había finalizado, me sentía bastante nerviosa por lo que podía pasar a continuación, no dejaba de mirarme, ¿de verdad estaba dispuesta acostarme con él?
Me imagine en un futuro estando con otra persona sabiendo que mi primera vez fue con Armin y sonreí, si... No me voy arrepentir, estaba segura de lo que estaba haciendo, no podía quitar lo tímida que me ponía la situación.
—¿Sigues segura de tener sexo conmigo?
—Sí —Respondí automático, se sorprendió por mi respuesta tan rápida.
—¿no te molesta mi toque? —Puso su mano en mi muslo y lo aprieta ligeramente, no sentía nada de molestia, al contrario de esto, quería que me tocará mucho más de lo que estaba haciendo, ¿tal vez mi madre tenía razón de que era fácil?
—No —Bueno, tal vez lo era, pero eso no me iba a detener. Su mano se va moviendo hacia arriba, suavemente, no dejaba de mirar mis reacciones, me estaba palpitando y se sentía bastante incómodo como me estaba poniendo de esta forma.
¿Esto era gustarte por completo una persona? ¿De ver a una persona y simplemente mojarte? Jadeo al sentir su mano cada vez en mi zona, mala idea fue tener una pijama.
—Esa reacción me esta gustando —Se acerca un poco más, poniendo mis piernas sobre las suyas, no deja de acariciarlas —Me encanta todo tu cuerpo, mi parte favorita son tus piernas —Me sonrojo un poco ante lo que dice, lleva su mano a mi cuello, lo agarro de lado, acercando su rostro para darme un beso, no era mi primer beso, pero habia pasado casi dos años desde que besé.
Sentí algo en mi estómago, ¿eran mariposas? profundizo su bes, me hizo jadear por la forma en que me tenía agarrada, sumado que su otra mano estaba subiendo más, llegando a mi trasero, apretando con fuerza, haciéndome gemir en medio del beso.
Se muerde el labio inferior cuando se aleja de mi boca, no había quitado su mano de trasero, al contrario de eso, volvió apretar más suave esta vez.
—¿No me vas a tocar más? —Sus ojos brillan mientras se acomoda correctamente, quedando entre mis piernas, el sofá lo suficiente grande para dormir en él como si fuera una cama individual.
—Te voy a preguntar nuevamente, ¿estás segura? —Asiento rápido, con mucha emoción por lo que podría pasar. Me agarra bien para quitarme el pantalón de la pijama que tenía desde hace años, quedando en ropa interior —¿por qué tienes ropa interior tan sexy? —Miro hacia otro lado.
—Me gusta tener cosas bonitas.
—Entonces te daré más de eso —De reojo veo como relame los labios al verme de esa forma —Con permiso —Mete sus manos dentro de mi camisa, lo siento llegar a mis pechos, y me acuerdo rápidamente que no traía nada de brasier, sin embargo, al tener camisa grande y oscura me había ayudado —Quería confirmar que no tenías nada, sentí tus pechos muy... Pegados —¿podía estar más roja? Sentía mi rostro caliente por las vergüenza que estaba pasando.
—¿No me dijiste nada?
—No, quería aprovechar por si nunca lo podía volver a sentir —Niego riendo por lo que me dijo como si fuera lo más natural del mundo, sin embargo suelto un gemido bajo al sentir sus dedos cerca de mi zona.
—Ya estas mojada —Lo escucho susurrar, mientras no deja de jugar de esa forma con mi zona —Me encanta ver como eres tan sensible, te mojas rápido, ¿por qué?
—Me gusta tu rostro y me ayuda a calentarme más fácil —Respondí de forma automática, la cara de impresión de Armin fue algo que nunca voy a olvidar.
—No pensé que te gustará tanto —Ya me había bajado lo roja que estaba, sin embargo, se esta volviendo a poner caliente, esta vez toca más directo en mi entrada sobre las bragas, soltando una risa para besarme despacio —No sabes cuanto me encantas —La mirada de él me hace comprender que va a seguir tocandome sin importar qué, y es lo que sigue haciendo mientras e relame sus labios —Te quiero hacer mía, y confirmarlo todos los días mientras te follo —. Siento como mi entrada se moja más, sus ojos se veían más penetrantes de lo que eran. —Estás más mojada —Me toca un poco más mientras cierro los ojos sintiendo todo el placer que me da —Volveré a preguntar, ¿te puedo seguir tocando?
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Comments
Zuliner Chacon
Mijo no preguntes y tocaaaaaaaa. 😜
2024-11-05
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Adriana Padron De Parra
Armiiiiiinnnn🔥🔥🔥🔥😈😈😈😈😈
2024-10-22
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Maris Benitez
Huffffggggggg ❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥❤️🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 que calor rrrrrrr
2024-10-05
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