Capítulo 1

Leda

Mi primera ida a una discoteca en 19 años de vida que tenía, estaba emocionada por esta nueva experiencia.

Había rogado por este permiso, le había dicho a mis padres que me iba a comportar de la mejor forma, que no iba a tomar tragos de desconocidos ni nada parecido. Por fin me iban a dar el permiso que siempre quise, la experiencia que todos a mi edad ya han tenido, aunque no podía comparar demasiado una cosa con la otra.

—¿Segura que quieres ir? Tal vez no sea tu ambiente —Trata de convencer mi madre a última hora para no ir a la discoteca.

—Mamá, todo saldrá bien, confía en mí.

—Confío en ti, hija —Ella mira hacia la puerta donde mi hermana menor y mi padre nos miran.

—Recuerda los consejos de mi papá, no dejes el trago solo —Mi hermana de doce años me estaba dando los consejos como mis padres, solté una risa por lo que me decía.

—Sí, lo haré —La abrazo para mirarme por última vez en el espejo.

—¡Leda! El carro ya llegó —Una de mis amigas, para dejar que mis padres me dieran el permiso de ir con ellos, decidió arreglarse en mi casa y volver a llegar aquí para irse al día siguiente —No se preocupen, la voy a cuidar como si fuera mi hija —. Sonríe a mis padres, por su expresión estaba segura de que no estaban para nada calmados, pero era lo poquito que podía hacer para calmarlos.

—Estaré bien, se los aseguro —Les doy un beso en la mejilla a cada uno y salgo con Julia rumbo a la discoteca, donde nos íbamos a encontrar con nuestro grupo de amigos.

—Recuerda dejar el trago a un lado si te vuelves a sentar, aunque entre todos nos vamos a cuidar —Me dice otra amiga para irse a bailar con el novio, estaba sentada junto a Julia, no duro ni dos segundos conmigo porque la sacaron a bailar.

Veía el ambiente a mi alrededor, mucha gente, la música a todo volumen, todos pegados con todos, bueno, no era mi estilo de vida, estaba muy lejos de serlo, sin embargo, todo lo estaba haciendo por la experiencia, absolutamente por la experiencia.

—Eres muy guapa, ¿quieres salir a bailar? —Mire al chico que me estaba diciendo esto, no era mi estilo, no era mi gusto para nada, sin embargo, recordé los consejos de mi mamá "Si le dices a uno que no, le tendrás que decir a todos que no, porque podría ocasionar problemas" Asentí simplemente por un futuro.

No me quiso soltar en toda la noche, yo estaba bastante cansada de que se acercará tanto a mí, no me gustaba para nada su toque, aún más porque no paraba de estar encima de mí.

—La necesito un segundo —Fue Julia quien me salvo de ese pegote de chico, y me llevo afuera de la discoteca —¿Estás bien?

—Sí, no sé porque le dije que sí —Acaricio mis manos un poco perturbadas por ese sentimiento de asco que sentí por su toque.

—Cariño, si no estabas de acuerdo con bailar con él, no debiste decir que sí.

—Mis padres me tienen traumada, me dijeron que si o si tenía que aceptar todo o negar —Ella me mira y suspira.

—En ocasiones tus padres me caen muy mal —Suelto una carcajada mirando otra discoteca que estaba al frente de la de nosotros, se podría decir que estaba más lleno.

—Da igual, espero que alguien más me saque a bailar.

—Te puedo sacar yo, no te preocupes —Miro mi reloj de muñeca, no había pasado ni una hora.

—Vamos, veremos que pasa —Cuando volvimos a ingresar estaba el doble de lleno, mucha gente por todos lados, mis amigos seguían en la misma mesa, cuando levante la mirada me encontré con la mirada de un hombre, unos ojos que brillaban incluso en medio de la discoteca, no eran marrones de eso estaba segura. Me estaba analizando y no le dio para nada de vergüenza cuando cruzamos miradas, lo supe de inmediato, era un extranjero que estaba de paso.

Demasiado guapo, significa problemas, desvíe mi mirada mientras suspiraba.

—¿Quieres bailar? —Levante mi mirada, esta vez era otro diferente, asentí mientras me levantaba de mi asiento. Cuando termino la música, me da un beso, un beso en la mejilla y siento sus manos en uno de mis bolsillos —Escríbeme.

Cuando llego donde mis amigos, se empiezan a reír.

—Yo vi mano —Dice uno mientras le da un beso en la mejilla a su novia, la cual ríe junto a los otros.

—Cansones —Suelto riendo mientras me siento.

—¿Qué te dio?

—Su número —Respondo sacando el papel que contiene su número.

—¡Eso! ¡Con toda! —Todos ríen al tiempo y eso llama la atención de las personas, pero no me daba nada de pena, levanto nuevamente mi mirada y el extranjero me mira con una ceja arqueada, le habla alguien que está a su derecha y el hombre asiente para no verse más desde el balcón. Su mirada era tan penetrante que no pude seguir.

—¿Quieres bailar? —Otro me busco para bailar, y seguí casi toda la noche bailando, de esa manera el trago nunca me afecto, al menos no del todo.

Cuando ya estaba cerca de la media noche, salí nuevamente de la discoteca por el calor, Julia se devolvió a mitad del camino por su celular, la traté de acompañar; sin embargo, la gente no me dejo pasar, entonces le dije que la esperaba fuera se esté.

—Por fin estás sola —Una voz ronca me hace girar, por un momento pensé que sería el extranjero, sin embargo, fue el primer chico que me había sacado a bailar, agarrándome de mi muñeca con fuerza —¿por qué estabas bailando con más chicos?

—¿Qué? —Ejerce más fuerza en mi muñeca, que me hace jadear del dolor.

—No puedes bailar con más, solo conmigo —Vida desgraciada, ¿qué mierda me estaba diciendo?

—Usted no es nada mío, suélteme —Indico bastante enojada e indignada por un imbécil.

—Cuando aceptaste bailar conmigo, aceptaste salir conmigo —A mí esto no me advirtieron, ¡la gente está loca!

—Maldita sea —Murmuró y siento mi muñeca siendo presionada con más fuerza, respiro profundo para agarrar la fuerza que necesito, tratando de quitar el dolor de estómago por la ansiedad que estaba sintiendo.

—Suel... —La frase de una tercera voz frena cuando doy un golpe en la boca del estómago del chico loco.

—Vete a la mierda —Cuando su agarre se suaviza, me quito con fuerza y le doy una patada en su pierna, donde está ubicado el hueso, cae al suelo mientras giro mi cabeza para ver la tercera voz, el extranjero estaba frente mi, con una sonrisa en su perfecto rostro. Sentí que me ahogaba cuando vi la altura de este hombre.

Pude con el otro por la estatura, media casi lo mismo que yo, por eso pude derribar con mucha facilidad, pero el sujeto frente a mí, tenía que levantar mi cabeza para mirarlo y esto casi nunca me sucede, mis 1'69 ayudaban bastante.

—Resultas bastante fuerte —Da un paso al frente y yo retrocedo, ladea su cabeza sin dejar de sonreír —¿Tienes miedo?

—Sí —Respondo de forma automática.

—¿por qué?

—Un loco me acaba de decir que era suya solo porque baile con él, ¿cómo crees que voy a sentir?

—¿No estás acostumbrada? Eres lo suficiente hermosa para que muchos chicos hagan eso —Suspiro por ese comentario, la sobre protección de mis padres ayuda bastante en estos casos.

—No, es mi primera vez saliendo en este ambiente —Miro el cuerpo del chico que no para insultar mientras se sostiene su pierna —Y creo que no volveré a salir.

Los de seguridad llegan y preguntan la situación con mi amiga al lado.

—No podía contra él, tuve que llamar a seguridad —Asiento mientras le quito importancia, siempre me supe defender sola.

—Ven —El extranjero hablaba perfectamente español, me extendió su mano.

Mi lógica me decía "No hagas eso" Pero bueno, siempre fui alguien impulsiva y agarre su mano como si de un perro se tratará.

—Carajo —Murmuro al ver lo que hice, porque me jala para agarrarme de la cintura.

—Du wirst mein sein (Tú serás mía) —Me dice como si yo hablará takataka, sin embargo, los dos hombres a su alrededor se sobresaltan al escuchar lo que dice.

—No hablo takataka —Comento un poco enojada, suelta una risa que me hace palpitar mucho más que mi corazón.

—Oh, meine Königin (Mi reina) —Mi ceño se frunce por volver hablar en otro idioma —Dame tu número —¿Debería? De por si los hombres a su alrededor se reflejaban que no era cualquiera, giro a ver a los de seguridad y están pálidos.

—Señor Meyer, muchas chicas están preguntando por usted —¿era su nombre o su apellido?

—No me interesa, ¿o quieres que baile con ellas? —Esta pregunta va dirigida a mí.

—No me meto en esas cosas, es tu vida, ¿no? —Nuevamente ríe, pero esto solo ocasiona que sus compañeros se pongan más nerviosos.

—¿Y tú bailarás con más?

—¿por qué no? —Su agarre se hace más fuerte en mi cintura, y trato de que no me palpite nada que pueda palpitar; era la primera vez que alguien me agarraba de esta forma, no me gustaba la forma en que hacía sentir.

—Dame tu número.

—¿Por qué?

—Porque quiero conocerte.

—¿por qué? —Él suspira exasperado por mis preguntas.

—Me pareces guapa, llamativa y podría decir que eres perfecta para mí.

—No me idealices —Suspiro, para separarme un poco de él y extender mi mano, como si fuera un perrito, me agarra la mano —Dame tu celular, te lo voy a anotar —Él ríe satisfecho, cuando saca el celular y lo desbloquea puedo distinguir sus ojos correctamente, eran grises.

—Muchas gracias —Estaba bastante feliz por obtener mi número, nunca me había pasado una cosa de estas.

—Leda, se está haciendo tarde, y tus padres se podrían preocupar —Todos mis amigos estaban saliendo de la discoteca, cuando me fije en la hora había pasado bastante.

—¿Deberíamos ir a comer? —Dice mi amiga mientras abraza a su novio.

—¿Cómo te llamas? —Giro mi cabeza para mirar al extranjero.

—Armin Meyer —Asiento y escucho el jadeo de sus compañeros.

—Que te vaya muy bien, señor Meyer —Me alejo de él mientras voy hacia mis amigos, Julia me agarra de la mano con fuerza.

—Vámonos rápido —Indica ella, y todos se giran para ver al hombre, agarran un paso rápido.

—¿En qué te metiste, Leda? —Indica Ana mientras me señala enojada —Ese hombre no es de aquí, estoy segura.

—Yo pregunté a uno de los de seguridad, me dio miedo esa presión que daba hacia ellos —Julia suspira mientras come unas papas —Parece que es alguien importante, era un VIP.

—¿Por qué se interesó en Leda?

—¿No vieron como la miraba desde arriba? No podía quitar la mirada de ella, entro parejo con nosotros.

—¿Entro al tiempo que nosotros?

—Mientras hacíamos la fila, él entró como Pedro por su casa; sin embargo, al ver a Leda se detuvo un segundo para repararla y sonreír entrando a la discoteca.

—Nopuedeser —Murmuró cubriendo mi boca con mis manos —Dos locos en una noche, genial.

—¿Dos? —Les cuento lo que sucedió y como tuve que golpear a un imbécil.

—Maldito hijo de puta —Una amiga entierra su tenedor en una papa que no tenía la culpa —Los hombres son tan estresante —Los hombres del grupo giran a ver —Ustedes no se salvan —Todos reímos.

—¿le diste tu número real?

—Pues, sí —Respondo mientras me meto unas papas a mi boca con tranquilidad.

—¿por qué?

—¿Se imaginan que me busqué por todas partes? Nah, solo le va a durar hasta que encontré alguien mejor.

—Mujer loca —Todos niegan con la cabeza y yo solo puedo reír por la forma en que me cuidan.

Al llegar a mi casa y anunciar que seguía viva y virgen aún, mis padres se calmaron un poco.

Dentro de poco iba a iniciar mi nuevo semestre de la universidad, estaba bastante emocionada por continuar mis estudios, por esa razón no preste mucha atención que el extranjero tuviera mi número, estaba ocupada con mis cosas, sin embargo, un día antes de iniciar mi nuevo semestre el ojigris me hablo.

"Hola, soy Armin, ¿cómo estás, preciosa?" 

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Comments

Zuliner Chacon

Zuliner Chacon

Regreso siendo virgen, milagrrrooooo, 🤣🤣🤣.

2024-11-05

0

Maris Benitez

Maris Benitez

Jajaja jajaja 😂🤣🤣🤣 jajajaja La verdad todo un logro llegar. a su casa 🏡 viva y virgen 🤭🤭🤭🤭🤭🤭

2024-10-05

1

Maria Victoria Ruiz Alcaide

Maria Victoria Ruiz Alcaide

Y llega a su casa viva y virgen me estoy riendo a carcajada 🤣🤣😂 limpia

2024-06-08

5

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