Leda
La mamá de Armin estaba que se compraba una finca, toda la charla mientras mi familia escuchaba música y tomaba era "¿Cuánto cuesta una finca?" La cara de mi novio era lo más graciosa hasta ahora, mis tías me dijeron para llevar a los niños al parque, los gemelos se emocionaron y me levanté para ir con ellos, después de todo eran casi cinco niños.
Mi hermana también decidió ir con nosotros, Conrad ni corto ni perezoso nos siguió también feliz. De esa forma Armin se quedó con mi familia y yo me fui con los niños, que jugaron arduamente durante una hora, cuando íbamos llegando los gemelos empezaron a correr hacia su papá.
—¿Entonces en cuánto me dejaría la finca? —Pregunta la mamá de Armin cuando nos sentamos, me siento al lado del alemán, el cual me da un beso en los labios.
—¿Siguen hablando de lo mismo? —Le pregunto de forma divertida y él asiente cansado.
—Ya le dije que el precio puede variar, tengo algunos amigos que pueden ayudar.
—El dinero no es problema —Dice mi tío, sonrió al ver como empiezan hablar de verdad de negocios.
—¿Quieres comprar una finca tú también? —Le pregunto a mi novio y él niega con la cabeza.
—No, solamente sería para los niños —Estaban jugando con los demás a quien atrapaban primero.
Lo que le había dicho Conrad a Armin termino en "Cuando volvamos a casa hablemos de ese tema" Ninguno de dos dijo más.
La idea principal era volver a la finca, porque mañana los niños irían a pescar o a alguna quebrada para bañarse, por esa razón en la noche nos devolvimos, era bastante oscuro.
—¿Por aquí no aparecen animales salvajes?
—Algunos pumas, pero están mucho más arriba porque no les gusta estar cerca de los humanos —Responde mi tío a la pregunta de Armin.
Al día siguiente le pongo la ropa a los niños más desechable posible, porque nos íbamos a ensuciar de primeras para ir a pescar al río que era gigante.
—Recuerden tener mucho cuidado, ¿está bien? —Les digo a los gemelos, los cuales asienten y suspiro para ubicarme —Daniel —Llamó a mi primo —Pon cuidado con ellos, porque son medio loquitos, a veces, les da un arranque y son capaces de tirarse al río —Mi primo asiente mientras se ríe.
—Tranquila, total vamos con él —Señala al esposo de una familiar de nosotros, se llevaban muy bien y era quien nos iba a enseñar como pescar.
Mientras lo seguimos nos ensuciamos, la que estaba más feliz era la mamá de mi novio, estaba feliz siguiendo a la persona mientras le preguntaba como eran los pescados, el que se veía menos animado era el secretario del alemán, se veía bastante estresado y pálido.
—Mi reina, ¿segura que puedes hacer todos estos caminos? —Lo miro y asiento.
—Mi mamá fue capaz estando embarazada de mí, esto no es nada —Le digo, claro, son más agotador con dos en mi vientre, pero yo era capaz.
—Está bien —Cuando llegamos donde se suponía que debían pescar, la persona saca una red y luego la caña de pescar, los niños estaban al lado de la persona.
Odiaba eso de pescar, mi papá siempre me decía que se debía tener mucha paciencia, no se podía hacer ruido ni nada parecido, solo esperar y esperar. La cosa se puso más divertida cuando saco la red de pesca, se metió un poco más al agua y lo hizo, saco solo un pescado.
Braun y Brant se pusieron a discutir quién sería el primero en recibirlo, se emitieron y se lo dieron a Conrad que lo miraba de forma curiosa. Los peces no eran bonitos, este era pequeño, los niños tenían muchas ganas de tenerlo, pero casi 15 minutos después cada uno consiguió uno.
—¿Cómo consiguieron dos al mismo tiempo? —Le pregunto a mi mamá.
—Fue primero uno, pero lo guardaron para que nos discutieran.
Me daba vergüenza que ya supieran que ellos iban a discutir si no le daban al mismo tiempo su pescado. Cuando volvíamos mi suegra vio una gallina y trato de atrapar una, porque quería acariciarla, fue una dura discusión entre la gallina y ella.
Armin no era alguien que sonriera demasiado o se ría por algo, es una persona muy seria, pero verlo riendo por todo lo que estaba pasando me hacía sentir unas leves cosquillas en el estómago, se veía tan hermoso, tan lleno de vida.
—Pensé que él no se ría —Me dice mi madre cuando nos sentamos para ver como preparaban la comida.
—Lo hace, muy pocas veces y no delante de las personas, pero lo hace.
—Se ve más lindo de lo que es —Me volteo hacia mi mamá y ella se ríe —No soy ciega.
—¿Entonces por qué no aceptaste?
—¿Sabes qué es difícil para una madre dejar a su hija? Te fuiste, estás embarazada y puede que te vayas a su país a vivir.
—¿No querías dejarme?
—Claro, eres mi hija.
—Supuse que no te importaba demasiado —Le digo mientras miro a mi hermana.
—Ambas son mis hijas, ¿lo sabes? Siempre supe que tú ibas a salir adelante, obviamente tu hermana también, pero... Siempre has tenido la personalidad para derrotar a quien te haga daño.
—Es verdad —Susurro.
—Tu hermana es más calmada en ese sentido, la conoces —Asiento, siempre nos habían comparado, no pensé que incluso mi madre lo había hecho. La gran diferencia de mi hermana es que siempre creían que tenía buen corazón y yo no, la cosa es que yo también tengo, pero soy la mayor, soy la que no puede mostrar nada de sentimientos.
No decimos mucho, nos llamaron para empezar a servir el almuerzo, sería nuestro último día aquí, ya íbamos a comenzar el viaje en carretera.
—Amor —Llamó a Armin —¿Tus guardaespaldas dónde están? —Señala hacia los caballos, mi tío les estaba enseñando como montar a caballo, no puedo evitar soltar una risa, eran cuatro hombres en cuatro caballos escuchando las indicaciones.
—No supuse que pasaría eso, pero es bueno que aprendan porque parece que vendremos seguido —Señala como su mamá estaba hablando con una persona, supongo yo que había conseguido la finca.
—Hagan bonitos baños —Le digo riendo para terminar de organizar todo lo que nos habían dado, un montón de frutas, verduras y mucho más.
Esta vez si iba a caber más de la cuenta, entonces se había emocionado con todo.
—Tú no puedes cargar nada —Ordena mi primo mientras ayuda a meter todo en el carro.
—¿Si cabemos todos en la van?
—Sí, pero lo que llevamos no sé si quepa —Dice mi tía.
—Lo pueden llevar en la camioneta que venía, ¿no? —Menciona Armin y se emocionan yendo a empacar.
Cuando terminan todos subimos, hacemos una parada porque a la embarazada le volvió a dar hambre.
—¿En serio tienes hambre? —Me pregunta Daniel, conteniendo la risa.
—Sí, y la queso —Le digo mientras voy a comprar unas cosas.
Los gemelos venían dormidos, totalmente agotados por el día que habían tenido. Fueron llevando a uno por uno, al final quedamos nosotros, que al llegar al apartamento, me dormí.
Ya casi a las seis de la tarde me levanté para meter a lavar la ropa, también limpiar todo lo que se podía y meter lo que nos dieron a la nevera. Armin seguía dormido, no creo que haya descansado demasiado, él sí estaba acostumbrado a camas muy de elite, cosa que no había en el campo, aunque trataron de darle una buena.
La mamá del alemán también estaba en la habitación de invitados, los niños en su habitación, sentí unos pasos y me giré, Armin me miraba medio dormido.
—¿Por qué no lo haces mañana?
—Algunas cosas son de nevera, es por eso —Le doy una sonrisa para ubicar lo poquito que faltaba, había mantequilla, miel, entre otras cosas.
—Aunque ya estás terminando —Asiento, él se sienta cerca.
—¿Qué estás pensando? —Le pregunto, el ojigris suspira.
—No sé qué haré con Conrad.
—Amor, educarlo y tenerle mucha paciencia —Le digo mientras me levanto para lavar unas frutas.
—Sí, pero eso del poner en el campo un poco más de tecnología, me parece una idea grandiosa.
—Lo sé, lo supe por tu expresión, sin embargo, tienes miedo de que por esa razón empiece a querer mucho dinero.
—Ya tiene dinero, pero ahora lo va a conseguir por mano propia.
—¿Su mamá era profesional? —Me acerco para hacerle la pregunta y acariciar su rostro.
—Sí, ingeniera mecánica, no la ejerció, pero fue la mejor de la clase.
—Conrad tiene de donde salir, es increíble y podrá llegar muy lejos —Le digo para darle un beso en su frente, me sonríe y luego se acerca para darme un beso en los labios —Estás criando unos niños maravillosos.
Había descubierto que el mayor de los hijos de mi novio, obviamente sentía presión respecto a muchas cosas a su alrededor, por ejemplo, tener éxito, tal vez se comparaba a su padre o la ausencia de su madre para explicarle que eran etapas diferentes.
Conrad era un muchacho fabuloso, era guapo, tenía carácter y bastante inteligente, porque le ayudo a mi hermana en una tarea de matemáticas que tenía. Podía decir sin duda alguna que iba a llegar lejos, sin embargo, debía bajarle a la presión que el mismo se metía.
A la mañana siguiente escucho alguien discutir, podía distinguir algunas voces, fue en la sala que me encontré a Armin en traje, dispuesto a salir y Conrad en pijama, estaban hablando, suponía yo que en alemán. Los gemelos miraban la escena un poco incómodos, me acerco a ellos para llevarlos a la habitación, mi suegra también llega con nosotros.
—Trata de calmarlos, se han gritado demasiado.
—No entiendo de que están hablando —Le respondo con sinceridad.
—Conrad quiere que Armin le financie algo que quiere hacer, este dice que no, que está muy joven para iniciar en ese mundo, terminaron discutiendo que según Conrad, Armin no cree en él.
Suspiro para ir donde estaban, seguían discutiendo y yo me pongo en el medio.
—Los dos, basta —No entiendo nada, pero Armin solo cierra los ojos, mientras se toca la frente, se veía totalmente enojado y cansado.
—¡Tú no deberías meterte! Ni siquiera eres mi madre, no tienes derecho de opinar —Suelta Conrad enojado —Solamente eres una persona que busca dinero, puede que esos bebés ni siquiera sean mis hermanos —Cierro los ojos para no contestar a nada, me acercó a Armin que estaba vuelto una furia por lo que acaba de decir su hijo.
—No le prestes atención, ¿sí? —Le digo sonriendo, se veía rojo de la ira que tenía —Ve a trabajar —Hace poco habían conseguido por fin un edifico para establecerse aquí.
—No lo dejes salir de su habitación a menos que sea para comer, tiene prohibido salir hasta nuevo aviso —Lo mira y lo señala diciéndole algo en otro idioma, siento un leve cosquilleo por el tono de voz que utilizo, se acerca para darme un beso y yo se lo doy, azota la puerta hecho furia.
—Ve a tu habitación —Le digo a Conrad sin verlo.
—No eres mi madre —Dice con la misma actitud.
—Yo te lo ordeno —Habla mi suegra que está detrás, Conrad se queja —No te pregunte, es una orden y si no me obedeces a mí, tienes peores consecuencias —El carácter era muy similar al de Armin.
Enojado se va a su habitación, los gemelos corren para abrazarme, sus ojos llenos de lágrimas.
—No le creas a él, no le creas —Repiten al mismo tiempo —Nosotros te queremos, no le hagas caso —Continúa Brant, no dejaba de llorar.
—No se preocupen, yo sé que ustedes me quieren mucho —Me pongo a su altura para darles un abrazo.
Ambos lloran en mi brazo y miro a la mamá de Armin, haciendo el mismo gesto que él, con la mano en la frente.
—No sé qué le sucede, es la primera vez que hace un berrinche de esa forma —Comenta ella —Siento mucho lo que te dijo, tienes libertad de regañarlo y decirles las cosas.
—No te preocupes, por ahora no me voy a meter en la crianza de él, ni de ellos —acaricio la cabeza de los gemelos, ellos levantan su rostro para hablar.
—Si nos puedes regañar, tienes el derecho —No puedo evitar reír al escucharlo.
—No creo, no soy su mamá.
—A nosotros nos explicaron que una mamá es de aquí —Braun lleva su manito derecha a la zona donde queda el corazón.
—¿Podemos tener dos mamás? —Pregunta Brant —Una que nos tuvo y ahora está en el cielo y otra que eres tú, ¿no?
Mis ojos se llenan de lágrimas al escucharlos, eran hermosos como me trataban, me había ganado unos niños maravillosos. Mamá de estos tres niños, haré todo para darles un amor grande y serán grandes personas en el futuro, te lo juro.
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Comments
Raquel Reyes
😍😍😍
2025-01-14
0
Maris Benitez
Es la adolescencia, siempre hay discusión , ojalá se solucione pronto 💪💪💪👏
2024-10-05
0
Daniela
gracias por el capítulo 😃😃 probrecito ojalá de solucione todo
2023-08-11
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