Capítulo 12

Armin

La reunión con la familia de Leda había sido un éxito de alguna manera, incluso mis hijos se habían divertido, sobre todo Conrad, podía ver el interés tan notorio que tenía sobre la hermana de mi novia. 

No quería hablar de la situación, prefería ignorar un poco sobre eso; ahora necesitaba dedicarle tiempo a mi familia, más que todo a mis hijos y mi pareja.

—¿En serio nunca han jugado esto? —Hoy era domingo, Leda había decidido quedarse en casa para pasar tiempo todos juntos. 

—No —Dicen los niños mientras mueven las fichas, mientras cuentan en alemán. 

—Esto es bueno para ayudarles a su desarrollo —Conrad estaba también concentrado, según me había hablado, ella era parqués, no entendía muy bien el juego, pero ella les había explicado a la perfección. 

No podía evitar reír por verlos jugar de ese modo, los gemelos totalmente concentrados en lo que estaban haciendo, mientras que Conrad fruncía el ceño mientras contaba y Leda estaba ayudándolos a contar, explicándoles. 

Mi celular empieza a sonar y miro el número, era extranjero, me levanto por si era algo del trabajo, sin embargo, lo primero que escucho es un perfecto alemán con acento ruso. 

—Mi amado sobrino, ¿cómo te encuentras? —Suspiro reconociendo la persona del otro lado de la llamada. 

—¿Qué necesitas, tío? 

—¿Es la forma de hablar con tus mayores?

—No me importa que digas o que hagas, simplemente dime el motivo de tu llamada —Escucho el chasquido de lengua, pero no digo nada para que sea todo rápido. 

—Necesito que vengas a Alemania. 

—¿Por qué? 

—Haremos una reunión y tienes que estar presente. 

—No iré, muchas gracias por la invitación. 

—No es una pregunta, la reunión estarán personas importantes que quieren tu cooperación.

La realidad de toda esta situación era que yo había hecho mi vida aparte de mi familia, había hecho siempre lo posible para no hacer parte de ellos, apenas me entregaron mi herencia, hice mi propio camino para nunca ver con ellos.

Al principio había participado en la tonta competencia que inicio mi padre cuando yo solo tenía 18 años, me había negado al inicio porque no era algo que llamará mi atención, sin embargo, mi madre deseaba con todas sus fuerzas que yo hiciera parte de esto, solamente para callar a ambas familias. Solo se había extendido el estúpido rumor que mi padre había hecho la competencia porque me creía incompetente. 

Era al contrario, sabía que era tan capaz que me estaba provocando para que de verdad hiciera algo, le salió tan perfecto que me cansé que dieran tantas vueltas y viera tantas personas dispuestas a robar, matar o lo que fuera para conseguir el puesto que me aleje de ese mundo, nuevamente me encontraba en este mundo. 

—No me puedes ordenar, si es alguien que de verdad tenga poder me puede llamar e indicar —Le digo para colgar como si no fuera nada. 

Mi tío, por medio de su hijo, había conseguido el poder del banco, un banco que mis dos padres habían dado todo para crearlo y ahora se encontraba en una posición muy poderosa, todos habían querido ir tras él, lo consiguió su hijo cuando yo me retire de la competencia. 

Ahora me estaba ordenando, lo cual me parecía ridículo, a pesar de todo yo seguía teniendo mi apellido por lo alto, en cambio, ellos habían llevado el banco a una mal imagen, no podía intervenir en nada de eso, ya era demasiado tarde y me llevaría bastante tiempo. 

—Papá —Me llama Braun mientras me jala para ir a la mesa, estaban jugando un juego de cartas, la cara de concentración de mi hijo mayor era asombrosa, mientras la cara de mi novia era de pura diversión al verlo de esa forma. 

—¿no te vas a rendir?

—¡No! —Exclama totalmente concentrado, yo no puedo evitar reír, ¿cómo iba a permitir que me alejarán de esto? Me negaba a perderme estos momentos. 

El lunes estábamos planeando ir a un pueblo que Leda me decía que era muy bonito y los niños podrían experimentar un poco la vida del campo. Sin embargo, en la madrugada vi como mi celular me interrumpió el momento con mi novia y el mensaje de uno de los presidentes de Europa, indicando que tenía que volver a mi país para tener la reunión con todos porque era de suma importancia. 

Luego el mensaje de mi madre ordenando que debía ir a esa reunión, en ese preciso momento la llamé. 

—No voy a ir.

—No es una pregunta, es una orden. 

—¿Crees que aún tienes ese poder sobre mí? 

—Sí. 

—No iré, no me interesa nada que tenga que ver con eso. 

—Podría ir a la quiebra, entre esos tu empresa de aviones. 

—¿Qué tiene que ver? Tengo mi propio patrimonio.

—Sí, ¿dejarás hundir a los demás?

—No me importan los demás, ellos mismos se condenaron.

—Si logras tener el banco podrás darle a tus hijos más, ¿sabes que significa? Los hijos con tu nueva pareja podrán hacer parte de ese mundo sin tener que competir con tus actuales hijos.

Me quedé pensando en eso que me estaba diciendo mi madre, tenía razón, nunca había pensado en eso que ella me decía, si lograba tener el banco, volvería a nuestra mano, por ende, mis herederos podrían tomar ese legado.

No tendrían que competir con los gemelos y Conrad, cada uno tendría un puesto, incluso llegaba a tener más hijos con Leda, podrían tener su propio imperio, aunque si deseaban vivir aparte tampoco les negaría el dinero.

—¿Cuándo es la reunión?

—No sé, es algo secreto —Suspiro —Tienes que estar en contacto con ellos para verificar todo eso.

Cuelgo luego de despedirme y respondo al presidente, para poder conseguir el lugar, sin embargo, sabría que mi familia paterna se iría contra mí, porque ellos eran, de esa forma, agresivos, sin importarles a quienes podrían derribar, me iba a meter en la boca del lobo sin ningún temor.

—¿Te tienes que ir? —Vi a la mujer que me había vuelto loco estos últimos meses, estaba sentada en la cama, mirándome.

—Lo siento —Me acerco para darle un beso, ella cierra los ojos para recibir con cariño.

—No te preocupes, tu trabajo siempre será primero.

—No solo es eso —Ella me da una cálida sonrisa.

—Ve, ¿te llevarás a los niños? —En ese momento veo la soledad en sus ojos, sabía que la había pasado mal cuando me fui, había dejado algunas personas a cargo de ella, porque sabía el significado de la soledad en su vida, por eso no la quería dejar de esta forma.

—No, ellos se quedarán.

—¿En serio? —Se acerca totalmente emocionada.

—Sí, mi reina —Le suelto el sobrenombre en alemán y ella asiente totalmente feliz.

—Los cuidaré mucho.

—Confió en ti, cada uno tiene una tarjeta, si necesitan algo —Ella asiente.

—No te preocupes, no vamos a gastar demasiado.

—¿Quién dijo que no? Gasta hasta que me llamen del banco diciendo que me quedaré pobre —Cosa que era poco probable y hasta podría decir imposible.

—Está bien —Suelta ella riendo —No te olvides despedirte de los niños.

—¿No los voy a despertar?

—No importa, es un buen acto, porque sería feo que al despertarse la primera noticia sea que te fuiste sin decirles.

—Tienes razón —Le doy un beso en la cabeza, para arreglarme, ella se pone en el celular, mientras me mira de reojo, enarco una ceja al verla casi babeando cuando me pongo el traje —Si me quieres comer, solo me tienes que decir —Sus mejillas se ponen rojas y me mira.

—¿Entonces me puedes comer? —Trago duro al verla de esa forma y asiento, para cerrar la puerta con seguro, y moverme hacia ella, la pongo al borde la cama, se había olvidado que nos interrumpieron en la primera llamada de la madrugada.

Estaba solamente con mi casa y sin ropa interior, aproveche e hice lo que quería desde el inicio, los toques, los besos, los gemidos, eso se volvió la habitación por casi 30 minutos, mientras teníamos las rondas posibles antes que sonará mi alarma para salir de la casa, estaba agradecido de tener tan hermosa mujer a mi merced.

—Espero te vaya muy bien —Le doy otro beso, y la miro.

—Volveré, te juro que lo haré.

—Cuando vuelvas tenemos que hablar de si nos iremos a tu país o nos quedaremos aquí —Era una charla que habíamos pospuesto demasiado estos días, por conflictos internos de ambos.

—Lo haremos —Ya teníamos que quitar ese miedo y enfrentarnos del todo para poder seguir adelante.

Pasó por la habitación de Conrad, el cual estaba con una luz prendida, cuando me acercó él se asusta y veo que estaba jugando un juego.

—Papá —Suelta en alemán, contengo una risa para asentir —¿Te irás? ¿Iremos contigo? —Puedo ver como pasa de sorpresa a tristeza en cada pregunta.

—Ustedes se quedan.

—¿Entonces por qué viniste? —Le doy un abrazo.

—Para despedirme.

—Es la primera vez que lo haces —Asiento.

—Leda me enseño que debía hacerlo —Cuando escucho el nombre de ella, sonrío. Me di cuenta de que se estaba llevando de forma excelente con ella, por un momento dude en irme y dejar a mi familia. Sin embargo, recordé que no lo estaba haciendo por mí y mi gran ambición, esta vez lo estaba haciendo por ellos y los que vendrían, querías darle todo lo que estuviera al alcance e incluso mucho más.

—Está bien —Me da otro abrazo y así voy donde los gemelos, que si estaban dormidos, me acerco primero a Brant para darle un beso en la frente y es suficiente para levantar al pequeño, que me mira totalmente confundido con sus ojos a medio cerrar por el sueño.

—Papá, ¿te vas a ir? —Asiento.

—Lo siento mucho, pequeño.

—¿Tenemos que ir contigo?

—No, se quedarán con Leda.

—Está bien, papá —El que responde Braun que estaba frotando uno de sus ojos —Estaremos bien, ella nos cuidará muy bien.

—Estoy seguro.

—Papá —Miro a Brant con una sonrisa —¿nosotros podemos quedarnos aquí toda la vida? —Miro a mi hijo y luego miro a su hermano.

—No estoy seguro, lo hablamos, apenas vuelva, ¿están de acuerdo?

—Está bien, papá —Me dan una sonrisa para darme un abrazo y los dejo otra vez dormir, en la puerta Leda estaba vestida con una de mis pijamas, le quedaba gigante, pero no me negaba con verla de esa forma.

Era hermosa, no había mejor descripción para ella, su silueta que era perfecta, su cabello largo que siempre estaba recogido en una trenza porque le incomodaba cuando le cubría el rostro, la primera vez que la vi con lentes saliendo conmigo, me di cuenta porque pocos eran capaz de estar cerca de ella, se le notaba la inteligencia que tenía. 

A los demás era la mujer más seria del mundo, al lado mío era lo más tierno y torpe del mundo, siempre, me mostraba la parte más vulnerable de ella, me encanta de una forma que no podía describir. No me arrepentía de estar con Leda, le daría el mundo si ella me lo pedía, yo le daría todo en esta vida si era posible. 

—¿Ya terminaste? —Se voltea con una sonrisa y asiento. 

—Sí, todos me miraron asustados, creyendo que me iría con ellos. 

—Están emocionados por conocer un nuevo lugar. 

—También por ti, la pasan genial contigo. 

—Haré lo posible para que siga así.

—Lo sé —Me acerco para darle un beso, cierro mis ojos, de verdad que la iba a extrañar, había vuelto por ella, había hecho lo posible para mandar a comer mierda a todo el mundo. 

—Te amo —La miro y asiento. 

—Yo más —Le doy un beso y me despido.

Llegando a Alemania, cuando aterriza el avión, veo gente en carros negros, puedo intuir que la reunión empezaría en este momento. 

—No estoy de acuerdo que él tome el mando —Inicia mi tío, mientras yo estoy sentado en una silla que da como el verdadero líder. 

—Cada país de Europa le pide que tomé el liderazgo —Cada presidente estaba pidiendo ese favor, cierro los ojos. 

—Tengo una condición —No presto atención como mi familia se estaba quejando. 

—¿Cuál? —El presidente que me había contactado estaba mirándome serio. 

—Me quedaré en un país diferente, en América. 

—¿por qué? —Pregunta una presidenta. 

—Tengo una persona. 

—Si vas a tomar el liderazgo, es mejor que lo hagas bien —Mi tío seguía discutiendo. 

—Me casaré con ella, esta embarazada —Sí, todo había cambiado, no importaba que hiciera mi familia, desde ahora, ya tenía monopolio en esto de la familia. 

—Eso cambia todo —Se queja una tía —No podemos permitir que una sangre sucia dañe todo nuestro linaje. 

—En eso te equivocas, querida cuñada —Mi madre también estaba aquí, mirando con burla a mi familia —Mi hijo puede con esto y más, tiene una buena esposa a su lado. 

—Es tu hijo, claro que debes decir cosas positivas —Empiezan a discutir, doy una palmada en la mesa y todo se quedan callados. 

—Si tomo el liderazgo, no voy a permitir que se metan en mi vida privada, daré el apoyo que necesitan, si llegan a interferir no dudaré en tomar represalias. 

No había punto de discusión, los presidentes habían aceptado y estaban pasando los documentos para firmar todos, los que no lo hicieran, rápidamente se iban a retirar del todo de los negocios.

Daría lo mejor por mi familia y esta vez, no estaba solo.

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