Capítulo 10

Armin

No me importo nada más, avise para que preparan el avión privado, mientras pedía a las empleadas que empacaran la ropa a los niños, llamé al colegio para decirles que me tendría que ir de viaje y me llevaría a los niños. No me negaron nada, me dijeron que todos tenían excelentes notas y podía irme libremente.

—¿Qué pasó? —Preguntaba mi madre una y otra vez al ver como me encontraba de acelerado.

Se me había olvidado por completo ese día el condón, ¿cómo un hombre responsable se le había olvidado algo tan importante? Tenía la cita para ponerme una inyección que iba a funcionar para no dejar embarazada a mi novia, por idiota no lo hice mucho antes.

—Tuve un descuide, puede que tengas un nieto —Mi madre queda pálida.

—Tu papá se va a volver como loco.

—Ni que lo digas, me llamará el mayor irresponsable del mundo.

Había que resaltar que mi madre no vivía conmigo, me ayudaba con mis hijos cuando salía o cuando estaba muy ocupado, pero la mayor parte del tiempo, mi madre esta a cargo con mi papá del banco de la república, mi madre había estudiado Economía, se había graduado con honores y siempre fue la mejor de su clase; por esa razón había creado al casarse con mi padre la mejor línea de banco, mi papá tenía el apellido, mi madre el conocimiento, el amor poco a poco fue surgiendo.

—¿Qué harás?

—Necesito verla y consolarla, estaba llorando y pálida.

—¿Tal vez las náuseas?

—No sé, mamá —Digo desesperado mientras dejo caer una de mis camisas —Me siento el peor ser humano, es joven, es inteligente y muy bella. Tiene un futuro tan prometedor, tiene todas las cualidades para ser exitosa y conseguir todo en el mundo, la voy amarrar con un hijo.

—Detente —Mi madre pone su mano cerca de mi rostro —Deja de pensar de esa manera, no estas seguro ella que piensa sobre eso, escucharla, y tratarla bien, se va a sentir desorientada y necesita que su novio y padre de su hijo, la consuele haciéndola sentir amada, respetada y muchas cosas más, hijo mío —Pone su mano en mi hombro —Tienes que llegar sereno a su país, debes tratarla bien.

Con eso mente tome el avión rumbo a Leda. Mis hijos estaban emocionados de ir a conocer un nuevo país, habían conocido España, Conrad habia viajado mucho más que los gemelos, porque el par solo había ingresado al país de origen de su madre en avión, Italia y Francia fue por el tren.

—Papá, ¿si le vamos a caer bien a tu novia? —Pregunta Brant mirando el cielo.

—Claro que sí, algo me dice que los va a querer mucho —Sonrío tratando de calmar al más pequeño.

—Papá, ¿no nos va a tratar extraño porque ella no es nuestra mamá? —Esta vez es Braun, era normal que ellos creyeran que las madrastras eran malas.

—Ella ama los niños, creo que les va a querer cumplir todos los caprichos —Ellos asienten concentrados en el cielo.

Los dejo dormir por el cambio de horario que van a tener, llegaremos en la madrugada.

—Papá —Llama esta vez Conrad, lo miro para acariciar su cabeza —¿Sigues amando a mamá?

—Sí —Respondo de forma sincera —Fue la mujer que me hizo saber el significado de amar y apreciar a una persona.

—¿La extrañas?

—Sí, muchas veces pienso que sería de mi si ella estuviera viva.

—¿Podríamos ser felices?

—Tal vez.

—¿Tu novia de verdad no va a querer?

—No quería decir esto aún, pero ella tiene una hermana de tu edad.

—¿Mi edad?

—Sí, es alta, es muy parecida a mi novia.

—¿Lo podré conocer?

—Sí, podrán estar en contacto si quieres.

—Esta bien.

—Conrad, ¿si tuvieras más hermanitos te molestaría? —Él duda unos segundos antes de responder.

—No, creo que nos vas a seguir amando igual. ¿no? —Paso mi mano por su hombro.

—Sí, a ti y todos tus hermanos.

La conversación llega a su fin, y el vuelo se va haciendo rápido, aquí no podía contestar mensajes, entonce me concentre en el trabajo para llegar y dedicarle por completo a mi familia, tendría muchos más trabajo.

Cuando tuve todo adelantado, dejé los documentos a un lado para dormir unas horas.

Al despertar ya habíamos aterrizado, los niños van dormidos en el carro, en el trayecto Conrad se despierta para preguntar si habíamos llegado.

—Sí, ya llegaremos a la casa —Sonrió para darle una leve caricia a su cabeza, él asiente y se queda mirando por la ventana.

—Señor, ya hemos llegado —Me había dado tiempo para llamar a un doctor, que llegará a primera hora para atenderla y poder irme de forma tranquila. Si no había podido comer, era por las nauseas, a mi primera esposa no le había afectado tanto, sin embargo, cada mujer es distinta.

Con las horas, el miedo que tuve, sentirme mal porque tal vez estaba volviendo madre a alguien que no estaba preparada, pero me di cuenta que no es la edad, es la madurez y los deseos de cada persona.

—Papá —Me habla uno de los gemelos antes de irse a dormir.

—Dime.

—¿Es malo pensar que ella será una buena mamá? —Me giro a verlo, y le doy un beso en la frente.

—No es malo, tu madre estaría muy feliz de saber que estarán en buenas manos.

—Ella jugo con nosotros, nos dedico tiempo, mientras respondía nuestras preguntas como lo más natural del mundo —Esta vez fue el mayor.

—Es uno de los atributos que me hizo enamorar de ella.

—Papá, ¿qué es enamorarse? —Pregunta Brant enarcando una ceja.

—Es saber que esa persona la quieres en tu vida, sin importar sus defectos —Esa noche los niños no preguntaron más, simplemente cayeron en los brazos de Morfeo.

—¿ya pudieron conciliar el sueño? —Es la primera pregunta que sale de Leda luego de llegar en la habitación.

—Sí, estuvieron preguntando algunas cosas.

—¿Los gemelos? —Asiento mientras me quito la camisa para ir a la cama —Es normal, es una edad donde tienen curiosidad de muchas cosas.

—Sí, se podría decir.

La acerco un poco a ella, para abrazarla por la cintura, estaba sentada mientras hacía unas cosas en su portátil, acaricia unos segundos mi cabello y luego sigue haciendo su trabajo. Tenía que entregar un trabajo que era uno de sus finales, por esa razón tenía que estar concentrada, sumado que mañana no podría adelantar nada porque ibamos a ir donde sus padres para que vieran a  los niños.

—Mamá me pregunto que le gustaría a tus hijos comer.

—Bueno, no creo que sea lo mismo que Alemania, pero estarán bien con cualquier se pueda comer —Ella me mira para soltar una risa.

—Amor, no creo que les guste todo, pero les diré que hagan algo típico, ¿estás de acuerdo?

—Sí, me gusta la comida de aquí —No pasa mucho para que dejé el portátil y se concentré en mi.

—¿Estás nervioso?

—Un poco, la primera vez que los conocí fui bastante imponente con ellos.

—Con justas razones.

—La segunda vez, no les estaba creyendo del todo que eran buenas personas, por esa razón me comporte más serio.

—¿Y ahora no vas de esa forma?

—Exacto, espero que si les agradé.

—Mis padres tienen muchos traumas, por años lo justifique para hacerme sentir mejor, ahora puedo ver la diferencia de todo lo que hicieron y ellos también, creo que nos ayudaste a todos como familia.

—Bueno, de alguna manera tengo que velar por ti.

—¿Tienes miedo de volver a ser padre?

—Le tengo más miedo a que tu vida se acabe por mi culpa —niega con la cabeza mientras acaricio su mejilla, así acostados luego de un largo día, mirándola me hacía comprender todo lo bonito de la vida, la mujer tan valiosa que tenía en mi vida, ¿cómo le podía explicar eso a mis hijos con palabras sencillas?

—Mientras no me dejes sola en ese nuevo camino, no debes tener miedo.

—No lo haré.

Con eso en la cabeza, Leda pudo descansar, le di un beso en su bella cabeza, esta vez no me podría ir por trabajo, pasaría algunas conferencias al horario adecuado, lo que se pueda hacer presencial, se hará y lo que no pasará a lo virtual.

Al día siguiente, ella se levanto primero para hacer el desayuno a los niños que estuvieron esperando.

—Buenos días —Saludo a los niños con un beso en su cabeza y luego llego donde ella para besarla en los labios.

—Estás más amoroso.

—Siempre lo soy contigo —Los niños miran curiosos mi forma de actuar, no había sido tan cariñoso nunca en mi vida, tal vez para ellos era algo nuevo, al igual que el saludo.

—¿Quieres huevos?

—Lo que tengas me va a gustar.

Sentados en la mesa, pude pasarla a gusto, nunca estuve acostumbrado a sentarme en una mesa a comer, a menos que fuera de negocios, por eso me parecía un poco incómodo, pero tenía altas expectativas de esta situación. Mis hijos podrían crecer de alguna manera en un hogar un poco más amoroso de lo que estaban acostumbrados.

—Papá, ¿qué deberíamos utilizar para conocer a esas nuevas personas? —Conrad me pregunta confundido viendo de las pocas ropas que pudo traer.

—No estoy seguro, ¿qué prefieres o cuál es tu prenda favorita?

—No sé.

—¿Te preocupa que pensarán de ti?

—Sí, no quiero dar una mala impresión —Se pone cabizbajo, un poco tímido.

—No son malas personas, máximo van a creer que eres un muchacho maravilloso.

Al fina decide ir un poco elegante, no paro de mirarse hasta pocos minutos antes de irnos, los gemelos eran los más alegres por conocer nuevas personas y lugares, ya que íbamos a recorrer una buena parte de la ciudad mientras dábamos un viaje.

—Lo que encuentren interesante me dicen, para luego ir a ese lugar y que puedan conocer —Dijo Leda con una sonrisa hacia mis hijos.

Tenía miedo de ir a la casa de mis suegros, podrían matarme por embarazar a su niña, ¿cómo podía responder a esa situación? Sumado que ya tenía hijos, un hombre hecho y derecho.

—Joder —Suelto el insulto en alemán, Leda me mira y sonríe.

—No te preocupes, no será tan malo como te lo estás imaginando en tu cabeza, deja de echarte la culpa.

Unas palabras simples y sumado con el beso en la mejilla que me dio me hizo calmar un poco estos tontos pensamientos que tenía.

A la hora de saludar todo fue tranquilo, incluso había llevado regalos que compré en Alemania, no quería venir con las manos vacías después de todo ya había cometido muchos errores, sin embargo, ahora con una mejor relación que tenían con mi novia no podía dar de que hablar.

—¿Estas nervioso? —Pregunta mi cuñada mientras se cruza de brazos mirandome con una sonrisa burlona.

—No deberías reírte tanto, vi como te quedabas al ver a mi hijo.

—Buena jugada —Dice ella para ir a su cuarto.

—¡Hija! —La llaman cuando esta a medio camino y la hacen presentarse con mi bello hijo mayor, el cual se le queda mirando sorprendido, era bastante alta para su edad, sin embargo, no se podía comparar con mi hijo.

De alguna manera terminaron casi toda la tarde y noche hablando de cosas que le gustaban o simplemente aprendiendo uno del otro.

Leda me habia dicho que su familia era bastante unida, lo que eran sus tías, tío y abuelo, muchas personas alrededor de ella, que como familia tenían imperfecciones pero a diferencias de otras no se dejaban llevar por esto.

—¿Entonces eres el novio de mi nieta? —La mirada de la abuela era la que más temía, me miraba como si yo fuera poca cosa, no podía decir que no, pero no por eso me tenía que mirar de tal forma que me hacia sentir demasiado inferior y como si no perteneciera aquí.

—Abu, deja de mirarlo así —Se acerca mi hermosa novia a darle un beso en la mejilla —Sabes que eres mi persona especial —La abrazo suavemente por el cuello, mientras me dedica una sonrisa.

—Esta bien, mijita —Se ríe para luego verme de forma seria y se retira de donde estabamos.

—Ella si me da miedo.

—Tiene ese poder en los demás —Suelta mi novia mientras me mira, me acerco para darle un beso en frente.

—Me alegra que estés feliz —Susurro mientras la abrazo por la cintura.

Más populares

Comments

Daniela

Daniela

gracias por el capítulo 🙂

2023-07-28

10

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play