CAPÍTULO 20 - SORPRESA

LUDOVICA

Sonrió como una tonta enamorada mientras término de lavar los platos. Mi mente revive una y otra vez el momento en el que mi lindo novio me dijo que me ama. ¡Él me ama! Juro que quisiera haber grabado ese "Te amo" sólo para poder escucharlo incansablemente. Martín ha despertado en mí el sentimiento de amor, ese amor que siempre soñé vivir. El mismo inmenso amor que compartían mis padres. Lo amo tanto que a veces duele y muchas veces me cuesta creer que él me ame.

Luego de que terminó de lavar todo y dejar la cocina limpia, tomo una bolsa de hielo del congelador y subo a mi habitación. Me visto con mi pijama nuevo de "Enredados" que me compré - a escondidas de Leticia -  con la paga de este mes. Cepillo mi cabello y me meto en la cama justo cuando un mensaje de mi novio llega a mi móvil.

Chat - AMOR

Amor: Buenas noches, amor mío! Te amo mucho

Ludovica: Buenas noches, mi amor! Te amo!

Amor: Te amo más! Besos… muchos besos en la boca.

Ludovica: (Emojis de corazones)

Dejó el móvil en mi mesita de luz y tomó la bolsa de hielo para mi rostro. Quiero evitar la inflamación de mi ojo. Espero que esto no dejé marcas muy notorias. Aún estoy algo sorprendida con lo que sucedió cuando llegué a casa después de mi cita con Martín. Hasta ahora, Carla nunca se había mostrado violenta conmigo, pero últimamente está más irritable que nunca. Apenas llegué comenzó a interrogarme, otra vez, sobre la novia de Martín y al no obtener ninguna respuesta de mí se puso furiosa. Me abofeteó y me empujó haciendo que trastabillara y cayera al suelo, el costado izquierdo de mi cabeza golpeó contra un mueble de la sala. Resultado: un ojo casi morado. Pero nada de eso importa, nada empaña el día de hoy. El maravilloso día en el que Martín y yo nos dijimos "Te amo".

Sin embargo, no puedo evitar lamentarme un poco. Siempre que tengo un momento de felicidad, alguien, o sea Leticia o Carla, se encargan de arruinarme todo. Últimamente, me han fastidiado todo, Soledad con sus insinuaciones de que no voy a poder complacer a Martín en la cama, lo que me llena de inseguridades. Y ahora, Carla con su obsesión por mi novio. Sencillamente estoy cansada de que siempre haya alguien para recordarme lo poco que valgo y lo poco que merezco ser feliz.

Una parte de mi quiere gritarle a Carla que YO soy la NOVIA de Martín, pero la parte más sensata de mi me obliga a callar. Mi prima está loca y es capaz de hacerme la vida imposible o algo peor si sabe que yo, su prima, la insignificante, la sirvienta de la familia, está de novia con el chico atractivo y rico por el que ella suspira.

***

El lunes me levantó un poco más temprano de lo habitual para planchar mi uniforme, mismo que Leticia no me permitió planchar. Después de hacer eso, me tomo el tiempo de maquillarme a conciencia para tapar la marca cerca de mi ojo. Cuando estoy convencida del resultado, me apresuro a cepillar mi cabello y vestirme con el uniforme gris del "Bristol School". Tomo mi mochila y bajo para dejar el desayuno listo para Leticia y Carla.

Estoy a punto de irme, me giro para tomar mi mochila y cuando vuelvo a girarme dispuesta a salir de la cocina la figura de mi prima me hace sobresaltarme y dar un pequeño grito del susto. Lleva puesto su sexy pijama de seda color celeste, sus ojos negros me fulminan, pero le sostengo la mirada.

- Cubriste muy bien el golpe. Eres toda una profesional. Me preguntó qué tan buena serás cubriendo más golpes repartidos por tu asquerosa cara. - Su amenaza me da escalofríos. - Quiero el nombre de la zorra novia de Martín para hoy\, o ya sabes las consecuencias.

- Carla… es poco tiem…

- ¡Me importa una mierda! ¡Quiero ese maldito nombre para hoy! - Demanda furiosa y trago grueso cuando da un paso hacia mí.

Bajo la mirada al suelo y ruego porque no se le ocurra hacerme algo ahora mismo. Carla, está fuera de control y cada vez más agresiva. Sólo logró respirar cuando oigo que lanza un bufido de indignación y sale de la cocina. Con pasos temblorosos salgo de la casa con un nudo en la garganta. Carla va a arruinar mi felicidad, si no le doy un nombre no va a dejarme en paz. ¿Qué se supone que haré?

Camino apresuradamente y término por llegar al Bristol demasiado temprano. Los pasillos están vacíos salvo por algún que otro conserje, a los que saludo educadamente mientras me dirijo a la biblioteca. Me siento en la mesa donde me senté con Martín la única vez que entro a la biblioteca y me concentro en leer unos textos para lengua. Me abstraigo tanto en la lectura que no me doy cuenta del tiempo transcurrido, hasta que escucho el timbre resonar con fuerza en el silencioso espacio. Me apresuro a ponerme de pie, tomar mis cosas y salir de ahí para dirigirme al aula. Apenas mi cuerpo traspasa la pesada puerta de la biblioteca, mi cuerpo choca contra otro cuerpo duro y familiar. Levantó la vista sabiendo que voy a encontrarme con dos preciosos y brillantes ojos verdes y una gran sonrisa de bienvenida. Su ceño se frunce cuando no le correspondía el saludo. Sé que me habló porque vi sus labios moverse, pero no sé qué me ha dicho. Despejo mi mente y lo saludo.

- Hola\, amor. - Lo saludo con una sonrisa y su cuerpo se relaja para después envolver sus brazos a mí alrededor y abrazarme fuerte.

- Estuve a nada de arriesgarme a entrar a la biblioteca para buscarte\, amor mío. - Cuando se separa de mi sin soltarme del todo\, me coloca un mechón de cabello detrás de mí oreja\, me encanta cuando hace eso.

- ¿Cómo sabías que estaba en la biblioteca?

- Porque te conozco. Si no estás con Belu o en el aula\, estás en la biblioteca.

- Sí\, estaba leyendo los textos para la clase de lengua.

-  Amo lo ñoña que eres. - Comenta con diversión y luego me besa profundamente mientras algunas personas

se mueven a nuestro alrededor. - Te amo. - Susurra sobre mis labios y mis piernas tiemblan.

- También te amo. - Susurro y agradezco cuando me toma de la mano para caminar porque no creo que pueda hacerlo sola.

En el primer receso hablo con Belu de lo que me dijo Carla y su consejo es que le grite en la cara a mi prima que yo soy la novia de Martín. Cómo si eso fuera opción.

- O podemos hacerle entender por las malas que debe dejar a tu novio en paz. - Sonrió\, pero niego con la cabeza\, lo que provoca que ella suspiré dramáticamente. - Tu prima además de ser una perra está loca.

- Muy loca. - Concuerdo con ella.

- Habla con Martín. No puedes enfrentarte tú sola a Carla. - Y\, tiene razón\, aunque no quiero molestar a mi novio con eso\, pero tampoco quiero terminar con más golpes en la cara.

En el segundo receso corro a los brazos de mi novio que me recibe feliz. Esperamos que todos salgan del aula para quedarnos solos y poder conversar. Que le haya pedido quedarnos ya lo está preocupando y odio verlo así. Sus manos se aferran a mi cintura mientras llevo las mías a sus hombros, nos contemplamos por unos segundos hasta que él termina de envolver mi cintura con sus brazos, esconder su rostro en mi cuello y aspirar mi aroma. Yo hago lo mismo.

- ¿Qué sucede\, amor? - Me pregunta mientras eleva su rostro para mirarme. Mientras espera que le responda se sienta sobre su escritorio y me coloca entre sus piernas. Ahora estamos casi a la misma altura.

- Es Carla. Quiere saber quién es tu novia\, me pidió o más bien me exigió que le dijera quien era. - Martín suspira cansado.

- Tu prima me tiene cansado\, amor. Está completamente loca. - Sus dedos comienzan a hacer pequeños círculos en mi cintura\, como si buscara consolarme por la situación con Carla. - ¿Te ha hecho algo? - Pregunta curioso y sé que está a un segundo de preocuparse por cómo sus ojos se oscurecen y se entrecierran\, no creo que él sea consciente del cambio en su mirada. Pero de ninguna manera puedo decirle que mi prima me ha empujado tan fuerte que ha hecho que me golpee el costado de mi cara.

- No. Ella no me ha hecho nada\, más que exigirme que le diga quién es tu novia. Aunque\, si no le digo algo\, ella… - No término la frase\, pero creo dejarle en claro que podría hacer Carla.

- No te preocupes amor mío. Ella no va a hacerte nada y no va a molestarte más. - Entrecierro mis ojos ante sus palabras.  Sus dedos se clavan en mi cintura y sus ojos se fijan en los míos con decisión. - Voy a hablar con ella.

- ¿Qué? No. - Me alejo apenas de él por el impacto de sus palabras. No quiero que hable con ella.

- Amor\, si hablo con ella\, puedo hacer que deje de molestarnos. - Comenta como si fuera algo normal y sin importancia intentar hablar con Carla.

- ¿Vas a decirle quien es tu novia?

- ¿Quieres que le diga que eres tú? Porque estoy más que dispuesto a hacerlo. No te presumo lo que me gustaría\, sólo porque no quieres que la loca de tu prima sepa que estamos juntos. Y lo entiendo\, pero…

-  Aún… no se lo digas, por favor. - Le suplico bajito y bajo la mirada.

- Bien. - Martín lleva una de sus manos a mi barbilla y hace que eleve mi rostro hasta dar con sus ojos. - No te preocupes por nada\, mi amor. Ella no te va a hacer nada.

- ¿Vas a… hablar a solas… con ella? - Pregunto dudosa.  No me gusta la idea de que estén solos\, no porque no confíe en mi novio\, lo hago. Es sólo que no confío en Carla.

- Sí. - Se encoge de hombros como si nada y mi mente se llena de imágenes horribles de ellos dos juntos. -  ¿Estás celosa\, amor? - Me pregunta divertido mientras me acerca más a su cuerpo envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura. Rodeo su cuello con mis brazos y niego con mi cabeza.

- No. - Mi voz no sale muy convencida y su rostro refleja que no me cree nada\, y tiene razón. Estoy celosa. - Tal vez… un poquito. - Reconozco con timidez mientras separo mis dedos índice y pulgar dejando un buen espacio entre ellos. Mi novio sonríe, y besa mis labios dulcemente.

- Te amo\, mi amor. - Susurra sobre mis labios y deja un pequeño beso más. - No va a pasar nada con ella\, sólo voy a hablar con ella. Jamás podría mirar a otra mujer. Y jamás te sería infiel. Lo prometo.

- Te creo\, amor. - Digo con convicción mientras acaricio su nuca.

- ¿Me amas? -  Me pregunta con una sonrisa\, pero su voz refleja cierta desesperación.

- Sí\, te amo... mucho. - Reconozco con una sonrisa. El cuerpo de mi novio se relaja y sus labios forman una sexy sonrisa que pone a temblar mi corazón.

Aprovechamos el tiempo para besarnos y hacernos mimos hasta que el timbre suena y nuestros compañeros vuelven al aula. Mi novio se niega a soltarme hasta que no entre el profesor y me parece bien. Cada vez que mi novio me besa pierdo la noción del tiempo y espacio, y ahora mismo, perdida en sus labios sólo vuelvo a la realidad cuando escucho que alguien se aclara la garganta. Término el beso y Martín suelta un quejido.

- La vas a matar por falta de aire. - Comenta Belu y giro entre los brazos de mi novio que se niega a soltarme\, para ver a mi mejor amiga.

- Interrumpes\, colorada. - Dice Martín con la voz ronca mientras pega mi espalda a su pecho y coloca su mentón sobre mi hombro.

- Amor. - Lo regaño dándole un golpecito sobre sus manos que están sobre mi vientre.

- Es verdad\, amor. - Se queja.

- Lo que sea. - Dice Belu mientras hace un gesto con su mano restándole importancia a la queja de Martín. - Necesito a mi mejor amiga\, asique… - Mi colorada favorita logra quitar las manos de mi novia de mí y jalarme a su lado.

- Eres insoportable. - Se queja Martín y sonrió\, es obvio que le cuesta compartirme con mi mejor amiga.

- Adiós\, amor. - Lo saludo con la mano y le lanzó un beso que él recibe en su mano\, para luego posar su mano en su corazón. Es hermoso.

Belu me arrastra a nuestros asientos y me susurra que necesita hablar conmigo después del colegio. Sólo me adelanta que se trata de algo que habló con Lucas, su novio. Ahora, me muero de la intriga y no puedo pedirle que me dé más información porque el profesor entra al aula acabando con el bullicio a nuestro alrededor.

Cuando finalmente las clases terminan y es hora de salir, me apresuro a acercarme a mi novio para despedirme de él, dado que debe quedarse para su entrenamiento de básquet. Después de varios besos, varios abrazos y varias palabras de amor, mi sexy novio me deja ir y corro hasta una Belu algo irritada por esperarme. La abrazó y le susurro que es la mejor amiga del mundo y su irritación se va por completo. Cuando nos separamos, ella engancha su brazo al mío y comenzamos a caminar. Su chofer la sigue de cerca en el auto, supongo que lo que debe contarme es importante si no podemos hablarlo en su auto.

- Lucas quieres que tengamos sexo este fin de semana. - Sus palabras me dejan muda\, no esperaba que me soltara algo así.

- Ok… ¿Y tú… quieres?

- Sí. Él sabe que no va a ser el primero y no le importa. Es sólo que yo\, si voy a ser su primera vez. - Comenta nerviosa.

Belu perdió la virginidad en el verano con un sexy empleado que trabajaba en el hotel donde se alojó con su familia en sus vacaciones en las Islas Canarias. Mi mejor amiga me contó todo con lujo de detalles y me consoló saber que no se había enamorado del chico, dado que jamás podrían estar juntos. Él era mayor que ella y sólo buscaba una aventura, lo cual le vino bien a Belu, ya que sólo quería perder su virginidad de una manera “especial” y que finalmente su historia fuera una gran anécdota. Lo fue.  Pero ahora es diferente, Belu quiere a Lucas, está enamorada de él y él de ella, por lo tanto dar este paso es especial, es comprensible que esté nerviosa.

- Ludo\, quiero que todo sea perfecto. Qué tal si él se siente presionado o cuando estamos por… ya sabes\, él se congela. O peor\, que tal si espera que yo haga todo porque tengo “experiencia”. - Acentúa la palabra experiencia con comillas. - Sólo lo hice una vez\, por Dios.

- Belu\, no te llenes la cabeza de pensamientos. Ese momento va a ser especial\, porque estás con la persona correcta. No pienses\, sólo siente y déjate llevar por el momento. - Mis palabras hacen que ella deje de caminar y me observe con el ceño fruncido.

- Espero que no hayas tenido tu primera vez y que no me hayas contado\, porque dejó de ser tu mejor amiga. - Me apunta con su dedo índice.

- ¿Qué? No. Aún no… Martín y yo aún no lo hacemos. - Siento que mis mejillas comienzan a arder suavemente.

- Pues hablas como si ya lo hubieras hecho. - Comenta mientras vuelve a tomarme del brazo y caminar.

Mientras seguimos caminando me comenta que Lucas ya tiene todo planeado para el fin de semana. Ambos van a ir a una casa de la familia de Lucas a las afueras de la ciudad y aunque mi mejor amiga está nerviosa por eso, también está muy emocionada. Adoro verla tan feliz y emocionada. Ella, que siempre es tan segura, ahora luce vulnerable, como una adolescente enamorada a punto de dar un gran paso con su novio. Cuando estamos a media cuadra de mi casa, nos despedimos y me pide que mañana la acompañe a comprar un conjunto de lencería sexy. Sonrío mientras acepto y la veo subirse al auto que la llevará a su casa.

Cuando llegó a mi casa me encuentro con Leticia que además de ordenarme limpiar toda la casa, también me pide que haga una cena especial para esta noche porque nos tiene una sorpresa. Su mirada fría y su sonrisa malvada me adelantan que no será una buena sorpresa y eso me produce escalofríos. Subo para cambiarme el uniforme y ponerme a hacer mis quehaceres, que debo hacer en tiempo récord para llegar puntual a mi trabajo.

Durante mi turno no paro de pensar en esa misteriosa sorpresa que nos tiene Leticia. Mi mente está en otra parte y agradezco trabajar sin cometer ningún error, aunque mi jefe me pide que preste un poco más de atención, lo cual hago. No quiero perder mi trabajo.

En mi descanso de 15 minutos habló por teléfono con mi novio que me cuenta como estuvo su entrenamiento y sonrió mientras escuchó su voz. Adoro su masculina voz. Para cuando terminó mi turno, sin incidentes, me despido de mi jefe y salgo del restaurante. Mis labios forman una sonrisa al ver un chico guapo de cabello alborotado y ojos verdes que me observa con amor.

- Hola\, amor. - Me saluda mientras despega su cuerpo del auto donde estaba apoyado.

- Hola\, mi amor. - Me elevó sobre la punta de mis pies para dejar un pequeño beso en sus labios que lo hace sonreír.

- ¿Lista para ir a casa\, novia mía? - Me pregunta mientras coloca un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

Asiento y subimos a su auto. Conduce hasta la esquina de mi casa y antes de despedirnos me comenta que quedó para hablar con Carla mañana en "El Club". No me hace mucha gracia que se vean, pero entiendo que él quiera protegerme de Carla y puede que sí él habla con ella, mi prima me deje en paz. No quiero ocultar mi relación con Martín, pero me niego a que ella o mi tía me arruinen lo mejor que me ha pasado en la vida.

- Tranquila\, amor. No va a pasar nada con ella.

- Lo sé. ¿Me cuentas como sale todo después?

- Claro que sí\, amor mío. - Me da un tierno beso. - Te amo. - Su "te amo" me pone a latir frenéticamente el corazón y sonrió.

- Te amo\, amor. - Le digo y me gano un profundo beso de parte de mi lindo novio.

De vuelta en casa, Carla luce más relajada y se porque es. Ella luce emocionada porque mañana va a verse con mi novio. Trato de que eso no me moleste y mucho menos de demostrarle que eso me molesta. Cuando se va contorneando sus caderas me dispongo a comenzar a preparar la cena. Al cabo de una hora, Leticia aparece en la cocina luciendo un sensual vestido negro que se ajusta a su cuerpo y tiene un escote que resalta sus pechos operados.

- Pon la mesa para cuatro personas. - Me ordena mientras se retoca el labial que cubre sus labios. ¿Quién viene?

Mi respuesta llega una media hora después, cuando el timbre suena y Leticia se apresura a abrir la puerta. Un hombre trajeado de unos 50 años saluda con afecto a mi tía que le sonríe radiante. El tipo es alto, robusto, de cabello marrón claro adornado con varias canas, sus ojos son marrones y cuando los dirige especialmente a mí, me hace sentir incómoda, no me gusta su mirada, ni mucho menos que sus ojos recorran mi cuerpo. La sonrisa que nos da es totalmente falsa y algo maliciosa. No me gusta nada.

- Niñas\, él es Ricardo\, mi novio. - ¿Su novio? ¿Es broma? - Y se va a mudar con nosotras. - ¿Qué? Leticia luce entusiasmada como si el hecho de que un tipo desconocido se mude con nosotras sea una gran noticia. No lo puedo creer.

Observó a Carla y por su rostro sé que ella no tenía idea de nada. Ahora entiendo lo rara que estaba mi tía durante este mes, las sonrisas a la pantalla, su estado de ánimo. Hasta disminuyó los golpees hacia mí, más no las tareas hogareñas y los insultos.

- Buenas noches señoritas\, Leti me ha hablado mucho de ustedes. Es un placer conocerlas al fin. - Su voz ronca llena la habitación y me da escalofríos.

La cena fue totalmente incómoda. Leticia se mostró amable, feliz, no paró de sonreírle a su novio… juro que parecía una persona diferente y eso dio miedo. Carla no habló demasiado durante la cena, sólo respondió escuetamente las preguntas que Ricardo le hacía y se limitó a jugar con la comida en su plato. En cuanto a mí, se la pasó mirándome de una manera extraña, como lujuriosa y sólo me dirigí a él cuando me hacía alguna pregunta que respondía con educación pero sin dar detalles.

Cuando la cena por fin terminó y Ricardo se fue de la casa, me sentí aliviada. Inmediatamente comencé a ordenar la cocina, ya quiero irme a mi cuarto y hablar con Martín. Mientras lavaba los platos, tanto Leticia como Carla entraron a la cocina discutiendo.

- ¿Lo que no entiendo es porque nunca me hablaste de él? ¡Ahora resulta que se va a mudar con nosotras! Mamá…

- No tengo que darte explicaciones Carla. - Sentencia fríamente Leticia. - Está casa\, es MÍA. Y puedo traer a quien quiera a vivir aquí... La traje a ella\, ¿no? - Me señala con desprecio. - Se van a comportar con Ricardo ¿Les quedó claro? - Nunca vi a mi tía tratar mal a Carla y no darle explicaciones\, son tan unidas.

- Sí. - Dijimos las dos al mismo tiempo.

No me gusta la idea de vivir con un hombre desconocido, del que no tengo un buen presentimiento. Algo me dice que Ricardo no es un buen tipo, pero dar mi opinión u oponerme a que viva con nosotras no es una opción. Mi tía manda y no puedo hacer nada.

***

Los días que siguieron las cosas estuvieron tranquilas, por así decirlo. Acompañe a Belu a comprar lencería para estrenar con su novio que es mi amigo y sinceramente prefiero no pensar en ellos teniendo sexo. ¡Iugh! Ese día también les conté a Belu y a Martín sobre el novio de Leticia. Mi mejor amiga repudio a mi tía por meter a un completo desconocido a vivir con nosotras y sostuvo que Leticia como mi tutora debe protegerme. Sí, claro. Ella nunca me protegió de nada. No me quiere y no le importó más que para ser su sirvienta personal. Claro que no le dije eso, en cambio, me mostré de acuerdo con sus palabras.

En cuanto a mi novio, no le gusta nada que un tipo que no conozco y que no es mi familiar viva conmigo, pero no es como si pudiera hacer algo al respecto. No profundice tanto en mi desconfianza hacia Ricardo porque no quiero que se estrese o se preocupe y que eso lo lleve a fumar de nuevo. Lo está haciendo muy bien. Estoy muy orgullosa de él.

Carla no me ha vuelto a molestar con querer saber quién es la novia de Martín y supongo que se debe a la charla que tuvo con mi novio. Obviamente, ella no me contó nada, fue Martin quien me narró el encuentro, y si bien no le dijo a Carla que yo soy su novia, si le dejo muy en claro que él está en una relación con una mujer que ama y que si ella lo sigue molestando, o si sigue queriendo averiguar quién es la chica en cuestión va a tomar medidas drásticas, como poner una orden de alejamiento contra Carla. Aunque dudo que eso vaya a detener a mi prima, pero roguemos que nos deje en paz a ambos.

El novio de Leticia se mudó definitivamente con nosotras. No trajo muebles, sólo su ropa, lo cual fue bastante raro. Tenerlo en la casa es incómodo, no sólo porque no cuida su manera de comportarse al vivir con tres mujeres, sino que deja su ropa tirada y suele pasearse en ropa interior por la mañana, lo cual es asqueroso. Pero, lo más asqueroso que sucedió, fue encontrarlo anoche en mi cuarto, observándome dormir.

De repente me desperté y sólo me tomó un segundo darme cuenta de que una robusta figura se hallaba sentada a los pies de mi cama. Me asusté y cuando intenté salir de la cama, me enrede con las mantas y caí al suelo golpeándome la cadera. Desde mi posición en el piso pude notar que su mano derecha estaba sobre entrepierna y sentí asco y miedo. Sus ojos me observaban con lujuria, por un momento me quede paralizada hasta que fui capaz de reaccionar y amenazarlo con gritar. Eso hizo que se pusiera de pie, me echara un último vistazo, sonriera como un psicópata y saliera de mi habitación. Inmediatamente me puse de pie y cerré la puerta con llave, luego me revise el golpe, no tenía nada pero me dolía bastante. Obviamente no pude volver a dormir en toda la noche.

Con demasiado sueño, me levanté de la cama con pesar. Mi alarma aún no suena, pero quiero irme de aquí lo antes posible y evitar cruzarme con Ricardo o Leticia… o Carla. Me cambio el pijama por el uniforme del colegio, cubro con esmero mis ojeras, me cepillo el cabello y finalmente bajo a preparar el desayuno. Una vez que dejó todo listo, cargo mi jarrito con café y me apresuro a salir de la casa.

Cuando llegó al "Bristol School" espero a Belu y a Martín en el patio delantero mientras me terminó de beber mi café. Después de varios minutos lo veo llegar. Luce sexy con el informe algo descuidado y su cabello alborotado. Tiene el rostro enrojecido como si hubiera corrido, sus ojos verdes que ya están fijos en mi brilla y sus labios forman una seductora sonrisa. Mi mente se llena de pensamientos indebidos, los cuales he estado teniendo con frecuencia. Últimamente cada beso, cada caricia que compartimos es más intensa que antes y hace que mi cuerpo arda.

Verlo caminar a mí me deja sin aliento. Sonrío como boba cuando lo tengo a dos pasos de mí. Una vez que acorta la distancia, mi novio toma mi rostro entre sus manos y besa mis labios con una lentitud y una sensualidad que me hace perder la cabeza.

- Hola amor mío… te extrañe demasiado. Me apresure en llegar lo más rápido que pude cuando me dijiste que ya estabas aquí. - Confiesa y suspiro enamorada. Lo amo tanto.

- También te extrañe… mucho. - Murmuró aún perdida en sus ojos. Mi novio se ríe y después besa mis labios.

Llevo una de mis manos a su nuca para profundizar el beso, siento que Martín sonríe y baja una de sus manos a mi cadera para atraerme más cerca de su cuerpo y lanzó un leve jadeo de dolor que pone fin a nuestro beso. Abro los ojos al mismo tiempo que él, que ya luce preocupado.

- ¿Qué tienes amor? - Me susurra preocupado al tiempo que quita la mano de mi cadera.

- Nada… sólo\, me golpee un poco la cadera\, ayer. - Le confieso\, pero omito como me golpee.

- ¿Qué? ¿Cómo te golpeaste\, amor?

- Fue una tontería. Un accidente. Me golpee con el escritorio de mi habitación. No es nada. - Miento y le restó importancia para no preocuparlo.

- Amor… - Me abraza suavemente para no lastimarme y me siento mucho mejor al estar rodeada por sus brazos y su olor. - Amor mío\, ten cuidado. No quiero que te pase nada. - Suspiro enamorada y me fundo más contra su cuerpo. - ¿Vamos al médico después del colegio? - Me propone y doy un paso atrás.

- No amor\, no hace falta. Estoy bien\, de verdad. - Mis palabras no lo convencen de todo\, pero no insiste más. Sólo me cuida de más a la hora de abrazarme.

Cambio de tema para borrar la preocupación de su rostro y ya que mañana cumplimos un mes de novios, creo que ha llegado la hora que hablemos de eso. Tengo algunas dudas, querrá que festejemos o vamos a ser una pareja que no repara en los aniversarios. Tomo su mano y nos conduzco a un costado de patio delantero para no estorbar con la circulación de alumnos.

- Amor… amm. ¿Sabes qué día es mañana? - Mi novio se apoya en la pared y me atrae a su cuerpo con cuidado de tomarme de la cadera. Llevo mis brazos alrededor de su cuello y juego con el cabello de su nuca mientras nos miramos.

- Sábado. - Responde como si nada. ¿En serio? Me abstengo de rodar los ojos y en cambio insisto un poco más.

- Sí\, es sábado... Pero ¿no te dice nada el día?

- Mmm... - Piensa. Y comienzo a decepcionarme\, de verdad esperaba que se acordará. Bajo la mirada y busco como salir de esta situación cuando sus palabras me hacen volver a fijar mis ojos en los suyos. - Cumplimos un mes de novios. - Dice con una sonrisa y sonrió aliviada. - ¿Creíste que no me acordaría? - Asiento tímidamente. Martín deja un corto beso en mis labios para después seguir hablando. - Nunca podría olvidarme del día qué aceptaste ser mi novia\, fue el mejor día de mi vida.

- Te amo. - Susurro perdida en su mirada.

- Yo te amo más\, amor mío. - Acaricia mi rostro con ternura y cierro los ojos e inclino mi rostro a su mano. Sólo abro los ojos cuando vuelve a hablar. - Para mañana tengo preparada una cita espectacular. Así que tenemos que inventarle algo a tu tía para que podamos pasar el día juntos y festejar que llevamos un mes de novios. El primer mes de muchos. - Sus palabras me gustan porque quiere decir que piensa en un futuro conmigo y me enamoro más y más de él.

- Sí mi amor. No me perdería de pasar el día contigo por nada del mundo. - Le respondo con una enorme sonrisa.

Esa noche después de darle mis propinas a Leticia, me aventuró a decirle que Belu y su familia me han invitado a pasar el día en su casa quinta. Esa mentira se le ocurrió a mi mejor amiga que no dudó en cubrirme para que pueda festejar con mi novio. Al principio se negó y en mi cabeza ya me estaba preparando para la golpiza que me daría por desobedecer sus órdenes, porque por nada del mundo me perdería de ver a Martín mañana.

- Déjala ir mamá.- Interviene Carla y tanto yo como Leticia la observamos como si le hubiera salido un cuerno en la frente. - Es sólo un día\, y ni tú ni yo vamos a estar en la casa hasta la noche.

Leticia observa a su hija y juro que parecen compartir algún tipo de comunicación telepática porque el rostro de mi tía se relaja y termina por darme permiso. Le agradezco y subo a mi cuarto pensando en lo extraño que es que Carla me ayude. No sé por qué lo hizo, pero no le doy tantas vueltas, algo que voy a lamentar después.

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Bella Mark

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Comments

AMANECER

AMANECER

🤦🤦le hubieras contado la verdad 🤦🤦

2024-03-26

1

AMANECER

AMANECER

😠😠no por favor ,🙏que no le haga nada malo. viejo asqueroso

2024-03-26

0

AMANECER

AMANECER

jaja🙈🥰

2024-03-26

0

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