CAPÍTULO 18 - NOVIOS

LUDOVICA

Desde el sábado que Martín y yo hablamos y volvimos a estar juntos parece que estoy flotando sobre una nube de felicidad y amor. En serio, que es difícil no estar sonriendo a cada rato cuando me acuerdo de él, de sus besos, de su voz, de su aroma… de sus caricias.

Me he pasado el domingo hablando con Martín y ha hecho que mi fin de semana sea maravilloso, en comparación con la realidad que vivo en mi casa. Leticia ha estado tranquila, lo cual es inusual y da algo de miedo. Es aterrador verla sonreír al móvil y atender llamadas a escondidas, oculta algo y espero que no tenga que ver conmigo, aún no me olvido de que me quiso hacer trabajar con ella. En cuanto a Carla, ella ha estado de mal humor y supongo que tiene que ver con Martín. Mi prima se muere por saber quién es la novia de Martín y ahora más que nunca, tengo que evitar que lo sepa. No sé qué sería capaz de hacerme si sabe que yo soy la novia del chico que quiere.

Término de peinar mi cabello rubio y me coloco un pequeño broche en el lado izquierdo de mi cabeza. Reviso mi maquillaje y que mi uniforme esté bien puesto, me perfumo y le doy un último vistazo a mi reflejo. Me veo y me siento bonita… también me siento nerviosa y ansiosa por ver a mi novio. En su mensaje de buenos días de esta mañana me dejó muy en claro que apenas me vea me va a dar un gran beso y me ha adelantado que piensa pasar todo el día pegado a mi lado. Suspire como una tonta enamorada al leer sus palabras. Es tan lindo.

Sin perder más tiempo, bajo a la cocina a preparar el desayuno de Leticia y Carla. Mientras bajo las escaleras tarareo un canción de amor de mi banda favorita, pero mi boca se cierra cuando mis ojos se encuentran con dos ojos marrones que me miran con frialdad y algo más que no logro descifrar que es, pero que me produce escalofríos. Ella está sentada en un taburete vestida con su micro pijama de seda y sobre la isla de la cocina está su computadora abierta pero no logro ver que está viendo.

- ¿Por qué tan contenta prima? - Me pregunta de una forma inquietante.

- N-no… no es nada. - Susurro débilmente y me dirijo a la cafetera pasando por su lado. Siento como ella se gira en su taburete y sus ojos en mi espalda.

- Sabes… he estado averiguando sobre la zorra novia de Martín. - Sus palabras me congelan en mi sitio. No, por favor, no. - Ella asiste al mismo mugroso colegio que tú\, por ende\, debe ser compañera tuya o ir un grado más abajo.

- No sé quién es\, Carla. - Digo con decisión y sigo con mi tarea.

- Ok. - Me giro para mirarla. ¿Así tan fácil? - No me importa\, tarde o temprano voy a saber quién es y cuando lo descubra\, pienso quitarla del medio y hacer que Martín sea solo mío. - Me lanza una mirada amenazadora\, cierra su computadora y baja de su taburete para salir de la cocina.

Está obsesionada con mi novio y no va a parar hasta que sepa la verdad. Me tomo unos segundos para tranquilizarme y sigo preparando el desayuno para Leticia. Logró tomar unos sorbos de café que terminó tirando por el fregadero. Una vez que dejó todo listo sobre la isla, me apresuro a salir de ahí, no creo poder lidiar con mi tía, suficiente tuve con Carla. Me coloco mis auriculares para perderme en la música de "B.Four" y caminó hasta el "Bristol School". A medida que me acerco al colegio mi estómago se inquieta, cosquillea de anticipación al pensar en ver a Martín otra vez. Ya quiero ver sus ojos de nuevo y su sonrisa y sentir sus brazos alrededor de mí.

Cuando llegó a la esquina del Bristol, me quito los auriculares y los guardo en mi mochila, camino sintiendo algunas miradas en mí, pero me obligo a no darles importancia. Cruzó las rejas del “Bristol School” y mis ojos viajan directamente hacía un costado del patio delantero donde están los M.E.T.A molestando al chico coloradito de primer año. Mi novio gira su rostro hacía donde me encuentro parada, es como si él pudiera sentir mis ojos sobre su persona. Sus ojos se suavizan y brillan mientras que sus labios dibujan una sexy y dulce sonrisa. Luce tan atractivo. Cuando comienza a caminar hacia mí, siento mi corazón a punto de estallar y cientos de mariposas revolotean dentro de mi vientre. Él se pasa una mano sobre su alborotado cabello antes de dar los últimos pasos que lo acercan a mí. Mis labios forman una sonrisa de felicidad, mientras que mis mejillas se tiñen de rosa. Cuando mi novio está a centímetros de mi cuerpo, su aroma me invade y sus manos van a mi rostro, baja el suyo hasta pegar sus labios con los míos. Dejó de respirar.

Sus labios se mueven sobre los míos, su lengua juega con la mía de una forma dulce, pero apasionada a la vez. La calidez de su boca y su sabor mentolado me pone a temblar. Sus grandes manos bajan a mi cintura y me acerca más a su cuerpo, mientras que mis manos viajan hasta su cuello para sostenerme y fundirme contra su dura y cálida figura. Cuando siento mis pulmones arder, me alejo un poco de él para recuperar el aliento. Mi novio no me deja ir muy lejos y pega su frente a la mía.

- Hola\, amor mío. - Susurra sobre mis labios y su cálido aliento me hace cosquillas en la piel acalorada de mi rostro. Cada vez que me llama “amor mío” o “amor” me derrito.

- Hola… mi amor. - Susurro agitadamente y él ríe dulcemente para después dejar un corto beso en mis labios.

De repente comienzo a ser consciente de donde estamos, el sonido vuelve a reproducirse a nuestro alrededor y por un segundo desvío mis ojos a los costados donde me encuentro con algunas miradas curiosas, mi novio coloca un dedo sobre mi barbilla y hace que mis ojos vuelvan a los suyos que no paran de brillar y de mirarme como si fuera… su mundo entero.

- Estas hermosa\, amor. - Me da un beso en la mejilla y después toma mi mano entrelazando nuestros dedos. - Vamos con los chicos\, amor.

Caminamos tomados de la mano hasta donde se encuentran Tomás, Eric y el chico coloradito que ahora mismo tiene el rostro rojo y luce algo irritado. Pobre, niño. Le dedicó una sonrisa cuando sus ojos se posaron en nosotros y sus mejillas se tiñen de un rojo más intenso.

- Hey\, pero si son la pareja del año. - Comenta con diversión Tomás que saca un paquete de papas de su chaqueta. Al parecer no come otra, ya que siempre lo veo comer lo mismo.

- Pues sí\, somos la pareja del año. - Mi novio me abraza por la cintura y deja un beso en mi mejilla que me hace sonreír. - Mi novia mía. - Comenta con orgullo y me estrecha más fuerte contra su duro cuerpo. Suspiro bajito porque adoro sus abrazos y su calorcito. Aunque debo admitir que me pone algo nerviosa que sea tan cariñoso frente a sus amigos\, aunque a ellos no parece molestarles.

- Hola chicos. - Los saludo tímidamente con la mano y los amigos de mi novio me sonríen.

- Hola Ludovica. - Me saludan los dos al mismo tiempo. - Este es Fosforito\, nuestro pupilo. - Comenta con orgullo Eric\, rodeando los hombros del chico con su brazo.

Estoy por preguntarle su nombre al chico de primer año, pero soy separada de los brazos de mi novio por mi mejor amiga que envuelve sus delgados brazos a mí alrededor.

- ¿Qué carajo? - Protesta mi novio que no puede creer que Belu me haya alejado de él.

- Hola Belu. - La saludó sonriendo.

- ¿Qué te pasa colorada revoltosa? ¿Por qué me alejas de mi novia? - Se queja Martín y siento una mano grande sobre el costado de mi cintura y Belu aprieta más su agarre sobre mí.

- ¡No me llames colorada revoltosa\, animal! Y antes de ser tu novia\, primero es mi mejor amiga. - Protesta mi mejor amiga.

- Belu… no puedo respirar. - Golpeó el brazo de Belu para que afloje su agarre.

- Lo siento. - Dice soltándome y observó sus ojos\, está inquieta lo que significa que tiene algo importante que quiere hablar conmigo.

- La lastimas. - Dice Martín al mismo tiempo y siento sus brazos rodearme otra vez.

- Estoy bien. - Les digo a los dos\, mientras le dedicó una mirada a Belu que dice que en el primer receso hablamos y con una de mis manos acarició los brazos de Martín para tranquilizarlo.

Puede que mi novio y yo no podamos pasar todo el día juntos, después de todo. Va a tener que compartirme con mi colorada favorita.

- ¿Segura qué estás bien\, amor? - Me susurra mi novio al oído y asiento\, me giró entre sus brazos dejó un tierno beso en su barbilla\, lo que hace que su tenso cuerpo se relaje y vuelvo a girarme hacía mi mejor amiga.

El timbre suena y poco a poco todos los alumnos vamos ingresando al establecimiento. Antes de empezar a caminar le doy una mirada a mi novio que le hace saber que Belu me necesita y él asiente dejándome ir de sus brazos. Voy al lado de mi mejor amiga, enganchó mi brazo con el suyo y lideramos el camino hacia la puerta de entrada del Bristol.

Una vez que llegamos al aula me giro un segundo para ver 3 chicos caminando rígidos detrás de nosotras y sonrió. Cuando llegamos a nuestros asientos, suelto a Belu y automáticamente mi novio me toma de la cintura, me gira para estar frente a él y me besa dejándome las piernas como gelatina. Cómo estoy media atontada, mi novio me ayuda a sentarme sin dejar de sonreír engreídamente, besa mi mejilla y camina a su asiento. Logré recuperarme a tiempo para recibir a la profesora. Mis ojos hacen un barrido rápido por el aula y me encuentro con algunas miradas de asombro y algunas mandíbulas desencajadas.

En el primer receso me acerco a mi novio que abre sus brazos para abrazarme y sonrió. Le susurro que voy a hablar con Belu y aunque sé que no le hace gracias que no estemos juntos, asiente comprensivamente, me besa y después corro hasta mi amiga que me arrastra hasta el aula clausurada que solemos usar para hablar de temas importantes.

- Bese a Lucas. - Suelta apenas nuestros traseros tocan el piso. Giro rápidamente mi rostro hacía ella y por poco y no me lastimo.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? - Pregunto rápidamente asombrada.

- Fue ayer. Nos encontramos de casualidad en “El Club” y él me invitó al cine porque le sobraba una entrada y… acepté. En realidad mi “SÍ” salió antes de que pudiera pensarlo y eso fue raro. Muy raro. - Sé queda medio pensativa pero yo la incito a seguir hablando\, no puedo más\, quiero saber todo sobre su cita con Lucas - No fue una cita. - Rebate y le doy una mirada de “¿en serio?”. - Bien. Fue una cita. Después de la película fuimos a comer\, hablamos mucho y no es tan ñoño como aparenta… él es… lindo. - Una sonrisa se dibuja en sus labios\, pero se da cuenta y vuelve a ponerse seria.

- ¿Cuándo lo besaste? - Pregunto impaciente.

- Cuando me acompaño a tomar un Uber. En realidad Lucas quería llevarme a mi casa\, pero estaba tan confundida que necesitaba espacio.

- ¿Y el beso? - Vuelvo a preguntar impaciente y ella rueda los ojos.

- Antes de subir al auto lo bese. No sé por qué lo hice. O tal vez sí. Me pareció que él estaba dándome señales y ya que él no iba a actuar lo hice yo. Pero…

- ¿Pero? - Pregunto menos emocionada\, porque al parecer las cosas no salieron bien.

- Creo que leí mal las señales. - Belu baja su mirada y juega con sus dedos. Está triste. - Él no me devolvió el beso y cuando me aparté para mirarlo\, Lucas tenía el ceño fruncido. Creo que no le gustó que lo besara.

- Belu… - Rodeo sus hombros con uno de mis brazos. - Si a Lucas no le gusto tu beso\, es un tonto. Creía que le gustabas. - Esas palabras hacen que gire su rostro y me mire algo esperanzada.

- Yo igual… - Su esperanza se desinfla. - Pero al parecer no.

- ¿Has hablado con él?

- No. Hoy quiso hablar conmigo\, pero huí. No estoy lista para que me rechace y que quiera que sólo seamos amigos.

- ¿Quieres que hable con él? - Le ofrezco y ella comienza a negar con la cabeza.

- No. Sólo necesito tiempo. Tú sabes que nunca me paso esto. ¡Y todo es tu culpa! - Dice alejándose de mí y la miro confundida. - Tú te enamoraste primero\, eso al parecer\, es contagioso. - Me acusa y sin poder evitarlo me rió a carcajadas “contagiando” a mi mejor amiga que se une a mi risa.

Hablamos un poco más y cuando el timbre suena volvemos al aula donde un Lucas nervioso nos espera. Belu se congela pero se recompone rápidamente e intenta pasar por el lado del rubio con gafas que no ha despegado sus ojos celestes de la colorada. Lucas se interpone en el camino de Belu y contengo la respiración.

- Tenemos que hablar. - Sentencia el rubio y Belu está por rebatir su orden pero Lucas se le adelanta. - No\, Belén. Después del colegio te espero en la cafetería del centro y más te vale que vayas.

Lucas no le deja decir nada más porque se gira sobre sus talones y entra al aula dejando a mi mejor amiga confundida. La arrastró dentro del aula y cuando nos sentamos le susurro que hable con Lucas y ella sólo asiente. Por la puerta entran los M.E.T.A, todos menos Alejandro que no ha asistido a la escuela, al igual que su hermana. Mi novio se detiene a mi lado, sus lindos ojos verdes brillan al verme y baja su rostro para darme un beso que es festejado por sus amigos haciendo que me sonroje.

- Hermosa\, mía. -  Susurra con una sonrisa y sigue su camino a su asiento.

Suspiro tontamente enamorada. Me cuesta concentrarme en la clase, no sólo por las muestras de afecto de mi novio que parecen que van a ser una constante y eso me gusta, sino por mi amiga y Lucas. Espero que Lucas se porte bien con Belu, sino deja de ser mi amigo. Para cuando llega el segundo receso, mi novio se apresura a llegar a mí y abrazarme.

- Ahora sí\, no te me escapas\, amor. - Me susurra al oído y sonrió.

Martín me toma de la mano y junto con sus amigos, Belu y Lucas salimos al patio donde nos acomodamos en una zona con bancos y mesas. Llamamos la atención de todos, por el peculiar grupo que formamos, los más populares con los “ñoños” del colegio. Apenas nos sentamos mi novio se encarga de tenerme entre sus brazos y no soltarme, mientras mi amiga queda sentada al lado de Lucas y se puede sentir la tensión. Eric y Tomas se sientan del otro lado y el pelinegro no pierde el tiempo para lanzarle los típicos comentarios de ligue a mi mejor amiga que no le presta atención. El que sí le presta atención es Lucas que lo asesina con la mirada y sonrió por dentro. Creo que después de todo voy a seguir siendo amiga de Lucas. Fosforito, (no me gusta llamarlo así, pero no se su nombre) viene con una bandeja con paquetes de papas fritas, bebidas, galletas y mis golosinas favoritas, que mi novio toma para dármelas a mí. Le doy las gracias y beso su mejilla.

De la nada me siento algo cohibida, muchas miradas están en nosotros y es un poco raro para mí. De tratar de pasar desapercibida, no lograrlo y volverme la burla de mis compañeros, a ser la novia del chico más guapo y popular del colegio, trae cierto nivel de atención que no estoy acostumbrada a tener. Toda mi atención vuelve a mi lindo novio cuando me da uno de mis caramelos favoritos para que lo coma, sin pensarlo abro la boca y recibo el caramelo, él sonríe y cuando me ve comerlo me da un beso en la mejilla.

- No te fijes en ellos\, sólo fíjate en mí… en nosotros. - Me susurra y asiento perdida en el verde de sus ojos.

El sonido de una cámara capturando una foto nos sorprende y tanto mi novio como yo nos giramos hacía Tomás que tiene su móvil frente a nosotros. Se encoge de hombros para después decirle a Martín que le pasara la foto por WhatsApp. Mi novio asiente con una gran sonrisa.

- Es nuestra primera foto. - Susurro y el agarre de mi novia sobre mí se aprieta un poco más.

- Si\, amor. La primera de muchas. - Dice y besa otra vez mi mejilla.

El receso llega a su fin y caminamos tomados de la mano hasta el aula. Fijo mi mente en la clase, ya que el profesor está explicando un tema nuevo y me dedico a tomar apuntes. A la salida del colegio acompaño a Belu afuera donde un impaciente Lucas la espera.

- No tienes que ir\, si no quieres. - Le digo al verla dudar. Ella suspira fuerte y cuadra sus hombros.

- Quiero ir. - Dice con decisión y sonrió deseando que mis amigos por fin terminen juntos.

- Bueno. Luego me hablas. - Ella asiente sin quitar sus ojos del rubio que la observa con interés.

Observó cómo Belu y Lucas se van y luego ingresó de nuevo al colegio a buscar a mi novio. Lo encuentro caminando desesperado hacía la salida de la escuela cuando da conmigo y su cuerpo se relaja. Inmediatamente me abraza y suspira.

- ¿Estás bien? - Le pregunto preocupada.

- Si\, amor… pensé que te habías ido sin despedirte de mí.

- Sólo fui a despedirme de Belu y Lucas. - Mis palabras lo hacen separarse apenas de mí para observar mi rostro.

Martín acaricia mi mejilla y sonríe para después depositar un pequeño beso en mis labios. Luego me pide que lo acompañe hasta el pasillo donde están los vestuarios y los espero a que se cambie el uniforme del colegio por su uniforme de básquet. Luego sale del vestuario y pasamos un buen rato besándonos, abrazándonos y diciéndonos cosas lindas. Cuando el entrenador grita su nombre para que ingrese al gimnasio, mi novio suspira y me abraza más fuerte aspirando mi aroma y sonrió.

- Amor\, ¿me cuidas esto\, por favor? - Me pide después de separarse de mi rebuscar en el bolsillo del pantalón corto de deporte una cajita de cigarrillos y un encendedor. - El entrenador me ha pedido que deje de fumar y quiero hacerlo\, pero me cuesta. Cuando estoy contigo no siento deseos de fumar y pensé\, que tal vez\, si sé que tú tienes mis cigarrillos no voy a querer fumar y…

No lo dejó terminar, me elevo sobre las puntas de mis pies y estampo mis labios con los de él en un beso dulce que mi novio corresponde. Me encanta que me pida ayuda y que se pueda mostrar vulnerable frente a mí, además admiro que quiera dejar de fumar, es por su bien.

- Voy a cuidarlos y ayudarte a dejar de fumar. - Susurro sobre sus labios. - No compres otros\, si?

- Lo prometo\, amor mío. - Susurra y pega su frente sobre la mía. - Gracias novia mía.

Con un último beso nos despedimos y con pesar nos separamos. Él entra al gimnasio, pero antes me dedica una sexy sonrisa y me guiña un ojo haciéndome suspirar. Después abandonó el “Bristol School” y mientras camino a casa me pierdo en mis pensamientos.

Siempre imaginé cómo sería tener novio, pero Martín ha superado todas mis expectativas. Él me hace sentir cosas muy intensas, sus besos me vuelven loca, sus caricias me derriten y me tiene con un huracán de mariposas revoloteando en mi estómago y con el corazón acelerado. Sólo deseo que esta felicidad dure mucho, mucho tiempo…

***

Los días que siguieron fueron extremadamente tranquilos con Leticia y Carla. Mi prima no me ha vuelto a mencionar nada sobre querer sabe quién es la novia de mi novio y mi tía más que obligarme a hacer las tareas hogareñas y quitarme el dinero de mis propinas del restaurante, no me ha golpeado y le ha dado a mi brazo un respiro de sus filosas uñas. Aunque tanta tranquilidad es inquietante y no se siente bien.

Hoy es jueves y me he despertado inusualmente nerviosa. Hoy, mi novio me llevará a almorzar con Valeria, su madre, o como le gusta decir a mi novio, “tu suegra”. Sí bien ya conozco a Valeria y me cae muy bien, este es un almuerzo formal que mi suegra insistió realizar dado que soy la primera novia de su hijo y desea que sigamos todos los pasos como Dios manda. Uno de ellos, es almorzar formalmente con su nuera.

Término de ajustar mi corbata, aliso con mis manos la tela de la falda y doy un último vistazo a mi reflejo controlando que mi maquillaje y peinado estén bien. Me perfumo, tomo mi chaqueta y mi mochila para bajar a la cocina y dejar listo el desayuno de mi tía. Cuando término de dejar todo listo sobre la isla, me giro para lavar algunos trastes y cuando vuelvo a girarme para tomar mis cosas e irme, me encuentro con dos fríos y calculadores ojos marrones que me observan. Ella apoya su cadera contra la isla y cruza sus brazos, a diferencia de los demás días, hoy esta arreglada, luciendo un  vestido ceñido de color rojo, su maquillaje y peinado son recientes y sus tacones son de un rojo pasión muy fuerte.

- Buenos d-días\, tía. - La saludo aunque no vale de nada porque ella no me corresponde el saludo. Respiro profundamente y le recuerdo la charla que tuvimos ayer\, mientras le sonreía a su móvil. - Tía\, recuerde que hoy después de la escuela… ammm\, voy a dar clases particulares al hermano de uno de mis compañeros. Pagan bien.

- Creí haberte dicho que no más de esos trabajitos de mierda. ¿Qué\, ya te echaron del restaurante?

- N-no\, me echaron. Las clases son… dinero extra. - Mi valentía flaquea cuando no deja de mirarme de forma inquietante y terminó por bajar la mirada al suelo.

- El dinero es mío. - Dice fríamente y levantó la vista mientras asiento con la cabeza. Eso ya lo sabía y ya tengo un plan para darle ese dinero. - Y no creas que siempre voy a dejar que des clases, si quieres dinero extras, siempre puedo presentarte un hombre que pagaría mucho dinero para tenerte. Más del que puedes obtener dando patéticas lecciones a niños ricos. - Mi estómago se revuelve por su insinuación, pero no dejo que ella lo note. Sólo asiento una vez con mi cabeza y cuando me hace señas para que me vaya, lo hago sin perder un segundo.

Mientras camino hasta el colegio, no puedo evitar derramar una que otra lágrima de frustración. Leticia, al parecer no va a olvidarse de que trabaje con ella y de sólo pensarlo quiero vomitar. Quisiera ya cumplir 18 para alejarme de ella de una maldita vez. Aunque ya debería estar acostumbrada a su desprecio y a su odio hacía mí, aún sigue doliendo que la única familia que tengo no me quiera.

El sonido de mi celular con la llegada de un mensaje me saca de mis pensamientos. Busco el aparato en el bolsillo de mi chaqueta y sonrió al ver que es un mensaje de mi novio. Sonrió al ver la palabra “Amor”, como nombre de contacto, lo cambié hace unos días y juro que cada vez que lo leo un ejército de mariposas saltan dentro de mi vientre. Abro su chat y me encuentro con un mensaje de voz, lo cual me encanta porque amo su voz.

Chat - AMOR

Amor: "Hola amor, estás de camino? Es increíble que haya llegado antes que tú. Te espero en la entrada hermosa... Es Ludo?"

Lo último lo ha dicho Belu y sonrió al saber que los dos me están esperando. A pesar de todo me encuentro sintiéndome afortunada por tener a mi novio y a mi mejor amiga conmigo. Son personas maravillosas que alegran mi triste realidad. Otro audio me llega antes de que pueda contestar el primero.

Amor: "Amor tu amiga es insoportable...” “¡El insoportable eres tú! Ludo apúrate ya no soporto estar con tu novio y los idiotas de sus amigos...” “Dame mi móvil, revoltosa... Que agresiva. Amor perdón por este audio largo, la revoltosa de tu amiga me quito mi celular. Te espero, no tardes... te extraño"

La última frase la susurra con su ronca voz y mi pecho se agita mientras sonrío. Tecleo rápido una respuesta para mi ansioso novio.

Ludovica: Mi amor, estoy a unas cuadras

Ludovica: No pelees con Belu

Ludovica: Yo también te extraño

Camino más deprisa, para llegar más rápido a mi novio y a mi mejor amiga, antes de que se maten. Últimamente, esos dos se la pasan peleando por mi atención. Cuando llegó al “Bristol School” me doy cuenta que llegó sólo unos minutos antes de que suene el timbre. Mientras me acerco a los M.E.T.A y a Belu, los ojos verdes de mi novio me hipnotizan, está mirándome y sonriéndome, luce tan atractivo. Mis mariposas se alteran en mi vientre a medida que me acerco a él. Mi novio reduce la distancia que nos separa y toma mi rostro entre sus grandes manos para besar con ternura mis labios. Me encantan sus besos.

- Hola\, amor mío… te extrañe tanto\, amor. - Susurra sobre mis labios y abro los ojos para verlo sonreír. Sabe que sus besos me hacen perder la cabeza y disfruta de eso.

- Hola\, amor… yo también te extrañe… mucho. - Murmuro tímidamente. Su sonrisa se hace más grande y deja un pequeño y dulce beso en mi boca antes de separarse de mí\, pero sin soltarme\, de hecho coloca sus manos sobre mi cintura.

- ¿Por qué peleabas con Belu?

- Ella empezó\, amor. - Se excusa como un niño y sonrió negando con la cabeza. Tomo la mano de mi novio y me acerco a mi amiga que se encarga de hacer que suelte la mano de mi novio para abrazarme. Martín gruñe y sonrió.

- No me vuelvas a dejar sola con esta manada de idiotas. - Me susurra al oído y rió entre dientes. Sólo exagera.

El timbre suena y mi novio me reclama, tomando mi mano, entrelazando nuestros dedos y caminamos juntos hasta llegar al aula, donde me deja en mi asiento y me da otro beso en los labios que me hace suspirar. La primera clase pasa volando y cuando menos me doy cuenta, ya estamos en el primer receso, más específicamente en el aula clausurada donde mi mejor amiga y yo nos ponemos al día sobre su impasse con Lucas. Ellos hablaron, él le confesó sus sentimientos y le pidió a Belu que pensara muy bien si quería salir con él en más citas, pero sólo si ella ve que su relación puede ir más allá. Belu aún se lo está pensando, por ende Lucas no ha estado a nuestro alrededor, le está dando espacio a Belu.

- En fin… ¿Qué tan nerviosa estas por almorzar con tu suegra?- Pregunta divertida.

- ¿1000? - Mi mejor amiga se ríe de mi respuesta y se encarga de tranquilizarme\, lo cual funciona.

Para cuando llega la hora de salir de la escuela, me despido de Belu y mi novio toma mi mano donde deja un beso en mis nudillos y emprende el camino hasta su auto. Antes de poner en marcha el auto, me da un tierno beso en los labios.

- Me encanta besarte\, rubia mía.  - Susurra sobre mis labios y sonrió. El sentimiento es mutuo.

Martín comienza a conducir a su casa y durante el camino, escuchamos música y hablamos sobre lo que puede pasar en este almuerzo, aunque mi novio se encarga de tranquilizarme y asegurarme que Valeria ya me quiere y que no tengo nada de qué preocuparme. Suspiro aliviada. Después mi novio me pregunta por mi tía, no se me escapa que teme que deba irme antes de que termine nuestro tiempo juntos por una llamada de Leticia. Ahora me toca tranquilizarlo a él.

- Tranquilo\, amor. Le dije que debía dar clases particulares y sabe que después debo ir al restaurante para trabajar. Además\, está ocupada\, no creo que me llame para volver a mi casa.

- Eso espero\, amor mío. - Él toma mi mano deja un beso sobre mis nudillos y se detiene en un semáforo\, en ese instante le llega un mensaje lo que lo obliga a soltar mi mano\, para consultar su celular. Martín lee el mensaje y frunce el ceño. - ¿Todo bien\, amor? - Le preguntó\, él bloquea su celular y lo deja a un lado para mirarme.

- Sí\, mi amor. No es nada. - Coloca una de sus manos en mi pierna y se acerca para darme un beso que recibo encantada.

Cuando llegamos al edificio, saludamos al señor de seguridad y subimos al ascensor. Mi novio me nota algo inquieta y me abraza envolviendo mi cuerpo con sus fuertes brazos, y aspiró su aroma que me calma. Una vez que llegamos al piso, mi novio toma mi mano y nos conduce hasta su hogar donde nos recibe una señora mayor de unos 50 años, de rostro amable, cabello canoso y ojos marrones llenos de experiencia.

- Rita\, ella es Ludovica mi hermosa y dulce novia. Amor\, ella es Rita\, trabaja en la casa y fue mi nana. - Martín me presenta a la señora y la saludó educadamente.

- Un placer conocer a la novia del joven Martín. - Los ojos marrones de Rita se fijan en Martín. - Tu madre está cocinando... con mi supervisión\, así que\, dejen sus cosas que en unos minutos estará listo el almuerzo.

- Ok Rita. Cuida que mi madre no queme la casa. - Dice divertido Martín\, mientras me lleva escaleras arribas hacía su habitación.

Estar de nuevo en su cuarto me trae recuerdos, aquí me dijo que le gustaba y yo huí, pero después todo terminó bien. Sin contar la apuesta, claro. Dejamos nuestras cosas en la cama. Y rápidamente mi novio me toma de la cintura y esconde su rostro en mi cuello mientras me pega a su cuerpo.

- Me gusta que estés aquí. - Susurra y deja un beso en mi cuello.

- A mí me gusta estar aquí... Y ser la primera novia que le presentas a tu mamá. - Mi novio saca su carita de mi cuello para mirarme a los ojos. - Tú eres muchas de mis primeras veces\, así que me gusta ser tu primera vez en algo.

- No podría imaginar que no fueras mi novia. Me encanta ser tu novio\, amor. Y mi madre ya te ama. - Coloca un mechón de mi cabello detrás de mí oreja. - Eres la única chica con la que quiero estar.

Sus profundos ojos verdes me observan con intensidad y mi corazón enloquece. Lentamente, Martín, baja su rostro hasta que nuestros labios están a un suspiro de distancia. Cierro los ojos entregándome al beso que quiere darme.

Él besa mi nariz y luego junta nuestros labios por fin. Nos besamos lento, disfrutando de nuestras bocas, pero poco a poco el beso se vuelve más intenso. Mi novio rodea mi cintura con sus brazos para pegar mi cuerpo al suyo, mientras que yo me aferro a sus hombros para no caerme, me tiemblan las piernas. En cuanto, Martín mete su lengua dentro de mi boca, siento mi cuerpo arder, al mismo tiempo que suelto un leve gemido que hace que él me apriete más fuerte contras su dura anatomía. De repente me siento tanto dentro de mí que me asusta un poco y término el beso. Mi novio pega su frente a la mía mientras los dos jadeamos por aire.

- Creo… creo q-que debe-riamos bajar. - Susurro sin aliento mientras abro los ojos y observó cómo frunce el ceño y guarda silencio por un instante antes de asentir con su cabeza y finalmente separase de mí\, tomar mi mano y conducirme fuera de su habitación.  - ¿Estás bien? - Le pregunto antes de bajar por las escaleras. Él detiene su andar y fija sus ojos en mí.

- Sí\, amor. Sólo que… el beso\, fue algo intenso y necesitaba un minuto para… ya sabes… - Lo observó sin entender de qué habla y él parece darse cuenta por lo que sonríe. - Controlarme\, amor. - Baja apenas la mirada a sus pantalones y ahora entiendo. De repente siento mis mejillas arder de la vergüenza. Martín acaricia una de mis mejillas con ternura. - Eres hermosa\, amor mío.

Con una enorme sonrisa, vuelve a tomar mi mano y bajamos las escaleras. Cuando llegamos a la sala le pregunto a mi novio si estoy bien arreglada para ver a su madre, él me asegura que tengo algo en la cara y se ofrece a quitármelo. Lo dejo hacer congelándome un instante, pero él no me quita nada de la cara sino que me roba otro beso.

- ¡Martín!. - Lo regañó golpeando su pecho suavemente\, es un poco difícil que mis rojos e hinchados labios no me delaten frente a mi suegra. Él sólo se ríe para después abrazarme.

-¡Bienvenidos! - La dulce voz de Valeria nos sorprende y me separo de mi novio que no me deja ir tan lejos.

Valeria luce increíble y elegante pese a que lleva un delantal floreado sobre su fina ropa, una falda tubo bordo y una blusa rosa palo y tacones blancos. Su melena rubia está recogida en un moño elegante y en su bello rostro hay una dulce sonrisa. Se acerca a nosotros para abrazarnos y saludarnos.

- Qué alegría volver a verte Ludovica. Vayan al comedor mientras le digo a Rita que nos sirva la comida. - Nos pide y la vemos desaparecer hacia la cocina.

Martín me guía hasta la mesa del comedor, pero antes de que pueda sentarme me toma de la cintura, me gira para tenerme de frente, sus ojos verdes van un segundo al área de la cocina y sin poder preguntarle nada me besa profundamente dejándome las piernas temblando y el corazón a mil.

- ¡Martín! Deten-te… tu mamá… puede vernos. - Le pido sin aliento para después alejarlo de mí mientras siento mi cara arder.

- Me encanta cuando te hago sonrojar. - Su masculina voz sale ronca\, pero divertida.

- ¿Todavía no tomaron asiento? - Pregunta Valeria e inmediatamente tomo asiento cohibida.

- No mamá… pero ahora nos sentamos. - Comenta al ver que ya tome asiento. - Sólo nos estábamos besando. - Dice mi descarado novio mientras se sienta a mi lado. Dirijo mis ojos a él totalmente sorprendida y él sólo me dedica una sexy sonrisa.

- Ah entiendo\, sé lo que es no poder estar lejos de la otra persona. Que hermosas épocas... cuando yo era joven me encantaba besar…era maravilloso\, recuerdo una vez que… - Valeria es súper divertida.

- Mamá. - Martín se cubre los oídos. - No queremos saber. - No puedo evitar sonreír por el intercambio.

- Bueno entonces\, comamos. - Valeria ríe mientras toma asiento en la cabecera de la mesa y una sonriente Rita entra con los platos para servirnos.

Durante la comida, Valeria me hizo algunas preguntas, le hablé sobre mis padres, sobre lo que pasó después de que ellos murieron, del colegio, de mi tía y mi prima, aunque sin entrar en tantos detalles. Luego, ella me contó

historias vergonzosas de Martín cuando era niño, que hicieron que mi lindo novio se sonrojara, lo que encontré muy tierno. Son pocas las veces que lo he visto nervioso o sonrojado. También recordó algunas anécdotas sobre su hijo mayor y Martín. El momento es interrumpido cuando mi novio se queja al ver la pantalla de su móvil.

-¿Es tu padre? - Le pregunta Valeria mientras deja la cuchara sobre la mesa. Estamos comiendo el postre.

- Sí. No sé porque no se da por vencido.

- Porque es tu padre. - Ambos se miran. - Hijo\, no puedes ignorarlo por siempre. - Los severos ojos de Valeria hacen que mi novio se dé por vencido y decida atender la llamada de su padre.

- Ahora regreso\, amor. - Me dice tocándome la pierna y desaparece del comedor.

Valeria y yo nos quedamos solas, ella luce visiblemente afectada por la mala relación que lleva su hijo con su ex esposo. Si bien Martín no me ha hablado de ello aún, es evidente que no soporta a su padre. No sé el motivo, pero no voy a presionarlo, no es justo, dado que yo aún no le he contado la verdad de vivir con mi tía Leticia.

- Su relación se rompió cuando Andrés murió. - La voz de Valeria me hace mirarla. - Toda la familia se rompió. Gustavo y yo nos divorciamos. Martín se encerró en su dolor y se alejó de su padre… mi niño culpa a su padre por la muerte de Andrés. Fue muy complicado para él\, Ludo. Martín no llevó muy bien la situación\, se volvió rebelde\, arrogante… dejó de ser mi dulce niño. El sufrió mucho y lo hizo sólo\, lo cual me mata. - Valeria se limpia una pequeña lágrima que corre por su mejilla y después cuadra sus hombros para observarme con ternura. - Hace muchos años que no veo a mi hijo sonreír\, con vida en los ojos y eso es gracias a ti\, Ludo. Lo haces feliz.

- Él también me hace muy feliz. - Confieso conmovida mientras le dedicó una sonrisa sincera. Sé lo que se sufre cuando pierdes a alguien y al mismo tiempo no puedo creer lo que ambos sufrieron.

Martín vuelve al comedor con el ceño fruncido pero en cuanto nuestros ojos hacen contacto su rostro se suaviza. Cuando se sienta a mi lado, toma mi mano bajo la mesa y entrelaza nuestros dedos, para después dejar un suave beso en mi mejilla y sonreírme.

- Bueno mis niños\, voy a dejarlos. - Mi novio y yo miramos a Valeria. - Tengo una reunión con un cliente y debo prepararme. - Nos ponemos de pie cuando ella lo hace. - Ha sido un placer verte de nuevo Ludo. Gracias por hacer feliz a mi hijo y espero verte más seguido por aquí. - Me abraza cariñosamente y es un poco abrumador y emocionante sentir este afecto después de tanto tiempo. - Y tú\, más te vale que te comportes bien con ella. - Le advierte a Martín.

- Siempre mamá.  - Abraza a su madre y me gusta que sea cariñoso con ella.

- Bien. Me voy\, nos vemos después hijo. - Le dice dándole un beso en la mejilla. - Ojito con lo que hacen. - Dice pícara y nos guiña el ojo antes de retirarse.

Vuelvo a estar en los brazos de mi novio que me pide que vayamos a su habitación a ver una película y aprovechar las horas que nos quedan juntos antes de que deba irme a mi trabajo. Una vez en su cuarto, mi novio sutilmente me invita a acostarme con él en su enorme cama y lo hago. Nos acostamos de costado, uno frente al otro, él me observa con intensidad y me pierdo en el verde de sus ojos. Martín lentamente baja su boca a la mía y nos fundimos en un suave beso. Una de sus manos viaja a mi cintura y me da un suave apretón. Valientemente empujo mi lengua en su boca, lo que hace que suelte un gemido ronco y se pegue más a mí. Su lengua se une a la mía, llevo una de mis manos a su nuca y paso mis dedos por su cabello. De repente siento como la mano de Martín baja hasta mi pierna, me acaricia la piel expuesta por la falda del uniforme y con suavidad coloca una de mis piernas sobre su cadera. Al darme cuenta de lo cerca que se encuentran nuestras partes íntimas, me sobresaltó un poco, pero no dejo de besarlo.

Sin embargo, antes de que él pueda hacer algo más, somos interrumpidos por el sonido de su celular que le avisa de la llegada de cientos de mensajes. En serio, ¿quién le manda tantos mensajes?. A duras penas se separa de mí y murmurando una palabrota revisa su móvil. Larga un sonoro suspiro de cansancio, lo que termina de romper la magia del momento. Ambos nos incorporamos en la cama.

- ¿Todo bien\, amor? - Sus bellos ojos se posan en mí.

- Sí\, amor… no es nada. - Le resta importancia y deja su celular a un lado. - ¿Vemos la peli antes de que debas ir a trabajar? - Asiento sonriendo.

Se recuesta en la cama y me atrae a su cuerpo, apoyó mi cabeza en su pecho mientras él me rodea con sus brazos. Busca en la aplicación de streaming una película de Disney que me pide elegir y cuando el film comienza siento mi pecho en calma, me gusta estar así sin preocupaciones y en los brazos de mi novio. Martín juega con mi cabello mientras vemos la televisión y me gusta sentir que está relajado a mi lado.

Luego de la película, mi lindo novio me lleva hasta "El Club", es hora de mi turno en el restaurante. Nos despedimos con un beso, bueno con varios besos y muchas palabras de amor. Por más tiempo que pasemos juntos, siempre nos cuesta separarnos.

- Te vengo a buscar cuando termines\, amor. - Me dice mientras besa mis labios.

- No. - Beso. - Hace. - Beso. - Falta\, amor. - Beso.

- Pero quiero hacerlo\, así puedo verte. - Comenta con voz aniñada y sonrió. - Amor\, no voy a soportar hasta mañana. Me apiado de él\, porque yo tampoco voy a soportar hasta mañana\, aún no me he separado de él y ya lo extraño.

- Está bien\, mi amor. - Me rindo y le doy un beso en los labios. - Gracias por el día de hoy.

- Gracias a ti\, hermosa. - Toma mi rostro entre sus grandes manos y me da un último beso y bajó del auto sonriendo como una tonta enamorada.

Entró al restaurante con una enorme sonrisa, hoy ha sido un día increíble, espero que termine de la misma manera. Si mi plan sale bien, cuando llegue a casa me encontraré con una Leticia calmada cuando le entregue el dinero de mis propinas y el supuesto dinero de las clases, que en realidad tomé de mis ahorros y así evitarme una discusión o una posible paliza. Aunque, soportaría cualquier cosa, porque valió la pena pasar el día con mi novio y su madre. Ellos me hacen sentir segura, tranquila, nada comparado con cómo me siento alrededor de Leticia y Carla. Por lo tanto, sea lo que sea que suceda cuando vuelva a casa, no me arrepiento de nada.

------

Bella Mark

------

NOTA: Hola! Solo quería hacerles saber que voy a seguir actualizando la historia, no con la frecuencia que me gustaría, ya que me no puedo dedicar todo mi tiempo a escribir, aunque me encantaría hacerlo. Lo que sí me gusta, es sentirme satisfecha con lo que escribo, sentir que el capítulo quedo perfecto para mí y ofrecer algo bien realizado, y eso lleva tiempo. Doy las gracias a las personas que leen esta historia y apoyan este trabajo. Mil gracias! Adoro sus comentarios, me hacen sentir bien con lo que hago.

Un millón de besos y muchas gracias por el apoyo!

Más populares

Comments

AMANECER

AMANECER

🥰🥰👏👍

2024-03-26

1

Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴

Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴

Ludo vive en un campo minado, en un nido de víboras, y aún así me parece que no tiene nada de malicia para cuidarse, ha vivido en medio del maltrato y no aprende, está llevando esa relación muy tranquila y relajada sabiendo lo que le espera si la tía y la prima se llegan a enterar, si es que aún no lo han hecho. 🤔😣👀😶😕😕😏😒🇦🇲

2024-01-12

1

🌺 Diglass 🇵🇦🤗🌺

🌺 Diglass 🇵🇦🤗🌺

esta novela seguirá su curso o hasta aquí llego . que me digan para no esperar más.

2023-08-30

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play