CAPÍTULO 13 - SE ACABÓ

MARTÍN

Mi cuerpo vibra por todas partes. Un intenso fuego corre por mis venas y calienta mi piel. La suavidad y humedad de sus labios me vuelve loco. En cuanto su lengua se asoma tímidamente dentro de mi boca, un profundo y ronco gemido brota de lo profundo de mi pecho.  Mi control pende de un hilo y me importa una mierda que estemos en la biblioteca de la escuela.

Mi maldito control se rompe cuando Ludo hunde sus deditos en mi cabello y aprieta su pecho contra el mío mientras jadea. Le muerdo el labio inferior para después pasarle la lengua y calmar el ardor. Sus ojos verdes son oscuros y me excita demasiado ver sus labios hinchados por mis besos. Mis labios vuelven a reclamar los suyos y… la necesito más cerca, necesito que su cuerpito se funda con el mío. Con firmeza la tomó de las caderas y la colocó a horcajadas sobre mí.

Ludo jadea de sorpresa, pero su cuerpo se funde con el mío e inconscientemente mueve un poco sus caderas chocando su centro con mi entrepierna, que la desea con locura. Gimo fuerte y con una mano aprieto un costado de su cadera y la incito a moverse sobre mí, mientras llevo la otra a su nuca para besarla con más fuerza, no logró tener suficiente de su boca.

Ludo se deja llevar y me devuelve el beso con la misma urgencia. Sus movimientos sobre mi se vuelven cada vez más frenéticos e introduzco una mano debajo de su falda, necesito con desesperación tocarla. Acarició con vehemencia la suave piel de uno de sus muslos, mientras mis dedos viajan lentamente a su intimidad. Jadeo cuando siento su calor y ambos abandonamos nuestros labios para mirarnos intensamente, mientras mis dedos recorren con suavidad su húmeda intimidad… Ludo se muerde el labio cuando introduzco uno de mis dedos en su…. ¡RING! ¡RING! ¡RING!

Abro los ojos, me siento en la cama con la respiración agitada. Vaya sueño. Corro las sábanas y no me sorprende encontrarme con una muy dura erección. Desde ayer que pase la tarde con Ludo y nos besamos de esa forma tan intensa, no he parado de pensar en ese momento… y ahora, soñar con ese instante. Sólo que el sueño es más fantasioso en comparación con lo que realmente sucedió. Juro que aún puedo sentir su beso en mis labios, el calor de su cuerpo cerca mío, su olor en mi nariz y la explosión de sensaciones hermosas que recorrió todo mi cuerpo.

Soltando un gran suspiro, me pongo de pie y caminó hasta el baño, abro el agua fría para que me ayude con el tema entre mis piernas y para enfriar mi acalorado cuerpo. La ducha fría no funciona y recurro a mi mano. No he tenido que "aliviarme manualmente" desde los 15 años cuando deje de ser virgen, pero ahora… es la segunda vez que lo hago. Hace dos semanas probablemente hubiera buscado una chica para satisfacer mis necesidades, sin embargo, hoy, eso no es una opción… no cuando estoy con Ludo, jamás la engañaría con otra. Ya tendremos tiempo para hacer el amor.

Salgo de la ducha sintiéndome un poco más aliviado. Me visto con el uniforme del colegio y mientras bajo a desayunar se pasa por la cabeza, preguntarle a Ludo si quiere que la pase a buscar para ir juntos a la escuela. Sinceramente deseo verla, oír su voz, oler su aroma, besar sus labios. Por lo que, después de desayunar con mi madre, bajó al estacionamiento, me subo a Audi con la intención de conducir a la casa de Ludo, pero un mensaje de Eric cambia mis planes.

Llegó al “Bristol School” y me reúno con un alterado Eric. Inmediatamente le preguntó qué le sucede, su mensaje sólo decía que me necesitaba urgente. Busco alguna señal en su cuerpo, no lo sé, una herida tal vez. Pero no, el idiota cree haber encontrado a la chica misteriosa con la que habla y quiere que lo acompañe a averiguar si efectivamente es ella.

- Eres idiota. He conducido al límite de velocidad pensando que te sucedía algo grave.

- Es grave. - Comenta ofendido y ruego los ojos. - Creo que la chica misteriosa es… - Se acerca más a mí para susurrarme su descubrimiento. - La bibliotecaria. - No puedo evitarlo y me río de él. Eric rueda los ojos con fastidio.

- ¿Cómo llegaste a esa conclusión? - Pregunto divertido\, muero por saber.

- Porque subió un estado de WhatsApp de la biblioteca. Obviamente no sabía que era la biblioteca del Bristol\, le tuve que preguntar a Fosforito si reconocía el lugar. - Me río porque no me sorprende que ninguno de nosotros no haya pisado nunca la biblioteca.

- ¿Cuál es el plan? - Le pregunto porque sé que tiene un plan… un loco plan. Pero es mi mejor amigo y sabe que de los cuatro, soy el único que lo seguiría a muerte.

- Necesito confirmar que es ella\, así que vamos a ir a la biblioteca. Ella ya está ahí\, y vamos a tomar su móvil\, para ver sus mensajes y corroborar que ella es mi chica misteriosa.

Sé que debería disuadirlo, pero qué más da. Hemos hecho cosas peores. Entramos al colegio y lo guió a la biblioteca, sólo se el camino porque ayer estuve aquí con Ludo. Entramos sigilosamente, observamos el escritorio donde se supone encontraremos a la bibliotecaria pero no hay nadie, sin embargo, encontramos su bolso y su móvil. Mientras Eric revisa el celular, yo vigilo.

- Santa mierda. - Su comentario me hace agacharme a su lado para ver lo que sea que le haya hecho decir ese intento de insulto. - Esta mujer es una ninfómana. Cool.

- ¿Qué? - Eric me muestra los chat y… SANTA MIERDA.

Hay de todo, desde mensajes subidos de tono y muy explícitos, hasta fotos y video. Pero todos son hombres mayores, y algunos mensajes no son sexuales, más bien parece que hace realidad fetiches raros de personas raras.

- ¡¿QUE CREEN QUE HACEN?! - La voz aguda e indignada de una mujer nos hace saltar y pegar un grito.

Nos ponemos de pie y nos encontramos con una señora, de unos 40 años, delgada, de cabello rubio y gafas rojas. Está vestida como una bibliotecaria, pero no de las sexys y nos mira horrorizada.

- Yo… nosotros… no. - Balbucea Eric y el idiota le muestra el móvil que aún tiene en las manos.

- ¿Por qué tienen mi móvil? - Jadea sorprendida mientras sus mejillas se tiñen de rojo y le quita el aparato de las manos a mi mejor amigo.

- No vimos nada. - Mis palabras salen demasiado rápido y sólo nos hacen ver más culpables.

- Ustedes… se creen que pueden hacer lo que quieren por tener dinero. Estoy cansada de niños como ustedes.

La señora deja su móvil en la mesa y en un rápido movimiento la tenemos agarrando una oreja de cada uno. Su agarre es fuerte para ser tan pequeña. ¿Qué mierda? La señora saca nuestros traseros de la biblioteca y nos grita que tenemos prohibida la entrada. Espero que Ludo no quiera volver a estudiar aquí, porque no sé cómo explicarle que no puedo entrar a la biblioteca.

- No es mi chica misteriosa. - Sususrra Eric después de que la mujer desapareció de nuestra vista.

- No me digas. - Le digo molesto. Jamás me habían agarrado de las orejas. Bueno, tal vez una o dos veces cuando era niño. - De esto ni una palabra a nadie. - Lo señalo con el dedo índice.

- Por supuesto. Esto queda entre nosotros. - Concuerda conmigo\, visiblemente molesto por haber sido humillados por una pequeña mujer. Sabía que era un mal plan.

Olvidada nuestra aventura, nos reunimos con el resto del grupo y me cuentan lo que le hicieron pasar ayer a Fosfortio realizando la tarea de historia. Una vez en clases, mis ojos se fijan en mi rubia. Es hermosa. Me la paso el día observándola y deseando con fuerza poder besarla de nuevo. Ahora que hemos agregado la lengua a la ecuación, se acabaron los besos tímidos.

Cuando mis amigos me preguntan por los avances en la apuesta, me encargo de dejarles en claro, otra vez, que sólo escucharan lo que yo desee compartir y ahora mismo no deseo contar nada. Me siento incómodo hablando de Ludo de esa forma.

En la clase de historia, Ludo entrega nuestra tarea y le ruego al cielo que la profesora nos califique con una nota alta, no quiero decepcionar a mi rubia, ella siempre saca buenas notas, por algo es una de las mejores alumnas. Durante el día intento acercarme a mi rubia, pero no lo logro, ya sea porque soy arrastrado por mis amigos para molestar a fosforito o porque ella está ocupada con Belu.

En el segundo receso, mientras los demás M.ET.A hablan de hacer algo el fin de semana me entretengo viendo Tik Tok. No suelo usar mucho esa aplicación pero a veces me sirve para pasar el rato. Entre tanto vídeos me topo con uno donde un chico de mi edad le pide a una chica que sea su novia, usando un cartel con la pregunta y sosteniendo un ramo de rosas. Eso me hace pensar en Ludo. Para mi está claro que estamos juntos, pero… ¿Debería preguntarle si quiere ser mi novia?... ¿Espera ella eso? Ella es tan dulce e inocente que probablemente espera que le pregunte. Que imbécil que soy. Claro que tendría que haberle preguntado. Puede que ella no se acerque a mi cuando estoy con mis amigos, porque no sabe que somos… bueno, nadie lo sabe. No he dejado en claro que ella es mía. Debo cambiar eso.

Nuestra última clase llega demasiado rápido y no he ideado un plan para preguntarle a Ludo si quiere ser mi novia. Aunque aquí, no hay opciones de SI o No. Ella es mía y voy a luchar por ese SI.

Una vez que entro al gimnasio, mis ojos la buscan. Aprieto la mandíbula al verla hablando con el idiota de Fernández y Belu. Comienza a joderme que ese ñoño esté pegado a mi chica. Desearía ser yo quien esté todo el día pegado a ella. Eso va a cambiar pronto, apenas me diga que si me deja ser su novio, no pienso separarme de ella ni un segundo. Mis ojos absorben su belleza, si el uniforme normal le queda increíble, el de gimnasia le queda alucinante. La camiseta se ajusta perfectamente a su cuerpo y a su pecho, mientras que el short no sólo deja ver más sus piernas, sino que también resalta su trasero redondito. Si sigo mirándola, se me va a parar delante de toda la clase.

- Amo gimnasia y los uniformes de nuestras compañeras. ¿Soy yo o Belu cada día está más sexy? - Eric se come con la mirada a la colorada que pasa de él.

- Sexy está Ludovica. No entiendo porque nunca me fijé en ella. - El comentario de Alejandro me hace girar bruscamente para encontrarme con su cara. Mis manos se vuelven puños y doy un paso hacia él. El castaño me sonríe\, lo ha hecho a propósito.

- ¡Venga\, a trotar! - Grita el profesor mientras Alejandro y yo nos desafiamos con la mirada. - Molina\, Santillán ¿son sordos? ¡A correr\, YA!

Eric me empuja lejos del castaño evitando que le rompa la cara por hablar así de mi chica y que me meta en un problema por golpear a un compañero. Me mantengo lejos del castaño tocapelotas y me concentro en realizar los ejercicios y mirar a Ludo… Dios, mi rubia es mala para el deporte, pero tan hermosa. Belu la ayuda a completar el circuito de ejercicios y tengo un ojo en ellas por si Ludo se lastima. Quisiera ser yo quien la ayude… poner mis manos sobre ella, sentir su calor… ¡Para ya!

Cuando la clase terminó, me despido de Eric y corro al vestuario para ponerme mi uniforme de básquet y salir rápidamente al pasillo en busca de mi chica. Ya no aguanto no besarla.  La veo salir del vestuario de mujeres y pararse en una esquina, supongo que a esperar a Belu. Perfecto, eso me da unos segundos a solas con ella. La llamo y trotó hasta ella para interrumpir su saludo con un beso que llevo todo el maldito día deseando.

Por un breve instante nos perdemos en la boca del otro, hasta que el entrenador me llama y me jode el momento. A duras penas me despido de mi rubia y vuelvo al gimnasio. El entrenador nos machaca con ejercicio y estrategias de juego durante dos largas horas que terminan por dejarme agotado.

- Buen trabajo. La semana que viene empiezan los partidos. El que no rinda como debe se queda un partido en el banco. ¿Estamos? - Nos comunica a todos una vez que da por terminado el entrenamiento.

- Si entrenador. - Contestamos todos al unísono.

- Bien\, largo. - Esa es su despedida. - Molina tú te quedas.

- ¿Qué ocurre entrenador?

- Tienes que dejar de fumar. Ya lo hablamos. Eres el capitán del equipo y debes rendir al 100 %. Si sigues arruinándote los pulmones con tabaco no vas a durar ni un partido sin sentir que tus pulmones arden por la falta de aire. El año pasado prometiste dejarlo.

- Lo intento. Ya no fumo tanto como antes. - Me excuso.

- No quieras verme la cara de idiota\, Molina. Te observo niño\, sé que sigues fumando cual chimenea. - El entrenador se acerca más a mí y me señala con su dedo índice. - Si sigues fumando vas a ir al banco hasta que lo dejes.

- No puede hacer eso. - Me quejo.

- Claro que puedo\, soy el maldito entrenador Molina. - Jodido viejo de mierda. - ¿He sido claro?

- Si entrenador.

Salgo del vestuario con un humor de mierda. Sólo quiero llegar a mi casa, hablar con Ludo y no pensar en las malditas advertencias del entrenador. Como si dejar de fumar fuera fácil. Subo al auto y mi móvil suena, lo reviso rápidamente por si es Ludo, pero no es ella, son mis amigos.

Chat - M.E.T.A

Eric: Martín terminaste tu entrenamiento? Estamos en el bar.

Martín: Paso. Estoy muerto, nos vemos mañana.

Bloqueo el celular y emprendo mi viaje a casa. Cuando llego, me ducho, bajo a cenar con mi madre y recién vuelvo a sonreír cuando intercambió varios mensajes con mi rubia. No sé qué poder tiene sobre mí, hablar con ella siempre me calma, me pone de buen humor y es como estar flotando. Un poco cursi, lo sé.

Chat - LUDOVICA

Ludovica: Me muero de sueño, seguimos hablando mañana?

Martín: Sí, hermosa. Yo también me voy a dormir. Buenas noches, preciosa.

Martín: Sueña conmigo

Ludovica: Buenas noches. Un beso

Martín: En la boca?

Ludovica: Sí

Martín: Un beso en la boca para ti también, hermosa.

***

El sábado me despierto y me doy cuenta de que no tengo que prepararme para ir al colegio, donde veré a Ludo. Eso me jode. Quiero verla. Mañana es domingo, lo que significa que tengo que esperar hasta el lunes para verla. Ni hablar. Inmediatamente tomo mi celular e intento hacer que nos veamos hoy, pero ella me dice que está muy ocupada con cosas que le ha pedido su tía. Eso me frustra pero no me rindo y le propongo que nos veamos mañana.

Chat - LUDOVICA

Martín: Aunque sea unos minutos, juro que con eso me basta para no extrañarte tanto

Ludovica: También me gustaría verte aunque sea unos minutos… Puedo confirmarte más tarde si puedo salir mañana?

Martín: Sí, hermosa. Espero tu confirmación!

Paso el día jugando videojuegos, viendo series y extrañando a mi rubia. Por la tarde noche, los M.E.T.A hablan por el grupo de WhatsApp y organizan verse en la casa de Alejandro. De repente no me apetece verlos, estoy seguro que Alejandro va a buscar tocar las pelotas al hablar de Ludo y la apuesta y pasó de eso. Ya mi humor es una mierda por pasar 24 horas sin ver a mi chica, sí me provoca no voy a poder controlarme. Además no quiero tener que lidiar con su hermana. Ignoro sus mensajes y bloqueo el celular. Pero suena de nuevo y lo reviso, puede ser Ludo. No es ella, es su prima, la acosadora Carla. Suspiro e ignoró sus mensajes. Se la ha pasado escribiéndome y enviando fotos por todas mis redes sociales y ahora también por WhatsApp. No sé cómo consiguió mi número.

- Hijo. - Mi madre se asoma por la puerta de mi cuarto. - ¿Te gustaría ir a cenar conmigo? - Me pregunta sonriendo. Le sonrío y asiento.

- Claro mamá. Me cambio y vamos.

- Ok\, mi amor. Te espero abajo.

A cualquiera de mis amigos les molestaría salir a cenar con sus padres, siempre lo hacen por obligación, pero yo amo a mi madre y salir a cenar con ella no es un esfuerzo para mí. Estoy orgulloso de mi madre. Me visto con un jeans negro y una camisa verde oscuro. Me paso la mano por el cabello, me perfumo, tomo mi billetera, celular y las llaves de mi auto y bajó para reunirme con mi madre. Esta bellísima luciendo un elegante vestido negro.

Conduzco hasta el “El Club”, donde se encuentra el restaurante favorito de mi madre. Es un sitio elegante y relajado, familiar. No tenemos una reserva, pero mi madre es alguien importante y el mismísimo dueño del lugar nos acompaña a una mesa vacía. Después de mirar la carta, pedimos nuestra cena. Mientras comemos, mi madre me cuenta de su trabajo, me gusta escucharla tan apasionada por su trabajo, ojalá compartiera esa pasión con ella, pero las leyes y demás me resultan aburridas, en cambio los números se me dan fáciles. Era Andrés el que quería seguir los pasos de mi madre y yo, los de mi padre. Quiero ser empresario, sólo para competir con él.

Después mi madre desvía la conversación hacía mí. Me pregunta por el colegio y los entrenamientos. Por suerte, no me pregunta por la compañera que fue a casa. No creo poder ocultar la enorme sonrisa que se me forma al hablar o pensar en Ludo.

Ay Ludo... ¿Qué estarás haciendo ahora?

Mi madre recibe un mensaje y aunque odia mirar su celular mientras está conmigo, su trabajo demanda de su atención las 24 horas. Mientras espero que ella termine de responder recorro con la mirada el lugar, hay varias familias y parejas disfrutando de la excelente comida que sirven aquí. Debo decir que la atención también es muy buena y… ¿Ludo?. Mis ojos se clavan en una mesera de cabello rubio, un cabello que conozco como la palma de mi mano, he pasado cinco años observándolo. Es Ludo. Lo confirmó cuando la mesera se gira para sonreírle a una pequeña niña y tengo su rostro a la vista. ¿Qué hace mi chica trabajando aquí?

Cuando la veo caminar hacía un pasillo, me pongo de pie llamando la atención de mi madre. Le digo que debo ir al baño y voy tras mi rubia. Ella está de espalda a mí, me acerco y coloco mis manos en sus caderas y ella se sobresalta girando su cuerpo hacia mí.

- Martín. - Jadea sorprendida.

- ¿Qué haces trabajando aquí? - Le pregunto con el ceño fruncido. ¿Por qué no me contó que trabajaba aquí?

- Es una larga historia.

- Tengo tiempo.

- Pero yo no\, tengo que seguir trabajando.

- ¿A qué hora terminas?

- A las 9.

- Ludo\, tu orden. - Una voz masculina la llama e inmediatamente dirijo mis ojos hacía el tipo fornido que sostiene en sus manos un plato con un trozo de pastel de chocolate.

Ella suspira y se aleja de mí para tomar la orden. Entiendo que no puedo retenerla y le susurro que la estaré esperando afuera cuando termine. Ludo asiente antes de desaparecer de mi vista. Vuelvo a mi mesa con mi madre. Y mi cabeza se me llena de preguntas. ¿Desde hace cuánto trabaja aquí? ¿Por qué no me lo contó? ¿Su tía la ha obligado? Belu dijo que esa mujer no quiere a Ludo. ¿Por qué nunca la vi aquí, o en "El Club"? Nos hubiéramos cruzado, vengo mucho a este sitio.

- Hijo… Martín\, cielo. - La voz de mi madre me trae de regreso a la realidad.

- Lo siento mamá. No te he escuchado. - Mis ojos se desvían detrás de mi madre. Ludo camina de nuevo hacía el pasillo de recién. Reviso la hora en mi móvil. Son las 9.

- Mamá\, ¿podemos irnos?

Ella me observa sin entender nada, pero al ver mi desesperación accede que nos vayamos. Pide la cuenta, paga y ambos salimos del restaurante. Bajamos los escalones y me detengo con la vista clavada en la entrada del restaurante. ¿Saldrá por ahí?. Mis ojos vagan por todo lo ancho del sitio esperando ver a Ludo aparecer por cualquier esquina.

- ¿Hijo que sucede? - Me pregunta preocupada.

- Nada\, sólo… ¡Ludo! - La llamo cuando la veo aparecer por un costado del restaurante.

Ella posa sus ojos en mí y desvía su camino hacia las escaleras. Ludo vacila por un segundo al ver a mi madre a mi lado, pero asiento para que baje. Es hora que se conozcan. Tímidamente Ludo se acerca a mí, pero aún sigue lejos para mi gusto, así que acortó más la distancia entre nosotros. Acarició su brazo hasta llegar a su mano y entrelazar nuestros dedos. Ella se sonroja y sus mejillas se tiñen del mismo rojo que su blusa.

- ¿Podemos hablar? - Le pregunto me mira pero después desvía sus ojos hacia dónde está mi madre\, e intenta soltarme la mano pero no se lo permito\, aprieto mi agarre sin hacerle daño. Miro a mi madre que contempla con cariño a mi chica y me relajo. - Mamá\, ella es Ludovica Garibaldi. Ludo\, ella es mi madre Valeria Ruiz.

Las presentó y omito que Ludo es mi novia, porque me niego a preguntarle de esta forma o imponerme e incomodarla. Además muero por preguntarle y ver su reacción. Mi madre sonríe y abraza efusivamente a mi chica.

- Encantada de conocerte Ludovica. - Mi madre suelta a Ludo que luce visiblemente nerviosa. Trazo círculos con mi pulgar sobre su mano para que se relaje.

- Un gusto señora Ruiz.

- ¿Y ustedes son compañeros de escuela solamente o son…? - La interrumpo.

- Mamá\, ¿me dejas hablar con Ludo? A solas.

- Ok\, entiendo. - Levanta las manos. - Bueno me voy\, un placer conocerte Ludovica y espero que podamos hablar más pronto. - Mi madre besa la mejilla de Ludo y después mi mejilla.

- ¿Quieres que te pida auto?

- No tranquilo\, yo puedo encargarme de eso. Avísame si vuelves a casa.

Una vez que mi madre se va, guió a Ludo al estacionamiento donde está mi auto. No entramos al vehículo, pero me apoyó en él, sin soltar la mano de Ludo le pido que me explique por qué está trabajando en el restaurante.

- Porque lo necesito. Mi familia… mi tía no es rica y debo trabajar para comprarme mis cosas. - Me explica nerviosa.

- ¿Ella te está obligando a trabajar? - Preguntó con suavidad. Ludo suspira y retira su mano de la mía y mi piel se siente fría sin su tacto. Ella se pasa la mano por el costado del cuello nerviosamente.

- No me obliga. Lo hago porque… ella no puede darme todo lo que necesito.

Nos quedamos unos segundos en silencio. Sé que su familia no es rica, pero ella no debería trabajar, es menor de edad. Además está la exigencia del colegio, si trabaja en qué momento va a estudiar. Ella debe cuidar su beca, se ha esforzado por años. Admiro que trabaje, pero también me preocupo por ella.

- Ya sé\, es horrible que trabaje de mesera. - Su voz me saca de mis pensamientos. - Supongo que… hasta aquí llegamos - ¿Qué dice? - Tienes un status y no es bueno para ti que te vean conmigo\, una becada\, huérfana que debe trabajar.

- ¿Qué dices? - No entiendo porque dice todo esto.

- Me pediste una oportunidad y te la di. Pero no sé qué quieres. Siempre nos vemos a escondidas\, como si te diera vergüenza que te vean conmigo. Y no te estoy reprochando nada\, pero… ¿Vamos a salir en secreto? ¿Es eso lo que quieres? - No me da tiempo a decirle que no quiero eso. - Sólo quiero algo de claridad\, soy nueva en esto y no sé cómo funciona. - A la mierda con lo que había planeado no pienso dejar que siga pensando que no es mía… que no es mi novia. - Sabes que\, olvídate de lo que te dije\, no es necesario que... - La interrumpo tomando su cara entre mis manos y besándola.

Llevo deseando besarla todo el puto día. Ludo se paraliza por un segundo para después devolverme el beso abriendo su boca para mí. Bajo mis manos de su rostro a su cintura para envolverla con mis brazos y pegarla a mi cuerpo con desesperación. Ella suelta un suave gemido que manda una corriente eléctrica por todo mi cuerpo hasta alojarse en mi entrepierna. Nuestras lenguas se reúnen y bailan juntas en nuestra boca. Jamás me voy a cansar de besarla, sus suaves labios, su aliento, su lengua, su preciosa boca son una adicción.

Los pulmones me arden por falta de aire y no quiero soltarla, pero ambos necesitamos respirar, además muero por hacerle la pregunta. Pego mí frente a la suya, mi agitada respiración lucha por ser normal y eso toma un par de segundos. Me separo apenas de ella, sólo para poder ver su carita. Una gigante sonrisa se dibuja en mis labios al ver que aún sigue con los ojos cerrados y los labios rojos por nuestro beso, es tremendamente hermosa.

- No me avergüenza que me vean contigo Ludo\, sólo pensé que querías ir lento. - Ludo abre sus ojitos\, aún nublados por el deseo. - No quería agobiarte\, quería que te acostumbras a mí\, a mis besos… sobre todo para que ya no mirarás a nuestro alrededor en busca de espectadores. - Su rostro se relaja y en sus ojos brilla la calidez y la emoción. Dios, no sé cómo tuve tanta suerte de que me diera una oportunidad. - No paro de pensar en ti\, hermosa. Te llevo en mi mente las 24 horas del día\, te extraño cuando no te veo y las ganas de besarte y estar cerca de ti aumentan cada día más y más. - Tomó aire y sonrió. - Quiero estar contigo... sólo contigo. ¿Ludo\, quieres ser mi novia? ¿Me dejas ser tu novio? - Contengo la respiración esperando su respuesta. Una gran sonrisa se dibuja en sus sexys labios y suspiro de alivio.

- ¡SÍ\, sí quiero ser tu novia! - Escuchar la alegría en su voz me hace sentir el tipo más afortunado del mundo.

Ludo sonríe feliz y juro que quiero ver esa sonrisa radiante siempre en su rostro. Mi corazón parece que, literalmente, quiere salirse de mi pecho. Llevo mis manos a su rostro, acarició sus mejillas y no puedo creer que por fin es mía. Me pierdo en sus ojitos verdes brillantes y después posó mis labios sobre los suyos. Suspiro de felicidad al sentir la suavidad de su boca y me tomo el tiempo para besar dulcemente a mi novia. Quiero poder transmitirle todo lo que siento por ella en este beso. Nuestro primer beso como novios oficiales.

Mi novia... mía. - Susurro sobre sus labios con una sonrisa estúpidamente feliz.

Vuelvo a unir nuestros labios, en un beso más apasionado, rodeando su cintura con mis brazos, acercándonos tanto que no quede espacio entre nosotros. Después de besarla, la elevó de sus pies y nos hago girar mientras mi dulce novia ríe de felicidad. "Mi novia" que hermoso es poder llamarla así. Coloco a MI NOVIA en el suelo y le doy un casto beso en sus labios rojos y la ayudó a subir a mi auto para llevarla hasta su casa… bueno hasta la esquina de su casa.

Despedirme se me hace difícil, no deseo alejarme de ella ahora que es mía. Pero, debo hacerlo. Me tomo mi tiempo para despedirme de ella besándola muchas veces y disfrutando de sus risitas. Una vez que la dejó ir y que sé que está a salvo en su casa, conduzco, con una enorme sonrisa, hasta la mansión de Alejandro dónde aún están reunidos mis amigos.

Cuando llego, me permiten cruzar las enormes rejas que custodian la mansión, sigo por el largo camino que me lleva hasta la casa. Estacionó mi Audi rodeando la enorme fuente que adorna la entrada y me bajo de mi auto decidido a terminar con la apuesta. Me niego a lastimar a Ludo.

Un hombre viejo y vestido de mayordomo me abre la puerta y le indica a una mujer del servicio que me lleve hasta la habitación donde están mis amigos. Le agradezco, y una vez que se retira abro la puerta llamando la atención de los tres chicos que juegan videojuegos frente a una pantalla gigante. Se sorprenden y se alegran de verme, pero no estoy para reuniones amistosas. Me planto frente a ellos.

- Me salgo de la apuesta. Se acabó. No voy a seguir. Ganaste Eric. - Mi voz sale decidida.

- Espera ¿por qué terminas todo? - Pregunta Alejandro confundido por mi decisión.

- Eso no te importa. Se acabó. - Me giro para irme pero el comentario desafortunado de Alejandro me hace volver hasta él.

- ¿Por lo menos te la follaste? Porque perderse semejante cuerpo es.... - Mi mano derecha impacta en su rostro haciéndole sangrar la nariz.

Te advertí que no hablaras de ella. - Siseo entre dientes conteniendo las ganas de seguir golpeándolo, más cuando el imbécil sonríe.

Me alejo de él y salgo de allí. La rabia aún fluye por mis venas, mis manos están fuertemente apretadas en puños mientras me apresuro a bajar las escaleras para llegar a la puerta de salida. Eric grita mi nombre y siento que pasos detrás de mí, pero no me detengo. Sólo quiero irme.

- Martín\, espera. - Me alcanza una vez que estoy por llegar a mi auto. Mi amigo me detiene tomándome del brazo. -

- Hey\, ¿Qué carajo sucede?

- Sucede que ganaste Eric.

- Me importa una mierda eso… ¿Sucedió algo con Ludovica? - Eric luce visiblemente preocupado. Suspiro y me pasó la mano por la nuca.

- No quiero lastimar a Ludo… Ella… me importa.

- Ok. Bien. Apuesta cancelada. - Su respuesta me sorprende un poco\, no sé\, esperaba que quisiera saber más o se burlara de mi.

- Eric\, no tienes que…

- Y una mierda Martín. Igualmente sabes que nunca podría quitarte algo te importa demasiado. - Lo sé.

- Gracias Eric. - Mi amigo asiente y da un paso atrás\, dándome espacio para subir a mi auto y largarme de aquí.

Conduzco hasta el cementerio donde descansa Andrés. Camino hasta su tumba y me detengo frente a su cuidada lápida. Mi madre se encarga de eso y no puedo pensar lo difícil que debe ser para ella. Me siento sobre el césped para hablar con mi hermano mayor.

- Hey\, hermano mayor. - Suspiro\, esto es difícil para mí. - Creo que aún no me disculpé por apostar a "Harley". Pero supongo que estarás contento al saber que no termine la apuesta… me enamore de ella\, Andrés. Con locura. Creo que siempre estuve enamorado de ella\, sólo que era demasiado inmaduro para asumirlo. Además de que estaba roto emocionalmente. - Arrancó un pedacito de césped. - Ludo es genial\, la amarías y ella a ti. - Sigo arrancando pedacitos de césped. - Siento ser un desastre\, pero estoy cambiando…. Por ella y por mi. Quiero que te sientas orgulloso de mí.

La irrupción de un mensaje en mi móvil, rompe el silencio melancólico que me rodea. Consulto mi celular, es un mensaje de mi madre que está preocupada por mí. Le respondo que en unos minutos voy a casa y después me despido de Andrés.

- Prometo traer a mi novia para que la conozcas. Adiós\, hermano mayor.

Conduzco a casa sintiéndome tranquilo, en paz. Le hago saber a mi madre que llegue y huyó de ella cuando intenta saber más de Ludo.

- Mañana\, mamá. Buenas noches.

- Buenas noches\, cielo.

Entro a mi cuarto sonriendo al recordar la carita de mi rubia aceptando ser mi novia. Es mía, mi novia. Nunca me he sentido tan feliz en mi vida. Terminar con la maldita apuesta fue lo mejor. Tendría que haber terminado con eso en cuanto los ojitos de Ludo me miraron por primera vez hace dos semanas.

Me desvisto y me meto en la cama. Le envío un mensaje de buenas noches a mi novia y suspiró feliz al recibir su respuesta de inmediato. Me gustaría tanto compartir esta felicidad que siento con mi hermano. Sé que él se sentiría un poco decepcionado de mí por aceptar la apuesta en primer lugar. Él hubiera enamorado a la chica desde el primer día… era más valiente y maduro que yo. Pero también sé que ahora está feliz por mí, por hacer lo correcto poniéndole fin a la apuesta y por animarme a estar con la chica de mis sueños. Ahora entiendo lo que me dijo Andrés hace tiempo sobre el amor. Él tenía razón.

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Bella Mark

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Comments

MALÚ 2834

MALÚ 2834

Ahora deberías explicarle todo a ella,,como inicio y como la cancelaste porque estas enamorado de ella,,,sería lo correcto

2024-03-01

1

MALÚ 2834

MALÚ 2834

Pero se enterará seguro,,o bien por parte de Alejandro o por la tipa que está detrás de él,,Soledad

2024-03-01

0

Mayerling

Mayerling

Me encanto el capitulo autora pero me da miedo de que Alejandro destruya la felicidad de Martin y Ludo ...

2023-07-18

7

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