Capitulo 20

Kyle Kinnaman abrió sus ojos y se vió conectado a muchas máquinas. Varios cables se extendían desde su pecho. Un suero colgaba a un lado de él y tenía varias agujas conectadas a más cosas en sus venas. Sin el mínimo cuidado, arranco todo de forma violenta y se sentó en la cama, algo aturdido. Era su habitación, la reconocía, y estaba solo. No había nadie allí. Observo que llevaba una pijama y sintió asco, parecía ropa de hospital. Se puso de pie, y sintió el frío del piso bajo sus pies. Movió sus dedos con curiosidad, como si estuviera explorando nuevamente aquellas sensaciones. Al abrir la puerta, el guerrero que estaba apostado fuera de ella cubriendo la guardia, se quedó pasmado al ver a su Alpha allí de pie.

- A-A.. Al..pha...- Con una dificultad enorme, el guerrero apenas y pudo tartamudear la palabra. Kyle lo miro sin darle la mínima importancia y salió del cuarto. Descalzo emprendió su andar por el pasillo. Cuando el guerrero pudo reaccionar, fue tras él.

- Alpha.. Por favor.. Regrese a su cuarto, déjeme... déjeme avisarle a alguien que está... despierto.- El hombre iba titubeante tras él, basto una sola mirada de Kyle para que esté deponga su actitud y quede petrificado dónde estaba. Bajando su cabeza y mostrando su cuello en señal de sumisión. Kyle sonrió satisfecho, aún tenía ese toque.

Bajo la escalera descalzo y en su pijama, todos los que lo cruzaban no podían evitar quedarse helados. Como quien ve a un muerto regresar de la muerte. Los ojos se abrían a más no poder, al igual que las bocas de todos los que lo cruzaban en su caminata. Él siguió como si nada, como si no hubiese estado más de dos años en coma. Se dirigió a su despacho y allí se quedó de pie al abrir la puerta. Un hombre flaco y desgarbado, con un traje marrón café horrible y unos lentes de marco negro enormes, estaba sentado en su sillón y miraba unos papeles, mientras otro más, le hablaba de otra cosa. Los dos hombres se quedaron congelados al ver a Kinnaman allí de pie. Kyle entro al lugar, con aquella presencia característica suya.

- Y usted es?.

- Alpha... Alpha.. Cómo?.- El hombre de traje marrón, era a quien el consejo había dejado a cargo. El tipo estaba superado por la situación. Tenía una manada enorme completamente disgustada, quejas y reclamos todos los días, una Luna que distaba muchos de serlo y solo le sumaba un problema más y no solo con eso, ahora había despertado el temible Kyle Kinnaman y nadie lo había puesto al tanto. El rostro cansado y las ojeras largas y oscuras debajo de sus ojos, evidenciaban el estrés y el extremo cansancio. Cuando vio al temible y enorme alpha allí de pie, sintió que su pulso cardíaco se aceleraba tanto, que el corazón se le saldría del pecho.

- Le hice una pregunta.- Kyle volvió a hablar, con esa fiereza y frialdad que tanto lo caracterizaba.

- Yo.. Yo soy un interventor. El consejo me dejó a cargo, dada la.. Situación... Su situación.- El hombre hablo con miedo y sin poder dar crédito de lo que sus ojos veían.

- Bueno como verá esa situación ya no es tal, asi que.. Puede largarse de aquí.

- Alpha..- Kyle camino hacia su asiento y se quedó de pie observando la endeble figura de aquel tipejo. A el hombre no le quedó más que ponerse de pie y dejar el asiento libre. La figura de Kyle Kinnaman, realmente despertaba miedo. El alpha tomó asiento y busco su laptop, al no encontrarla, le pidió al otro hombre que estaba allí que fuera por ella y también por su teléfono celular. El interventor del consejo aún seguía allí, viendo todo con temor y asombro.

- Qué hace aquí aún? Le dije que se largara.

- No es tan sencillo Alpha. No funcionan así las cosas. El consejo me ordeno..

- El consejo me puede chupar las bolas.- El hombre entró con la laptop y el celular y Kyle no demoró en encender los dispositivos y empezar a teclear en ambas cosas.- No lo repetiré una vez más. Le estoy dando la posibilidad de seguir con vida.- El hombre tragó grueso y se marchó del despacho sin más.

Lo primero que puso en su buscador fue el nombre de Akela. Montones de artículos periodísticos de los últimos dos años, aparecieron en la pantalla. Él ojeo por arriba aquellos que le parecieron más importantes, pero en cierto punto, la información se volvía repetitiva y prácticamente nula. Su semblante se oscureció al escribir el nombre de Jay. Aquel nombre salía asociado a la palabra traidor en varios artículos. Su mano se cerró en un puño y apretó su mandíbula con furia. No había nada de ellos, nada nuevo, nada se sabía. Su búsqueda había sido detenida dada la situación que atravesada la manada. Fue ahí que la puerta se abrió de forma abrupta y la rubia hizo su gran entrada. Toda la mansion se había visto conmocionada ante la noticia de que su Alpha había despertado. Esto no tardo en llegar a oídos de la rubia que no demoró en ir al cuarto del hombre y cuando no lo vió allí, supo que el otro lugar era su despacho.

- Es cierto, has despertado.- Respondió como si nada, mientras entraba y cerraba la puerta tras ella. Kyle levanto su mirada de mala gana.

- Aún sigues viva?.

- Lo estoy, más que tú este último tiempo.- Kyle soltó una sonrisa sarcástica. La rubia se encaminó de forma lenta y coqueta, haciendo sonar sus tacones en el piso de madera.

- Esperaba que murieras.

- Esperaba lo mismos de ti.- Kyle retruco ante las palabras odiosas de la rubia, siempre sin quitar su vista de la computadora. Fue así como ella llego hasta él y observo lo que buscaba.

- "Akela", es enserio? La manada es un completo caos y tu buscas a esa putita?.

- No lo sería si sirvieras como Luna, pero eres una completa inútil e ignorante.- Katerina levanto su mano con intención de darle una bofetada, pero Kyle rápido de reflejos, la tomó y la doblo con fuerza, hasta que los huesos de la rubia tronaron y está cayó en un grito al piso.- Las cosas van a cambiar un poco por aquí cariño, así que si querés seguir con vida.. Te recomiendo te alejes de mí, por qué no soporto tenerte cerca. Lárgate de aquí perra inútil.- Katerina lo miro con horror. Aquel hombre siempre había sido vil, pero jamás le había levantado la mano. Se levantó entre sollozos y con temor, apretando su brazo fracturado, con su otra mano.

Kyle se quedó allí en el despacho, leyendo todo lo que se escribió sobre Akela, hasta que dió con un artículo, el único que tenía una foto de la joven. Aquella foto que les habían tomado juntos, la vez que pasearon fingiendo estar enamorados, por la plaza de la manada. En la imagen, él la abrazaba y fingía una enorme sonrisa y ella apenas hacia una mueca de una. Mery estaba a un costado, sonriendo mientras los veía y más atrás pudo observar a Jay, serio y taciturno observándolos.

- Ya estaban en ese entonces... Ja! Cómo pude ser tan idiota?.- Se dijo para sí mismo en voz alta. Descargo la imagen y le hizo un zoom, de forma de que solo se viera el rostro de Akela. Se sentó allí y observo la imagen de la joven por largo rato. Muchos recuerdos llegaron a su mente.

Él tenía diecinueve años cuando hizo su incursión en Prado Verde, en busca de vengar la muerte de su padre. Ya había tenido su primera transformación y si bien siempre lo negó, fue en ese mismo instante en que supo que Akela era su mate. Su lobo sintió el vínculo al instante. La joven pelirroja tenia solo siete años y era ajena a todo eso, pero él no. Al principio no supo cómo reaccionar, parecía un chiste del destino o la misma Diosa. Cuando la vió allí, se quedó helado ante el descubrimiento. Tenía a Kanan Zaer prisionero y se preparaba para desollarlo vivo, uno de sus guerreros trajo a la niña de los pelos y fue allí que lo supo. Su lobo había estado inquieto al entrar al terreno de la manada Zaer, pero esperaba que fuera cualquier loba, menos la heredera Alpha de siete años en ese entonces. Su lobo se enojo cuando vió que le hacían daño a la niña, su mate, pero a la vez, tenía el mismo rencor y salvajismo que su lado humano. Impedidos de mostrar misericordia ante la pequeña niña, que no era otra cosa que su pareja destinada. Cuando Kyle volvió en sí, comenzó su tortura y obligó a la niña a ver como le quitaba cada pedazo de piel a su padre. Aún estando en carne viva este seguía respirando, por lo cual fue objeto de más torturas, hasta que al fin su agonía terminó. Fue en ese entonces que el Beta atacó con un pequeño grupo que quedaba, esa distracción permitió que un guerrero de Prado Verde, lograra huir con la niña y la resguardara.

Kyle puso un precio a la cabeza de ella, la buscaba viva con la excusa de dar fin a su venganza con sus propias manos, pero nada se supo de ella. Lo que en verdad quería, era mantenerla cautiva. Ahora que había descubierto a su mate, la necesitaba cerca o sus fuerzas podían flaquear. Una cosa era tener un mate por alli dando vueltas sin conocerlo, otra muy distinta era haber sentido el vínculo. Ambos necesitarían del otro o se debilitaría, pero en este caso él estaba en inferioridad de condiciones, porque Akela no podía sentir el vínculo ya que no se había transformado aún. El afectado por la distancia del vínculo sería solo él.

El consejo le dejo todo servido en bandeja, cuando le hablaron de una premonición de un oráculo y lo supo, ella había vuelto. Fue así como el día que se encaminó a la cabaña donde vivía Akela, su aroma lo golpeó con una fuerza enorme. La necesidad de su cuerpo de sentir aquella esencia que ya había probado, su lobo burbujeando como lava hirviendo en su interior, pero de la contradicción entre el odio y el vínculo impuesto. Él se quejaba de su olor, pero en realidad se derretía por aquel aroma. Y solo hacia que la odiase más. El vínculo hacía que sintiera que la quería, aún cuando la odiaba a muerte y solo quería hacerle lo mismo que había hecho con toda su manada y con su padre mismo. Solía desaparecer de su manada y escabullirse hacía la cabaña de Akela. Se escondía en la densidad del bosque y desde allí la observaba en silencio. Era la mirada del Alpha Kinnaman la que ella sentía cuando trabajaba en su huerta. La noche en que fue a cenar con ella, su lobo quiso tomarla a la fuerza, pero Kyle lo convenció de no hacerlo. De qué sería una bajeza tener algo que ver con esa ruin escoria. De allí que se fuera de forma abrupta de la cena. Y el día en que Akela se transformó, él había estado vigilándola para seguir de cerca su transformación y de esa forma, propiciar el encuentro. Todo había sido orquestado por él, nada había sido casualidad. Y aquella noche en que la joven lo descubrió como mate, se había propuesto hacer de su vida un infierno en la tierra.

- Y sigo pensando lo mismo Akela Zaer.

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Irma Ruelas

Irma Ruelas

😡🤬🤬🤔🫣🤨😍😍🐺

2024-01-30

0

Beatriz Valiente

Beatriz Valiente

Qué HdP

2024-01-04

0

AMAZONAS44

AMAZONAS44

casi muere y el rencor no se va aun

2023-11-12

2

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