Capitulo 17

Akela entro a casa de Mery y Ezra, su rostro estaba rojo por la vergüenza. Mery, que oyó la puerta de entrada abrirse, fue al recibidor y se dió con su amiga allí

- Akela!.- Contenta la saludo y se acercó a ella, dándole un gran abrazo, que Akela recibió.- Déjame ver!!!

- Qué cosa?.

- La marca!!!.- Mery estaba igual o más feliz que Akela. La joven pelirroja con algo de pudor, pero alegre, corrió sus cabellos y le mostró la marca de Jay, allí en su cuello. Mery abrió su boca en una gran o y junto sus manos por la emoción.- Akela!! No sabes lo feliz que estoy por ti.. Por ustedes!! Se merecen tanto el uno al otro.

- Muchas gracias Mery. Ahora.. Quiero ver a mí cachorro.

- Ohhh ese pequeño Alpha!

- Te dio trabajo?.

- Bromeas? Fue todo un santo!! Estoy en dudas de devolverlo. Y Henry? Todo un caballero, son hermosos niños.

- Lo son.- Akela respondió feliz, su cachorro al verla estiró sus brazos con alegría y Henry que reconoció el aroma de Akela no dudo en aparecer y correr hacia ella, abrazándose a su cintura con ternura y afecto.

Mery y Ezra invitaron a la pareja amiga a almorzar y una vez todos en la mesa, fue imposible no sacar el tema.

- Y ahora? Cuál será el próximo paso?.- Ezra fue quien sacó el tema de conversación. Jay y Akela se miraron entre ellos divertidos y sin entender y luego miraron a su amigo.

- Próximo paso?.- Jay fue quien preguntó a Ezra.

- Ya saben.. Se han marcado, no debería haber una ceremonia y una presentación a toda la manada? Hablo de su vínculo y su unión.

- Creo que nuestra unión.. Fue más que publica.- Jay fue quien lo dijo entre risas, mirando a Akela de forma cómplice, quien no podía evitar sonrojarse.

- Si, todos sabíamos lo que estaba pasando en su casa, pero... sería el próximo paso, una ceremonia de unión. Una marca entre los Alpha de una manada, o entre sus líderes, es motivo de festejo. Serán más fuertes ahora y eso nos hará más fuertes a todos.

- Ezra, entiendo lo que quieres decir, pero.. Aquí no es necesario hacer lo que se hace en todas las manadas. No debemos seguir las tradiciones de los demás y..- Antes de que Jay pueda seguir, Akela fue quien lo interrumpió y lo dejo pasmado.

- Me gustaría hacer una ceremonia de unión.

- En serio?.

- Por qué no? Eres mí mate, mí segunda oportunidad, ya nos hemos marcado, tenemos un hijo y podría decir que ya adoptamos a Henry como nuestro.. Por qué no celebrarlo?.- Akela fue quien hablo con ternura mirando a los ojos de su amable y caballeroso Beta. Jay no pudo evitar derretirse de amor por la mujer que tenía frente a él. Lo habían rechazo por creerlo poca cosa y aquí estaba está bella mujer, queriéndolo todo con él.

- Entonces no se hable más, celebremos.- Jay le respondió a su amada y Ezra empezó a aplaudir como loco por la felicidad de su amigo y Mery no pudo evitar llorar de felicidad por su amiga. Todos se giraron a verla, ya que lloraba a mares.

- Lo siento... son estas hormonas..- El grupo sonrió y Ezra abrazo a su mujer muerto de amor, buscando reconfortarla.

La noticia se regó por toda la manada en cuestión de minutos. Antes de la hora de la merienda, la unión entre su Alpha y su pareja, era de lo único que se hablaba. La idea de celebrar era algo que también animaba mucho a todo el grupo. Todos en la manada eran persona que venían de una vida triste y dura, un festejo sería como el broche de oro a esta nueva oportunidad. Se decidió que la celebración sería en dos días, por la noche, con la Luna como fiel testigo. Todos ayudaron en los preparativos, estaban más que entusiasmados por la idea. El día finalmente llego y la manada era todo algarabía. Las sonrisas y los rostros felices abundaban en las calles, las mujeres cocinaban y los hombres colgaban luces y guirnaldas. Todo fue un acontecimiento. Los niños corrían felices, y las madres los buscaban para alistarlos con sus mejores prendas para la ocasión.

En la plaza de la manada, se dió la cita. El lugar había quedado hermosamente decorado. Largas mesas y sillas se habían preparado para el banquete. El sol regaló sus últimos rayos, queriendo ser testigo de la ocasión y dando paso así a la Luna, la gran invitada de la velada. Estaban todos allí ocupando sus sitios, cuando Akela y Jay hicieron su entrada al lugar. Jay llevaba un hermoso traje en un color gris, que resaltaba su cuerpo atlético. Mientras que Akela, llevaba un sencillo vestido color crema y una corona de flores, que los niños habían confeccionado especialmente para ella. Sus cabellos de color rojo fuego y sus ojos verdes como esmeraldas, contrastaban con la palidez de su piel y el color claro de su vestido. Llegaron juntos de la mano, todos se pusieron de pie en señal de respeto, pero también de felicidad por ellos. Las sonrisas eran lo único que abundaba en el lugar. Llegaron al medio del espacio creado, una pequeña tarima se había confeccionado para que la pareja se posicione sobre ella y haga sus votos.

- Aquí con toda la manada como testigo, declaro que eres mí pareja Jay Jarvis. Y que te amo de una forma que me es imposible poner en palabras, pero que ahora sé, puedes sentir mediante nuestro vínculo.- Akela miraba rebalsada de amor a su hombre, quien efectivamente, estaba experimentando cada sentimiento de ella. Y no mentía, Akela lo amaba de una forma inmensa. Jay no podía evitar sentir que sus ojos se cristalizaban por la emoción de saberse tan amado. Exhaló con fuerza y todos rieron. Varias mujeres lloraban y los hombres observaban orgullosos la unión. La unión entre los líderes de una manada, solo significaba grandeza, seguridad, protección, buen augurio. Estaba más que probado que Akela era una magnífica líder y que Jay al ser un Beta, tenía gran diplomacia, poder de resolución y organización. Las características de ambos, solos los hacía complementarse de una forma perfecta.

- Aquí con toda la manada como testigo... Declaro que eres mí pareja Akela Zaer. Y te voy a amar hasta mí último suspiro, en esta... Y en todas mis vidas. Siempre serás tú.- Akela oyó cada palabra de Jay y podía sentir como sus mejillas se humedecían por las lágrimas que le eran imposible detener. Él no perdió tiempo y sello todo con un beso, al cual le siguió una lluvia de aplausos y gritos de buenos deseos.

- Alpha.. Lo más importante.. Que título tendrá el Beta?.- Pregunto uno de los miembros. Hasta ahora no lo habían hablado realmente. La realidad era que la manada siempre era liderada por un lobo Alpha macho y su mate recibía el título de Luna. En esta ocasión, la líder Alpha era una mujer, una completa rareza. En otro escenario, Akela sería obligada a casarse si o si con un macho Alpha y ella, aún siendo Alpha, pasaría a ser la Luna de la manada y sería obligada a delegar el puesto de Alpha a su pareja impuesta, pero aquí como siempre decían; en su manada, ellos hacían sus propias tradiciones.

- Bueno.. Jay será el Beta de la manada, el líder. Y sé que no es un Alpha y que siempre los Alphas han liderado, pero... cuántas guerras lideradas por lobos Alphas nos han reunido hoy aquí? Quién nos dice que un Beta no puede dirigir una manada?.- Todos se miraron asombrados, felices e interrogantes, pero Akela no mentía. Sus manadas habían sido destruidas por otros Alphas, sus vidas se habían visto arrasadas por la avaricia de los Alphas a los cuales habían jurado su lealtad. Con todo esto como precedente, qué demostraba que un Alpha era más calificado que un Beta u otro rango?. Los Betas eran bien conocidos por su raciocinio, su uso de la lógica, la templanza y siempre buscar las vías pacíficas y diplomáticas ante los conflictos. También eran quienes quedaban al mando de la manada cuando el Alpha se ausentaba, por lo cual era más que probado que podían hacerlo.

Jay se quedó anonadado cuando oyó a Akela. Él no estaba al tanto de esta resolución. Para él, la líder era Akela, Prado Verde era ella, era ella quien debía liderar y estar al mando, no solo por su rango Alpha, si no porque Prado Verde era su herencia, su sangre y su apellido.

- Akela, qué haces?. Prado Verde eres tú. Es .. Es tu familia, son tus padres, yo no... No puedo.. No lo acepto.

- Pravo Verde somos todos. Es mí familia y tú eres mí familia. Y he conocido de cerca la amabilidad de tu corazón, la sencillez de tu persona, tu compromiso por hacer el bien, tu intención de resolver, de arreglar, de ayudar... Qué más se puede pedir en un líder que todo eso junto?.- Jay miraba a Akela lleno de emociones mezcladas.- Proclamó a Jay, de rango Beta, como el líder de la manada.- Akela hablo con seguridad y todos aceptaron al instante. Aplaudiendo la decisión de la joven, silbaban y gritaban buenos deseos para Jay.

- Alpha Akela... Y usted? Qué título tendrá?.- Fue Melissa quien preguntó curiosa.

- Yo?.- Akela sonrió y giró su rostro para ver a Jay a los ojos.- Seré la Luna del Beta.

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