Capitulo 2

Disculpe.. cómo dijo que se llamaba la señora?.

- Alondra! Es una loba de lleva dos siglos y contando. Es nuestro libro de historia viviente.- Janet dijo aquello y no pudo evitar reír. Chris la ayudo a traer todo y a servir el té para las mujeres y café para los hombres. Mery empezó a comer desesperada, llevaba algunas semanas con un apetito voraz, y ganas de comer ciertas cosas específicas. También te iba algo de sueño y le habían crecido los pechos. Akela la miró y sonrió. En algún punto, algo de todo lo que comió le sentó mal.

- Disculpe, el baño?.

- Por el pasillo, a la derecha.- Chris le respondió y Mery se levantó como resorte. Ezra fue tras ella y Akela los miro con duda de seguirlos o no.

- Es imposible, estuvimos en ese pueblo y nadie nos dijo nada. No vimos a esa anciana que nos menciona.- Jay interpeló a Janet, quería desconfiar hasta lo último, para estar seguro de que era gente sin malicia.

- Es que todo sucedió cuando se fueron. Verán en cada pueblo que visitan, todo florece, se llena de vida.

- Pero jamás he visto eso mientras estuve allí.

- Debe ser porque se quedan poco tiempo, quizás si se quedarán un poco más aquí, podrían verlo con sus propios ojos.

- Eso es imposible, no podemos tomar más tiempo del necesario.- Jay nuevamente levantaba un muro entre ellos y aquellas personas.

- Beta Jarvis, sabemos quiénes son y sabemos lo que ha pasado, pero están seguros aquí. Nadie los va a delatar, es nuestra forma de agradecer su sola presencia Luna.- Jay ajusto su mirada al oír aquella palabra, "Beta Jarvis". Hacia cuatro meses, que nadie lo llamaba por su cargo, aquel que supo ocupar. Él seguía siendo un Beta, pero ya no había necesidad de que antepongan su rango a su nombre. Al no ser el Beta de un alpha, el Beta de una manada, solo era un Beta más, solo era Jay Jarvis.- Si desconfían de nuestras palabras, deberían extender su estadía solo unos pocos días más y quizás, vean los frutos de su presencia.- Janet sonrió al decir lo último y siguieron tomando el té en silencio.

Luego Janet les mostró sus habitaciones, una para cada pareja. Akela quiso ir a ver a Mery, quien no había vuelto al comedor luego de sentirse mal. Golpearon la puerta de su habitación y Ezra les abrió.

- Vinimos a ver a Mery, podemos?.

- Si, claro.

- Cómo estás?.

- Ay amiga... creo que mal del estómago, algo de todo lo que comí, me cayó mal.- Mery se veía algo pálida, estaba recostada en la cama y con una mano acariciaba su vientre de un dolor de estómago que no era tal. Akela no pudo evitar una risilla.- Qué?.

- Creo que tu dolor de estómago tiene patas.

- De qué hablas?.- Mery pregunto desencajada sin entender y Ezra que estaba algunos pasos más atrás, junto a Jay, levantó sus cejas y se acercó.

- Estás embarazada Mery.

- Qué?!!.- Mery casi gritó al oír aquello y Ezra se quedó helado dónde estaba, ante la total sorpresa de Jay.

- De qué.. de qué hablas Akela?.- Alcanzó a balbucear el Delta.

- Lo note hace tiempo, pero no quería decir nada. Esperaba que ustedes lo descifraran solos, pero al parecer... vas a pasar todo el embarazo creyendo que es un dolor estomacal.

- Akela.. no hagas chistes con esto, por favor - Ezra hablaba serio, con sus manos temblorosas, casi rogando que no fuera una broma lo que oía.

- No es un chiste, es muy cierto. En tu vientre, hermosa amiga mía, crece un cachorro, su primogénito tan deseado.- Solo eso basto y Mery tomó una bocanada de aire y miró a Ezra con sus ojos cristalizados, una sola mirada de su amado basto para que las lágrimas cayeran. Ezra se acercó y la abrazo fuerte, llorando los dos de alegría. Akela se alejo para darles espacio y se acercó a Jay, quien la abrazo en sus fuertes brazos y le dió un tierno beso, mientras observaban en silencio, la felicidad de sus más queridos amigos. Otro cachorro, uno nuevo para la manada. Un cachorro que junto con el que ya cargaba Akela, los uniría para siempre.

Todo fue felicidad, lo que tanto había anhelado la pareja, allí estaba creciendo y ellos sin sospecharlo. Ahora más que nunca, debían buscar un lugar seguro para quedarse. No podían seguir en movimiento con dos lobas embarazadas, Akela misma ya tenía un embarazo avanzado. De todas formas, ahora que tenían está nueva información sobre la veneración que los pobladores sentía por Akela, Jay tenía recelo de quedarse allí. Ya no porque desconfiara de ellos, sino porque no quería llamar la atención de las grandes ciudades. El chisme, inevitablemente iba a esparcirse, lo mejor era seguir en movimiento y alejarse. Se quedaron allí, algunos días más de lo esperado y tal cual lo dijo Janet, eso sirvió para ver el crecimiento repentino y a gran escala de las cosechas, muchas lobas en celo la misma semana. Muchos animales que tuvieron sus crías sin el mínimo problema. Akela rebosaba felicidad al ver que podía ayudar.

El tiempo de despedirse llegó, Janet despidió a las dos mujeres con sumo cariño, dejando en claro que las puertas de su casa y el pueblo, siempre estarían abiertas para ellos. Jay lo agradeció, al final no le quedó más que bajar su guardia. El camino siguió hasta el próximo pueblo, donde paso lo mismo, una gran bienvenida y la expectativa de lo que vendría con la visita. Mujeres que llevaban años queriendo quedar encinta le pedían ayuda, le pedían que toque sus vientres, y Akela lo hacía sin saber si aquello iba a funcionar o no.

- Si estás mujeres quedan embarazadas solo por eso, habrá una próxima generación de muchas "Akelas" en tu honor.- Jay se lo dijo en broma, pero Akela no pudo evitar preocuparse. De pequeña no le gustaba su nombre, ahora estaba acostumbrada, pero creía que no había necesidad de tal cosa con un bebé recién nacido. La estadía paso de lo más normal, al despedirse para seguir camino, recordó el chiste de Jay y no pudo evitarlo.

- Por favor, si quedan encinta y es una niña, no le pongan Akela, hay nombres mucho más bellos.- Jay no pudo evitar reír. Se despidieron y marcharon.

- Creo que Akela es un nombre precioso.

- Lo dices porque me quieres, pero no, no lo es.

- Lo es y te equivocas, no te quiero, te amo.- Akela se sonrojo y Jay le robó un beso apasionado.- Ya sabemos que es un niño el que viene, pero si llegamos a tener una niña en el futuro, será Akela Junior.

- Basta!.- Replicó Akela y le dió un suave golpe en el pecho.

- Eres hermosa Akela Zaer, tan hermosa como tu nombre. Aquel del cual reniegas.

- Y tú eres hermoso también, pero.. quién te dijo que te voy a dar más hijos?.

- Uff tendremos quince cachorros!.

- Quince?!! Estás loco?!.

- Cada celo loba mía... será bien aprovechado.- Akela sintió que las mejillas se le quemaban por las palabras que Jay le había largado. De todas formas pensar en aprovechar sus futuros celos, era algo que no le molestaba para nada.

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Comments

Marhy de Leon

Marhy de Leon

muy buena novela de las que me gustan gracias

2024-05-24

1

Irma Ruelas

Irma Ruelas

😍😍😍🫣🤔🐺🫄

2023-12-10

5

AMAZONAS44

AMAZONAS44

jajaja amenaza con el celo 🤣🤣🤣 y es el quien pide tregua🤣🤣🤣

2023-11-12

1

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