Luego de aquella conversación con el médico familiar, se quedó más cansado de lo que ya estaba.
Con un profundo suspiro, se levantó de su silla y tras asegurarse de que la puerta de su despacho estuviera bien cerrada, se acercó a uno de sus libreros.
Tras accionar un mecanismo, una pequeña zona se abrió dejando ver una caja fuerte que abrió con mucha cautela.
En la caja fuerte estaban algunos documentos de alto valor y fajos de dinero, así como joyas. Al final pudo ver una pequeña caja roja aterciopelada, la cual tomó de inmediato.
—Quién diría que al final le daría el anillo de mi madre a una de las hijas del comandante—dijo mientras se volvía a sentar.
Dejando la caja de terciopelo en el escritorio, se quedó observándola por bastante tiempo. Dentro se encontraba el antiguo anillo matrimonial de la duquesa, es decir, de su madre.
Por mucho tiempo su primera esposa quiso tenerlo, pero este no dejó que se hiciera posesión de este. Odiaba al comandante y la única razón de su matrimonio con su hija mayor fue por conveniencia, pero al ser su cuñada una hija no reconocida de este, no tendría problema en que ella tuviera ese anillo.
—Pero su dedo es muy delgado para sostenerlo—dijo mientras abría la caja—¿Si le pongo una de las gargantillas de oro, podrá usarlo así fuera como un collar?
Luego de pensar tras varios minutos, pidió asu mayordomo que le trajera la gargantilla de oro rosa que había sido de su madre también.
Mientras el hombre volvía del almacén, este no podía apartar su mirada del anillo. Aunque era sencillo, al estar hecho de oro rosa, con una forma de rosa en diamante y rubí, hacía que se volviera muy llamativo.
—Espero que esto funcione para que ella se sienta como mi esposa y deje de tratarse mal—dijo en un susurro.
Cuando al fin le trajeron la gargantilla, la colocó en el anillo y volvió a meter en la caja aterciopelada. Seguro de su decisión, se fue de inmediato a la habitación de su cuñada pero se detuvo a medio camino.
—¡Serás imbécil!—se regañó así mismo—¡Ni siquiera has pensado en un nombre para ella!
Caminando de lado y lado, no se le ocurría un nombre a simple vista. Por lo general los nombres de sus hijos los escogía de los nombres de sus antepasados, pero no sabía bien cómo nombrar a su cuñada.
—Atenea, ese es su nombre—dijo la voz de Eos.
Por un momento creyó que la diosa estaba detrás suyo; sin embargo, al darse la vuelta, no había nada ni nadie.
Si otra hubiera sido la situación, hubiera creído que estaba alucinando, pero pensando que de pronto se trataba de un mensaje de la diosa, prefirió no ignorarlo.
—¿Qué ocurre?—preguntó.
Al momento de entrar en la habitación de su segunda esposa, se dio cuenta de que esta se encontraba encima de una mesa tirando todas las cosas a su alcance.
—¡No me bañare!—gritó enojada.
—Mi señor—dijo su ama de llaves—hemos preparado una bañera con agua medicinal para bañar a la señora, pero no quiere que ni la toquemos.
Dante asintió ante aquello, aunque le parecía un poco cómico al ver como una niña literal dominaba a una mujer mayor, sabía que necesitaba asearse.
—¿Puedo saber por qué no quieres bañarte?—preguntó aguantando la risa—primero, ¿Puedes bajar para hablar bien?
—¡Me quieren bañar!—protestó como si se tratara de un agravio.
—¿Qué tiene de malo?—cuestionó curioso—es normal para nosotros recibir ayuda en el baño, aparte de que el agua que prepararon ayudará a curar tus heridas.
—Duele—respondió un poco triste—cuando intentaba bañarme en el pasado me dolía mucho, por eso solo me mojaba un poco la piel. No quiero que me duela, ¡No me bañaré!
Dante suspiró al escuchar las palabras de ella, supuso que estaban siendo un poco agresivos en el trato pese a que intentaban ayudarla. Lo mejor era ir poco a poco.
—¿Si pido que traigan paños para bañarte, te dejarás asear?
—Solo si lo hago yo—respondió.
—Está bien, es un trato—dijo convencido de que más adelante debería intentar hacer que se bañara de manera correcta—pero necesito que bajes, hay algo que quiero hablar contigo.
Su segunda esposa asintió y estuvo apunto de bajar, sino fuera por lo alto de la mesa. Cuando se subió, lo hizo por la adrenalina del momento, ahora que estaba más calmada, le temblaron un poco las piernas.
—Alto—dijo en un susurro.
Al ver la cara de pánico y miedo de esta, la tomó de la mano y de un empujón la cargo en sus brazos de regreso a la cama. Aquello hizo que por un momento ella se sonrojara.
—¿Ya comiste?—preguntó bastante preocupado debido a lo ligera que era, más liviana que una almohada.
Su segunda esposa solo bajó la cara avergonzada, por lo que supuso que tampoco había querido comer.
—¿Se negó a comer?—le preguntó a su ama de llaves.
—Así es, dijo que se sentía mal al recibir comida y que prefería comer las sobras de los animales—respondió con un poco de lástima la anciana.
Entendiendo que todo aquello era nuevo para ella, se arrodilló frente a su rostro y tomó su pequeña mano para consolarla un poco.
—¿Por qué quieres comer las sobras de los animales?—preguntó con cuidado.
—La cerda no merece comer comida linda—respondió en un impulso.
Dante tuvo que cerrar los ojos, de nuevo intentando contener su frustración. Pudo entender que el daño que tenía su ahora segunda esposa iba más allá del físico, su parte emocional y psicológica había sido afectada.
—¿Si te preparamos cosas sencillas, accederás a comerlas poco a poco?—preguntó esperanzado con que ella aceptara.
Al ver como asentía ante la idea, se quedó un poco más aliviado. Solo esperaba que en el futuro esta se abriera más a su nueva realidad y recibiera con gusto el trato que ahora debía recibir como la segunda esposa del ducado.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 62 Episodes
Comments
Jackeline Gaido
Caray, x eso decían en la otra novela de Selene, q de acuerdo a como se comportará es como reencarnaría Atenea.
La venganza de Selene afectó a su amiga Atenea.
2024-10-01
0
KAMELIA
Quebrantada totalmente diría yo, osea toda una vida
2024-06-05
0
Beatriz Avalos
Evelyn ya contaste toda la historia /Hey/
2024-03-12
1